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Bel Canto. La última función

Drama Una cantante de ópera mundialmente conocida es secuestrada como rehén, junto a otras personas, cuando un rico empresario japonés la invita a actuar para él en Sudamérica. (FILMAFFINITY)
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Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
24 de marzo de 2019
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contando con un buen puñado de elementos que podrían haber sido mezclados con habilidad; nos encontramos ante un producto, de alguna manera caótico y ciertamente desnortado.

Julianne Moore nos ofrece una caracterización brillante, sugestiva; tratando de aportar coherencia a una historia que por momentos carece de ella. Considero que sus 102 minutos se hacen largos; en parte su aparente fracaso se debe a la dirección poco ubicada de Paul Weitz.
MIRADA MILENARIA
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25 de febrero de 2019
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mediocre film que cuenta como un grupo de personas son secuestradas en una velada de gala en un país sudamericano, encontrándose entre ellas una famosa cantante de opera y un ejecutivo japones que la admira desde hace mucho tiempo. A partir de allí las idas y vueltas de los revolucionarios secuestradores con un mediador de la cruz roja y el gobierno en pos de una solución que tarda en llegar. De esta manera van transcurriendo las horas, días y meses todos en la casa pasando de odiarse a mostrar el conocido síndrome de Estocolmo, donde secuestradores y secuestrados juegan fútbol, ajedrez, se enamoran, etc, etc. Dentro de las actuaciones encontramos a Julianne Moore que hace lo que puede dentro de un guión torpe y a Christhoper Lambert (hacia mucho que no lo veía) en un papel sin ninguna relevancia en la pequeña trama. En síntesis película torpe, aburrida y con escasos elementos destacables.
gustavof42
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21 de marzo de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paul Weitz presenta este film basado en la novela de Ann Patchett que intenta tratar varios temas a la vez entre las cuatro paredes de una mansión.

El relato se inicia enfocado en la música y, en concreto, en la cantante de ópera, pero el argumento pronto quedará interrumpido por el segundo gran tópico: un conflicto diplomático. Sin embargo, cuando empieza a parecer que la política es el asunto central de la cinta, se introduce una historia de amor sobre la que recae gran parte de la atención.

Esta pretensión de relacionar contenido tan diverso desemboca en una consideración un tanto superficial de grandes cuestiones y un final urgido que procura cerrar sin éxito todas las materias. Por un lado, el forzado romance es muy apresurado e intranscendente, debido al marco en el que se desarrolla. Por otro, a causa de que el foco va cambiando a lo largo de la narración y no se centra en el régimen, las negociaciones políticas se ven interceptadas por el acelerado desenlace. De esta manera, el largometraje no ahonda en el dilema de los guerrilleros ni en su denuncia a la dictadura.

De todas maneras, el excelente reparto junto con la puesta en escena y la música logran, en algunos momentos, pasar por encima de la trama. Julianne Moore es impecablemente convincente como artista lírica y el elenco multicultural del que está rodeada hace un gran trabajo interpretativo. Asimismo, se puede apreciar la evolución de algunos personajes a lo largo del secuestro y, todo ello, coronado por una soberbia banda sonora.

La grandeza de la película reside, de alguna manera, en las escenas pequeñas, como las clases de inglés, las breves actuaciones de la soprano retenida o las conversaciones entre rehenes y secuestradores. Es ahí donde se aprecia la belleza de los detalles y se capta el cambio en los personajes.

Un contundente trabajo técnico se superpone a la caótica temática, que mantendrá en tensión a la audiencia hasta el final. Además, Bel canto: la última función realza el poder de la música incluso en circunstancias dificultosas.

www.contraste.info
Revista Contraste
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13 de marzo de 2019
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Punto de partida

Una plácida velada. Distinguidos invitados. Voz aterciopelada que a todos arropa. ¡Pam! Alguien irrumpe sin educación ni decoro. Poco ha durado la buena armonía. A partir de entonces, miradas, hechos, palabras y un camino que han de recorrer todos juntos. Con esta premisa, Paul Weitz, acostumbrado a manejarse en aguas más livianas, repletas de carcajadas y brocha gorda, se sumerge en Bel Canto en las profundidades del drama, frío pero permeable.

El secuestro

Un secuestro siempre enfrenta bandos (o los crea). Se establece una fina línea que separa a los que mandan de los que se visten de cordero para salvar el pellejo. Y está bien definir partes si queremos esquematizar las situaciones. Si acaso establecer un primer esbozo de quienes y por qué. Más allá de eso, cada elemento que conforma cada parte, cada trinchera, es movido por distintos motivos, siente diferente, ha vivido una vida única que lo ha traído hasta aquí. ¿Reflexionamos sobre como pensamos, como actuamos? ¿Quien es el de enfrente y que demonios le ronda la quijotera? Es en esta circunstancia donde Paul Weitz, Julianne Moore (El Gran Lebowski), Ken Watanabe y Christopher Lambert (Los Inmortales), entre otros, ahondan, exploran, buscan respuestas (o plantean preguntas) a cuestiones que quizá no pongamos sobre la mesa demasiado a menudo, pese a su ubicuidad, a su continua compañía.

