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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
8
Drama. Western Brady, joven estrella del rodeo y talentoso entrenador de caballos, sufre un accidente que le incapacita para volver a montar. Cuando vuelve a casa se da cuenta de que lo único que sabe y quiere hacer es montar a caballo y participar en rodeos, lo que le frustra vitalmente. En un intento por retomar el control de su vida, Brady emprende un viaje en busca de una nueva identidad y del significado de lo que es ser un hombre en el corazón de América. (FILMAFFINITY) [+]
23 de mayo de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Probablemente una de las mejores películas estrenadas el pasado año. La tan sobada etiqueta de "Western crepuscular" toma todo su sentido en esta inseparable fusión entre documental y ficción sobre los cowboys, los vaqueros del siglo XXI que tienen en el show del rodeo no solo un medio de vida sino el enganche existencial de sus tradiciones, de su razón de ser, conservadores de una mitología magnificada por el cine. Uno de ellos, el joven Brady Jandrau y su familia desnudan su propia historia interpretándose a si mismos para la mirada fascinante, respetuosa y emotiva de una directora china, formada en Inglaterra y residente en California que casi con lente antropológica observa entornos y comunidades endogámicas nativas en su dos films con el filtro saturado de lirismo y poesía de la fotografía de Johsua James Richard heredera del Nestor Almendros de "Días del cielo" y la música de Nathan Haspern  en tierras de Dakota del Sur.

Hacer de uno mismo no es nada fácil y más ajustándose a un guión que bordea la intromisión en los sentimientos más personales. Asombra como Jandrau sale notablemente airoso de ello y demuestra que más allá de sus dotes con la monta y doma de caballos puede si así lo desea y se lo plantean tener un brillante futuro como actor. Su padre y su hermana no le van a la zaga a la que se unen las gentes de su entorno. Todo ello suponemos mérito de una joven directora que ha sabido crear la atmósfera de confianza tan necesaria como la de domar caballos.

Con un mínimo presupuesto se vuelve a demostrar que el arte no tiene una relación directa con el dinero, por mucho que los artistas deban ser recompensados por su trabajo y genio. "The Rider", va de lo particular a lo general. De lo etnográfico a lo universal. De la voluntad de seguir el camino que sentimos como nuestro a pesar de las dificultades y de sobrevivir con dignidad el tiempo que dure el viaje, sin saber como ni cuando acabará. Evita su directora mojarse en la complejidad de los temas que corren paralelos a la historia de este joven cowboy y los trata de forma tangencial y sutil pero suficiente. La crudeza casi salvaje de un "espectáculo" como el rodeo, donde el negoció más o menos lucrativo está por encima de la seguridad de sus participantes la mayoría de ellos jóvenes con pocas oportunidades sociales y poca formación educacional, abocados al peligroso show como única forma de "escapar" de un entorno duro tanto en lo familiar como en lo profesional. No podía dejar de pensar viendo montar esos animales en el paralelismo con las lesiones cerebrales de los jugadores de fútbol americano, otro de los grandes show endémicos de los USA.

La tradición y los sentimientos del protagonista no evitan que este dude, ante un medio de vida cruel, con un alto riesgo y cuyos valores entran en contradicción con la realidad interesada y mercantilista. Su amor por los caballos choca con como estos son tratados como meros objetos intercambiables, vendibles y desechables cuando ya han cumplido o no puede cumplir con su función como proveedores de riqueza para sus amos. Películas como "Lean on Pete" (Andrew Haigh / 2017) o "Caballo ganador" (Louse Osmond / 2015) son un complemento ideal, otro ángulo no menos interesante donde si hay un resquicio para pensar en los caballos y no solo en sus amos. Desde mi condición de máximo amor y respeto por los animales hecho en falta ese ángulo de esta propuesta y la frase que emplea su protagonista: "Sigo vivo por que soy un ser humano. A un animal en mis condiciones lo sacrificarían", tiene un sentido mucho más profundo y revelador en cuanto a nuestra relación con los animales y su explotación.

"The Rider" acaba siendo un poema bello, emotivo y desolador. Esto último sobre todo para lo caballos.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
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