Creed III

Hay veces que, cuando sale una nueva entrega de una franquicia ya consolidada, la mejor noticia que podemos tener como espectadores aficionados a la saga es que no haya grandes sorpresas.

A pesar de que en esta ocasión el capitán y hombre al mando del invento es Michel B. Jordan, puesto que corre el riesgo de dirigir (por primera vez, al menos que hayamos visto) y ser el protagonista de la cinta y que, por primera vez en todas las películas de Rocky y Creed, no aparece Sylvester Stallone (se queda en la parte de producción) por ninguna parte, estamos ante una modélica tercera entrega centrada precisamente en eso, en demostrar que es capaz de dejar atrás el pasado y seguir su camino adelante sin problemas.

Así, ‘Creed III’ no aporta nada nuevo y es bastante más relajada argumentalmente hablando. Sigue muy bien el esquema de anteriores filmes, con unas efectivas escenas de combate y, gracias a Dios, no se alargan hasta que nos importa todo un pimiento. La ausencia de Rocky molestará dependiendo de cómo seas de fan. A mi, no me importó tanto.

Es decir, ‘Creed III’ es lo suficientemente entretenida como para que pasemos el rato viendo el pique entre Jordan & Majors (estimulante villano como un compañero olvidado). Pero, una vez terminado el filme, las preguntas son claras: ¿Qué camino tomará la siguiente entrega? ¿Realmente queda algo por contar?

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Tercera entrega de la saga de boxeo que de nuevo nos brinda grandes combates, buenas dosis de esfuerzo sobrehumano y una puesta en escena muy certera, que esta vez va de la mano del actor y ahora director Michael B. Jordan (Black Panther), demostrando que no se le caen los anillos ni padece vértigo a la hora de ponerse tras las cámaras en la saga que le ha dado fama mundial como actor. Esta es si cabe la mayor novedad de Creed 3, porque a la larga es una cinta continuista con las anteriores entregas, donde mantiene el nivel con mucho mérito a pesar de que la trama la hayamos visto muchas veces. Sin embargo, hay que reconocer que mantiene el empaque y Michael B. Jordan ha aprendido mucho observando a los directores que le han precedido con la saga. Así, es capaz de captar la atención del espectador desde el minuto uno y sabe abordar el drama que tiene entre manos, reflejado en un amigo de juventud de Adonis Creed, aquí interpretado por Jonathan Majors (Territorio Lovecraft) que no lo hace mal como rival un poco tocado del coco. Con esta nueva e interesante inclusión en el cast, encontramos el resto de intérpretes de anteriores entregas, salvo Sylvester Stallone, como son Tessa Thompson (Thor Ragnarok), Phylicia Rashad (El Show de Bill Cosby), Wood Harris (Dredd) o Florian Munteanu (Shang-Chi).

Jordan demuestra que sigue el camino prestablecido y hace una amena incursión en la dirección con un producto resuelto, entretenido y visualmente espectacular, con un enfoque de los combates aún más realistas, añadiendo algo de mitología anime. Sí, esto último no es una fábula. Es conocido que Michael B. Jordan es fan de los cómics y es evidente que en una escena hace un gran homenaje a Dragon Ball Z. Con esto demuestra que busca arriesgar en la escena, y aunque le falta pulir el enfoque actoral y arriesgar con el guión, su perspectiva de cara a la acción es estupenda. Por lo demás, Creed 3 demuestra que es una buena película, que aunque no está al nivel de sus predecesoras, mantiene el listón alto en cuanto a diversión, drama y epicidad. ¿Esperaremos una cuarta?

