Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Cinemagavia
Críticas 3.472
Críticas ordenadas por utilidad
7
24 de octubre de 2018
248 de 359 usuarios han encontrado esta crítica útil
Behind the curtain, in the pantomime

¡Menudo festín! Bohemian Rhapsody escala la mesa, arrastra el mantel. Se coloca sobre la inmensa fuente entre las patatas, la manzana asada y la base de miel. El comensal, el crítico, saca su gorda lengua y la pasa alrededor de esos labios tan finos. ¡Qué gloria! Esos diálogos blandos y con pústulas, una delicia. El montaje, rayado por las líneas de las varillas del horno, otro manjar verdoso cortesía del pinche John Ottman (sospechosos habituales) –qué ganas tenía de clavarte estos amarillentos dientes-. Algunos trozos están en su punto y otros todavía supuran.

Las venas, las arterias y los tendones de una de las piernas de Bohemian Rhapsody relampaguean como goma elástica cuando el crítico la arranca. Muerde con sus ojos febriles e ignora los cubiertos mientras llena de baba a Rami Malek y a Bryan Singer. Mi querido Singer, a ti te voy a hacer responsable. Es un director extraordinario, pero cuando el crítico le abre el pecho a la criatura: hay una réplica, un corazón de vaca. Malek, –¡Ay Malek!- solo con leer tu nombre y ver tu fotografía en la carta ya sabía que ibas a poner todo tu empeño. El crítico ensancha sus fauces cuando las puertas del quirófano se abren.

Does anybody know what we are living for?

Sí. ¡Sí! Los diálogos no están a la altura. Sí, a veces el montaje se embarra. ¡Sí, la primera media hora es apresurada y áspera! ¡Y sí, la historia llena de tópicos te va a hacer la boca agua! No solo la historia. ¿Quieres que en una escena triste llueva? ¡Lloverá! ¿Quieres que haya clichés y momentos en los que llevarte la mano a la frente? ¡Los habrá! Te voy a hablar también de lo demás. Del fantástico reparto que te va a sacar los eructos. De la dirección de Singer que puebla la cinta de creatividad –aunque tú, que ya te has atiborrado, no has sabido verlo. Porque tú dirás que esta película debió dirigirla Damien Chazelle- y de brío, pero te daré la razón: Bryan Singer no se ha arrancado el alma, no dona su sangre a la criatura, pero tampoco le hace falta.

Ya lo has dicho; ya lo hemos dicho. Me veo reflejado en tus pupilas densas y veo que yo también soy un monstruo, soy igual que tú, crítico. Pero quiero traicionarte y pienso hacerlo. No te voy a hablar de fotografía, no te voy a hablar de guion ni de todas esas cosas que tanto te interesan. No te voy a dar un número para que te regodees en imbd. Yo tengo otra cosa que darte.

Todavía quieren escapar los pelillos poco masculinos de mis brazos. Vibra mi esternón mientras esos fantasmas ya bajan las escaleras del cine. También me reído. Me he emocionado, ¡yo que reprocho faltas a los diálogos, a la historia y al guion! Y joder, es que no me puedo levantar. No me puedo levantar mientras la voz de Freddy Mercury siga por los altavoces de la sala. Qué puto gusto. Ya sea el crítico, el aficionado o el proyeccionista. No os marchéis y fingid que no sois tan altivos y faltos de gusto.

I’m never giving in / On with the show

Tengo cientos de notas llenas de injurias que se repiten; también halagos. Las tengo porque es una película floja. Aprobada. Del montón, corriente. ¿Y qué hago ahora si no obligo al crítico a decir que me he pasado sonriendo los últimos quince minutos?, ¿y si no reafirmo claramente que me ha hecho reír y llorar? ¡Qué hipócrita es el crítico! ¿Acaso es posible no seguir sonriendo cuando acaba la película y todavía palpas la electricidad de tus nervios? Tengo que cerrar este juego estúpido de censor.

No puedo ir paso por paso analizando a cada miembro del reparto. Ni juzgar a Anthony McCarten por su guion adornado con badenes. Las emociones de Bohemian Rhapsody son más grandes que la calidad de la propia película. Más grandes que la fotografía de Newton Thomas Sigel (Drive) o que la caracterización de los protagonistas, pero no mayores que todos y cada uno de los temas elegidos de Queen –primera y última vez que menciono al grupo, están por encima de la crítica-.

