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Cuando menos te lo esperas

Romance. Comedia Harry Sanborn (Jack Nicholson) es un solterón recalcitrante que sólo sale con mujeres mucho más jóvenes que él. Él y Marin (Amanda Peet), su última conquista, han planeado un romántico fin de semana en la casa de la playa de la madre de ella. Cuando Harry sufre un infarto, la madre de Marin, Erica Barry (Diane Keaton), una famosa escritora divorciada, acepta a regañadientes cuidarlo hasta que se reponga. Harry, asombrado, se da cuenta ... [+]
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Críticas 63
Críticas ordenadas por utilidad
31 de enero de 2006
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aparte del magnifico trabajo de los actores, creo que la película es una excelente crítica al genero masculino. Cuando mayor se hace el hombre más desea tener joven a su compañera, sin valorar la aportación de una compañera de su edad, esta es la lección que aporta el personaje de Diane Keaton, una mujer madura, desengañada sentimentalmente, y madre, que se vuelve a enamorar, casi del unico hombre del que no deberia.
Keeanu Reeves, aporta la otra cara de la moneda en que un hombre joven se enamora de una mujer madura, cosa más inprobable.
Las partes de enredo son mágnificas y toda la película respira una elegancia y un "glamour" excelente.
Una película muy recomendable.
joaa
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11 de diciembre de 2009
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Meyers echa mano de ciertas fórmulas costumbristas, tiene a su disposición a actores de renombre y cuenta con una historia tan demodé como depurada de todo latigillo desgastado. Sin prólogos ni epílogos de más, Cuando menos lo esperas gana por lo visual y sensiblemente familiar, sin sorprender pero tampoco sin agobiar desde el constante deja vu que produce.

Él, hombre de años encima, de miles de experiencias a cada vuelta de esquina. Es un Don Juan con todas las letras: preciso, calculador, efectivo. En resumen, un sabio del arrabal, un fantasma afrodisíaco. Ella, a pesar de que la sitúan como opuesta a él, comparte esa misma mirada abarcativa que otorgan los años, sólo que en este caso su distancia para con todo lo que la rodea la transforma en un especimen tan valioso como difícil de conseguir. Entonces: él apunta a lo fácil y es fácil, por naturaleza. Ella observa desde su torre de marfil como los galanes de turno intentan bajar el puente levadizo que los separa de su trofeo.
Y galanes hay: está un Reeves tan discreto desde su papel como inusualmente correcto desde lo que produce en el espectador, es un tercero sin discordia, un contrapuesto del amor principal entre los protas. Ese amor que tanto bebe de variopintas influencias, tiene algo de clásico, algo de bello, algo de mundano y ciertas pizcas, solo pizcas, que pueden llegar a catalogarlo como un amor de esos que se quedan grabados.
Lamentablemente, la decisión por parte del director y el guionista por ese desenlace echa por tierra cualquier intento de trascendencia por parte de esta peli, que sale de lo más hondo del cine romántico desenfadado para culminar en exactamente el mismo punto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juan Rúas
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18 de febrero de 2008
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nancy Meyers es una autora peculiar. Siempre dentro del género de comedia, igual te hace una ñoñería para niños (Tú a Londres y yo a California), una insoportable absurdez al servicio de un pésimo actor (¿En qué piensan las mujeres?) o una excelente comedia romántica (The Holiday).
Una vez vista Cuando menos te lo esperas, Meyers me demuestra que en la última la flauta no sonó por casualidad. La mujer sabe escribir comedias románticas en un momento en que cada vez es más difícila hacerlo bien. Ya la definí como una especie de Richard Curtis americana, pero ahora queda confirmadísima como tal. Y no es decir poco.
La razón de este éxito que ha cosechado Meyers en mí es que da gusto encontrarse con una película así, que te entretenga y te emocione a partes iguales sin insultar tu inteligencia ni tus niveles de azúcar. Se agradece infinitamente que la historia de amor envuelva no a un par de imberbes veinteañeros, sino a dos personas ya prácticamente ancianas que reclaman su derecho a enamorarse, algo que el cine evita casi siempre. Lo que sí es seguro es que tanto Jack Nicholson como Diane Keaton aún deben estar agradeciéndole a la directora que les diera esos dos personajes tan maravillosos. Y ambos corresponden con las mejores versiones de sí mismos, dejando a un lado sus histrionismos y resultando, por tanto, excelentes. La actriz en particular está inmensa. Y resulta toda una sorpresa comprobar cuánto mejora Keanu Reeves cuando no tiene que tomarse en serio el argumento.
En definitiva, una de esas comedias románticas que da alegría ver de vez en cuando, escritas con elegancia e interpretadas con maestría.

