1990: Los Guerreros del Bronx

Después de ver "1997: Rescate en New York" quedé tan flipado que me aficioné a este tipo de películas apocalípticas italianas que podriamos definir como "trash". La verdad es que sólo por la carátula ya valían la pena. Dentro de este subgénero, la "trilogía del Bronx" es uno de sus mejores exponentes ("Los guerreros del Bronx", "Fuga del Bronx", y "Bronx, lucha final"). También recuerdo otras cintas similares como "2019, tras la caida de Nueva York", "2072, los gladiadores de Roma" o "Los nuevos bárbaros", aunque para mi, la mejor de todas es la salvajemente genial "Los invasores del abismo" de Ruggero Deodato.
En fin, genuina serie B, para amantes de la obra maestra de Carpenter, o de otras también conocidas como "Mad-Max" o "The Warriors".
Insisto en el tema de las carátulas: si alguien las considera arte, este tipo de películas ofrece las mejores ilustraciones que servidor haya visto....que tiempos aquellos...

Preparaos, porque estamos ante uno de los títulos más recordados de los '80 dentro de la ciencia-ficción cutre y descarada de factoría italiana.
El veterano Enzo G. Castellari nos trae una aventura de lo más legendaria a través de las ruinosas calles de una futurista Bronx que hará las delicias para los fans del "exploitation" y la serie "B": "1.990: Los Guerreros del Bronx".

Fue la primera de una trilogía donde el director dedicó a explotar el cine que tan de moda estaba en la época, la ficción post-apocalíptica, siguiendo con "Fuga del Bronx" y "Los Nuevos Bárbaros". En realidad la idea vino del productor Fabrizio de Angelis, a quien de camino a su hotel de Manhattan, se le escapó el metro y tuvo que pasar la noche en el Bronx. Idea que convirtió en historia Dardano Sacchetti (este hombre está en todas partes) y en guión junto a su esposa Elisa y el señor Castellari, quien venía de dirigir "El Último Tiburón".
El resultado fue una combinación la mar de cutre y molona de la reciente "1.997: Rescate en New York" de Carpenter, "The Warriors" de Walter Hill, el "Mad Max" de George Miller y con cosillas de aquel film de acción que dirigió James Glickenhaus, "El Exterminador", que básicamente se centraba en la huida de Anne, una chica rica de Manhattan que acaba aventurándose en las peligrosas calles del Bronx, enamorándose del protagonista de la película, Trash, joven líder de una banda de moteros que parece sacado de uno de esos grupos de "thrash metal" de los '80, y armando un lío de aúpa.

Menudo espectáculo se monta Castellari, aunque la historia no es que sea un prodigio. Todo un reflejo de lo que era la época, claro. Al hombre le sabía a poco la sugerencia de Fabrizio de Angelis de que todas las tribus que pululaban por allí, y a las que se tenía que enfrentar Trash para rescatar a la chavala, fueran sólo moteros. Así que, para darle color y exotismo a la cosa puso de por medio a esos tipos que van como jugadores de hockey, a unos papanatas con los ojos pintados como los KISS y vistiendo como bailarines de salón, con trajes plateados y relucientes, a otros que van como salvajes y a los reyes del Bronx, lidiados por Ogre, los más ricachones del lugar, entre pijos y de aspecto retro.
Vamos, una pandilla de agárrate y no te menees. Es lo que más llama la atención, el cómo con cuatro perras mal contadas Castellari consigue dar al film ese aspecto tan chulo, tan vistoso y mostrando ya algunos alucinantes "truquitos" que irían saliendo en sus posteriores películas, como lo de las botas que sacan púas de hierro o los cuchillos que salen por el bajo de las motos. Pero lo que pretende con "Los Guerreros del Bronx" es divertir al personal con ese desparpajo y gracejo que sólo el sabe impregnar a sus obras, aunque le añada ciertas dosis de emotividad y un tono épico y grandilocuente a la cosa.

