La mano que mece la cuna

He aquí uno de los mejores thrillers de "psicópata infiltrado en familia" de su momento. Realmente la película fue después imitada y plagiada hasta la saciedad en su planteamiento. Hay muchos films en los que un mal bicho se hace pasar por buena gente y hace fechorías sin que nadie se dé cuenta hasta el final, pero creo que esta es una de las primeras y mejores.
Rebecca de Mornay está perfecta en su papel, aunque el resto de actores tampoco se quedan atrás (véase la escena del ataque de asma de Annabella Sciorra o el personaje de Ernie Hudson, por ejemplo).
También es una de las primeras películas de Julianne Moore, si no me falla la memoria.
Está repleta de escenas emocionantes hasta llegar al clímax final, aunque no conviene destriparlas.
Se puede coger como el manual perfecto de cómo hacer un buen thriller, y de hecho así fue, pues como he dicho antes existen muchos plagios de ella.

Mira que te lo dicen, pero tú nada, ni caso. A ver, cuando una amiga te de un consejo hazla caso...¡y más si es sobre una mujer!
La próxima vez piénsatelo dos veces antes de meter a una niñera en casa, porque puede acabar muy mal el asunto.

De hecho, para Michael y Claire Bartel, una sana pareja de casados, sin problemas ni discusiones y con una hija preciosa, van a experimentar un miedo terrible entre las cuatro paredes de su hogar cuando aparezca en escena la viuda del reputado doctor Victor Mott, un ginecólogo acusado de abuso sexual que se suicidó provocándole a ella la pérdida de su bebé. Ésta, ahora sin familia, sólo tiene un objetivo en mente: arruinar la vida de la persona que acusó a su marido y la que desencadenó la serie de hechos que le llevaron a asesinarse. Pronto descubre que esa persona no es otra que Claire.
Pero, sin embargo, Claire no reconocerá a la viuda del médico cuando aparezca de improviso solicitando un puesto de niñera...pues que se preparen, porque van a enfrentarse a una mujer que no tiene nada que perder y que poco a poco tomará una posición de poder en su hogar para recuperar de algún modo lo que a ella le quitaron. El guión de Amanda Silver, pareja de Rick Jaffa con quien ha escrito títulos reconocidos como "The Relic", "Ojo por Ojo" (la cual comparte puntos en común con la que nos ocupa) o esa tontería de "Jurassic World", no pudo caer en manos mejores cuando fue a parar a las de Curtis Hanson.

Para todos, o al menos para la gran mayoría, conocido únicamente por su obra magna y renovadora de cine negro, "L.A. Confidential", este director ya tenía una buena carrera cinematográfica a sus espaldas, comenzada nada menos que a principios de los '70, y si había un género en el que Hanson poseía más habilidad que en ningún otro ese era, sin duda, el del "thriller". Heredero de Hitchcock desde su mismísimo, desconocido y también estupendo debut "Sweet Kill", dejó un característico sello en "Falso Testigo" o "Malas Influencias"; es cierto que algún otro como Adrian Lyne o Phillip Noyce pudo haberse encargado de la película, pero Hanson se las apaña a la perfección para brindarnos una buenísima obra de puro suspense y tensión.
La trama, apreciándose a kilómetros que ha sido escrita por una fémina (nótese que aquí las mujeres son calculadoras y fuertes mientras que los hombres son repugnantes, inútiles o simplemente subnormales), introduce a un intruso, como otros muchos "thrillers" del estilo y de la época, en el seno del hogar, hervidero constante de problemas que pueden llevar a la completa desestabilización, asimismo haciendo víctimas totales de la función a las mujeres (poniéndose esto en auge desde que Jodie Foster fue violada en "Acusados").

Efectivamente se nota que Hanson hace honores a su mentor inglés desarrollando el suspense no sólo desde que vemos a la viuda Mott aparecer de repente como una especie de bestia vengadora bajo el ridículo alias de Peyton Flanders (¿no habría sido mejor ocultar su identidad hasta el final?), sino desde el mismo momento en que Claire es víctima de los abusos del doctor. Poco a poco la tensión se va incrementando mientras la recién llegada va tomando posesión de la casa, conquistando al matrimonio con sus buenas maneras, ganándose el apoyo de Emma y estableciendo un enfermizo vínculo materno con el bebé de Claire (...lo que demuestra que no es el comportamiento del marido la que la lleva a ser así, no, sino que dentro de esa maldita chiflada se esconde el Mal).
Dicha tensión va más allá del terror psicológico cuando somos testigos de las terribles artimañas de la protagonista (siendo la más notoria el asesinato de Marlene mientras la otra observa comiéndose una manzana). Matt McCoy y Annabella Sciorra están más que bien, Ernie Hudson borda su papel de discapacitado y una joven Julianne Moore sorprende sobremanera en una demasiado corta actuación que en mi opinión tenía que haber sido prolongada.

Pero ninguno de ellos puede con Rebecca DeMornay, sencillamente brutal, quien consigue con su interpretación, quizá la más poderosa de su carrera, ir más allá del mero papel de "sex symbol" que se le había impuesto en Hollywood desde finales de los '80. En "La Mano que Mece la Cuna" Curtis Hanson hace que te muerdas las uñas, literalmente, consiguiendo así su mejor trabajo como cineasta después de "L.A. Confidential".
Si eres padre/madre y ves esta película seguramente decidas a partir de ahora dejar a tus hijos con algún familiar de confianza...en vez de con una niñera.