Conclusión

Ve al cine a sentir, a disfrutar. No importa que seas crítico, que quieras devorar la película junto a tu acompañante, eso vendrá después. Mientras estés en la sala: escucha, huele, siente. Lee los detalles que no conocías de la historia, atiende a los acordes ya clavados en tu cerebro. Y sobre todo: canta, tararea, recita junto a una de las mejores bandas sonoras que vas a escuchar en toda tu vida. ¿Qué quieres saber? ¿Si merece la pena ir al cine a escuchar a este maravilloso grupo por los altavoces de la sala? Ve. Mata al crítico; que se atiborre.

Escrito por Daniel Gonzalez Fernández

https://cinemagavia.es/bohemian-rhapsody-critica-bryan-singer-pelicula/
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
21 de octubre de 2020
205 de 273 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Pfff, ajedrez, muy aburrido

Quizás muchos hayan pensado al ver el tráiler de la ficción o al leer la sinopsis como el nombre del subtítulo que da lugar a este párrafo de la crítica. Es correcto, lo entiendo, no a todos les va a gustar la temática de la serie y el desprestigio que a veces se le realiza a este maravilloso deporte mental tampoco ayuda. Pero antes déjenme decirles que deben de darle una oportunidad a Gambito de dama. Es un viaje de siete episodios increíble, vertiginoso, y muy emocionante.

Sin embargo, he de decir que Gambito de dama no va a nadar en el mundo del ajedrez, todo lo contrario, va a zambullirse y a bucear, quizás demasiado para los meros aficionados de este deporte. Pero no se asusten, la serie no va a dejar a nadie atrás, a pesar de que se citen numerosos maestros ajedrecistas, a la par de numerosos complicados nombres de jugadas, el espectador menos experto va a poder seguir con facilidad el transcurso de la historia. Y, es más, os aseguro que tras finalizar la serie alguno habrá aprendido un par de cosas que desconocía de este deporte, e incluso, le entrará el gusanillo de echar unas partidas.

La serie se siente como un producto serio y profesional que intenta aunar tanto a los que no practican este deporte, como a los que sí. Puedo suponer que los eruditos la van a disfrutar mucho mejor que cualquier espectador normal, ya que se hacen muchas referencias a los profesionales del mundillo, y se hablan mucho de tácticas y jugadas que alguien sin esos conocimientos no puede entender.

*Defensa siciliana en ‘Gambito de dama’

En Gambito de dama la defensa siciliana es una de las aperturas de ajedrez que más se nombran porque nuestra protagonista, Elisabeth, la juega excepcionalmente. Pero ¿por qué la va también a nuestra protagonista?

Pues bien, por regla general, según he leído la defensa siciliana no es para todo el mundo, suelen ser jugadores dispuestos a correr riesgos durante la partida y a ganar con las negras. Hay mucho caos en el tablero porque conlleva posiciones desequilibradas. Por lo tanto, los jugadores muy metódicos que calculan todo perfectamente y son muy posicionados no suelen jugarla. Con esta explicación pretendo resaltar lo bien que define a nuestra protagonista la defensa siciliana.

Elisabeth es alguien con un comportamiento algo irregular, muy lanzada hacia delante, atrevida, sin miedo, y, sobre todo, juega para ganar. Por eso creo que la defensa siciliana define perfectamente su carácter.

*Muy buen apartado técnico

Visualmente Gambito de dama resulta espléndida. Hay un gran trabajo en el diseño de época que consigue brillar a lo largo de toda la ficción. Otra cosa que destaco es el conseguido retrato del diseño artístico de las distintas localizaciones que veremos en la serie. París, México y Rusia lucen maravillosas con su propio diseño de época que capta la esencia y el estilo de cada zona.

Por otro lado, quiero destacar la dirección de Scott Frank y la perfecta fotografía de Steven Meizler. En cada capítulos veremos elegantes movimientos de cámara, tan precisos como si de los movimientos de una partida profesional de ajedrez se tratara. Un muy buen uso de la iluminación que otorga un bello contraste en determinadas escenas, un lujo como muchas veces el uso de la luz habla solo. Por ejemplo, en la escena del sótano, donde el contraste de las luces y las sombras es muy agresivo, se diría que esa oscuridad son los traumas del pasado de la niña, mientras que la luz narra el esperanzador futuro que le espera a nuestra protagonista que va a descubrir su pasión. Asimismo, comentar lo bien centradas y equilibradas que están muchas de las escenas.

Tampoco quiero dejar sin destacar los efectos especiales de la serie. En ningún momento estos tratan de otorgar una espectacularidad innecesaria a la acción. Se acude a ellos en momentos muy determinados y siempre para completar la narración, realmente se siente muy necesario el uso de estos para exteriorizar determinadas cosas. Destaco el gran uso de este recurso sin llegar nunca a ser excesivo, realmente quedé enamorado de esas imágenes visuales del ajedrez en el techo de la habitación.

