Cuando menos te lo esperas

"Alguien tiene que ceder" es la tercera película de la guionista y cineasta Nancy Meyers, cuyos dos anteriores trabajos tuvieron su merecido éxito, pero creo que estamos aquí ante su mejor cinta.
Con la elegancia y los almibarados personajes de siempre, este filme da en cuenta un resumen de todo el encanto, humor e ingenio que puede desprender esta autora; se reúnen los temas de amor, edad y aprecio con la historia de un hombre mayor con un afecto especial hacia las mujeres jóvenes, (Jack Nicholson), y la no tan joven mujer de la que se va a enamorar, (Diane Keaton).

De ahí en adelante la película sólo nos solicita dos cosas: relajarse y disfrutar. Mientras tanto, Nicholson y, en especial, Keaton se encargaran de transformar las líneas de diálogo de Meyers en una suerte de repertorio de gags ocurrentes, sofisticados y sutiles. Ni hablar del compromiso de estas dos eminencias, Keaton realizó su primer desnudo a los 57 años, mientras Nicholson siempre se arriesga a reírse de sí mismo y hacer todo aquello que convierta a Harry en un sonso por momentos.

El ambiente secundario también ayuda; tenemos para gustos los colores y aquí se nota. Por un lado, Frances McDormand funciona creíblemente bien como la hermana de la protagonista, Peet revela toda la vacuidad y despreocupación "young adult", mientras que Keanu Reeves puede llegar a funcionar como el doctor saludable y bonachón.

El juego romántico entre Harry y Erica es fabuloso; no es que el filme reitere su idea de romance de baby boomers, sino que todo anda a la perfección porque es algo interesante, atractivo y divertido observar los dos personajes en interacción. Meyers apuesta por la madurez y la veteranía como puntos en contraste de la vida libertina y nimia, esquivando el tema del compromiso.

Lo mejor de Erica, además, es cómo funciona como un refleja para la propia realizadora; el personaje de Erica es dramaturga, Meyers es guionista, Erica está divorciada, Nancy también. Luego no se puede teorizar mucho más, pero se nota el respeto que Meyers le tuvo a su propio creación como un reflejado matizado de su rol como autora de ficción hasta pudiéndose burlar de sí misma.

En definitiva: Encantadora, gustosa, ocurrente y bien llevada por las sensacionales actuaciones de Nicholson y, más que nada de Keaton, "Something's Gotta Give" es una película disfrutable que incluye más sustancia de la que aparenta.

Calificación: 7.8/10

Vaya por delante de que estoy esperando a envejecer para poder tener tanto éxito con las mujeres. Pero a parte del "seductor" tan poco atractivo como el casi setentón Jack Nicholson (que remeda a su personaje en "La fuerza del cariño") y unos gags divertidos de los primeros 40 minutos, el resto de "Cuando menos te lo esperas" derrapa de una manera tan espantosa que en vez de comedia romántica en realidad se vuelve terror espantoso (ver Sopiler).

Puede que Nancy Meyers se contentara con un feminismo moderado y convencional sin atreverse finalmente a dar el giro que la historia requiere, pero no cabe duda que la filosofía que la impregna (parecida a la de "Sexo en Nueva York" y tantas otras) es tan estúpida como falsa, por lo que, al verla en pantalla, te parece la película tan falta de credibilidad que es normal que ésta acabe hundiéndose.

Podemos resumir dicha filosofía feminista-progresista en los siguientes puntos:

1º Una mujer, cincuentona (y por lo tanto, necesariamente, escasamente atractiva), separada, un tanto neurótica, pero autosuficiente, "liberada", con una gran carrera profesional puede, sin hacer absolutamente nada, enamorar a cualquier hombre por muy atractivo, joven o valor que proyecte tenga.
2º Que una mujer que se acuesta con un tío a la primera de cambio pero que no le exige nada a ese hombre, que pasa página (o aparenta pasarla) consigue que se enamore perdidamente de ella aunque sea el tipo más infiel, promiscuo y no enamoradizo del mundo.
3º Una chica joven, bella, inocentona, sin malicia, femenina, cariñosa, etc. no puede gustarle a un tipo nada más que para pasar un rato, ya que estas jóvenes son, simplemente, mujeres objeto sexual, según esta filosofía feminista y progresista.
4º También un hombre, por mucho atractivo que tenga, puede ser objeto sexual, listo para ser usado y abandonado por la tía de turno si tiene el suficiente descaro.
5º Que todo lo que consideramos atractivo en realidad no lo es. Y que lo no tiene atractivo en realidad lo tiene. De este modo, se establece una jerarquía social en la que los "elegidos" están llenos de defectos pero que en realidad no lo son (según Nancy, claro) tienen pasta, se enamoran, tienen éxito profesional, viajan, se acuestan con todos/as las que pueden, en fin, disfrutan de la vida. Y luego están los "objetos" que parecen estar llenos de atractivos pero que en realidad no lo tienen, que carecen de todo o parte de lo que disfrutan los primeros y que están para servirlos, incluso como objetos sexuales.

Por todo lo expuesto "Cuando menos te lo esperas" te deja un malestar general, una sensación próxima al asco y a la rabia, no tanto por la pareja protagonista, que está bien, como por dicha filosofía tan barata, que debiera ser rechazada por el espectador.

Inocentona comedia ésta con breves dosis de crítica muy cogida con pinzas y un reparto desaprovechado.
Se alarga demasiado, entretenida en general, decae en la segunda mitad y, por ello, aburrida por momentos; poco pretenciosa, prejuiciosa y lo que es peor: típica.
Tradicional comedia norteamericana con alguna que otra situación divertida y digna de una risotada que retrata las vivencias de la clase acomodada (o muy acomodada) jugando con el tema de la edad en el amor.

En general está bastante entretenida, con un brillante reparto.
Buena comedia contada con gags de primera clase, con la sutileza, la mordacidad, la ternura y el amor que desprenden las buenas comedias sentimentales. No empalaga, es amena y creible.

La verdad me aburrí bastante viendo ésta película, a pesar de que adoro a Jack Nicholson, por ejemplo en "Mejor imposible" y la veterana Keaton tampoco lo hace mal. A pesar de las buenas críticas iniciales es demasiado convencional, demasiado obvia, demasiado tediosa. Le falta picante...es humor gringo para gringos. La salvan de un 1 o un 2 la actuación de Nicholson y algunas tontadas que sacan una sonrisa. Como maduro que enfrenta los problemas de la vejez me gusta más en el sr. Schmith, algo así, se me pasa como se escribía el apellido. Esta no vale la pena en general.