La sonrisa de Mona Lisa

Vi esta película hace mucho tiempo y recuerdo que me gustó; ya que me pareció una película interesante con la que se pasaba un rato agradable.
Años después la he vuelto a ver, y he descubierto que la película me sigue gustando y me parece que está bien. Es verdad, que mucha gente la ha comparado con la magistral "El club de los poetas muertos" pero desde el punto de vista de la mujer; y debo decir que contiene ciertos puntos en común; y sus similitudes son paralelas en algunos aspectos pero no resulta una historia igual.
La historia nos presenta a un colegio estadounidense de los años 50 para chicas. Un colegio con fuertes pilares que defienden los valores familiares, y en el que estudian chicas de gran inteligencia. Una profesora liberal de historia de arte decide dar clases a estas jóvenes, y descubre su enorme potencial. Un potencial que se perderá irremediablemente debido a que todas están siendo formadas para ser las perfectas esposas, y dedicar su vida a satisfacer a su marido. Un destino que harán perder todos esos conocimientos, y su talento se enfocará únicamente a las tareas del hogar.
Tengo que decir que la película engancha desde el principio. Se nos presenta a esa mujer que rompe todas las reglas estipuladas en esa época, y nos presenta una imagen que se separa de todo lo establecido. Ella es la encargada de abrir los ojos a sus alumnas y todos los espectadores sobre un nuevo aspecto del arte. Una visión nueva del mundo visto a través de ojos como Picasso, y que se alejan de todo ese arte clásico que se estudia en los libros de texto.
Grandes actrices como Julia Roberts, Kirsten Dunst, Julia Stiles, Marcia Gay Harden, Maggie Gyllenhaal o Ginnifer Goodwin; son las encargadas de llevar a buen puerto este proyecto. Todas ellas están fantásticas en sus roles dando vida a esas jóvenes que luchan por su sueños y por sus deseos.
Creo que es una película que no ha sido muy bien valorada por considerarla una copia de "El club de los poetas muertos". Es cierto que tiene ciertas similitudes, y cuenta con algunas escenas que no son tan redondas como otras. Pero en general debo insistir que la película funciona muy bien, y retrata muy bien esa época de la historia de la mujer que estaba en un momento crucial para posicionarse como debe en su espacio en el mundo, y luchar por sus derechos.
En fin, "La sonrisa de Mona Lisa" es un film que entretiene y funciona bien. Es una película que cuida minuciosamente la estética, gracias a un sobresaliente trabajo de dirección artística. Así que se trata de un film con el que uno disfrutará junto con esa profesora que intentará abrir los ojos a estas jóvenes para que descubran que ellas pueden aspirar a ser algo más que amas de casa.

Mike Newell creyó tener una gran idea rodando con desigual fortuna, más a mal que a bien, esta película con un guion pretendidamente progre de Lawrence Konner y Mark Rosenthal que pretende reproducir obras anteriores, como ahora diré.

Cuenta el filme la historia de Katherine Watson (Julia Roberts), una profesora allá por los años ’50, que viaja a la prestigiosa y severa universidad de Wellesley en Nueva Inglaterra, para enseñar historia del arte. Es tiempo de postguerra y la Sta. Watson espera que sus magníficos estudiantes la sigan en su mensaje de emancipación, feminismo, etc. Pero no tarda mucho en darse cuenta que la prestigiosa institución es tremendamente conservadora y conformista.

El reparto es una infumable y en mal momento (si es que tuvo alguno bueno alguna vez) Julia Roberts, que defiende su personaje con excesivo y patético frenesí, en un filme desigual que incluso resulta aburrido. Además, la Roberts hace un papel trillado, manido y poco convincente. Por cierto, grata sorpresa con Maggie Gyllenhaal, cuyo soberbio trabajo interpretativo prácticamente eclipsa, no sólo a Kirsten Dunst (bien) y Julia Stiles (bien también), sino igualmente a la misma Roberts; y acabé anhelando sin mucha esperanza que fuera el personaje de la Gyllenhaal la protagonista de la cinta. El resto del reparto cumple con actores y actrices como Marcia Gay, Dominic West o Juliet Stevenson, por mencionar algunos.

Película que tiene un poco de todo, a mayor gloria de la reina Julia Roberts, para que aumente su imperio casero vendiendo al mundo otra lección de una asignatura que se sabe al dedillo: la de “moderna”.

La cosa tiene poca miga y, según mi experiencia en la sala durante la proyección, ni siquiera me sirvió para pasar un rato entretenido pues me produjo sensaciones de rechazo a la trama, al guion y a la propia Roberts. Eso sin contar con que la película bebe mucho del filme “El club de los poetas muertos” (1989), pues Newell intenta imitar la maravillosa historia de Peter Weir.

Película de medianía tirando a mala; que nadie espere ver algo que no se haya visto antes mil veces; tampoco espere sentir algún tipo de impacto emocional.

