Matar o morir (Peppermint)

Película palomitera bastante predecible, pero que no intenta engañar a nadie, Jennifer Garner es una justiciera a la que han matado a su marido e hijo y se toma la justicia por su mano contra una banda de peligrosos traficantes hispanos.

Dirige el francés Pierre Morel un discípulo de la factoría de Luc Besson (Europacorp) que tiene en su haber títulos fuertes de acción como "Taken" (Venganza) "Desde París con amor", "Distrito 13" o "Caza al asesino" por lo que tiene bastante maestría a la hora de filmar todo tipo de escenas violentas.

Jennifer Garner se defiende muy bien entre las comedias familiares y este tipo de heroínas como ya demostró en "Elektra" o la serie "Alias" aquí el guión de Chad St. John ("Objetivo Londres") no alcanza el nivel de "John Wick" o de "Atomica"pero se le acerca en cuanto al número de muertos durante todo el metraje.

En resumidas cuentas nos encontramos con una película muy entretenida al estilo de justicieros Bronson-Willis-Neeson que nos hará pasar un buen rato sin la necesidad de mirar el reloj continuamente.
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La más reciente película del realizador francés Pierre Morel es una reinterpretación a su mayor éxito, ‘Taken’, primera parte de la saga producida por Luc Besson a la que Liam Neeson supo sacar gran provecho, cuyo rol es interpretado ahora por Jennifer Garner, en una clara alusión a los tiempos que corren, tratando de empoderar al género femenino y sacar un poco de provecho de ello.

Riley North (Jennifer Garner) llega tarde al festejo del cumpleaños de su pequeña hija Carly (Cailey Fleming), por cuestiones de trabajo, al llegar se entera que nadie acudió a la fiesta, tras una discusión con la madre de una compañera de la escuela de Carly, por lo que con su esposo Chris (Jeff Hephner), deciden levarla a una feria para festejarla y comer, pero justo antes de volver a casa, Chris y Carly mueren al ser atacados por los matones de un poderoso narcotraficante al que un compañero de Chris pretendía estafar.

Riley también es alcanzada por las balas y cae en coma, pero al volver en sí consigue reconocer a los matones, pero por actos de corrupción y el miedo al que el narco llamado Diego García (Juan Pablo Raba) tiene sometido a las autoridades los dejan en libertad, Riley explota de ira y logra escapar, para reaparecer cinco años después en busca de venganza.

Bajo la sombra de películas como la ya mencionada ‘Taken’, ‘John Wick’ o ‘Atomic Blonde’, ‘Peppermint’ es un rejunto de tópicos del cine de venganza narrada de manera poco prolija y con una innumerable cantidad de huecos en su guion, que se resiente en un relato desorganizado y con una gran cantidad de situaciones que violentan la poca lógica interna.

El principal fallo de la película es que no permite al espectador crear algo de empatía con el personaje que interpreta Jennifer Garner, quien, tras vivir el momento traumático de la muerte de su familia, al siguiente plano reaparece como una suerte de Sarah Connor todopoderosa, quien elimina a todo el que se le ponga enfrente de la manera más simplona y casi sin problema alguno.

La película se enfrenta a problemas de ritmo, y sobre todo de cohesión dentro de lo que se narra, abusando de los estereotipos y lugares comunes, dando como resultado una película fallida, ordinaria y poco emocionante, a excepción de los últimos 15-20 minutos que logran generar algo de tensión.

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Este film lo vi mil veces en todos protagonizados por hombres y quizás sin desmerecer a las mujeres, ni mucho menos, es un papel casi únicamente para ellos. Que se saque partes del guion de Rambo, de películas de Clint Eastwood y del vengador anónimo, se mezcle y se ponga al frente a una Jennifer Garner que hace lo que puede es como mínimo un despropósito. Aquí predominan las situaciones inverosímiles, como por ejemplo la transformación de una mujer apocada en una asesina serial y sin ningún sentimiento mas allá de la tragedia que le ocurrió. La trama nos ubica al asesinato por parte de unos mafiosos locales de una familia y en donde nuestra superhéroe solo queda viva, a partir de ahí es todo sangre, balas, golpes y cosas sin sentido. Solo mi puntuación es por las escenas de acción y por Garner que a pesar de esto todavía me gusta.

Justo a principios del siglo XXI, surgió una actriz que prometía ser una nueva gran heroína del cine de acción. Su papel de Elektra en “Daredevil” y su spin-off, así como ser Sydney Bristow durante cinco temporadas en la espectacular (pero injustamente desconocida por mucha gente) serie “Alias”, lanzaron a la fama a Jennifer Garner.
Sin embargo, no sé por qué, su carrera no ha sido después nada del otro mundo. Relegada a papeles secundarios en cine cómico y familiar, muchos años después ha tenido una nueva oportunidad como protagonista absoluta de acción en esta “Peppermint”.
Pues bien, la película da una de cal y otra de arena. Tiene cosas buenas y malas, que la dejan en la mera y justa corrección, sin ser mala pero también sin destacar en casi nada.

