The Way Back

Una buena película por unos 15 minutos, que luego se transforma en un gran e interminable cliché. No es mala y hasta hay algunas tomas interesantes o un buen uso de la banda sonora en momentos puntuales. Pero nada cambia demasiado de la norma en este tipo de historias. Todo es extremadamente predecible. Affleck está bien y no hay mucho más.

Eso sí, ya sobre el final hay una mejora que se sale un poco de ese conjunto de clichés para por fin ir a otro lado, con un emotivo y fuerte segmento (¿y confesional de parte de Ben?) que la termina haciendo interesante.

Puede que esta historia tome más fuerza si es vista como una expresión de Affleck sobre sus problemas personales, con los que comparte mucho respecto del protagonista de la película, pero sin ello se queda en "una más".

Es una película muy buena con una de las mejores actuaciones de Ben Affleck. Una historia de vida dura , llena de excesos y tristeza por parte del protagonista principal, de los problemas que afectan a un hombre que fue campeón de baloncesto en su época de juventud y que luego fue consumido por los vicios. Final esperanzador de que el gran partido de Ben Affleck era superar el aro e ir más allá.

Recomiendo verla, y luego pensar y reflexionar este drama.

4 estrellas de 5.

Les diré qué es lo que no es predecible: el protagonista es un alcohólico. Sin entrar en demasiados detalles creo que todos sabemos que es una adicción (como muchas otras) muy pero muy difícil de dejar atrás. Bueno, el protagonista deja el alcohol de la noche a la mañana y sin nada demasiado fuerte para que se sustente. ¡Bum! Así nomás. Y dado que su carácter de adicto y alcohólico son pieza fundamental en la película, para mi perdió muchísima credibilidad en ese momento. Dicho esto, yo ya sabía que me estaba enfrentando a un film muy predecible, pero es que tampoco me aportó absolutamente nada porque ni siquiera las historias de los otros personajes son lo suficientemente profundas como para importar. Conclusión: se deja ver pero es absolutamente olvidable.

Centrada exclusivamente en la adicción del protagonista (Ben Affleck), su tragedia personal y la oportunidad que se le presenta como entrenador de básquet para encarrilar su vida. Una historia sumamente humana, muy triste y con un final abierto. No verás el típico "Happy end" ni nada parecido. Solo sus demonios internos, sus vaivenes emocionales y la relación con su ex, sus alumnos y su familia. Muy bien interpretada. La recomiendo sin dudar.

La historia carece de interés, es la misma película de siempre que se recrea en un problema pero no cuenta nada (causas, psicología del sujeto). El de Affleck es un personaje muy parco, de matices inexistentes. Pasado un tiempo se expone una tragedia del pasado, la más típica, y eso debe ser suficiente para generar empatía, tristeza e interés. La narración, el análisis no importan: el tema ha de ser motivo suficiente para los elogios, máxime si es un tema tan sagrado. Sin ser muy entusiasta de las películas deportivas, seguí con más interés la trama del equipo de baloncesto, que la del alcoholismo del entrenador.

Affleck nunca me gustó mucho como actor, si bien admito que en mi opinión en su madurez ha ganado presencia. Si su alcoholismo data de 20 años me cuesta creer y me decepciona ver una caracterización tan acartonada, un personaje tan vacío y sencillo. La naturaleza de película independiente también puede limitar, ya no importa tanto el presupuesto, en ausencia de talento el resultado siempre será decepcionante, pero quizá más cómodo y rápido de producir.