La sombra del diablo

Por mucho que se empeñe en repetirlo, si es 'Una historia americana'; mientras están en Irlanda, le película aun parece otra cosa, no disecciona el mundo del IRA como lo pueda hacer 'En el nombre del padre', ni siquiera de pasada como en 'Desayuno en Plutón'; pero,una vez en Nueva York, podría ser otra película cualquiera de traficantes de armas con poli honrado.

Las caras que se pueden ver en el cartel del film, automáticamente atraen la atención de cualquier espectador medio, como es mi caso. Un título de Alan J. Pakula que reúne a dos grandes actores de dos generaciones distintas como son Ford y Pitt, es de esas que había que ver sí o sí.
Lo malo es que es uno de esos casos en que la cosa prácticamente se queda en eso.
En el thriller, hay una rama de películas que consisten en que un psicópata o muy mala persona, se adentra en la vida cotidiana de una familia estándar norteamericana, manteniendo la fachada de ser muy buena gente cuando son todo lo contrario. Aunque hay excepciones como alguna de las primeras que salieron con este molde ("La mano que mece la cuna", por ejemplo), por lo general son historias previsibles, con pocas sorpresas y cuya única baza a tener en cuenta suele ser su reparto. Esto es lo que le pasa a "La sombra del diablo".
Los actores son buenos, pero el argumento es flojo, y el resultado final queda un poco descompensado. De hecho, sin que llegue a durar las dos horas, se me antoja un poquito lenta en su tramo central, cuando la amistad entre los protagonistas está en su punto álgido y parece que tarda mucho en descubrirse el pastel y que nunca van a llegar los malos rollos que se ven venir desde los primeros minutos (no es un destripe porque está más claro que el talento de Lindsey Stirling).
Por tanto, es una película que entretiene con moderación pero que yo no la vería dos veces sabiendo ya lo que va a pasar, ya que, como he dicho, tiene poco que rascar y si cambiáramos a Ford y Pitt por desconocidos, podría ser de esas que emiten los sábados y domingos a la hora de la siesta, o poco menos.

Lo que lleva a bajar la puntuación de "La sombra del diablo" es que le sobran algunas escenas que más parecen de "091: Alerta Policía" y que nada aportan al argumento. Porque, si no fuera por eso y pese a lo trillado que está en el cine el tema del IRA, esta película sería un thriller muy a tener en cuenta. No hace falta descubrir a Harrison Ford y Brad Pitt como actores y su duelo interpretativo está a la altura de lo esperado. Parecería que por primera vez en su carrera Pitt encarna a un villano, pero tampoco lo es con mayúsculas porque su personaje tiene una motivación que no es psicópata. Incluso el propio Tom O' Meara afirma que lo entiende en uno de los diálogos. Pero también matiza que él no hubiera podido tomar el mismo camino porque lleva una placa. Es decir, uno ha elegido el lado de la ley y el otro el de separarse de ella al creer que no es justa.
Mi nota: 7,4

Frankie McGuire (Brad Pitt) es uno de los asesinos más mortíferos del IRA. Pero cuando lo envían a Estados Unidos a comprar armas, concretamente misiles Stinger, Frankie se aloja con la familia de Tom O'Meara (Harrison Ford), un policía de Nueva York que que está felizmente casado con Sheila (Margaret Colin) y con hijos, pero todos ellos no sabe nada sobre la verdadera identidad de Frankie. Una sorprendente amistad emerge, pero las crecientes sospechas de Tom obligan a Frankie a elegir entre la promesa de paz o una vida de asesinato. ¡Un hombre atrapado por el destino y otro obligado por el deber !. Están a punto de descubrir por qué están dispuestos a luchar y a morir. Vienen de mundos diferentes. Luchan por diferentes causas. Ahora, dos hombres de lados opuestos de la ley están a punto de ir a la guerra.

