Una tomadura de pelo, alguien se lo ha llevado calentito en la meca del cine. Aprovechando el nombre de una película resultona, hacemos un bodrio y lo vendemos como si fuera una obra maestra.

No todo vale, ni poniendo jóvenes muchachas moviendo sus cuerpos en coreografías animadas mantiene al espectador.

Efectos ya pasados, un Colin Farrell que no está en el papel, referencias a la película metidas con calzador... una lástima. La época dorada del cine ya se terminó y quedó claro, pero lo que no se ha aclarado es dónde va el dinero de los bodrios como éstos.

No se puede decir nada de una banda sonora que no está, dirección de arte de baratillo, dirección que simplemente no ha hecho ni el esfuerzo.

No merece ni un segundo de nuestro tiempo. La única interpretación que se salva es la de la niña, para su corta edad está sublime. Un guion muy visto y sin "chicha", una interpretación principal que ni está ni se le espera y nada de terror.

La falta de ritmo, de emoción y de suspense hace que estemos ante una de las películas más tediosas de la historia del cine. Algo ya mil veces visto pero producida de una manera horrenda. Bebe de todas las fuentes, un batiburrillo de estereotipos que no conducen a nada.

Problemas familiares que no tienen nada de novedoso, lenta, una fotografía que no acompaña y una banda sonora ausente. Pocas veces se estrenan en streaming películas de una factoría tan pésima.

Alto impacto es lo que provoca el capítulo. Música y aspecto Synthwave de alto lujo, Charlyne Yi que siempre es de agradecer.

Lujoso, estiloso, glamour... toda una experiencia para los sentidos. Medio capítulo en una habitación, música electrónica y un ambiente cargado de tensión en todos los sentidos.

Hacia el tercio final según se va desarrollando la trama la cosa cambia, se hace lento, aburrido, predecible y sinsentido. Algo ya muy visto y manido.

La banda sonora debería estar recopilada en vinilo, la sensación es de estar viendo algo filmado en 35mm.

Otra ocasión perdida para hacer algo de brujas bueno, Salem Lot quedó ya muy lejano. No llega a calar la historia, los personajes faltos de carisma y Rupert Grint no es ni la sombra de lo que era.

En una serie de horror se permite todo, salvo que el capítulo sea "Horrendo". Es difícil hacer algo sobre bujas, y queda patente en un capítulo sin tono, con falta de ritmo. La narración audiovisual es algo extraña, las transiciones entre los planos no parecen muy acertadas.

Lenta, aburrida y con falta de tensión, el peso del guion recae sobre la búsqueda y no es algo tan atractivo como para darle el principal papel.

Mala, no merecía estar en la antología.

Un guion que a veces desconcierta, saltos temporales, personajes enigmáticos. El episodio lo tiene todo menos emoción y sorpresa.

No es malo, pero no es el mejor, digamos que es la zona media de la tabla. Oriana Leman sublime, la mejor interpretación del capítulo, Barnes no anda muy acertado. El tono es el mismo que el de la colección, por lo que en ese sentido no defrauda.

A partir de la mitad y hasta el final se hace largo y pesado con falta de ritmo. Cierto batiburrillo con muchas cosas a la vez que no llegan a nada.

Lovecraft está presente, pero de una manera rara mezclando de todo un poco. En ese sentido un cero como una catedral, pero si lo vemos como un capítulo más puede estar bien.