El demonio de las armas

De armas tomar y de armas admirar es el pequeño Bart (Dall).
En la escuela ya le requisan una, "Es mi pistola comprada con mi dinero". Ni corto ni perezoso roba otra en una armería. "Me encuentro bien cuando disparo. Me siento algo", se justifica ante el juez.
Un arranque interesante que puede ofrecer luz sobre la importancia y el atractivo de las armas para la sociedad americana.
Pero aquí se queda la cosa porque hace su presentación la bella Annie (Cummins), tiradora al blanco en una atracción de feria.
Enamoramiento rápido de Bart. Demasiado rápido, "Solo algunos hombres saben de qué van las mujeres, los otros son tontos. Y tú eres de estos últimos".
Se acaba el dinero y hay que buscar trabajo. Pero a Annie le gusta la vida fácil, y con sus "Armas de mujer" convence a Bart para iniciar juntos un "Camino de perdición" de robos y atracos: "Bonnie & Clyde".
De feria en feria, porque en otra empezarán a verse acorralados hasta el definitivo "Adiós a las armas".
Una buena película de genuino cine negro, bellamente fotografiada, repleta de ritmo con persecuciones continuas, carreras de coches, asaltos, disparos, controles policiales ... Adrenalina pura.
Vibrantes escenas como la persecución entre las enormes canales de ganado vacuno en el matadero donde dan el golpe.
Excelentes diálogos que muestran la personalidad de esta pareja de ladrones o de la hermana y los buenos amigos de Bart. Algunas perlas como la de una especie de Señorita Rotenmeyer a Annie: "¿Puede decirme porqué lleva pantalones? Mañana la quiero con faldas".
Una pena no aprovechar bien el planteamiento inicial sobre el atractivo de las armas entre los jóvenes y su posible influencia en la delincuencia.
De todas formas una buena cinta que no debe perderse ningún aficionado al cine negro.

Pocas veces un beso ha sido rodado con tanta frescura y belleza.
Pocos planos apuntan, de un modo tan claro, el camino hacia la Nouvelle Vague.
Joya indiscutible.

película de cine negro de la mal denominada serie b, es decir, de bajo presupuesto y rodada en unas pocas semanas, pero que en nada desmerece de otras películas con grandes actores y actrices se llamen Bogart, Robinson, Grahame, Bacall, etc...como decía película de gran calidad narrativa y dirigida con brío, nunca decae la trama que creo que es lo más importante junto con un buen guión para que la película no aburra...
Un guión muy original y unos actores desconocidos que dieron la talla.
Podría muy bien ser el mito de Adán y Eva trasladado a mediados del siglo XX.
El amor no siempre es gozoso. Apta para todos los públicos.

Vista dos veces en mi vida, la primera de ellas cuando tenía unos quince años, pensé esto de ella:

"La mejor película del director, un hombre infravalorado, y hoy olvidado, que sin embargo, fue un excelente director.
Está ágilmente realizada, con vigor y llega a conmover de verdad, debido a que presenta a los personajes de tal forma que te enamoras de ellos, a pesar de no ser un dechado de virtudes precisamente.
Buena fotografía en blanco y negro.
Brillante Peggy Cummins".

La segunda vez, en julio de 2020, la vuelvo a ver por televisión, dado que la emiten en una cadena privada donde por lo que veo proyectan a la semana dos o tres pelis clásicas, siempre muy interesantes, aunque por lo general ya vistas por mi, pero algunas de ellas, como esta, hace muchísimos años, por lo que la esta segunda visión casi es una novedad.
La opinión es ahora la misma que entonces, una pequeña joya, dirigida con brío y mucha fuerza dramática por ese gran realizador que fue Joseph H. Lewis, aquí con su mejor obra.
Tiene un ritmo constante, subiendo en intensidad a medida que pasan los minutos y la pareja protagonista se va metiendo en más problemas, sobre todo a causa del personaje de Annie, una mujer que turba el pensamiento y razón al protagonista.
Sus escenas dentro del coche, cada vez que huyen a gran velocidad son trepidantes y también son excelentes los momentos finales, con el dúo adentrándose en el bosque huyendo de la policía.
Un gran trabajo, pequeña obra maestra de la serie B, muchísimo mejor que la mayoría de series A del cine negro.
Recomendable cien por cien.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/

Tenemos aquí un filme noir con algunos de los clásicos elementos del género:
-Protagonistas con un pasado marcado por conflictos, carencias afectivas y ciertas fijaciones un tanto malsanas, como por ejemplo una obsesión desmedida por las armas de fuego.
-El principal rol femenino es el de una femme fatale a la que le importan muy pocas cosas en la vida aparte del dinero y las posesiones materiales. Por supuesto, en una película de esta clase no podía faltar la tipa interesada que sólo se mueve por el aroma de los dólares, de las joyas, de las pieles, del lujo y de todo lo que se pueda comprar y que le haga creer que es alguien por el hecho de poseer cosas. El amor que sienta hacia un hombre irá en función del status, de todos los caprichos y del acelerado tren que él pueda proporcionarle. Obviamente, una chica tan refinada no se rebajará a enamorarse de un pobretón que se conforme con su pobreza. El hombre que caiga a sus pies deberá darle todo lo que ella pida.
-El principal rol masculino es el de un tonto del bote que por amor se deja arrastrar a un infierno de sobresaltos, robos, crímenes y la huida más allá de los márgenes de la ley. Un muchacho que, pese a su pasión por las armas, nunca ha disparado a una persona y que sólo mató a un animal siendo niño, cosa que lamentó amargamente y que no volvería a hacer. Él, pacífico por naturaleza, se ve metido en un camino de perdición que conduce hacia muchas salidas pintadas de fatalidad, y casi ninguna en la que se aprecien buenos augurios para una pareja perseguida por el sello de la delincuencia y de la muerte.
Un hombre y una mujer cuyo único aspecto en común es su gran habilidad para disparar, rasgo que los atrae y los une... Atándolos con alambre de espinos. Porque ella no se conforma con ser una don nadie sin blanca, y él la complacerá a la desesperada, a costa de sí mismo. Y con ello lo único que consiguen es ser un matrimonio de perdedores sin blanca que dan tumbos por todas partes, perseguidos por la justicia.
La tópica imagen de la mujer "sólo-te-querré-si-tienes-o-consigues-pasta", la del hombre "pierdo-el-culo-por-una-monada-aunque-me-arrastre-por-el-fango", y tópico argumento sobre la ambición y la codicia sin medida, y la caída en una situación sadomasoquista y destructiva cuya compensación es el revolcón de agradecimiento cuando han conseguido un botín sustancioso, o algún romántico baile en una verbena en uno de esos momentos en los que se tiene la ilusión de ser una pareja como otra cualquiera.