Ay, qué cuidado hay que tener a la hora de escoger niñera. Y más si se presenta en casa con los rasgos angelicales y el atractivo de Rebecca De Mornay.
Curtis Hanson, con películas tan aclamadas en su haber como Jóvenes prodigiosos, 8 Millas o, sobre todo, la magistral L.A. Confidential, consiguió uno de sus primeros éxitos gracias a La mano que mece la cuna, un perturbador thriller sobre una terrible, retorcida y elaborada venganza. Y, la verdad, no sorprende que sea una película que se emite en televisión cada dos por tres, porque tiene un carácter muy televisivo, y además es muy entretenida, perfecta para ver en una sobremesa aburrida. La puesta en escena es algo plana, nada que ver con el Hanson que veríamos después en las tres películas antes mencionadas, y la trama es tan exagerada, tan bruta, que cuadra perfectamente en el clásico telefilme de sábado o domingo por la tarde.
Lo bueno es que, como decimos, es muy entretenida y muy tensa, que anda por allí una jovencísima y aun desconocida Julianne Moore (en su segunda película), y que la química demencial entre De Mornay (siniestra a más no poder) y Annabella Sciorra es excelente.
Disfrutable.

Lo mejor: La tensión de la narración y de la interpretación de Rebecca De Mornay, y lo entretenida que resulta.
Lo peor: La puesta en escena, pese a ser de Curtis Hanson, es algo plana, y el tono de telefilme es muy real.

Por una de esas cosas que pasan, Annabella Sciorra, quien sufre en la película de Curtis Hanson una agresión sexual que es el epicentro de la trama, fue violada, un año después de la factura de LA MANO QUE MECE LA CUNA, por Harvey Weinstein, que ahora se pudre en la cárcel. Es alucinante la capacidad premonitoria que, de vez en cuando, tiene el Cine.
LA MANO QUE MECE LA CUNA es una buena cinta de suspense en la que algo falla. Quizá es que Julianne Moore no encaja como jefa superpoderosa y arisca, que el mucho tocarse los deditos de Ernie Hudson resulte fatigoso, que a Matt McCoy cueste escucharle otra cosa que no sea "sólo los hechos"... o la niña. O el doblaje que para la versión española se le hizo a la niña. Tanto es de horrible todo lo concerniente a la niña que incluso el espectador más piadoso hubiese preferido que, a las primeras de cambio, los mandamases de Una Vida Mejor la hubieran embarcado con destino a Nueva Caledonia en un paquebote y éste hubiera naufragado sin remedio.
Pero es buen entretenimiento el de LA MANO QUE MECE LA CUNA. Y el que procura entretenimiento del bueno también es alguien que domina el mundo.

Recordada como uno de los thrillers de referencia de la época en que prácticamente era imposible no haberla visto, se convirtió en la gallina de los huevos de oro que los videoclubs alquilaban sin descanso, esta malograda obra ha sido arroyada por el tiempo como un junco que yace rio abajo recordando ecos de lo que había sido.

Peyton Flanders es una mujer que en poco espacio de tiempo pierde a su bebe y a su esposo. De todo ello culpa a Claire Bartel por lo que decide urdir un plan de venganza para destruir a toda su familia desde dentro.

Antes de que me matéis, volved a verla, os invito a revisionarla, es muy disfrutable, pero cuidado, porqué quizás comulguéis con lo que trato de decir. Tenía en gran estima este film que tanto me hizo disfrutar en el pasado, pero siendo franco, no recordaba los detalles ni las formas, solo la emoción y la impotencia de ver como todo le salía bien a la malvada protagonista, en definitiva el entretenimiento. Vista con la dolorosa sabiduría del paso del tiempo, la edad y bastante más cine que cuando era adolescente, esta telenovelesca película podría ser la versión bien hecha de las telenovelas que conquistan la franja del mediodía en Antena 3 y en las que no importa demasiado si te haces una cabezadita. Analizada con más detenimiento treinta años después, esta obra resulta tremendamente racista, clasista e incluso machista, cosa sorprendente especialmente teniendo en cuenta que esta escrita y protagonizada mayormente por mujeres.

La propuesta que la guionista Amanda Silver nos proponía en su primer guion con el que alcanzó el éxito, es un thriller de venganza que como he dicho, enamoró al público sin dilación, era unánime el clamor y tampoco es justo diseccionar ahora la obra sin tener en cuenta la época en que fue creada ,pero no por ello, hay que dejar de decir alto y claro que en la actualidad se aprecia como la obra en que unos pijos insoportables tienen como mascota a un afroamericano y a una asistente a tiempo completo para que la mujer de la casa que no trabaja, monte un invernadero en la parte trasera de su casa, resultando ser la asistente una infiltrada que mediante combos casi imposibles de casualidades, casuísticas y manipulaciones varias va logrando su objetivo sin resistencia alguna.

Tampoco sería justo no decir que esta puede ser una de aquellas películas por las que pecar de amor culpable, dejar de pensar como una persona razonable y simplemente disfrutar, especialmente y gracias al vínculo que se crea entre el espectador y la mala malísima interpretada en el papel de su vida por la estupenda Rebecca De Mornay, tan mala y tan bien interpretada que se le puede perdonar todo a la cinta, así como la primera escena dirigida de manera magistral por el director Curtis Hanson y protagonizada por Annabella Sciorra en una asfixiante violación de la intimidad femenina en la que realmente podría no estar pasando demasiado o el sobresaliente trabajo de Ernie Hudson son sin duda la punta de lanza de una obra que sigue siendo disfrutable si somos capaces de dejar, como dije antes, el raciocinio en la puerta de la sala de proyección, pero que os aseguro, hoy no habría pasado el corte.

https://www.terrorweekend.com/2023/05/la-mano-que-mece-la-cuna-review.html