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The Rider

Drama. Western Brady, joven estrella del rodeo y talentoso entrenador de caballos, sufre un accidente que le incapacita para volver a montar. Cuando vuelve a casa se da cuenta de que lo único que sabe y quiere hacer es montar a caballo y participar en rodeos, lo que le frustra vitalmente. En un intento por retomar el control de su vida, Brady emprende un viaje en busca de una nueva identidad y del significado de lo que es ser un hombre en el corazón de América. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 69
Críticas ordenadas por utilidad
23 de mayo de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Probablemente una de las mejores películas estrenadas el pasado año. La tan sobada etiqueta de "Western crepuscular" toma todo su sentido en esta inseparable fusión entre documental y ficción sobre los cowboys, los vaqueros del siglo XXI que tienen en el show del rodeo no solo un medio de vida sino el enganche existencial de sus tradiciones, de su razón de ser, conservadores de una mitología magnificada por el cine. Uno de ellos, el joven Brady Jandrau y su familia desnudan su propia historia interpretándose a si mismos para la mirada fascinante, respetuosa y emotiva de una directora china, formada en Inglaterra y residente en California que casi con lente antropológica observa entornos y comunidades endogámicas nativas en su dos films con el filtro saturado de lirismo y poesía de la fotografía de Johsua James Richard heredera del Nestor Almendros de "Días del cielo" y la música de Nathan Haspern  en tierras de Dakota del Sur.

Hacer de uno mismo no es nada fácil y más ajustándose a un guión que bordea la intromisión en los sentimientos más personales. Asombra como Jandrau sale notablemente airoso de ello y demuestra que más allá de sus dotes con la monta y doma de caballos puede si así lo desea y se lo plantean tener un brillante futuro como actor. Su padre y su hermana no le van a la zaga a la que se unen las gentes de su entorno. Todo ello suponemos mérito de una joven directora que ha sabido crear la atmósfera de confianza tan necesaria como la de domar caballos.

Con un mínimo presupuesto se vuelve a demostrar que el arte no tiene una relación directa con el dinero, por mucho que los artistas deban ser recompensados por su trabajo y genio. "The Rider", va de lo particular a lo general. De lo etnográfico a lo universal. De la voluntad de seguir el camino que sentimos como nuestro a pesar de las dificultades y de sobrevivir con dignidad el tiempo que dure el viaje, sin saber como ni cuando acabará. Evita su directora mojarse en la complejidad de los temas que corren paralelos a la historia de este joven cowboy y los trata de forma tangencial y sutil pero suficiente. La crudeza casi salvaje de un "espectáculo" como el rodeo, donde el negoció más o menos lucrativo está por encima de la seguridad de sus participantes la mayoría de ellos jóvenes con pocas oportunidades sociales y poca formación educacional, abocados al peligroso show como única forma de "escapar" de un entorno duro tanto en lo familiar como en lo profesional. No podía dejar de pensar viendo montar esos animales en el paralelismo con las lesiones cerebrales de los jugadores de fútbol americano, otro de los grandes show endémicos de los USA.

La tradición y los sentimientos del protagonista no evitan que este dude, ante un medio de vida cruel, con un alto riesgo y cuyos valores entran en contradicción con la realidad interesada y mercantilista. Su amor por los caballos choca con como estos son tratados como meros objetos intercambiables, vendibles y desechables cuando ya han cumplido o no puede cumplir con su función como proveedores de riqueza para sus amos. Películas como "Lean on Pete" (Andrew Haigh / 2017) o "Caballo ganador" (Louse Osmond / 2015) son un complemento ideal, otro ángulo no menos interesante donde si hay un resquicio para pensar en los caballos y no solo en sus amos. Desde mi condición de máximo amor y respeto por los animales hecho en falta ese ángulo de esta propuesta y la frase que emplea su protagonista: "Sigo vivo por que soy un ser humano. A un animal en mis condiciones lo sacrificarían", tiene un sentido mucho más profundo y revelador en cuanto a nuestra relación con los animales y su explotación.

"The Rider" acaba siendo un poema bello, emotivo y desolador. Esto último sobre todo para lo caballos.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
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2 de abril de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
I’ve been living on the sand
far from promised land.
Colter Wall

La impaciencia que reina en nuestro mundo susurra tenazmente: “Persigue tus sueños, pase lo que pase. Que nadie ni nada te limite. Lo imposible no existe”. Este mantra llega hasta el lejano oeste y se funde con el coraje de los arraigados rodeos.