Creed III viene a demostrar varias cosas.
La primera es que Michael B. Jordan tiene alma de cineasta. Esperemos que esta no sea su última incursión tras la cámara, porque el protagonista de la saga tiene pulso y nervio tras la cámara, sorprendente incluso, tratándose de un debutante.
La segunda es que, a estas alturas, personajes como Bianca, Viktor Drago, Duke, Amara incluso, o por supuesto el propio Donnie, han calado en el espectador, hasta el punto de que no se echa demasiado de menos a Rocky Balboa. Un espectador que sufre y vibra con ellos, y desea su victoria en ese ring tan complicado que es la vida adulta y su sucesión de tragedias, polémicas, tensiones y dificultades.
No obstante, hay que reconocer que es ya la tercera vez que vemos esta historia, y hay un cierto hartazgo ya, principalmente porque el riesgo es mínimo. De hecho, la cinta sigue cas paso por paso lo que hizo Creed II (la mejor de la trilogía, sin duda; uno de los mejores ejemplos de cine comercial de los últimos años), repitiendo casi paso por paso la estructura: combate inicial, combate a mitad de la película, combate final. Entre medias, Creed teniendo que tomar la decisión de volver a boxear. Un rival con el que le une una historia del pasado (a quien da vida, en esta ocasión, el hasta ahora ascendente Jonathan Majors, que veremos qué pasará con su carrera con las acusaciones de abuso y agresión que pesan sobre él). Incluso secuencias como la del entrenamiento para el gran combate son idénticas a la que vimos en Creed II. Además, se desaprovechan personajes y situaciones, como el mencionado Drago, que podría haber hecho mucho más, o la misma Bianca. Hubiera sido estupendo ahondar más en las sensaciones que tiene tras haber tenido que aparcar su carrera para pasar a la cabina de producción. Incluso, aunque no se eche de menos a Rocky, tampoco hubiera estado de más mencionar algo de dónde está o por qué no aparece ni se lo espera. En fin.
Con todo, una cinta entretenida que continúa con acierto la saga cinematográfica-deportiva más importante de la historia del cine: Rocky.

Lo mejor: La realización de Michael B. Jordan y la conexión emocional que hay entre los personajes y el espectador.
Lo peor: Es repetitiva, nada sorprendente y desaprovecha personajes y situaciones.

Vuelve el heredero de Rocky, pero esta vez sin Stallone y con su protagonista dirigiendo, y la verdad es que los cambios no le han sentado nada mal, recuperando las buena sensaciones de la primera entrega y contando una historia muy personal, que pese al dramatismo que rebosa en ciertos tramos resulta conmovedora, y lo más importante, te atrapa en todo momento.

Como no puede ser de otro modo los combates de boxeo son el elemento clave que mueve la acción, pero en esta ocasión no son los causantes de los acontecimientos, si no la consecuencia de lo que nos están contando. Dicen que segundas partes no son buenas, y terceras aún menos. pero sin que sirva de precedente, este largometraje rompe está dinámica negativa aunque se antoja complicado mantenerla si deciden hacer una cuarta.

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#CreedIII Tercera entrega que se centra en el pasado que ha regresado a la vida de Adonis Creed. Un Creed que vive en la ostentosidad y la pomposidad de ser rico, con una estrafalaria casa y por que no decirlo, bastante ego. La película nos cuenta como en el pasado este tenía un colega al que abandonó y ahora, el colega vuelve para desenmascararlo. Es simplemente eso.

Quizás un poco alargada de más para lo que nos quiere contar, que es el enfrentamiento de estos dos "amigos". La trama principal esta muy bien presentada y desarrollada, aunque como digo, le sobra algo de metraje.

La película esta bien dirigida por Jordan, pero ha cambiado a su personaje, ya no es tan humilde como en las anteriores (esto con Rocky, no hubiera pasado). Los actores están todos muy bien, destacando Majors y Jordan.

En cuanto a la música, esta vez ha sido el encargado Joseph Shirley, a diferencia de las anteriores que fue Ludwig Göransson, aún así, es muy continuista con las demás y es una gran banda sonora, aunque sin tanta epicidad.

Lo importante en este tipo de pelis son los combates que acompañan el film y en este caso estan muy bien realizados y coreografiados, destacando ese combate final con escenas oníricas peleando ellos totalmente solos o simulando una cárcel. En este punto, la película es genial. El hecho de que la hija también se interese por los combates me ha gustado, podría darle una cambio de rumbo interesante a la saga si deciden ir por ahí.

Pero lo que si que no me ha gustado nada y si no lo digo reviento, aunque no lo tengo en cuenta con la nota es, borrar a Rocky de este universo como si jamás hubiese existido. Ni una imagen, referencia o dialogo podemos ver. Vale que el dueño de los derechos sea un c*br*n y no quiera a Stallone ahí, pero me parece una falta de respeto a Stallone, Rocky y su legado, hacer como si jamás existió, por que si no es por él Creed, tampoco existe. Una lamentable decisión en la que no entiendo como los involucrados en el film estuvieron todos de acuerdo. Creed puede volar solo, pero se debe tener en cuenta de donde viene, no borrar.

Una película entretenida con buena historia y desarrollo, combates bien realizados, buenas actuaciones, buena banda sonora pero con exceso de metraje, y el hecho de obviar a Rocky un gran error imperdonable.

⬤⬤⬤◖ (7/10)