Mona Lisa smile (La sonrisa de Mona Lisa) es una película dirigida por Mike Newell en 2003 sobre el guión de Lawrence Konner y Mark Rosenthal, música de Rachel Portman y fotografía de Anastas N. Michos. Aunque el mundo de la enseñanza es un tema recurrente en el cine tratado desde múltiples perspectivas y géneros, el realizador nos ofrece en esta ocasión el perfil de una profesora llena de ilusión por enseñar, por transmitir todo el conocimiento del saber desde su campo educativo: la historia del arte.

Es tanta la convicción de Katherine Ann Watson (Julia Roberts) que se muestra segura para cambiar las cosas en una institución tradicionalmente conservadora, donde la intransigencia inicial y el programa educativo en cuanto al arte se refiere no pasa de la estricta programación redactada, revisada y aprobada por una dirección académica cuyo principal objetivo es preservar los valores tradicionalistas del lugar, así lo manifiesta en sus numerosos escritos para la revista de la institución Betty Warren (Kirsten Dunst).

El interesante planteamiento de las múltiples historias entrecruzadas se nos presenta con la suficiente consistencia interpretativa de personajes reprimidos, inseguros, vengativos, acomplejados y liberados entre otros muchos tipos, tantos como estudiantes puedan existir en un campus o fuera de él, como el caso de la señora Warren domesticada en el tradicionalismo y las costumbres sociales de la época donde impera el elemento principal del matrimonio y la procreación, o eso es lo que a cualquier precio quiere para su hija Betty recurriendo a cualquier artimaña para conseguirlo convirtiéndola en su prolongación ideológica y emocional.

A lo largo de la narración el enfrentamiento entre lo tradicional inamovible y la visión abierta del arte y su desapego al tradicionalismo académico entre Betty y la profesora Katherine chocan constantemente, una por intransigente, la otra por querer liberar a sus estudiantes de la encorsetada visión que sobre el arte tienen valorando por sí mismas el alcance emocional fuera de toda programación, situación que lleva a la reflexión a un grupo de estudiantes entre las cuales la liberada Giselle Levy (Maggie Gyllenhaal), la insegura Connie Baker (Ginnifer Goodwin) o la conformista Joan Brandwyn (Julia Stiles).

La sucesión de los acontecimientos no libra de consecuencias a otros personajes afines a nuestra protagonista entre los cuales la recatada profesora Nancy Abbey (Marcia Gay Harden) o el mentiroso emocional el profesor Bill Dumbar (Dominic Wet) donde se pone en valor la fidelidad, la sinceridad, incluso el arrebato como consecuencia de injusticias, inesperadas propuestas, o traiciones por medio del burdo engaño que solo puede llevar a una meta. Se trata pues de un conjunto de situaciones que sumado al de los estudiantes genera la espiral perfecta para desatar los acontecimientos que remueven las entrañas los deseos reprimidos de unos personajes que teniendo el arte como elemento unificador consiguen liberar su visión de la vida como en su día lo tuvieron Soutine, Jackson Pollock o Vincent Van Gogh paradigmas que para la profesora Ann representan la liberación del arte, el pensamiento creativo y la libertad de elección.

Esta es una de aquellas películas que dices tú: "es romántica". Pero, es cierto que este género cinematográfico se enfoca más por el hecho de ser feliz con la vida de una feliz pareja, que luego piensa en el matrimonio, de vez en cuando pasa alguna dificultad y se soluciona, y tal.

Si estáis pensando en este género, ya os estáis olvidando porque NO es así.

El género romántico que se dibuja en esta película va más allá de todo lo que el género romántico cotidiano encuadra.

El romanticismo de de este film se dibuja a través de los sueños, la ilusión, la esperanza, la rebelión ante lo establecido, la capacidad para elegir tu propio camino, la reconcilición con los demás y contigo mismo (el primero), la lucha por salir adelante, las ganas de pelear y de decir "¡Aquí estoy, para lo bueno y para lo malo!". Estas ideas se tienen muy presentes a través de las mentidades de las chicas adolescentes que reciben clase de una magistral Julia Robberts que lo borda en su papel de profesora.

Cada una de las chicas que se nos presentan en esta obra de arte, nos dan una evolución en su arco narrativo que es impresionante, pasando de ser las típicas mujeres mecanizadas a ser dueñas de su propio destino, gracias a las nuevas ideas que su profesora en "Historia de arte" les da.

¿A caso no aspiramos a esto? Deberíamos hacer una revisión de este tipo de cine y tomarlo más en serio.

Por ello, esta película se lleva un 10 como una catedral. Esta película es verdadero amor a la vida y quién la haya visto lo sabe.

Es una película que me ha gustado y cada vez que la veo me recuerda aspectos que no hay que olvidar, también refleja muy bien la sociedad de los 50 y el papel de la mujer.
Una Julia Roberts que va ganando intensidad conforme va avanzando la película en la que los valores de ella y de sus alumnas se entremezclan
Me ha gustado a mitad de la película la canción que da nombre a la película y también el arte que se refleja a lo largo de la peli y la reflexión acerca del cuadro expuesto en el Louvre Mona Lisa de Leonardo Da Vinci.