*Las partidas de ajedrez

Al ser una serie de ajedrez veremos muchas y muchas partidas. Esto supone un verdadero peligro para la ficción, ya que una mala filmación de estas supondría una gran pérdida de ritmo, podrían sentirse demasiado repetitivas y cansar al espectador. Pero Gambito de dama salta estos obstáculos casi sin rozarlos. Cada partida se siente distinta, ágil, y suele innovar en la forma de filmarlas para evitar la sensación de repetición. He de decir que se realizan muy bien las elipsis temporales, tanto en las partidas como en el resto de la historia.

Me ha encantado que algunas veces opte por narrar con un plano/contraplano la partida de ajedrez a través de los rostros y miradas de los personajes. Simplemente con sus expresiones acompañadas del sonido que producen las piezas al chocar con el tablero el espectador es capaz de saber cómo va la partida.

*No todo es ajedrez

El guion de Gambito de dama tiene como elemento principal al ajedrez y los numerosos torneos que se suceden. Pero no solo se limita a eso. Desde el inicio hasta el final se va construyendo un gran personaje, el de Elisabeth. Una construcción que tiene como cimiento los traumas del pasado de la joven, estos golpearan intensamente en la vida de nuestra protagonista quien los exterioriza con la adicción al alcohol y a las pastillas tranquilizantes. Todo el rato parece darse un combate interior en la protagonista por superar sus problemas de adicción, pero no lo hará hasta que supere sus traumas.

.........

.........

Escrito por Javier Atienza
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
21 de septiembre de 2020
155 de 216 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Las dos caras de la moneda

Patria comienza con la noticia del alto al fuego de ETA en 2011. Es entonces cuando Bittori (Elena Irureta) visita la tumba de su marido, Txato (José Ramón Soroiz), asesinado por la banda terrorista. La viuda promete a su difunto esposo volver a su pueblo para buscar respuestas sobre su muerte. Años antes, Bittori había abandonado la población rural para alejarse de la influencia abertzale que imperaba en la zona.

Cuando Bittori vuelve al pueblo, todos los vecinos se alteran con su presencia. La familia de Miren (Ane Gabarain) y Joxian (Mikel Laskurain), antiguos amigos de la familia, serán los que intenten evitar a la viuda a toda costa. La razón es sencilla, su hijo Joxe Mari (Jon Olivares) fue un participante de la banda terrorista.

Patria aborda las dos caras de la lucha etarra: el de los verdugos y el de las víctimas. Contar las diferentes perspectivas de un hecho histórico hace más real el relato. Por eso, Patria es una serie tan enriquecedora para la sociedad española actual. Sin duda, Aitor Gabilondo ha bordado la adaptación de la novela en la pequeña pantalla.

*Un puñado de emociones

Desde el primer minuto de serie, Patria se encarga de emocionar al espectador. El espectador debe estar dispuesto a convivir con diferentes y variados sentimientos durante los ocho capítulos. Tristeza, rabia, impotencia, compasión, felicidad, miedo, soledad… son algunas de las emociones que se agarran al pecho a medida que las escenas pasan.

Sin duda, lo que queda es la empatía. Tanto Aramburu como Gabilondo consiguen que el lector y el espectador se pongan en la piel de Bittori y, a la vez, de Miren. Dos mujeres que viven la existencia de ETA desde un lado y desde otro. Sentirse como lo hace una víctima y, a la vez, como un familiar de un verdugo es una tarea muy complicada, pero lograda con matrícula de honor. Eso es lo que hace tan especial a Patria.

*Técnicamente excelsa

El sobresaliente no es solo para la narración. El casting es inmejorable: Elena Irureta y Ane Gabarain sobresalen especialmente, pero el resto del reparto no se queda atrás. Además, puede parecer una tontería, pero que el elenco sea vasco y suelten ciertas muletillas y expresiones hace más verídico el contexto.

El juego con los planos es maravilloso: desde los generales a los detalles que enmarcan perfectamente el contexto. Técnicamente, Patria es una maravilla audiovisual. Junto a la luz y los colores, la ejecución de cada escena es majestuosa. Por no mencionar el maquillaje y el vestuario, que hacen que viajar en el tiempo no sea una utopía y el espectador siga los flashbacks con toda atención.

Conclusiones

Patria es una lección de historia, ética, filosofía y comunicación audiovisual sobresaliente. No sería arriesgado ni atrevido decir que es la serie española del año, porque con certeza ha superado todas las expectativas desde su estreno en el Festival de San Sebastián. Majestuosa de principio a fin, sorprendente en cada plano y en cada frase del guion, Patria es, sin duda, una maravilla audiovisual.