Viraje hacía la fraternidad

Desafortunadamente, la profundidad, y sobre todo el desarrollo de ese bien intencionado proceso de cambio, de introspección y empatía, se ve lastrado en esta historia por las muy endebles razones que esgrimen Weitz, Anthony Weintraub y Ann Patchett (autora del libro en que se basa) para virar en ese sentido más existencialista, positivo y bonachón. A su favor cuenta, al menos en su parte inicial, con poner etiquetas generalistas entre buenos y malos, a no tomar parte y dejar que sean los hechos los que definan el devenir de la historia. Para poco después traicionar esa decisión y crear artificialmente (pues no sucede nada que lo justifique) un viraje de todos los personajes hacia la fraternidad, el amor y la camaradería. Por poco no sacan las piruletas y se ponen a saltar a la comba. Por demasiado poco.

Interpretaciones solventes y excesivo buenismo

Diseño de producción, fotografía, interpretaciones solventes (Tenoch Huerta, de Narcos: México especialmente), cierto buen gusto por la composición de los planos, la ligereza con la que Weitz logra deslizarnos por la historia. Todas ellas bondades que elevan el valor de Bel Canto, pero no más allá de lo destacable, de lo notable.

Querer deconstruir lo que prácticamente damos por sentado siempre ha de ser positivo. Aparentemente nos separan muchas cosas: los idiomas, las culturas, los pasados, los pesares. El punto de partida es noble, interesante, con zumo por exprimir si se encuentra en las manos adecuadas. No lo son en este caso. El buenismo porque si campa demasiados minutos a sus anchas, hasta casi llegar al paroxismo y la parodia involuntaria. Un lástima.

Conclusión

Bienintencionada en la propuesta, fallida en el desarrollo y sus puntos de inflexión sin apenas explicación. Luce bien, te envuelve por momentos, pero no consigue ahondar con tino en lo que quiere explicar.

Escrito por Álvaro Valdés Fernández
https://cinemagavia.es/bel-canto-pelicula-critica/
Cinemagavia
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22 de marzo de 2019
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director guionista y norteamericano Paul Weitz experto en comedias, entre otras es el responsable de la película de culto "American pie ( 1999 )", que no soporto, y de una pequeña joya del cine indie llamada "Grandma ( 2015 )". En esta ocasión vuelve a participar en el guion, junto a Anthony Weintraub, para contarnos una historia dramática basándose en una novela publicada en 2001 por su compatriota, la escritora Ann Patchett, de título "Bel Canto" ( en España la distribuidora ha añadido " La última función ", al de la novela y la película ), y tanto el libro como la película están basados en una historia real que, al menos en el proyecto cinematográfico no se cita el país y desconozco si lo hace la novela que no he leído, se desarrolla en un país latinoamericano en 1996, y que se inicia con un prólogo en Tokio en donde nos presentan de manera breve al personaje de Hosokawa, un rico promotor japonés que se despide de su hijo porque se va unos días a otro país ( en este caso en el que se desarrollará posteriormente la historia dramática ), y una vez que se encuentra en ese lugar, en un la embajada japonesa, en donde se va a celebrar un concierto de ópera, con la presencia de la soprano norteamericana Roxanne Coss, es cuando se produce el acto terrorista que marcará el resto de la trama.

La película es un despropósito y no funciona ni como drama, ya que no genera angustia, ni tampoco está bien filmada, el guion es bastante endeble, y tiene un problema adicional importante que afecta a la versión original ( desconozco si la versión doblado soluciona este lastre, aunque sería de manera tramposa, ya que las películas siempre recomiendo verlas en v.o.s ), y es que se emplean muchos idiomas y no están bien resueltas esas tramas personales en donde el idioma es parte fundamental, creando situaciones ridículas como que alguien que no sabe hablar en camboyano o inglés o japonés poco después lo hable perfectamente, y creo que esas cosas se deberían de cuidar más. En ese aspecto me recordó a "Loving Pablo ( 2017 )" de Fernando Aranoa en donde la versión doblada solucionaba el caos y ridículo de su proyección en v.o.
Julianne Moore interpreta a la soprano, y ni siquiera su presencia salva el proyecto, ya que está mal en la que seguramente será la peor interpretación de la carrera de una de las mejores actrices de su generación. No imprime carácter a su personaje, ni te crees algunas de sus reacciones, lo que es achacable principalmente al guion tan deficiente. Lo mismo podemos decir del resto del reparto, pese a contar con Ken Watanabe en el papel de Hosokawa, Christopher Lambert en el de Simon Thiboult y Sebastian Koch en el de Messner.

La película no emociona, tampoco tiene ritmo y por citar algunas cosas positivas serían el sonido en las escenas de mayor acción que me parece bastante bien logrado y las conversaciones personales entre los guerrilleros, cuyas historias me parecen mejor tratadas en esta película que las de los personajes protagonistas. Buceando en Internet una vez vista la película pude descubrir que el país en cuestión era Perú durante el gobierno de Alberto Fujimori.
Una película que puede tener su público e igual mejora en versión doblada, pero me cuesta creer que alguien salga satisfecho después de ver esta propuesta con tantas lagunas, al mismo tiempo que aburrida. Una pena que un director que hace unos años fue capaz de presentarnos una gran película como "Grandma" vuelva a un cine más vulgar como el de gran parte de su carrera como director y guionista.

LO MEJOR: El guion. Las interpretaciones.
LO PEOR: El empleo del sonido en las escenas de acción.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net y http://habladecine.com/
WILLY74
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