Clásico Western estadounidense dirigido por con enorme oficio por Joseph M. Newman. La película se desarrolla durante la guerra en el suroeste del país, y sigue la historia de un sargento que asume el mando de la caballería después de que un capitán muere en una emboscada.

Para salvar a su tropa, el sargento decide dirigirse hacia el fuerte más cercano, pero para lograrlo, debe cruzar territorio apache.

La trama ofrece una interesante combinación de acción y tensión, y la dirección se dirige claramente hacia esos extremos.

En el reparto Joel McCrea interpreta al sargento Vincent, un líder valiente y decidido que debe guiar a su grupo de soldados a través del territorio hostil. John Russell da vida al soldado Kinch, un hombre con un pasado turbio y una actitud desafiante. La química entre estos dos actores es palpable, y comparten diálogos muy interesantes.

Se beneficia de su uso de paisajes naturales: las vastas llanuras, los cañones y los desiertos crean una sensación de autenticidad. El batalló, rodeado de tierra árida y rocas, se convierte en un personaje más en la historia.

La película aborda las tensiones raciales entre los soldados y los nativos americanos. La desconfianza mutua y los prejuicios están presentes a lo largo de la trama.

El sargento Vincent debe equilibrar la lealtad a su deber con la compasión hacia los apaches, lo que crea un dilema moral interesante.

Las escenas de acción son emocionantes y bien coreografiadas. Los enfrentamientos con los apaches son tensos y llenos de peligro.

La estrategia militar utilizada por el sargento Vincent para proteger a su grupo y llegar al fuerte es un punto culminante de la película.

Aunque los efectos especiales pueden parecer modestos en comparación con los estándares actuales, eran llamativos para la época.

No es solo un western superficial. Aborda temas más profundos, como la lealtad, la confianza y la humanidad en medio de la guerra.

En resumen, es una película que combina elementos del género western con un trasfondo histórico y de conflicto, y un análisis profundo de los personajes.

Si te interesan las películas ambientadas en el siglo XIX y con un enfoque en el ejército y las tensiones raciales, esta es tu peli.

Genial dirección de André De Toth que sabe tomar el paisaje y la climatología como un personaje más del filme. La trama se desarrolla en un remoto poblado del Oeste, que queda aislado por la nieve.

El implacable Jack Bruhn (genial interpretación de Burl Ives) y su banda de desertores se apoderan del lugar. El ranchero Blaise Starrett (encarnado de forma superlativa por Robert Ryan), cuya reclamación de tierras se ve afectada por la llegada de los forajidos, se enfrenta a la banda de asesinos.

La película presenta una atmósfera tensa y claustrofóbica, acentuada por la nieve que bloquea las salidas del pueblo. La dirección de André De Toth utiliza hábilmente el entorno invernal para crear una sensación de aislamiento y peligro constante. La cinematografía en blanco y negro contribuye a la intensidad visual de la película.

En cuanto a las actuaciones, Burl Ives ofrece una interpretación memorable como el líder de los forajidos. Su presencia imponente y su voz profunda añaden una capa de amenaza al personaje. Robert Ryan también brilla como el obstinado Blaise Starrett, cuya lucha por proteger su tierra y su comunidad lo lleva a enfrentarse a la banda de criminales, engañándolos de manera inteligente.

La narrativa se centra en la tensión creciente entre los habitantes del pueblo y los forajidos. Las relaciones personales y los conflictos internos se entrelazan con la amenaza exterior, lo que da lugar a momentos dramáticos y emocionales.

La película también aborda temas como la lealtad, la valentía y la supervivencia en situaciones extremas, lo que concluye en una película digna de gran elogio por su emocionante trama, su acción, las posiciones de poder de los personajes y otras líneas argumentales relativas a las mujeres y su poder de seducción, bellas féminas como Tina Louise.

Aunque algunos han señalado ciertos aspectos negativos como que el papel del del joven forajido es poco creíble, o cierto desajuste en las escenas con Tina Louise, y algún problemita de engrase en la narrativa, sin embargo, esta obra es, según mi manera de ver la cosa, una joya olvidada por el tiempo, que convendría recuperar.

