El actor Michele Riondino debuta en la dirección, además de protagonizar junto a Elio Germano esta película de luchas laborales en la zona industrial de Taranto, una aceria llamada "la monstruosa" que causo miles de casos de cáncer de pulmón entre 1993 y 2021, aparte muchísimas muertes más por la exposición al amianto. Existe un documental de Victor Cruz sobre el caso "Ilva" producido en 2021.

Caterino Lamanna es un trabajador de la fábrica que captan los directivos para que espíe a sus compañeros en un lugar aislado llamado Palazzina Laf, un ala de la planta donde los trabajadores "conflictivos" los degradan enviándoles allí para no hacer nada, sin darse cuenta se convierte el enemigo de todos sus amigos...

Cine político social al más puro etilo Ken Loach criticando la explotación laboral sin ningún tipo de seguridad y sin importar las muertes que pueden ocasionarse al desempeño de las labores. Una industrialización desmedida donde todavía se pensaba que tener un trabajo así era un privilegio.

Aparte de las muertes y la perdida de dignidad de los trabajadores, se valora el coste medioambiental y el acoso laboral, que a modo de chantaje se les "encarcelaba" para dañarlos psicológicamente en unas oficinas abandonadas donde pasaban toda la jornada laboral sin calefacción y sin sillas donde sentarse.

El guion está basado en el libro "Fumo sulla città"  de Alessandro Leogrande, y toma como base los hechos reales ocurridos en la fundición.

Esta interesante película permanece inédita en España, pudo verse el pasado año en el Festival de cine Italiano de Madrid

La curiosidad de esta película es que está rodada en persa y opta como candidata a los Oscars por Canadá, un film de Matthew Rankin que combina humor absurdo donde el farsi es el idioma dominante de Canadá y se usa el rial como moneda de pago, claramente por su estética visual nos recuerda al cine de Wes Anderson, Abbas Kiarostami, Aki Kaurismaki o Roy Anderson.

Anuncios extravagantes de pavos, tiendas extrañísimas y personajes estrambóticos en historias cruzadas en un pequeño pueblo nevado, un escenario surrealista donde se desarrollan estas tramas absurdas donde un guía turístico enseña a la gente cosas sin ningún interés, un tipo que busca un billete congelado etc,,

Los dos intérpretes, Rojina Esmaeili y Saba Vahedyousefi, destacan por su encanto y credibilidad (a pesar de lo que estás viendo es un sin sentido) pero consigue mostrarnos en el fondo un tapiz extraño de integración cultural con cierto toque de humanidad emocional. 

Rankin, el propio director, aparece como un personaje más en una realidad alternativa, como un servidor del gobierno de Quebec que regresa a la ciudad de Winnipeg (pueblo imaginario) para ver a su madre. El film me sorprendió mucho al principio y me reía continuamente de lo absurdo de las situaciones, pero a medida que avanzaba me comenzó a aburrir; sin embargo, hay que reconocer la valentía de representar este imaginativo escenario o mundo irreal para contar esta desmadrada historia.
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Un drama histórico que explora las éticas de los médicos en medio de la devastación de la Primera Guerra Mundial, donde las bajas y los heridos te contaban a miles, para colmo apareció la mal llamada "gripe española" que acabo con la vida de alrededor de 40 millones de personas. Una enfermedad que se originó en Estados Unidos y que en Europa ningún periódico se atrevía a decir nada mientras durara la guerra para no crear más pánico, por lo que en España al ser neutral sí que fue noticia, por lo que curiosamente se la denomino "Gripe Española".

Estamos en 1918 el último año de la guerra, vemos montones de cadáveres en el frente donde los heridos son llevados a un hospital, alli trabajan dos médicos muy amigos de la infancia Stefano y Giulio tienen diferentes formas de ver la guerra, mientras uno es muy patriota y solo piensa en enviar al frente a todos los soldados heridos que puedan disparar, el otro es más compasivo y comienza a devolver clandestinamente a algunos a sus casas. Muchos heridos se han automutilado para regresar a sus casas, estos son tratados como traidores y alguno es fusilado para dar ejemplo.