Un interesante thriller sobre el típico tema de la identidad oculta, así un un oficial de policía descubre la verdadera identidad de su huésped en la casa, un miembro del I.R.A. terrorista escondido. Ello es mas un estudio detallado de caracteres, intentando explorar las razones del porqué los protagonistas actúan así, más que la típica película de acción. Este es un buen drama de suspense ideado por el guionista Kevin Jarre (Tiempos de gloria ó Glory) y bien dirigido por Alan J. Pacula en el cual se establece un duelo interpretativo entre dos de las mas grandes estrellas de la pantalla pertenecientes a dos generaciones diferentes: Harrison Ford(Juego de Patriotas, Star Wars, Sabrina) y Brad Pitt (Seven, El curioso caso de Benjamin Button, Leyendas de pasión), el último hace su usual trabajo como un honrado policía de patrulla que se ve atrapado en malas situaciones. A Harrison Ford le pagaron 20 millones de dólares por protagonizar la película y Brad Pitt ganó 12 millones de dólares; la diferencia de salarios vino porque el status de primera gran estrella era superior para Ford que había recientemente interpretado las exitosas secuelas de Indiana Jones, mientras que Brad Pitt todavía no tenia la categoría que subsecuentemente conseguiría. Ellos son bien acompañados por un buen casting secundario con algunas familiares caras, tales como Margaret Colin, Rubén Blades, Treat Williams, George Hearn, Mitchell Ryan, David O'Hara and Natascha McElhone.


Ello despliega un evocativa partitura musical del prestigioso compositor James Horner que se esmera en dar al film un tono lleno de sonidos Irlandeses. Añadiendo una colorista y adecuada fotografía por el clásico camarógrafo Gordon Willis que fotografió el Padrino y otros muy importantes films. Esta apasionante historia fue dirigida profesionalmente por Alan J. Pakula, aunque tiene algunas grietas y resulta ser algo lento. Alan J. Pakula fue elegido para dirigir porque era la única persona que tanto Harrison Ford como Brad Pitt estaban de acuerdo que lo hiciera, pero resultó ser la última película que Pakula terminó antes de su muerte. Este magnífico director de cine, escritor y productor estadounidense fue nominado a tres premios de la Academia: Mejor pelicula por ¨Matar a un ruiseñor¨ (1962), Mejor director por ¨Todos los hombres del presidente¨ (1976) y Mejor guión adaptado por ¨La decisión de Sophie¨ (1982). Su socio comercial de producción en las décadas de 1950 y 1960 fue Robert Mulligan. Pakula siempre apoyó mucho a su elenco y tenía reputación de "director de actores". Logró varios éxitos como ¨La sombra del diablo¨, ¨Informe pelícano¨, ¨Presunto inocente¨, ¨La elección de Sophie¨, ¨Klute¨ y algunos fracasos como ¨Empezar de nuevo¨, ¨Nos vemos en la mañana¨ y ¨El último testigo¨ ó ¨The Parallax View¨. Calificación: 7/10. Vale la pena verlo y siendo mejor que el promedio ordinario gracias a las magnificas interpretaciones de Harrison Ford y Brad Pitt.

Interesante historia de dos personajes, dos países, dos situaciones que se encuentran en un mundo lleno de injusticias y por ende de violencias.

La frase: Si no estas confundido entonces es que no sabes lo que está pasando…

La escena: “Es un estúpido sr. Burke”… en la sangrienta escena donde vemos enfrentado al matón gringo arrogante (como su país) y al combatiente irlandés que desde niño vive sumido en la violencia de matar o morir (como su país).

El momentazo: tranquilo, me vendrá bien no ser el único que mea de pie en esta casa…..

La actuación: Evidentemente se trata de un duelo de actuación entre ambos protagonistas en el que Brad Pit demuestra que es mas versátil, Harrison Ford es el héroe por antonomasia del cine pero le cuesta mostrar defectos y se mueve en un rango más estrecho (creo que “Lo que la verdad esconde” fue su única película de villano) aun así ambas actuaciones son satisfactorias.

Un buen guion que una vez mas nos plantea la eterna tragedia de Irlanda (del norte en este caso pero históricamente se aplica a ambas), en México había un dicho que decía “tan lejos de Dios y tan cerca de los EEUU”, aquí podría aplicarse de manera muy similar “Tan lejos de Dios y tan cerca de Inglaterra”.

La película tiene tres partes, el planteamiento en Irlanda que es brutal y muy dinámico, el desarrollo en los EEUU que es algo lento (quizás por necesidad) y el cierre que vuelve a tener dinamismo y violencia extrema y con un final que quiere ser irlandés pero con un trasfondo de final americano.

Buena cinta sustentada por dos actores de mucho peso.