Adiós

Película de acción con ingredientes tópicos: Mario Casas, 3000 viviendas, droga, sangre, clanes, policía corrupta y venganza. Sería como cualquier otro thriller policíaco salvo por los detalles. Es una película que cuida de forma exquisita los detalles: planos, música, tiempos, ambientación, miradas y más. Interpretaciones excelentes y producción elegante.
Muy recomendable.

“Adiós”, la peli con la que Paco Cabezas vuelve a rodar en España y que protagoniza Mario Casas, es la prueba fehaciente de que en España ya se pueden rodar películas de todo tipo y género sin tener el típico miedo/rubor de fallar de cara al público al compararla con cinematografías de otras partes del mundo.
La historia de un padre buscando venganza por la muerte de un hijo es tan arquetípica y la hemos visto ya en tantas ocasiones en el cine de otros países, que trasladar la acción a Andalucía, y más concretamente al barrio sevillano de las 3000 viviendas, le da un punto de originalidad que le hace ganar enteros. De esa forma, partiendo de la cercanía de lo local y concreto, consiguen acabar hablando de emociones universales, de una forma que es mucho más fácil de asimilar por el público medio, pues lo hace desde la perspectiva del cine de género en su vertiente más Hollywoodiense.
Si encima sumamos a ello el trabajo actoral donde prácticamente todo el reparto está bien, y reconoces entre ellos a compañeros y amigos, pues el placer es doble. Gracias Vicente Romero, Mariola Fuentes, Salva Reina, Carlos Bardem, Sebastián Haro, y al resto de actores y actrices. Todos estáis enormes y me habéis hecho pasar un buen rato. Ah, y la peli funciona. Al menos en mi proyección la sala estaba llena, y la gente salía encantada. Yo al menos escuché a varios decir que les había gustado mucho.

Ya lo ha dicho aquí alguien y lo he comentado de otras pelis españolas recientes: no me entero de lo que dicen, y eso que la oigo con auriculares. ¿Tan difícil es la toma de sonido después de casi un siglo de cine sonoro?
Guión: deslavazado, con giros inverosímiles.
El fondo: las tres mil viviendas famosas de Sevilla. Si ya tienen mala fama aquí se acentúa, exagerándola.
Los actores: a Natalia Molina es a una a las que no se le oye bien. Mario Casas mejor que en otras ocasiones, se ve que está aprendiendo.
Mona Martínez muy bien, quizá por su mayor sobriedad.
Principales defectos: la exageración, un dramatismo que suena a falso, lentitud en algunas escenas (cuando se oye una canción, por ejemplo), no hay ritmo.
Otra cosa: es verosímil de vez en cuando se oigan unos tacos, pero no casi continuamente.
Y una música casi continua, ensordecerá, un acaba molestando.

Típica película de venganza, esta vez ambientada en las 3000 viviendas de Sevilla. Un ex-convicto (Mario Casas) perteneciente a un clan venido a menos, sufre un accidente en el que fallece su hija y en que los culpables se dan a la fuga. A partir de aquí comienza a investigar por su cuenta ayudado por su familia y por una inspectora de policía, enfrentándose a los clanes rivales que dirigen el tráfico de drogas. El problema viene cuando llevas una hora viendo la película y te das cuenta que no te has enterado ni del 75% de lo que dicen. Muchas cosas las intuyes, otras las sacas del contexto, pero vamos, enterarte de poquito. Cuando llevas una hora y media como que pasas y ya la última media hora ves los santos pasar. Evidentemente mejor con subtítulos desde el principio. La película normalita, tiene buenos momentos y la ambientación no es mala, pero vamos, estar leyendo la película como que no apetece. Mario en su linea, plano y sin alma todo el largo, tirando de él Ruth Díaz en el papel de inspectora, la mejor interpretación de largo de todo el film. Le plantó un 4 y va de sobra, porque al final la ves por inercia y dicho esto me voy a ver perros callejeros que la voy a disfrutar más.

Adiós no presenta demasiadas novedades ni es ninguna maravilla u obra maestra.
Quizás lo mejor es el retrato de los bajos fondos de Sevilla, algo en lo que Paco Cabezas es un experto, y su realización también es más que destacable. No es casualidad que el sevillano haya trabajado en Estados Unidos en un montón de series e incluso haya rodado una película con Nicolas Cage. Tiene un estilo muy internacional, muy visual, de colores cálidos, de montaje rápido y casi de película de acción. Además, ha tenido el buen ojo de escoger a Natalia de Molina, que pocas veces está mal o equivocada en su instinto como actriz.
El problema de la película es que está bien, sin más. Es correcta, pero no es notable en nada, excepto lo ya mencionado. Historias sobre delincuentes que desean alejarse de los mundos turbios y tener una oportunidad para cambiar de vida hay muchas, y por supuesto la gracia está en que algunos personajes indeseables no quieren dejar al pobre protagonista mejorar y subir de nivel como persona. Mario Casas es un buen intérprete, pese a lo que se ha dicho de él durante años, y lo ha demostrado de sobra, pero es verdad que tiene un problema de dicción que a veces dificulta entender lo que está diciendo, y lo mismo se puede decir de muchos otros intérpretes que aparecen en la película, acentos aparte...

Lo mejor: Su aire internacional y la dirección de Paco Cabezas
Lo peor: Es aceptable y ya está