Ser un gran jinete en el espectáculo de los caballos bravos es el éxito que los jóvenes sueñan, el reconocimiento a su hombría y gloria dentro de la comunidad. Un solo paso más allá de ese paraíso, reservado a muy pocos, se encuentra el desempleo, el alcohol, la precariedad de un cajero de supermercado, las terribles lesiones cerebrales al caer del caballo, una vida anónima de aislamiento en los desperdigados núcleos habitados de Dakota del sur (o en cualquier otra parte del planeta).

Todo el mundo merece poder dedicarse a lo que ama, pero hay amores y amores, y mundos y mundos en los que poder amar. The rider es una historia de renuncia y de serenidad (tal vez esas sean las dos palabras que inspiren más terror actualmente). No se trata de renunciar a la vida, sino a ese deseo ciego y enloquecido que nos lleva a lanzarnos de cabeza y sin límites contra cualquier pasatiempo, promesa deslumbrante o cosa sencillamente insostenible.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
C Jarmusch
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13 de noviembre de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una buena película basada en hechos reales, relatada con mucha autenticidad, tanto que son no son actores, son los propios protagonistas de esta historia plagada de elipsis.

En mi opinión, aunque está muy bien contada y tiene unas imágenes que se quedan grabadas en la retina, no resulta los suficientemente interesante como trama, ni siguiera como historia. Una sueño de juventud truncado por un accidente en donde el protagonista tiene que renunciar a su futuro prometedor es algo muy común y salvo lo bien rodada que esta la pelicula, la historia no me ha parecido nada extraordinario.

La visión que tiene de la invalidez que tiene su hermano, la sensibilidad con la que trata ese tema, es lo mejor de la película, él sí que tiene una vida rota.
pikuet
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25 de septiembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emotiva película costumbrista, de hecho casi documental ya que la mayoría de actores hacen de sí mismos, muchos usando su propio nombre. Así que el clásico "cualquier parecido con la realidad es accidental, los nombres son inventados, etc" al final de los créditos me ha provocado esa agradable mezcla de diversión e incredulidad que no sé como se llama.

Va sobre como la gente trata de superar los escollos que la vida, sea por mala suerte o mala cabeza, nos pone por delante. El marco elegido es el mundillo del rodeo, que por lo que se ve es una de las religiones extraoficiales de Dakota del Sur.

La película cumple bien en ambos sentidos, y consigue no caer en la sensiblería. Al menos cuando he soltado alguna lagrimilla no me he sentido manipulado. Otro plus es que aprovecha al máximo sus oportunidades para fotografiar aquellos bellos parajes.

La única pega es que en algunos momentos se hace lenta. Que sí, que es espectacular ver como el chico doma al caballo, ¿pero es necesario dedicarle tantos minutos?

Gustará a: Terrence Malick, tozudos, astrónomos,
No gustará a: conejos, sujetadores, veterinarios
eristuff
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26 de septiembre de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy interesante la película que nos propone Chloé Zhao. Y además tratándose de actores no profesionales, es digno de ver cómo se comportan los miembros de ésta familia ante las cámaras. A mí siempre me han gustado las películas del Oeste y de vaqueros, soy de la generación de mitad del siglo XX, porque en mi época de joven era el cine que se hacía y podías ver en el televisor. Aparte de eso hay Westerns, mucho mejores qué otra clase de películas de otro género de cine. Y ésta película me ha gustado mucho, porque se sale un poco del típico Western. En pueblos de EEUU hay todavía muchos vaqueros, y en ésta historia nos cuenta la vida de uno de ellos que se dedica a ganarse el sueldo en los Rodeos. Uno de ellos, seguramente cómo muchos otros, qué no han podido cumplir sus sueños. Pero claro, al estar metido en esa actividad, estás expuesto a qué te pase eso. "Te dan cartas para jugar la partida", porque eso es lo que nos pasa en ésta vida. Y con esas cartas tenemos que saber jugar para llegar a lo qué aspiramos. Pero la suerte cuenta mucho también en el juego de cartas, y hay qué contar con ella. Y en The Rider, el protagonista no ha tenido la suerte qué necesitaba y por eso no llega a cumplir su sueño. La dirección está muy bien llevada por la china Zhao, y los protagonistas, geniales. Todos lo hacen muy bien, a pesar de no ser profesionales. Yo la vi en VOS. Otra cosa que me gustó mucho de la película son los planos de los espacios Naturales que se ven en la película. Y eso que Dakota del Sur, tampoco es qué sea un Estado demasiado bonito. La fotografía de la película en esos atardeceres y amaneceres, es espectacular. La recomiendo.
JO HOOKER
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