Lucia Blazquez
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
22 de diciembre de 2019
130 de 171 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Little Lady Birds

Tras el pelotazo que supuso Lady Bird (2017), el anuncio de que Mujercitas sería el siguiente proyecto como directora de Greta Gerwig resultó un tanto decepcionante. Un trabajo de encargo a partir de una novela muy conocida y adaptada al cine y la televisión múltiples veces no resultaba demasiado excitante a priori. Pero no contábamos con la pasión que sentía Gerwig hacia la historia y su autora, Louisa May Alcott, y que se puede apreciar en cada entrevista que concede. Tampoco reparamos en el gran parecido que hay entre Lady Bird y Mujercitas: ambas giran en torno al crecimiento y aprendizaje de dos chicas con una ambición que no cabe en el entorno en el que se han criado. Y que Saoirse Ronan encarne a la heroína de ambos films no hace más que fortalecer ese hermoso vínculo que las une pese al siglo y medio que las separa.

*Un giro moderno

La principal novedad que presenta esta versión de Mujercitas respecto a las adaptaciones precedentes es su estructura: en vez de ser lineal, alterna entre dos líneas temporales, el pasado y el presente. La elección no resulta caprichosa, pues enriquece y da lustre a uno de los temas del libro en los que Gerwig se quiere centrar: el paso del tiempo. Los paralelismos que se establecen entre un pasado cálido, jovial e ingenuo y un presente austero, lúgubre y melancólico conforman una nueva aproximación al crecimiento de las hermanas March que se siente fresca y audaz.

Gerwig ha hecho una adaptación fidedigna a la narración original pero con un toque moderno, alejado del encorsetamiento de este tipo de producciones, y que enfatiza temas que hoy en día siguen en boga como la independencia económica de la mujer o el papel que la sociedad le tiene reservado a esta.

*Complicidad coral

La película está tan bellamente escrita como filmada, orquestada e interpretada. Lo único que se le podría reprochar a Gerwig en cuanto a la elección de su reparto es haber ido sobre seguro y elegir intérpretes bastante más mayores de los personajes que encarnan. Pero cualquier reproche se disipa cuando se comprueba lo bien que están todos y, sobre todo, la deliciosa complicidad que se forja desde que aparecen por primera vez las hermanas hablando todas a la vez; cuando la película termina, no dudaríamos en quedarnos a vivir con esa familia.

Saoirse Ronan y Timothée Chalamet son unos Jo y Laurie perfectos, Laura Dern es la matriarca y vecina soñada, Meryl Streep está estupenda como la antipática tía March, y es un placer reencontrarse con Chris Cooper en plena forma. Por su parte, Eliza Scanlen es el corazón de la película y la presencia de Emma Watson es agradable pese a que no destaque tanto como el resto. Pero ante todo, es Florence Pugh la que realiza la interpretación más memorable del elenco dando vida a Amy, el personaje más despreciado del relato desde siempre. Pugh y Gerwig se ponen del lado de Amy para que entendamos su postura, otorgándole una humanidad que permite que Pugh se coma cada escena en la que aparece.

*Conclusiones

Mujercitas viene a confirmar que Greta Gerwig, la directora, ha venido para quedarse y que podemos seguir esperando grandes cosas de ella. La película recurre al metalenguaje para rendir tributo tanto a la novela como a la propia Louisa May Alcott, a la que hace partícipe del relato. En su emocionante e ingenioso desenlace, el film se alza no solo como un homenaje a las mujeres precursoras y a su libertad de elección, sino también al arte de contar historias, entendiéndolo como bálsamo de una realidad mundana y una inquebrantable forma de mantener unidas a las personas a través del tiempo y del espacio.

Escrito por Jorge Blanch
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
23 de marzo de 2023
112 de 136 usuarios han encontrado esta crítica útil
*John Wick sigue ampliando su universo

Si algo tiene John Wick 4 es que es una película absolutamente espectacular. Ha pasado de ser una franquicia que empezó como una pequeñísima película de acción (tan pequeña que en España no llegó ni a distribuirse) hasta esta cuarta parte que se convierte en una película de acción internacional con mucha localización real, escenas de acción con una cantidad ingente de extras y mucho, pero que mucho, dinero. Si bien es cierto que cuadruplica el presupuesto de la primera sigue sorprendiendo que solo haya costado 90 millones de dólares.

