Topkapi

"Topkapi" es una película de robos que soporta muy bien el paso de los años, y esto es muy de alabar debido a que en un robo importa mucho la tecnología empleada en el mismo. Así que una película de los años 60 con esta temática consiga convencer décadas después es para tenerlo en cuenta.
El director Jules Dassin dirigió un film donde un grupo de ladrones deciden viajar a la ciudad de Estambul para robar una de las joyas más valiosas del mundo, que pertenecía a un sultán y consta de cuatro esmeraldas perfectas. Estas personas se valdrán de todos los medios posibles para salvar las dificultades que pone el museo para que desaparezca cualquier objeto.
Debo reconocer que al principio la película no me convenció mucho. Los primeros minutos la noté un poco anticuada y no me incentivaba mucho. Pero conforme va pasa el tiempo fui descubriendo que la trama era muy buena y estaba muy bien planteada, además de que todo el desarrollo del robo engancha y resulta muy actual independientemente de las tecnologías que se usaran.
Grandes actores actores participan en este proyecto que se ha convertido en un clásico del cine. Peter Ustinov es sin lugar a dudas el mejor de todo el reparto, y no es de extrañar que se llevara el Óscar por su trabajo en este film. Pero Maximiliam Schell o Melina Mercouri están también fantásticos en sus papeles; aunque reconozco que ella al principio no me convenció mucho.
La historia engancha, y aunque haya algún momento que flojea de manera puntual, no desmerece en la calidad global que tiene. Un guion bien hilvanado que va evolucionando escena a escena, hasta llegar a un punto en el que un no sabe como va a desarrollarse el robo.
En fin, "Topkapi" es una película que funciona bastante bien y que está soportando perfectamente el paso de los años. Y decir algo así de un film de robos es decir mucho, ya que muchas películas más modernas de la misma temática se han quedado ancladas en el tiempo. Por suerte este no es el caso, y uno disfruta de una buena historia en una ciudad que encandila.

Exponente del cine de robos y atracos con toques de comedia, como dice un usuario, prima hermana de otras de ese estilo que comenzó a despuntar en los sesenta, "Charada", " La pantera rosa", " Cómo robar un millón"..., formaría la piedra angular de un género que en las décadas siguientes proliferaría en abundancia.
Vista hoy, después de cinco décadas, no podemos menos que reconocer que en muchos aspectos ha envejecido mal. Ese toque pop, tan característico de aquellos años y que entonces dotaba de gran simpatía al film, hoy resulta lo más prescindible, al igual que en sus coetáneas y el espectador de hoy, dudo mucho que encuentre humor y aprecie la estética tan limitada a su época.
Pero otra cosa es la intriga, el robo y el guion. En mi opinión sigue generando mucho interés y todo el relato de cómo se organiza la banda, los preparativos del plan y su ejecución, todavía capta la atención del espectador más teniendo en cuenta el papel que juega en este asunto Peter Ustinov, agregado non grato pero necesario.
Películas como ésta, luego hemos visto cientos pero a ésta hay que concederle el honor de ser de las primeras de su género.
Jules Dassin autor de un puñado de obras maestras del cine negro, un género que sí ha envejecido muy bien, abrió camino a la comedia de robos junto con las arriba mencionadas y aunque la parte humorística de esos años resulta un poco pasada de moda, no podemos menos de concederle que es una buena historia, bien contada además.

Interesante guión, excelentes actores, bonitos y exóticos escenarios naturales, comedia, acción, drama, intriga, romance, un poco de todo.

La frase: ¿Te importa que sea ninfómana?... no, es tu cualidad más entrañable…

La escena: La escena en el estadio de las luchas es muy buena, cuenta con mucha psicología, me parece una de las partes mas brillantes del plan.

El momentazo: Ahora sé por qué estás aquí… un pajarito me lo dijo….

La actuación: La actuación de Peter Ustinov es magnífica sobresaliendo entre varios estupendos actores, no en balde le valió el segundo Oscar de su carrera.

