Retorno al pasado

Una de esa películas totalmente perfectas, donde nada falta ni nada sobra, con unos diálogos magistrales y inolvidables, un clásico entre los clásicos, con los típicos ingredientes del cine negro, la mujer fatal(insuperableJane Greer) el tipo duro, pero tierno (magnifico Robert Mitchum) y el malvado genial que se come la pantalla(soberbio Kirk Douglas) en esta película el señor Tourneur ha conseguido lo mejor de su cine y de una novela mas bien normalita en la que se basa ha conseguido crear una obra maestra y inmortal, como el paradigma de el cine negro clásico con sus dudas morales sus intrigas y su ritmo endiablado, en una palabra inolvidable film.

Que puede que no sea coincidente con el tuyo, pero si no la has visto es altamente recomendable.
Aquí los patrones del género están delimitados, y se siguen al pie de la letra: protagonista de vuelta de todo o retirado - es el caso-, recuerdo/situación que arrastra por una traición/desengaño, rivalidad con ser rastrero/peligroso, intento de resolver cuentas con el pasado, mujer/amorío de por medio, etcétera.
Lo anterior no es óbice para loar Retorno al pasado por lo mucho que tiene de bueno, en especial las interpretaciones de los protagonistas y la ambientación de la historia.
Lo mejor: Mitchum, que logra como nadie ser bueno en un plano y aterrador al siguiente. Douglas tampoco lo hace nada mal, y su rol será imitado hasta la saciedad en películas posteriores (el de jefe gangster que juega con frialdad con las vidas y sentimientos de los demás, incluido a los que quiere).
Lo peor: Haberla visto después de ver Una historia de violencia de Cronenberg... una cierta deuda tiene el muchacho, creo yo.

Hay mucho que sacar de esta película, a medida en que se vea por segunda o por tercera vez o cuarta vez.

Los diálogos, por ejemplo, son muy ingeniosos y certeros, bien incorporados a la trama y el ambiente. Aquí transcribo algunos que, incluso "en frío", suenan a descubrimientos:

"¿Cuántas tonterías puede uno hacer? Yo lo estaba averiguando".
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- "Es gracioso que trabajes en esto"
- "Oh sí, el chico y yo nos reímos todo el tiempo".
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- "No me ofendo desde hace diez años".
- "¿Y cómo lo has logrado?"
- "Tengo dinero".
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"¿Le gusta dejar sus huellas en el hombro de una dama?"
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- "Para ser un hombre que pasa por listo, es usted un idiota".
- "Quizás así sea listo, siendo idiota".
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"Ya se vengó. Ahora quédese quieto".
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- "Lindos zapatos, muy bonitos. ¿Son caros?"
- "Sí, los compré aquí. A ver si con éstos no me oye".
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- "No pregunta usted de dónde vengo".
- "Me interesa adónde irá".
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"Nunca averigüé nada oyéndome a mí mismo".
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- "¿Por qué es tan difícil de complacer?"
- "Lléveme adonde pueda decírselo".
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- "Lo odio, lamento que no muriera".
- "Ya moriré. No hay prisa".
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- "Me alegro de que no le tengas miedo".
- "He tenido miedo de la mitad de lo que he hecho en mi vida".
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"Si deja de conversar, tal vez vayamos al grano".
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"Mire, me iba bien sin este trabajo. Comí, crecí y me puse fuerte".

Cine negro, chica perversa, un par de machotes de limitada astucia y una historia liadamente narrada por Tourneur, quien probablemente se inspiró en la joya de la corona del cine negro de la época: “Perdición” de Billy Wilder, rodada tres años antes. No puedo dejar de pensar que así fue y por eso “Retorno al pasado” pierde cierto mérito. Ya no sólo por la similitud de los guiones sino también por la inerte interpretación de Mitchum, la insuficiente participación de Douglas en la trama y la recarga de tópicos: dos arpías morenas, una rubia angelical.

Donde Barbara Stanwyck fue en “Perdición”, es en “Retorno al pasado” Jane Greer, Lana Turner en “El cartero…” y poco más tarde Gloria Grahame en “Deseos Humanos”. Reconozcamos al menos que la historia está trillada.

Anda qué… de mala pécora tendrá un rato la Greer pero si Robert Mitchum o Kirk Douglas son un par de santos varones yo me río hasta el hartazgo.

Al fin y al cabo lo que hace ella y muy bien es desembarazarse de este par de armarios empotrados aprovechando sus propios errores, pasos mal calculados y meteduras de pata constantes. Lo de sus encantos femeninos es sólo una excusa... la eterna canción, el diablo vestido de mujer. ¿Dónde ha quedado la sensatez de Mitchum, su mente fría tan impávido como es? Me río yo de su profesionalidad.

Si ante Jane Greer a Robert se le nublan las entendederas será porque ni es tan listo como se dice, ni Kirk Douglas tan indiferente a sus pasiones como también se cree cuando declara que sus sentimientos están olvidados a saber dónde.

Queda claro que desde el principio de esta historia más vista que el tebeo Mitchum se busca problemas que no esquiva por pura torpeza. El encargo de Douglas, su cometido en esta persecución está d-e-l-e-t-r-e-a-d-o. No lo cumple. De que no controle sus instintos y “bajas pasiones” es él el único responsable.

No es Greer quien engaña. Es Roble Mitchum quien se traiciona a sí mismo, a su novia santurrona y al jefe que le da de comer y de paso paga generosamente unas vacaciones en Acapulco.

Final precipitado y mal resuelto, por la parte que le toca a Greer. Lo que en realidad se merece esta mujer es una ovación.
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- “No sabía que eras tan pequeña”
- “Soy más alta que Napoleón”.

Y más lista también.

ALFIE, GRACIAS NIÑOOOO !

Cine negro en esencia, al menos teniendo en cuenta los comentarios generales. Para mí es así porque cuando una situación dada es liosa y parece que el enredo toque techo, entonces surge algo o alguien que cambia el sentido de la trama y todo se complica más. Siempre hay tiempo para una vuelta de tuerca más, Tourner me lo ha hecho ver, gracias a muchas cosas pero sobre todo al personaje de esa mujer mala, malísima, tan justamente denominada mujer fatal. Otra cosa es que tanto lío guste y que el entretenimiento a base de matones alrededor de Mitchum, y sobre todo pasados sesenta años, mantenga el interés.

Yo opino que "Retorno al pasado" tiene suficientes elementos como para aprobar con nota, cuando el cine entretiene sin chapuzas se merece toda mi consideración, y además de un Mitchum sin fisuras (salvo en el flashback del principio, amigo, ahí te engaña bien esa mujer, como lo haría conmigo) los diálogos son muy dignos y pese a que la muerte, la traición y la mala leche se respira en la atmósfera no hay estruendos violentos: son muertes silenciosas (ahora me he gustado a mí mismo) tan propias de intrigas de este tipo.