Lo mejor: Diane Keaton
Lo peor: como todas las películas de Meyers, es demasiado larga, y a la directora aún le falta mejorar en los diálogos "importantes", como el del final.
Sibila de Delfos
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18 de julio de 2007
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué tiene esta mujer para exhalar tanto encanto dondequiera que esté, atrayendo involuntariamente a los hombres más interesantes en varios kilómetros a la redonda?
Erica es una mujer de mediana edad, que escribe obras de teatro de mucho éxito, está divorciada y desengañada del amor y le gusta estar en su casa escribiendo. Pero su apacible y retirada vida va a cambiar cuando conozca al madurito ligue de su hija, al que tendrá que cuidar cuando éste sufre un infarto en la casa que Erica tiene en la playa. Vamos viendo el especial duelo interpretativo de ambos, que al principio no se podían ni ver, pero acaban aceptándose y compenetrándose hasta el punto de enamorarse. Pero, ¿están preparados para una relación? Por otro lado, el joven y atractivo médico que atiende a Harry tras su infarto se enamora de Erica y a ésta se le plantea la excitante perspectiva de salir con un hombre veinte años más joven que ella.
Con un entretenido guión, diálogos brillantes y absorbentes, magníficas actuaciones (sobre todo Diane Keaton), una preciosa fotografía y música inmejorable, observamos planteamientos que siempre son de actualidad en el complicado tema del amor:
-Los grandes desengaños amorosos que a menudo nos llevan a cerrarnos en banda ante nuevos amores.
-La madurez como momento pleno de la vida en el que uno no tiene por qué renunciar al amor, en el que es tan normal como en cualquier otra época de la vida enamorarse y amar.
-El temor al compromiso y a amar de verdad a alguien, por la dependencia emocional que ello conlleva y por el miedo a tener que cambiar un estilo de vida al que uno ya se había acomodado.
-El manido tópico de que la gente joven es más cabeza loca y prefiere simples flirteos y aventuras a relaciones serias, etc. El personaje de Jack Nicholson sólo salía con chicas menores de treinta porque estaba convencido de que se toman las relaciones con menos seriedad que las mujeres más maduras, y así él podía limitarse a divertirse con ellas sin más complicaciones.
-También se afrontan los prejuicios hacia las parejas de edad desigual. ¿Cómo te sentaría a ti, como madre, ver que tu hija veinteañera sale con un tipo que tiene más de sesenta? Por más que intentemos ser ecuánimes y razonables, lo cierto es que es un asunto que sigue chocando a la sociedad. Pero, a los ojos de la sociedad, aún se ve más chocante que una mujer de cerca de sesenta salga con un joven. Ahí quedan expuestos esos temas y no podemos menos que reflexionar sobre ellos.
En suma, bonita, graciosa y tierna comedia romántica sobre el amor en la madurez.
Vivoleyendo
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22 de diciembre de 2008
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si esta película la hicieran Pepito Pérez y Periquita Gómez no pasaría más que como una peli del montón y, probablemente, sería bastante criticada. Como los actores principales son de peso la cosa cambia y para algunos es la quintaesencia de la comedia romántica. Pues no.

Y no, porque está genial la proliferación en el cine del romance entre personas ya entraditas en años, pero cuando nos colocan a Jack Nicholson como galán castigador de jovencitas la cosa ya adquiere tintes de ridículo. Francamente hay que ser muy incondicional de este señor para entenderlo.

Y no, porque la modernidad de las parejas de hoy puede resultar fantástica para muchos, pero no hay quien se crea que el sexagenario novio de una chica pase a ser el admirador de la madre, que, a su vez, le cuida después de un infarto sufrido en su propia casa. En España todo esto es casi como el primer viaje del hombre a la Luna: dicen que existió pero aún hay muchos que no se lo creen.

Y no, porque aunque sea algo más probable, es cuanto menos extraño que un treintañero guapo y con éxito profesional se prende de una señora veinte años mayor, aunque sea la estilosa Diane Keaton. Probablemente mi opinión no sea muy populista, pero lo que no me va es la demagogia.

Y no (vuelvo a Nicholson) porque este señor vuelve a hacer una vez más el mismo papel de siempre, con sus mismas caras y hasta con las mismas sempiternas gafas negras.

Se me hizo larga al final por dar tantas vueltas al asunto y tanta marcha atrás y adelante... por lo demás es una película que no está mal pero nada más.

¡Quizá lo que más ilusión me hizo es volver a ver a Starsky!
Francie
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