Viaje al centro de la Tierra

Acabo de perder con esta película una hora y media de mi vida que no volveré a recuperar, cuando podía haber estado haciendo algo más constructivo e interesante, como, por ejemplo, contar palillos o verme crecer el pelo. Personalmente, incluso para un domingo de lluvia, antes recomiendo la teletienda presentada por Chuck Norris.

Pues eso. Si Julio Verne levantara la cabeza.... Bueno, igual se quedaba con la boca abierta por los efectos especiales, pero en estos tiempos, si hacen mal eso es para matarlos encima......!!!
A ver.......estoy buscando la palabra adecuada......ya la tengo;
NEFASTA.
No hay por donde cogerla. Diálogos estúpidos, sin gracia o inexistentes. O las tras cosas juntas. Si, ya se que es una peli de aventuras y el guión puede parecer secundario, pero esta "cosa" es un ejemplo de que esa teoría es erronea.
No se salva nadie, no hay ninguna química, no oyes más que sandeces facilonas y bromas gruesas y estúpidas.
Si, ya se lo que va a decir alguno; que para una peli para pasar el rato y desconectar un domingo por la tarde está bien. No vale. Ni para esto.
Prescindible

-Sin duda alguna este ha sido el verano con más superestrenos que he visto jamás. El género de aventuras ha estado muy bien servido con la cuarta parte de Indiana Jones y con la fallida e innecesaria tercera de 'La momia'. 'Viaje al centro de la Tierra' es el tercer blockbuster de aventuras veraniego, ya entradito en el otoño y coinicidendo con el final de las vacaciones. Es un placer volver al cine para contemplar otra cinta de aventuras con muy poquitas pretensiones en este caso salvo la de brindar un sólido entretenimiento para todas las edades y destinado a un público familiar. Hace solo un par de horas que fui a verla y aún siento la vibrante aventura. El frenetismo no cesa ni un solo segundo y el filme se hace entretenido y no da pie para el aburrimiento en ningún momento. Si bien la trama está repleta de inverosimilidades por doquier, la acción y la aventura consiguen despegar al instante y no te dan tiempo a pensar de lo absurdo de la situación. La cinta está repleta de dinamismo en todas sus situaciones, sin cansar y resultando visualmente maravillosa, con gran amplitud y una diversa gama de colores que recrean de manera muy bella el mundo subterráneo, con unos escenaros mayormente creados por ordenador preciosos y singulares.
En cuanto al apartado técnico, los efectos especiales son especialmente notorios aunque visualmente son fascinantes y muy atractivos. La banda sonora es buena y va perfectamente acorde con el espíritu de la aventura y aporta gran enjundia a los personajes. Por otra parte, los personajes se apartan un pelo de los estereotipos y son carismáticos, primando siempre el héroe valeroso y brillante interpretado como de costumbre por Brendan Fraser, con gran simpatía y carisma. El joven de Josh Hustcherson no es el típico niño repelente y estúpido que suele haber siempre y regala algún momento divertido. Anita Briem cumple como compañera de aventuras además de aportar belleza a su personaje.

En definitiva, una excitante y vibrante aventura repleta de acción con pocas pretensiones (no se puede decir lo mismo de los otros dos blockbusters de aventuras veraniegos) y que es un pasatiempos ideal para ver en familia.

En esta enésima revisión de la obra maestra de Julio Verne, Brendan Frasier tiene tanto encanto cómico como el cansino de Pablo Motos acatarrado, Anita Briem es tan guapa como insípida, la trama es casi una parodia de la novela, todos los problemas se resuelven casualmente en el último momento cuando todo parecía perdido, los principios de la Física dejan de tener aplicabilidad, la película tiene dos años pero los efectos digitales estaban obsoletos hace veinte… y sin embargo conserva un algo de esas novelas de Verne en las que la imaginación es la absoluta protagonista y nada es suficientemente descabellado, sin que la inteligencia de nadie se sienta ofendida.

De manera sinérgica, el resultado final es muy superior a la suma de las aportaciones individuales de interpretaciones+dirección+música+guión+efectos especiales y no provoca sonrojo. Se puede dejar tranquilamente al alcance de los niños sin miedo a que se vuelvan gilipollas, a que se llenen de piercings, a que se tiñan el pelo de verde o a que empiecen a decir “que te den” o “chúpamela” solo porque se lo han oído decir a un niñato protagonista que se supone que está en la onda. Y no sólo eso: es casi seguro que les gustará… y ¿por qué no soñar un poco más y pensar que alguno hasta se anime a echar un vistazo al libro (aunque sea la edición con dibujitos)?

La cinta cumple como entretenimiento, agrada desde sus efectos especiales, convence desde el carisma que Brendan Fraser le aporta en el protagónico, agrada desde el sutil toque femenino que brinda la sensualidad de la islandesa Anita Briem, y le da la oportunidad al joven Josh Hutcherson para seguir demostrando que es una promesa del cine que se viene.
Pero todo resulta demasiado simplón, las variantes del guión van muy directo al grano. Tan rápido se presenta el conflicto que no hay prácticamente desarrollo de personajes, además hay demasiadas licencias que le dan un tono exagerado, y ni hablar que el filme tiene mucho tufillo a cinta infantil por la ingenuidad de sus situaciones.
Pero a mi criterio está aprobada en su convencional despliegue, pues es una propuesta que puede que suene a muy poco y que no tenga prácticamente profundidad en sus circunstancias... pero al menos no aburre y no es larga. Por ende es un aceptable pasatiempo familiar que será disfrutado más por lo niños que por los adultos.
El objetivo de entretener se cumple, aún con tantos elementos trillados dentro del género fantástico. Los escenarios están bien conseguidos para crear una atmósfera envolvente, y los demás elementos que lo componen no se destacan pero tampoco hacen el ridículo.
Un producto pasable, que no hace mal a nadie pero que tampoco será recordado por algo más que no sea el de haber hecho pasar un rato ameno al compás de la pirotecnia visual y del desenvolvimiento físico de sus protagonistas.