The Night House

"La casa oscura" es un thriller sobrenatural entretenido que, quizás, la critica inflo más de la cuenta. Nos encontramos ante una película que tiene una buena historia (aunque ya se haya visto en incontables veces a entes que acosan a una chica), buen suspenso en un inicio que con el correr del film decae bastante y no sostiene bien en la segunda hora, en donde comienza a flojear, para llegar a un final bastante agarrado de los pelos (spoiler).
Lo que si destaca sobremanera es la gran interpretación de Rebecca Hall, realmente estupenda en este film. La naturalidad que le da a su personaje a lo largo de todo el film y la credibilidad con la que va convirtiendo su fragilidad y tristeza inicial en cinismo y principios de locura al correr el metraje, es lo que eleva su actuación y mantiene al espectador interesado por ver que es lo que le sucederá en esa siniestra casa.

Si una parte de la pareja desaparece, queda un vacío difícil de llenar, pero cuando ese miembro desaparece de forma brusca, sin explicación, aparece algo peor que el vacío.

Una pregunta: ¿Por qué?

Owen, tras muchos años de amor y convivencia, se ha suicidado. Rebeca debe enfrentarse a muchos frentes: las razones del suicidio, la casa que ambos construyeron, pensar en que la vida sigue… Y esos sueños tan lúcidos con el lago, la barca… y una casa que no existe.

Aunque ya tenía una carrera anterior, David Bruckner llegó a nuestra vida con The Ritual, un horror folk que, sin descubrir la pólvora, fue capaz de mantener el tipo durante todo el metraje y, de paso, regalar al espectador algunas secuencias muy logradas. Con La Casa Oscura, da el salto a una película más intimista pero de gran ambición y sus constantes – para bien y para mal – están ahí: ritmo lento in crescendo, la importancia de las relaciones interpersonales, creación de mitología y cómo se rompe la realidad al chocar con lo sobrenatural.

David Bruckner, en esta ocasión con un guion de Ben Collins y Luke Piotroswki, construye una película sobre las espaldas de Rebeca Hall, una todoterreno cuyo personaje podría caer bastante mal pero que gracias al trabajo de la actriz, devora la pantalla. La dirección de Bruckner es medida, austera y, al igual que en The Ritual, hay momentos en que el espectador siente cómo resbala el suelo bajo sus pies.

Hay un gran acierto en The Night House respecto a The Ritual: la información llega de forma menos brusca, en una primera mitad donde Rebeca Hall, permanentemente en shock, habla con su entorno para intentar saber por qué se suicidó su marido; pero este hallazgo se convierte en una losa cuando llega el último tercio y los personajes secundarios de Sarah Goldberg y Vondie Curtis Hall aparecen tan solo para interrumpir la acción con charlas inútiles e información sobrexplicada.

Este es la mayor pega que se le puede poner a La Casa Oscura, junto con la aparición de cierta mitología que vuelve a quedarse a medio gas debido a la falta de explicación – en The Ritual se podía entender debido al componente agreste de la película, pero aquí ya es más problemático – pero debemos reconocer el mérito de David Bruckner al utilizar los efectos especiales con tanto cuidado que parecen no existir, en ser capaz de enredar al espectador en una tela de araña que deja con ganas de más.

Y Rebeca Hall está grandiosa, ahí lo dejo.

https://www.terrorweekend.com/2021/12/la-casa-oscura-review.html

Con "The night house" David Bruckner enmienda la plana de aquella "The ritual" (2017) que, aun gustándome, me dejó tibio. A ver, no es redonda. Pero tranquilamente le da para ser de lo más estimulante del año.
La estupenda Rebecca Hall —la escena en la que le lee la cartilla a la madre de uno de sus alumnos es para vivir en ella— lidera esta especie de revisión a las cintas de casas encantadas en clave de cinta de terror psicológico influenciada por, agárrense, el cine de John Cassavetes. Reconocido por el propio Bruckner, que no me lo invento yo. Al margen de su esencia pura y dura "The night house" tiene un montón más de gustosas sorpresillas, aun quedándose gran parte de ellas en meros macguffins que duele no ver desarrollados más y mejor.
Mención aparte merece el apartado visual del film. David Bruckner logra brutales soluciones escénicas para transformar simples recovecos arquitectónicos del hogar en acechantes e intimidantes presencias etéreas. Un brillante hallazgo que, al igual que la película en conjunto, hubiera merecido algo más que un simple estreno en Disney+ por Halloween.
En definitiva. Por si no fuera suficiente con que el realizador alcance un muy buen equilibrio entre tesis y horror con su último trabajo, es que además "The night house" es de esas obras que se recuerdan. Y por cierto, que ya se me olvidaba. La cinta me ha evocado bastante a «La historia de Lisey» de Stephen King, solo que quitándole la paja al relato y dejando solo el grano. Eso que Pablo Larraín y el propio King no terminaron de atreverse a hacer en la miniserie homónima de Apple.

No es una obra de arte, no es de las películas que te marcan pero entretiene que ya es bastante. Una película de horror de corte clásico con planteamiento, nudo y desenlace bastante marcados y separados en tiempos.
Sabe mantener la tensión y el suspense. No vas a pasar miedo, los sustos brillan por su ausencia pero el suspense está desde el principio de la cinta.
Me recuerda a las películas de terror de los 90 o principios del 2000 tanto en la trama como en los personajes.
No es mala opción para pasar un rato viendo la TV en la cama o en el sofá. El ambiente es tenso, pero para nada cargado o agobiante, sin embargo da la sensación de que ya la hemos visto antes (condicionada por la poca innovación el el terreno de este tipo de películas).
Una buena opción en definitiva para pasar un rato de un fin de semana, sin más pretensiones que eso...pasar un rato.

Bruckner está categorizado como un buen director de terror emergente, cosa que apoyo porque las películas que ha hecho hasta el momento no son las típicas de terror convencional y comercial. Muchos lo ponen a la altura de Ari Aster, por sus sentidos metafóricos, pero este último mencionado está un escalón por encima.

Gran peso de la película lo carga en sus hombros Rebecca Hall que hace una actuación muy creíble, no de que su personaje cree lo que está pasando, si no, que hace parecer que dicha situación ocurre de verdad. Hablando de la trama como tal, es algo visto pero a la misma vez con un desarrollo y desenlace muy interesante.

Pero hay momentos de la película en la que todo se debilita un poco, tiene varios altibajos, otras cosas que se ven de lejos y otras algo dudosas. Pero sin duda, el final de la película y el sentido que quiere dar es algo que sorprende bastante.