Excisión

Esta película tiene un nombre, y es AnnaLynne McCord, la protagonista indiscutible.

He estado buscando información sobre las complicaciones que le pueden sobrevenir a un niño que se infecta con un herpes, y no he encontrado nada similar al papel de AnnaLynne. La enfermedad, no recuerdo que la nombren en ningún momento.

Es un personaje extraño, que tiene una visión distorsionada de la realidad, dificultades para interpretarla y para relacionarse con los demás, pero que a la vez demuestra gran inteligencia con respuestas mordaces.

Resulta casi cómico que nos muestren una chica destartalada, con herpes en la cara y los labios, greñas, ropa nada sexy, y que en sus ensoñaciones oníricas veamos que es una mujer de bandera con una belleza impresionante.

Me ha sorprendido mucho, y me ha gustado, pero no es una película para todos los estómagos.

“Excision” supuso el debut en la dirección de Richard Bates Jr. director al que me pude acercar gracias al festival de Sitges con la proyección de la oscura y divertida “Trash Fire”, obra que recomiendo sin ninguna duda. Existen muchos elementos en común entre las dos obras y que son marca propia del director: familias disfuncionales, fervor religioso y mezcla de tono desenfadado con escenas sangrientas. La protagonista absoluta de la película es Pauline, una joven adolescente que sueña con hacer carrera en Medicina y convertirse en cirujana. Pauline tiene una hermana menor que sufre de fibrosis quística, una madre fanática religiosa, y un padre con poca autoridad en casa. Por las noches tiene sueños en los que aparece ella misma en entornos quirúrgicos con personas mutiladas o cubiertas de sangre. Y por extraño que parezca, no son pesadillas, son sueños que le producen gran placer. Ha estado mucho tiempo meditándolo, y está deseando perder su virginidad, así que ha escogido a un compañero de clase y ha organizado una cita con él para que su relación coincida con el momento en el que tenga el período. Su pasión por la sangre y la perdida de virginidad, se mezclarán en su primera relación sexual. “Excision” es una obra que ha sido etiquetada como comedia de terror, y aunque de tono desenfadado, no acaba de despuntar en ninguno de los dos géneros. Lo mejor del film son los constantes cameos (Malcolm McDowell, Ray Wise, Ariel Winter…) y las desagradables pesadillas quirúrgicas de Pauline, que resultan chocantes y generan malestar con cada aparición. Nadie dijo que la adolescencia fuera algo sencillo.

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Una película que nos trae lo que convencionalmente se conoce como enfermedad mental, pero que para los implicados es solo otra forma de percibir el mundo. Una adolescente algo andrógina tiene fantasías sanguinolentas recurrentes, y junto a un comportamiento que se sale de la norma la convierten en una marginada de manual, aunque a ella eso le preocupe poco porque tiene un plan.

La cinta está concebida desde una perspectiva bastante cínica, lo que hubiera dado lugar a momentos tirando a cómicos, pero debo ser un bloque de hielo porque no he movido el rictus en todo el metraje. Si había alguna intención de hacer comedia, por negra que fuera, ni se percibe. Los personajes son otro de los problemas. La protagonista, lejos de buscar la empatía con el espectador, resulta desagradable e incluso antipática, y los padres parecen dos caricaturas. De hecho, salvo la hermana, no hay ningún otro personaje que no me resulte guiñolesco.

Las fantasías sangrientas que ponen cachonda a esta chica salpican el film de cuando en cuando solo para dar sentido a lo que se prepara en el final, que al menos yo he visto con la misma indiferencia que toda la hora y media previa. Es que hay nada que me haya removido ni un poquito. Dejarte indiferente es lo peor que puede hacer una película de género.

Sinceramente no se le puede pedir mucho a una película con un argumento tan enfermizo, la película en si, es bastante lamentable, no termina de arrancar y no despierta ningún interés, bueno si, despierta el interés de si va o no a pasar algo; lo único que se salva son las recreaciones enfermizas de los sueños de la protagonista, casi lo mejor de la película y los 10 minutos de apoteósis final que terminan sin más. La verdad es que iba a alargar un poco más la crítica, pero estaría haciendo interesante algo que no tiene el más mínimo interés.

¡habrá que seguir la pista de Richard Bates Jr, porque si en 2008 ya recibió decenas de premios por el corto de este mismo film, una vez mejorado y ampliado, el resultado es ESPECTACULAR!

Una película independiente con unos secundarios que harán las delicias de los mas frikis (¡Ariel Winter me ha sorprendido mucho!) y una protagonista de lo mas inquietante y perversa, junto con una historia que poco tiene de original pero que está tan bien contada que te mantiene atento toda la película.

Pauline es una adolescente con unas filias un tanto extrañas, poco agraciada físicamente y algo huraña que se obsesiona con la cirugía, el sexo y a hablar con dios de sus problemas. Mientras tanto, su hermana padece de fibrosis quística y esto hace que la madre (Traci Lords... Si, !Traci Lords!) le preste poca atención, y durante toda la película se nos va planteando tanto su asfixiante realidad como sus eróticas y malsanas ensoñaciones, en las cuales se evade de la realidad, hasta hacer sentir en su lugar al espectador, e inmediatamente dejarnos en shock con un delirante final que no esperas. Una buena historia, aunque algo típica, pero muy bien contada al fin y al cabo, ¡una gozada!

Lo mejor: Las ensoñaciones masturbatorias de Pauline, y las apariciones de secundarios estelares.

Lo peor: Quizás, y sólo quizás, podría haber profundizado algo mas en la vida de la protagonista , pues a ratos la película peca de ir un poco rápido.