La película se inspira en la novela "La sfida" de Carlo Patriarca y está dirigida por el consagrado director italiano Gianni Amelio el cual consigue una gran recreación de la época con un estilo sobrio y clásico y muestra también muy bien los horrores de la guerra consiguiendo emocionarte. Eso sí, de forma pausada y ritmo algo lento.

Alessandro Borghi interpreta muy bien al obsesivo médico, mientras que Gabriel Montesi y Federica Rosellini  como una enfermera aportan unos personajes más cercanos y empáticos.

Con mucho realismo nos meteremos de lleno en la realidad de una guerra que acabo con millones de personas en Europa y que dio paso años después a otra mucho peor.
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Un eficaz thriller de supervivencia con estreno en Netflix, que tiene momentos de alta tensión y que consigue atraparte con una premisa bastante sencilla, deparara algunos giros y sorpresas interesantes. También el carisma de la protagonista ayuda mucho, una mujer afligida, pero fuerte, que lucha por su vida con todas sus fuerzas, algo que te hace olvidar la inconsistencia a veces del guion.

Iris acude a donde falleció su hijo pequeño en un accidente de senderismo al precipitarse al vacío, totalmente abatida y con pocas ganas de vivir se sitúa al borde del precipicio con intenciones de suicidarse, en ese momento aparece un hombre que consigue mediante palabras amables que no lo haga, juntos bajan de la montaña hacia el parking donde tienen los coches, pero pronto veremos las intenciones de este tipo...

El título viene de una droga paralizante que se le inyecta a la víctima, con la que permanece consciente, pero solo puede mover los ojos y pestañear. 

Kelsey Asbille (“Yellowstone”) como Iris compone un papel con pocos diálogos, con una capacidad de expresión, con la mirada muy sugerente. Mientras que la malsana bondad del depredador que se cruza en su camino llamado Richard está interpretado por Finn Wittrock.

Producida por el director Sam Raimi, dirigen Brian Netto y Adam Schindler conocidos por la serie de TV "50 State of fright", logran un film muy llevadero y entretenido que, aunque parezca rodada en los bosques de Estados Unidos, es Bulgaria.
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El propósito claro de colarse en la cartelera de los cines esta semana un film tan mediocre, es el rotundo éxito que está teniendo "Terrifier 3", esta secuela de la primera "Winnie the Pooh. Miel y sangre" por cierto una película malísima que paso totalmente inadvertida por el público por motivos obvios, y que si algún incauto se decide a verla que se puede rescatar en Prime Video (también hay que decir que costo 50.000 dólares y en Usa consiguió recaudar casi dos millones), debido a esto se apresuraron a rodar esta secuela algo menos experimental, ya que cuenta con un presupuesto algo mayor. No contentos con eso ya se está rodando una tercera parte.

Vuelve a dirigir Rhys Frake-Waterfield donde tendremos nuevas criaturas asesinas en el bosque de los 100 acres. En esta nueva parte los efectos especiales son algo más trabajados, y los escenarios más elaborados, no faltará por supuesto un exceso de sangre y vísceras, como se precia en un título de este género.

Terror y humor negro van de la mano en esta historia tan ridícula que espantaría al escritor Christopher Robin, ya que convertir a personajes populares de cuentos infantiles en Psico killers es algo demencial. Nada que comentar del guion, ya que según la introducción aquí se plantea que la primera película es una película dentro de esta nueva película. Por lo que todo lo que vaya a suceder no tiene ningún fundamento, tampoco hay que pedirle a un slasher una historia creíble, sino que te limitaras a ver como asesinan brutalmente a sus víctimas y de que forma sádica lo hacen.

Claramente, es un film de serie B, dedicado a los fans del gore entre los que yo me incluyo, pero en ningún momento me consiguen atraer estas dos películas. Sorry.
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