Y para demostrárnoslo hasta mete en el ajo a unos tipos que van a caballo y lucen como los policías de "Mad Max", llevando lanzallamas y metralletas. Lo dicho...un cachondeo de proporciones mayúsculas. Los protagonistas no tienen nada especial. Son copias de otros personajes diciendo unas frases que ni ellos mismos se creen, sobre todo Marco DiGregorio, que da vida al valeroso Trash, un plagio a la italiana del Swan de "The Warriors".
Los mejores está claro que son Vic Morrow, como el malísimo de Hammer, y el siempre hipnótico Fred Williamson, que va con las mismas pintas que llevaba en sus películas "blaxploitation" de los '70. Aunque no hay que perder detalle de esa rubia en plan sadomasoquista con garras de acero en los nudillos que interpreta Elisabetta Dessy o al líder de los jugadores de hockey esos que encarna George Eastman, que va como un personaje del "Mortal Kombat".

Disparatada, llena de acción, ultraviolencia, testosterona a porrillo y caradura para decir basta. Una película que, según mi padre, hizo estragos entre los chavales de la época, que cada vez que podían se metían en uno de los cines de su barrio para verla.
Sí, puede ser muy cutre, muy estúpida, pero es una pasada. Y sólo podría ser de los '80.

Hay tantas similitudes entre 'Los guerreros del Bronx' y 'The Warriors (Los amos de la noche)', que cuesta creer que no hayan salido de la misma mente enferma.

En ambas lo que más chirría son las bandas extrañas. En esta, por ejemplo, tenemos una banda que controla una parte del Bronx constituida por ¡bailarines de claquet! Y otra que se comporta como cavernícolas, vestidos con sacos y emitiendo gruñidos. Luego tenemos otra banda que viste como los proxenetas de los 70 (pluma en el sombrero incluída), y otra que viste de raso. Imaginación no les falta.

Pero aquí lo que más mola es el lider de los moteros. Va disfrazado de estrella del rock, pero le pega más ser un icono gay, con esa ropa ceñidísima marcando paquete y ese pecho depilado al aire.

Las peleas entre bandas son muy peliculeras, el desarrollo muy infantil, y la trama totalmente absurda, pero ¡eran los 80 y todo valía y todo era novedoso! Fijaos en las grandes superproducciones de hoy en día, atiborradas de efectos digitales hasta el hastío. Aquí con 4 edificios de un polígono abandonado hacen una peli entretenida. Polígono que dudo que estuviera en Nueva York, dado que es una producción italiana a revosar de actores italianos.

Influido por el éxito de títulos como Mad Max, The Warriors o 1997 Rescate en Nueva York, Enzo G. Castellari el rey de la serie z italiana, dirigió y co-escribió esta gitanada futurista cutre y mala donde las haya protagonizada por una serie de variopintos personajes que parecen sacados de un local de ambiente gay-sado.

La historia no hay por donde cogerla y aunque esté vacunado de espanto ciertamente hay unos límites, es decir unos mínimos de calidad que hay que respetar. Yo mismo he filmado películas mejores con mis amigos cuando eramos pequeños.

Producción italiana dirigida por "Enzo G. Castellari" (Los nuevos bárbaros) el film es otro producto del cine explotación-italiano/ciencia ficción de serie b que surgió en la década de los 80 con un montón de películas como por ejemplo: "2019, tras la caída de Nueva York" (1983) o el caso que nos ocupa "1990: Los Guerreros del Bronx" (1982) film que es un refrito italiano del ejemplo más representativo del cine de bandas callejeras como es el clásico de culto de 1979 "The Warriors" (Los amos de la noche) aunque también un coctel de "1997: Rescate en Nueva York" (1981).
El film fue todo un clásico del videoclub y una de las cintas más recordadas de este subgénero.
La calidad sin duda es cutre debido a su bajo presupuesto pero a pesar de todo aprovecha los pocos medios que tiene y se deja ver, resulta entretenida y tiene escenas memorables.
Recomendada para los amantes de este tipo de cine ochentero.