1864 (Miniserie de TV)

Empecé a verla fiado de ls buenas críticas que tenía:gran superproducción danesa con todos los parabienes posibles. Ya desde el primer capítulo se sufre la decepción. El argumento está forzado desde el principio al fin, poco creible, previsible y a ratos grotesco.Pretende ser un relato épico pero se queda en telenovela vulgar. Solo se salva la banda sonora y la puesta en escena donde no se ha reparado en gastos, por ello las escenas bélicas -aunque siempre lastradas por el argumento desquiciado-son lo único salvable de la serie.Termininé de verla para estar seguro de que el equivocado no era yo, y se confirmó su flojedad hasta el último fotograma. Resumen: aburrimiento gradilocuente.

Serie épica sobre la historia de Dinamarca y su pasado más reciente. Bien ambientada, buena fotografía y actrices y actores que se acaban haciendo querer. Ocho capítulos que dejan un buen sabor de boca, sin grandes pretensiones pero que, por eso mismo, se vuelve cercana y familiar. Una buena manera de pasar el rato para sumergirse en la historia y tomar conciencia de lo difícil que ha sido llegar hasta nuestra frágil, acomodada y difícil Europa.

La serie aborda, desde el relato narrado en la lectura de un antiguo diario, elementos de temática diversa: el amor, la amistad, las relaciones fraternales y paterno-filiales, los abusivos privilegios de clases... pero por encima de todo, -y en ello reside el valor de esta miniserie-, me ha parecido uno de los mejores retratos antibelicistas jamás filmado sobre el absurdo de la guerra.

De como una delirante combinación de políticos mesiánicos iluminados, élites de poder interesadas y locos descerebrados inexplicablemente colocados al mando de miles hombres inocentes, los lanzan a la muerte y a matar en nombre de algo que ni siquiera entienden, como si de fichas de un juego de mesa se tratara. Una espiral de maldad e incompetencia que resultaría del todo inverosímil, si no fuera porque se basa en hechos reales.

Hay que aplaudir la valiente y honesta manera danesa de acometer y revisar, reubicando a cada cual en su lugar, uno de los episodios más traumáticos de su historia. En la antítesis de todos los folletines patrióticos que nos han vendido tradicionalmente otras televisiones.

Merece mucho la pena.

Por último, apuntar que su visionado permite ver de nuevo a Pilou Asbæk en un papel de villano mucho más odioso si cabe que el Euron Greyjoy de Juego de Tronos.

Pasa con frecuencia en las series, que, por alargarlas, al final acaban cagándola, con perdón. Pienso que en seis episodios la cosa hubiera quedado redonda, porque los primeros son espléndidos. Pero a base de meter subtramas, algunas extrañas como la del visionario curalotodo, se pierde el hilo principal de la tragedia de la segunda guerra de los condados, donde Dinamarca, arrastrada, como casi siempre, por políticos ineptos, va a la tragedia. La otra trama la de los dos hermanos enamorados de la misma mujer da tantos rodeos a partir del episodio sexto, que se pierde el interés.
Una vez más: hay guionistas y directores capaces de un buen planteamiento pero no consiguen mantener el nivel del principio.
Una pena porque es una superproducción que no ha ahorrado medios.
Otra cosa. Viendo esta serie parece que en aquella guerra murió hasta el apuntador. Según Wiki, que de algún sitio lo habrá sacado, los muertos daneses no llegaron a dos mil. Con uno bastaría, pero, vamos, que no era una gran guerra. Dinamarca, un país con no muchos habitantes, parece que ha querido aquí engrandecer la cosa, En la Primera Guerra Mundial fueron neutrales y en la segunda, invadido por los nazis, fueron liberados por los ingleses.

Producción danesa ambientada en el año de su título (aunque contenga unos "flashforwards" en nuestra época que en mi opinión sobran y que rebajan una nota que de otro modo sería de 9 o de 10), durante los años previos a la unificación de Alemania tras la guerra francoprusiana de 1870. En 1864 tuvo lugar la "Segunda Guerra de los Ducados" entre Dinamarca y la Confederación Germánica dirigida por la cada vez más poderosa Prusia tras la anexión de los ducados de Schleswig y Holstein, territorios que venían causando constantes litigios entre Dinamarca y los Estados alemanes del norte por su posesión y que terminó con una contundente victoria germana (con la colaboración de Austria).

La serie narra con total dureza y realismo los principales episodios bélicos de esa guerra en el marco de un melodrama romántico entre dos jóvenes hermanos de baja extracción social, y la joven y rebelde hija del administrador de la finca de un terrateniente cuyo hijo, obligado oficial del ejército pero que no se distingue por su valor, también está enamorado de la moza. Pero además, la serie nos muestra el daño que el nacionalismo exacerbado e irracional puede hacer en una sociedad llevándola casi al suicidio. Es por eso que el espíritu de la serie es antinacionalista y antibelicista, y por si quedaba alguna duda solo hay que escuchar el discurso final de uno de los protagonistas.

Muy buena serie pero muy desconocida.