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Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8 de febrero de 2025
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No sé si Mizoguchi tenía claro que siendo su primera película sonora tenía que dar un golpe (bien ruidoso) en la mesa para que quedan claras sus líneas de pensamiento y a modo de presentación sin complejos. Sí, su primera película sonora, pero sabía lo que se hacía, no era precisamente un desconocido. Había dado muchos palos en el cine mudo, Mizoguchi era un trabajador más y hacer películas era su oficio. No obstante llega al sonoro y tiene ganas de marcha, está rodeado de hipocresía y de falsedad, probablemente ama a su país como el que más. Pero no le cuadran las injusticias, tiene ganas de explicarlo y le planta en la cara al mundo "Elegía de Naniwa", con una historia eficaz para sus objetivos de denuncia.
¿Hace falta hablar del sentido del deber y deuda de la sociedad japonesa?; cada uno es como es, no puedo afirmar lo que sucede en la actualidad, pero en 1936 era tal cual, el honor por pertenecer a una familia, la relación que se establece con el trabajo más allá de lo meramente contractual y la cara dura de muchos japoneses que usaban esa ética en beneficio propio. Nuestra protagonista reconoce al final estar manchada, tiene una enfermedad que ya no se curará nunca: es una delincuente.
La usaron y la tiraron. La menospreciaron sin complejos, la acusaron y la rechazaron. Imagino a esa joven sin tener a dónde ir y sin más alternativa que dedicarse al oficio de las geishas. Para ella la familia y el trabajo dejaron de existir. Una persona que, tal cual, está obligada a hacer lo que hace, y luego es pisoteada. Maltratada con tal crueldad y con una intensidad trágica que pocas veces se ve en el cine. Y Mizoguchi lo hizo alzando la voz, en cine sonoro por fin, en la primera oportunidad que pudo. Un maestro.
¿Hace falta hablar del sentido del deber y deuda de la sociedad japonesa?; cada uno es como es, no puedo afirmar lo que sucede en la actualidad, pero en 1936 era tal cual, el honor por pertenecer a una familia, la relación que se establece con el trabajo más allá de lo meramente contractual y la cara dura de muchos japoneses que usaban esa ética en beneficio propio. Nuestra protagonista reconoce al final estar manchada, tiene una enfermedad que ya no se curará nunca: es una delincuente.
La usaron y la tiraron. La menospreciaron sin complejos, la acusaron y la rechazaron. Imagino a esa joven sin tener a dónde ir y sin más alternativa que dedicarse al oficio de las geishas. Para ella la familia y el trabajo dejaron de existir. Una persona que, tal cual, está obligada a hacer lo que hace, y luego es pisoteada. Maltratada con tal crueldad y con una intensidad trágica que pocas veces se ve en el cine. Y Mizoguchi lo hizo alzando la voz, en cine sonoro por fin, en la primera oportunidad que pudo. Un maestro.
8 de febrero de 2025
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No es mala idea acercarse a ver una película que no se encontrará ni entre las diez más recordadas de Lumet, que tiene una filmografía inmensa en la que hay de todo. Sigue siendo Lumet, máximo respeto. Ver "Un lugar en ninguna parte" a día de hoy es cuanto menos raro, porque la capacidad de rastreo a la que ha llegado el ser humano actualmente con la tecnología al servicio de las autoridades es inmenso. Hoy día hasta un horno tiene cámaras y wifi, estamos fichados y nuestros más mínimos movimientos son información al alcance de los que tienen el poder. Dicho esto, la familia protagonista cambia de rumbo cuando lo necesita, cuando sienten que están a punto de cazarlos, porque el FBI los busca, nada menos que desde hace quince años. Cuesta creer que pudieran hacerlo, pero nos lo creeremos. Hoy, te cazan en cuestión de minutos.
Lumet obvia la ideología, apenas vamos a encontrar unas pinceladas de la línea de pensamiento que rigen sus mentes, lo cual a según quién no les va a importar, además que es una cuestión tal cual, obvia. Digamos que Costa-Gavras se arrancaría los ojos, porque para algunos lo más importante es la conciencia. Pero vaya, que no está mal, a Lumet le interesa el drama familiar y no que sean comunistas, troskistas o seguidores de Mao. Y dentro de lo que es el drama familiar, tal cual, sí gana su espacio y sabe hacer las cosas. Para la mente de un joven que quiere ir a la universidad y meterle mano a su novia no hay sitio para el Capital ni Karl Marx. Así pues lo inmediato, lo palpable es lo que cuenta.