Cosas buenas:
- La propia Jennifer Garner, que se entrega a fondo como madre justiciera. Su aspecto y condición física (y eso que ya tiene más de 45 años) la hacen una actriz perfecta para este tipo de cine, al que no debería haber tardado tanto en volver. Me apena que no se haya prodigado más en el género.
- Un buen ritmo, con escenas de acción bien filmadas (sin cámara con epilepsia) y ninguna pretensión salvo la de entretener.
- Es uno de esos casos en los que la corta duración le viene muy bien.
- Seriedad absoluta, que agradezco hasta el infinito, sobre todo viendo lo que le pasa a la protagonista, que no justificaría una sucesión de chistes del nivel del “Google assistant”, lo que tanto daño está haciendo en el cine estadounidense actual. Un buen punto a su favor, este cierto tono oscuro que tiene.

Cosas malas:
- Sí, es verdad que es de acción y de eso no le falta. Pero al mismo tiempo todo es demasiado “light”, tanto en violencia como en espectacularidad. Son más “gore” las escenas en las que se cura las heridas que los propios tiroteos y muertes, demasiado suaves para lo que estamos acostumbrados hoy en día. Supongo que será para todos los públicos (o poco le faltará). Y es poco épica. Hay series con secuencias mucho más impactantes que las que vemos aquí, con coreografías demasiado simples y sencillas. Es acción muy descafeinada y sin gas, comparada con otros films (“Equalizer”, “Jason Bourne”, “Tomb raider” y un largo etcétera)
- El argumento es demasiado flojo. Ya sé que no se le puede pedir mucho, pero todo es muy convencional y previsible, con una venganza por parte de Riley North que sabe a “déjà vu”. Originalidad no le sobra.
- En general, me da la sensación familiar de las películas del montón, según la cual me está gustando lo que veo, pero al mismo tiempo me doy cuenta de que dentro de un mes me costará trabajo acordarme de los detalles de la película. Como no tiene nada que la haga especial, me divierto viéndola, pero no me deja un gran sabor de boca al final.

En conjunto, se queda en una mediocre (recordemos que esta palabra no significa mala, sino “ni buena ni mala”) cinta de acción, que aunque tenga la fuerza del personaje de Garner (actriz desaprovechada por el cine de acción durante demasiado tiempo), es tan simple, corriente y moliente en todo lo demás, que no quedará para el recuerdo.

One Army Woman, una muestra más del empoderamiento femenino

Ya era hora de que después de no parar de ver a actores de mediana edad tomar papeles de tipos duros ejecutando venganzas nos llegara una mujer. Así que cambiaremos el término de one army man por one army woman. En este caso substituiremos a Liam Neeson, Denzel Washington, Keanu Reeves o cualquiera de estos por Jennifer Garner.

En vez del típico tipo duro que quiere llevar una vida familiar aquí nos dan un buen giro. Riley North es una madre de familia con un trabajo de lo más normal que se transforma en una auténtica máquina de matar. La verdad es que el personaje es potente, inverosímil, pero muy molón.

Una buena idea mal ejecutada

Matar o morir (Peppermint) tiene una premisa llamativa, que yo diría que esta por encima de la mayoría de estos thrillers de acción. Garner tiene un personaje fardón, la ciudad de Los Ángeles acompaña mucho a la ambientación de la película que empieza con buen ritmo sin perder el tiempo.

La cinta también se permite giros de guion sorprendentes y poco creíbles pero que como mínimo no la hacen tan predecible como parece en un inicio. Respecto a la ciudad de Los Ángeles esta bien retratada, sobre todo porque podemos ver fielmente reflejado como viven los sin techo de allí.

Desgraciadamente, la película se cae. Para empezar, los diálogos no son demasiado buenos, la hija de la protagonista es la típica niña escrita por un adulto que es imposible que sea real. La protagonista tiene una vista de elfo y debe de ser superdotada porque lo recuerda literalmente todo.

Pero lo que es aún peor es la ejecución de la película. Hay cámaras lentas innecesarias, un coche que se conduce solo girando y acelerando sin conductor y, los tiroteos son completamente inverosímiles. Las balas no dan a las cosas sino que los objetos y los cristales explotan solos. A lo mejor las balas son invisibles. Aparte de eso el montaje es el típico de director vago que no quiere trabajar las coreografías.

También es cierto que podría ser culpa de la incapacidad de la actriz para ejecutarlas, pero al menos esto es lo que acabamos viendo en pantalla. Lo que sí que consigue Jennifer Garner es presentarnos un personaje físicamente preparado y creíble, que nos creemos que pueda dedicarse a ejecutar malos cada día de su vida.

No inventa nada nuevo pero se puede ver

Es una pena porque podría haber salido un producto mucho más correcto y si no ha ido bien en taquilla puede que no tengamos franquicia. Pero si ha funcionado bien seguiremos teniendo a Riley North para rato. Con todo lo que he dicho recomiendo la película porque consigue ser entretenida y aunque la acción no esté demasiado bien rodada (tiene algún momentazo), funciona narrativamente.

Escrito por Daniel Burón
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