Viaje al centro de la Tierra

Se agradece mucho el concepto de Viaje al centro de la Tierra. El cine familiar y en concreto el cine de aventuras está muy muerto, y siempre que sale una película así tiene un atractivo que es general para todo el mundo. Ese género en el que la pareja protagonista está a punto de morir y tienen la suficiente sangre fría como para hacer bromas ingeniosas. Con esto no quiero decir que me lo pasara excesivamente bien.

Eric Brevig hace una película débil en general. El potencial era evidente. Es una película que da para dos horas fácilmente y que dura una hora y media y encima se hace pesada. 40 minutos es lo que tardan en llegar al maravilloso mundo de Julio Verne, y para colmo le sobran los estúpidos minutos iniciales donde Brendan Fraser tiene que lidiar con Josh Hutcherson, el cual por supuesto como en toda película del género no está muy de acuerdo con quedarse con otro familiar una temporada. Esto pronto se olvida (lo cual hace más estúpido e innecesario lo del principio) y el propio chavala acaba siendo parte importante de la película y no un niñato caprichoso que no para de quejarse.

Brendan Fraser está bien en una especie de segunda juventud antes de echarse definitivamente a perder. La edad no perdona, y aunque el físico no va muy bien lo que importa es que su sentido del humor está igual. Brendan Fraser es una de mis debilidades y en esta película recuerda muchas veces a los mejores de sus personajes. Lo que no casa tan bien es Anita Briem como fémina que acaba cayendo rendida a sus pies.

Lo peor de la película es que es una de esas ideadas desde los efectos especiales. Eric Brevig debió ponerse a toquetear los botones del 3D y decidió hacer una película con ello. No sé como se verá en 3D, imagino que bastante bien porque si no... no soy capaz de explicar semejante dolor visual en la peli sin 3D. Hacía tiempo que no veía unos efectos especiales que quedaban tan mal y tan superpuestos. Cada vez que leo a alguien decir que tiene unos buenos efectos sólo puedo pensar en que la vieron en 3D y ahí la cosa gana enteros.

Una película que es buena por género en sí, gracias a la nostalgia que nos produce más que otra cosa. Friamente, no hay nada que merezca la pena.

Entretenida cinta con un presupuesto muy limitado para sus aspiraciones visuales, con unos efectos digitales tirando a malos y una dirección y guion muy precarios dentro del tono infantil y de aventura para toda la familia que plantean.

Aún con eso se puede ver y los más pequeños le perdonarán los fallos, su punto fuerte está en los actores, Brendan Fraser, Josh Hutcherson y Anita Briem, que hacen buenos trabajos pese a hacer gran parte de ellos en un croma verde o que les den chistes malillos.

Más que una adaptación de Verne es un homenaje a su obra con una pequeña vuelta de tuerca infantil, que con suerte abrirá el camino a que algunos niños a que se interesen por otras adaptaciones mejores o la obra literaria.

Allá va mi crítica. Es desorganizada y se basa en un visionado del film en 3D, así que quedan avisados.

-No me he emocionado ni un maldito momento viendo la película. Y es que todo el 3D del mundo no puede ocultar una narración mediocre, una dirección poco inspirada o interpretaciones poco brillantes. El relieve tiene que usarse orgánicamente, no convertirse en el centro alrededor del que orbita el largometraje. La gente se dejará de soprender conforme se hagan más películas en este formato si únicamente se usa como un mero gadget.

-El 3D provoca cansancio ocular (salí del cine con la sensación de que mis ojos se iban a salir de las órbitas, aunque tal vez fuera el único) y resulta imperfecto. Llámenme cabrón exigente, pero quiero un cine en relieve perfecto. Un cine en relieve sin gafas ni imágenes ligeramente desdibujadas debido a la tridimensionalidad. Además: la imagen se ve ligeramente oscura (al menos en un visionado Dolby 3D). Por otro lado, ver a toda una sala llena de espectadores con gafas me hace pensar en el cine de los 50 y las famosas gafas anaglifas. ¿Estamos volviendo al pasado?

-El film no se diferencia en demasía de los mediometrajes estereoscópicos producidos por la cadena IMAX: dinosaurios, volcanes...

-La película es infantil en el mal sentido: hueca, llena de diálogos risible, repleta de caídas y golpes...

-La concepción tridimensional del film lo esclaviza y lo limita. Traducción: su visionado en cine corriente o DVD carece de sentido. ¿Qué gracia tiene ver las cosas saltando hacia tí si no parecen salirse de la pantalla? NINGUNA. Sin embargo, los momentos tridimensionalmente más logrados son los que se han filmado como en una película normal. Verbigracia: Brendan Fraser y su sobrino charlando junto un coche bajo la luz del sol.

-Los FX digitales (de un nivel no muy brillante -es más: huelen a infografía al kilómetro-) se ven aún más falsos en relieve.

-La historia es un pastiche spielbergiano (un poco de Indy 2 por aquí, otro poco de "Jurassic Park" por allí) con resultados parecidos (en cuanto a realismo) a "Spy Kids 3D".

-En fin. Continuará. A ver que hace James Cameron con el cine en 3D en "Avatar"...

Viaje al centro de la Tierra es una película bastante decente y entretenida para pasar un rato agradable en compañía. Aunque no creo que opine lo mismo si no hubiera tenido la suerte de verla en 3D. Me explico: La película tiene un guión bastante flojo y sus efectos especiales, personalmente, no los encontré nada del otro mundo y en ciertos momentos los vi bastante malos. Lo que ocurre es que son detalles que se le restan importancia sólo por el simple hecho de ver el film en 3 dimensiones.
Es una película de aventuras aceptable pese a tener unos efectos especiales que dejan bastante que desear al igual que una historia un tanto convencional aunque no sé si la llegaría a aprovar si no la hubiera llegado a ver en 3D.

Mentiría si digo que no me ha sorprendido, y es que después de ver lo que la Disney le ha hecho a “Alrededor del mundo en 80 Días” uno se sienta temeroso en la sala y se prepara para lo peor, pero el espectáculo de efectos especiales sin ser algo especialmente asombroso supera las expectativas.

A lo que si se le podría sacar más jugo es al guión que está plagado de situaciones infantiles y chistes estúpidos (¿algún día aprenderá Hollywood que los niños no son tontos?). Las secuencias de acción cumplen (aunque no son nada del otro mundo) y la historia aunque predecible está bien narrada.

Para ver una tarde no está nada mal.