John Wick 4 tiene posiblemente el peor argumento de la saga, simplemente porque continúa desde lo que se planteó en la tercera y nos mete a un nuevo villano para ponerle cara al malo y darle una excusa a Wick para recorrer el mundo matando a gente. Pero lo cierto es que sí que explica un poco mejor ese lore que se han ido inventando sobre la marcha y que iban ampliando en cada entrega. Lo cierto es que si han conseguido algo es contar lo suficiente para que la película tenga sentido pero dejar muchas cosas al aire para recuperar en los spin-off, o al menos eso parece.

En la película John Wick 4 conoceremos más cosas sobre las familias criminales de Japón, la familia de kosovares que adoptó a Wick, los alemanes, los franceses y también sabremos algo más de esas leyes inamovibles a las que se hacía referencia en anteriores entregas.

*Más acción y menos drama en una extensa duración

Decir que John Wick 4 es quedarse corto. Recordemos que la primera parte duraba una hora y cuarenta minutos. Las duraciones de la saga han ido incrementándose hasta llegar a esta cuarta parte que llega a las tres horas de duración. La pregunta es: ¿son necesarias las tres horas para una película de John Wick? La respuesta es clara: no. Ahora bien, la película no se hace larga por su ritmo, se hace larga porque te das cuenta de que tienes hambre, ganas de ir al baño y de que sales muy tarde del cine. Pero tiene un ritmo tan absolutamente endiablado y es tan entretenida que no se hace larga.

Creo que puedo decir sin quedarme corto que de las tres horas que dura John Wick 4, al menos dos son de pura acción. Incluso me llegaría a apostar que pueden ser dos horas y cuarto. El tema es que cuando la estás viendo se disfruta cada instante pero al salir hambriento del cine te das cuenta de que si en cada escena multitudinaria de acción hubieras quitado diez minutos de John matando a masillas de la misma forma veinte veces y hubieras hecho un corte con las muertes más imaginativas seguramente te podrías quedar con una versión de dos horas y media. Tranquilamente. Y creo que eso juega en contra de la película.

¿Recordáis que todo esto empezó con la muerte del perro de John? La película casi que tampoco. Sí, es cierto que se hace mención a la mujer de John y hay una escena dedicada a intentar hacer al personaje más profundo pero tengo que hace la siguiente reflexión. La primera película era una película de acción brutal que tenía un buen drama de fondo. Simple pero efectivo. Pero la saga ha ido perdiendo la parte dramática para centrarse solo en las escenas de acción. Y como más han ido ampliando el lore menos verosímil se ha vuelto. A veces hasta parece una parodia de la propia John Wick.

No es spoiler porque sale en los primeros cinco minutos pero me he dado cuenta de que hemos pasado de un John matando a gente en discotecas en John Wick a uno montado a caballo por el desierto en traje y corbata persiguiendo a gente a caballo en John Wick 4. Hemos pasado de una película de acción que intentaba ser verosímil a un universo que parece sacado de un cómic o un videojuego.

*Viejos y nuevos amigos

Si algo hace grande el universo de John Wick son sus secundarios carismáticos. Puede que esta sea la entrega que se lleva la palma. Obviamente recuperamos a Ian McShane y Lance Reddick de nuestro Continental favorito. También tenemos a Laurence Fishburne, que repite su histriónico personaje.

Pero menudas incorporaciones tenemos en John Wick 4. Para empezar la familia de Japón formada por Hiroyuki Sanada y Rina Sawayama, de los que te quedas con ganas de más. Tenemos un nuevo tipo de sicario (y es el que representa a los amantes de los perros en esta entrega) interpretado por Shamier Anderson, al que quiero ver ya en la película de Ballerina. Y para mí la guinda de pastel de esta película que son Scott Adkins y Donnie Yen. Adkins consigue hacer su propia versión del Pingüino, que no está tan lejos de la de Collin Farrell en The Batman; y que decir de Donnie Yen, que hace de un asesino a sueldo ciego que recuerda mucho a su personaje en Rogue One.

No soy tan fan de el villano interpretado por Bill Skarsgård. Tampoco de su guardaespaldas interpretado por Marko Zaror.

*Conclusión

Chad Stahelski y Keanu Reeves nos han entregado otra gran película de acción con su propia versión del el Pingüino y posiblemente con la mayor cantidad de escenas de acción alucinantes del cine de acción actual. Podemos decir que solo Tom Cruise puede superar a la película John Wick 4. Está claro que hay que agradecerles el enorme trabajo en intentar hacer cine de acción sin efectos especiales, especialmente en los tiempos que corren, y con un presupuesto tan ajustado. El único punto negativo es que parece que no han sabido dónde frenar. El universo de John Wick seguirá expandiendo y esperemos que dure muchos años más.

Escrito por Daniel Buron
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Aplicar
  • arrow