Película que ofrece una mezcla de acción, drama y tensión en un entorno invernal, y aunque no es ampliamente conocida, es una más que interesante opción para los amantes del género western, y eso a pesar de su limitado presupuesto. Pues para hacer una buena película, más que mucho dinero, hace falta mucha inteligencia, creatividad y genio.

Dirigida por Fernando Colomo, es una película que nos mete en la posguerra española, en 1947. La trama sigue a dos presos políticos, jóvenes estudiantes universitarios enviados a un campo de trabajo en el Valle de los Caídos por realizar pintadas contra el régimen de Franco.

Estos dos estudiantes consiguen escapar gracias a la ayuda de un francés especialista en fugas. A partir de entonces, emprenden un viaje por España junto con unas chicas norteamericanas que simpatizan con sus ideas.

Buena dirección y montaje, excelentes intérpretes (Jordi Mollá, Ernesto Alterio, Hedy Burress, Allison Smith o Juan Echanove), todos muy ajustados a sus papeles. La historia está basada en un hecho verídico y se desarrolla más por la vía cómica que por la dramática, lo cual es menos común en nuestra filmografía al tratar el tema de la guerra civil y de la posguerra.

La película logra un elegante equilibrio entre comedia y tragedia, y sirve como semblanza de una época y unos personajes no tan lejanos en el tiempo.

Película subvalorada y malentendida, destacando su enfoque en la libertad física e ideológica; además, es una elegante comedia que huye de lo ordinario, de lo que es más común. Destaca su enfoque de la liberación y la aventura en un contexto de posguerra.

La historia sigue a cuatro atracadores, y aunque la película se deja ver, a veces resulta insólita la buena localización de las protagonistas, ya que los “malos” las persiguen con precisión. Destaca la banda sonora flamenca y la participación de Niña Pastori.

Dirige Miguel Hermoso este drama que nos sumerge en una historia de traición, escapada y supervivencia. La trama sigue a una mujer y su novio que, tras cometer un atraco, traicionan a sus cómplices. Emprenden una huida hacia el sur llevando consigo a una niña de siete años que anhela ver a su padre.

Cuando el novio las abandona en un mesón de carretera, se ven obligadas a continuar escapando del acoso de sus cómplices y de la policía.

Película que merece la pena, con la labor de las actrices Beatriz Coronel y María Galiana, destacando Laia Marull, quien ganó el Goya a la mejor actriz revelación por este papel; sin olvidar el subrayado para el papel desempeñado por Juan Diego.

El argumento nos sumerge en un viaje desesperado sin retorno, y la historia se enreda cada vez más, atrapando al espectador. Sin ser una obra maestra, es una película española muy digna.

Además, a pesar de un comienzo que no promete demasiado, la trama envuelve e involucra al espectador con el personaje principal, y tiene un buen final.

"Dies d'agost", dirigida por Marc Recha, es una película que nos sumerge en un viaje de descubrimiento y aprendizaje. La trama sigue a los hermanos gemelos Marc y David, quienes emprenden una aventura explorando el interior de Cataluña durante el verano. Viajan en una furgoneta y se encuentran con lugareños y otros viajeros de manera casual.

La voz de la hermana pequeña, como si fuera un cuento para adultos, explica lo que pasó. La película se centra en el deambular de unos personajes a la deriva, la sequía, la compleja relación de los hombres con el medio que los rodea y una curiosa historia de un pez gato en el embalse de Mequinensa (Zaragoza).

Es una obra sencilla y enfocada en los paisajes. Puede parecer extraña y difícil de digerir, pero lo que resalta es que es fascinante.

Recha se concentra en capturar la belleza exuberante y poética del entorno. En ciertos momentos, las imágenes parecen fotografías que podrían contemplarse durante horas. Los diálogos son mínimos, pero esto no afecta el atractivo de la película. Recha tiene un sentido narrativo vanguardista y logra transmitir una experiencia visual y sensorial muy singular.

Es una preciosa cinta itinerante, de narrativa austera que persigue al pensador, periodista y pensador Ramón Barnils, aunque este queda un tanto desdibujado.