No puedo acabar sin hacer mención a la entrevista maravillosa que tiene lugar entre la madre de la familia y su propio padre, el abuelo del chaval al que va a solicitar ayuda. Todos lloran. Y no me extraña, me los creo, me creo su dolor y su drama. Ser padre y que te decepcione tu hija adulta no impide que recuerdes que fue también la niña más bonita que vieron tus ojos. Y es triste y lloras. Todos lloran y me los creo.
Lumet obvia la ideología, apenas vamos a encontrar unas pinceladas de la línea de pensamiento que rigen sus mentes, lo cual a según quién no les va a importar, además que es una cuestión tal cual, obvia. Digamos que Costa-Gavras se arrancaría los ojos, porque para algunos lo más importante es la conciencia. Pero vaya, que no está mal, a Lumet le interesa el drama familiar y no que sean comunistas, troskistas o seguidores de Mao. Y dentro de lo que es el drama familiar, tal cual, sí gana su espacio y sabe hacer las cosas. Para la mente de un joven que quiere ir a la universidad y meterle mano a su novia no hay sitio para el Capital ni Karl Marx. Así pues lo inmediato, lo palpable es lo que cuenta.
No puedo acabar sin hacer mención a la entrevista maravillosa que tiene lugar entre la madre de la familia y su propio padre, el abuelo del chaval al que va a solicitar ayuda. Todos lloran. Y no me extraña, me los creo, me creo su dolor y su drama. Ser padre y que te decepcione tu hija adulta no impide que recuerdes que fue también la niña más bonita que vieron tus ojos. Y es triste y lloras. Todos lloran y me los creo.
8 de febrero de 2025
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No sé por dónde empezar a teclear mi decepción, que no tiene nada que ver con la música fuera de la película y no tiene nada que ver con la ciudad de Granada. El problema es saber diferenciar lo que son los gustos de cada uno más allá del cine, en la vida real y metafísica que nos toca vivir, y luego encontrarte con algo tan aburrido como "Segundo premio", tan mal hecho que sospecho que se manejó ese estilo feísta a conciencia, con toda la pedantería que destila un estilo de brazos bajados y que nos aplaudan porque mola ser un dejado. La vida real sería así para esta gente, que fuera de la película me caen bien, pero su historia, contada así, es una tortura. Me lo monto mejor yo con mis colegas desde hace treinta años...
Dicho lo cual no voy a añadir nada más. Es una decepción porque su interés se diluye con un aburrimiento supino. Es como si a mí me tuvieran que gustar todas las películas sobre el ajedrez (por poner un ejemplo): no todas, de las cuatro que hay, son buenas. ¿Te gustan Los Planetas?; ¿te gusta Granada?; a esas dos preguntas podemos tener una masa gigante de público entregado, pero la película no ha de ser buena porque sí... Es más, pienso que la película es una castaña. Y eso que a mí el metacine y los toques surrealistas me encantan, lo onírico y lo oscuro... Bah, lo dejo, entretenimiento escaso y desinterés creciente...
Dicho lo cual no voy a añadir nada más. Es una decepción porque su interés se diluye con un aburrimiento supino. Es como si a mí me tuvieran que gustar todas las películas sobre el ajedrez (por poner un ejemplo): no todas, de las cuatro que hay, son buenas. ¿Te gustan Los Planetas?; ¿te gusta Granada?; a esas dos preguntas podemos tener una masa gigante de público entregado, pero la película no ha de ser buena porque sí... Es más, pienso que la película es una castaña. Y eso que a mí el metacine y los toques surrealistas me encantan, lo onírico y lo oscuro... Bah, lo dejo, entretenimiento escaso y desinterés creciente...
2 de febrero de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por lo que veo los seguidores del género son bastante críticos con esta película noruega. Tengo que decir que dentro de la inmensidad de géneros y subgéneros que contiene el cine, los que aprecian el terror comen aparte, son tan fieles a su filia que se reconocen entre ellos y crean debates que son imposibles de encontrar en otro tipo de cine. No existe esa definición de grupo en los seguidores de la comedia romántica, los musicales o los del cine bélico. Me caen bien y a la vez me producen una inmensa admiración. Ir a Sitges por ejemplo, a ver películas, una detrás de otra, de terror. Yo no llamaré a ese público especial, raritos, frikis o lo que ya sabemos. Que lo hagan otros.
¿Por qué todo esto?; porque creo que a los seguidores no les acabó de gustar "The innocents" y a mí sí. Rotundamente sí. A mí me enganchó y claro, dado que no soy seguidor no puedo decir que lo que he visto me suene de otro largometraje, no puedo distinguir lo novedoso de lo que es influencia. Soy virgen: yo no veo cine de terror porque no me gusta que me pase lo que pasa aquí, que es que me dé mal rollo lo que veo. Dicho lo cual y yendo al meollo, unos niños que tienen poderes y que los usan para hacer el mal o no, (eso está por ver, cuidadito con los spoilers que sí he leído por ahí) generan mal rollo cuando sobre todo, esa es mi opinión, introducimos en la ecuación el autismo severo de una niña protagonista.
Podemos ser necios y decir que en el norte de Europa están todos como una cabra, podemos decir que su cine es lento y tiran poco de diálogo porque esa es su esencia y su idiosincrasia. Lo que sea, tópicos todos los que sean. Yo como neófito no he hecho otra cosa que nyam nyam... Me la comí de principio a fin, me enganchó, lo pasé mal y aquí vine a decirlo.
¿Por qué todo esto?; porque creo que a los seguidores no les acabó de gustar "The innocents" y a mí sí. Rotundamente sí. A mí me enganchó y claro, dado que no soy seguidor no puedo decir que lo que he visto me suene de otro largometraje, no puedo distinguir lo novedoso de lo que es influencia. Soy virgen: yo no veo cine de terror porque no me gusta que me pase lo que pasa aquí, que es que me dé mal rollo lo que veo. Dicho lo cual y yendo al meollo, unos niños que tienen poderes y que los usan para hacer el mal o no, (eso está por ver, cuidadito con los spoilers que sí he leído por ahí) generan mal rollo cuando sobre todo, esa es mi opinión, introducimos en la ecuación el autismo severo de una niña protagonista.
Podemos ser necios y decir que en el norte de Europa están todos como una cabra, podemos decir que su cine es lento y tiran poco de diálogo porque esa es su esencia y su idiosincrasia. Lo que sea, tópicos todos los que sean. Yo como neófito no he hecho otra cosa que nyam nyam... Me la comí de principio a fin, me enganchó, lo pasé mal y aquí vine a decirlo.
1 de febrero de 2025
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Creo que por mucho interés que le pongamos, por muchas ganas y por mucha predisposición gracias a los nombres propios de los actores, esta película es una verdadera castaña. No me extraña que el tiempo la haya enterrado, es muy mala. Para empezar, y casi para acabar, una película que plantea un futuro distópico, con lo que mola algo así en el cine, demanda por parte del espectador un mínimo de información. ¿Ha habido un desastre natural?; ¿es el hombre el causante de esa situación de permanente invierno?; ni una mínima explicación, cero absoluto. ¿Y el cinco?, ¿alguien sabe de qué va ese juego?; el propio título de la película alude al juego y en ningún momento conocemos su funcionamiento. ¿Por qué algo tan lamentable?; es sencillamente un desastre.
Luego está ese filtro de la imagen innecesario, el guion es una locura, ya no es que sea surrealista, es que es malo porque está mal planteado todo, no nos enteramos un carajo y lo que es peor, llegados a la mitad del largometraje ya nos da igual. Verla hasta el final o no poco cambia. Es mala y mala seguirá siendo. Ni pies ni cabeza...
Yo quería homenajear a Paul Newman, escogí mal...
Luego está ese filtro de la imagen innecesario, el guion es una locura, ya no es que sea surrealista, es que es malo porque está mal planteado todo, no nos enteramos un carajo y lo que es peor, llegados a la mitad del largometraje ya nos da igual. Verla hasta el final o no poco cambia. Es mala y mala seguirá siendo. Ni pies ni cabeza...
Yo quería homenajear a Paul Newman, escogí mal...
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