Un complejo plan para robar unas valiosísimas joyas nada menos que de Topkapi, el gran museo de Estambul (museo que guarda tesoros de todo tipo como por ejemplo las imposibles y sin embargo auténticas “Cartas de Piri Reis”). El equipo es variopinto con Walter como cerebro (Maximilian Schell), Cedric (Robert Morley) experto en “efectos especiales”, Elizabeth como figura seductora (Melina Mercuri), además de dos forzudos y un contorsionista y por supuesto con el polifacético Arthur (Peter Ustinov). Sin embargo la policía turca les sigue la pista de cerca…

Parte del encanto de la película es que, habiendo sido filmada en 1964 todo lo que vemos es real, escenarios, acrobacias, etc., no hay trucos de ordenador o de edición y eso la hace ver más auténtica, es un tipo de cine que a la gente joven le resultará extraña pero que a los viejos cinéfilos nos gusta mucho.

Uno de los subgéneros que más gustan a la gente es aquel que trata sobre robos de bancos y sobre todo joyas. Los ladrones en este caso suele ser tipos con clase, atractivos, nada violentos y sumamente inteligentes. Vamos que de lo que se trata es de que el espectador se ponga de su lado y vaya con ellos de la mano.

De este estilo hay muchas, pero hay una de los años sesenta que tuvo cierto predicamento y que ha influido a otras actuales décadas después, se trata de “Topkapi”, a mi juicio una muy discreta película del director Jules Dassin que se hace pasable sólo por una media última hora donde esa inolvidable ciudad que es Estambul se hace presente y donde la escena en sí del robo es francamente buena. El resto de la cinta no es que esté mal, es que es odiable, para empezar esa pseudoactriz enchufada de su marido el director, Melina Mercouri, que ni sabe actuar ni es guapa, a pesar de llevar un kilo de maquillaje Margaret Astor. A Maximilian Schell se le ningunea por completo, no sacando nada provechoso de un gran actor como él y la actuación de Ustinov, aún siendo buena, no es de Oscar, pero ya se sabe que esos papeles de bonachón gordinflón en situaciones complicadas siempre tienen buena prensa.


Además tampoco me seduce lo más mínimo como pueden modificar tanto el estilo del estupendo novelista Eric Ambler del que adaptan el guión, mientras en la obra de Ambler, Turquía y Estambul aparecen perfectamente retratadas –se nota que el autor es un experto, años antes ya había escrito esa fabulosa novela negra titulada “La máscara de Dimitrios” que transcurre en la ciudad del Bósforo- en la película no dejan de ser meros escenarios turísticos, peor sobre el tono, mientras el libro es amable pero serio, en el film tiene ese tufillo de comedieta circense que le resta mucho valor. Por no hablar del aire kitsch de toda la cinta que hace que su fotografía se convierta en un suplicio.

Ya digo, ninguna maravilla, en tal caso la única maravilla que aparece es Estambul, y para eso lo más recomendable es hacer un hueco y acercarse por allí, no les defraudará a nadie seguro, en cambio “Topkapi” a muchos.

Años después del mundial éxito de Jules Dassin "Riffifi", este director, exiliado a Europa por la infame "Caza de Brujas" de la época del Hollywood del asqueroso e hipócrita Senador McCarhty, intentó repetir la jugada, saliéndole algo menos bien, pero siempre muy respetable.
Supuso un norme éxito de público y también, aunque menos, de crítica.
El guión es bueno y las interpretaciones excelentes.
Dassin logra una sabia combinación entre espectacularidad, humor, tensión y acción, aunque los críticos dijeran en su día que era algo fría en alguna escena importante.
Viéndola muchos años después de su estreno, a mi me parece una obra agradable, amena y entretenida aunque, en efecto, algo añeja en algunas cosas.
El clímax está, hoy por hoy, bastante superado, "gracias" a los innumerables remakes inconfesos que se han dado a lo largo de los años. Algunos muy estimables, otros más bien chapuceros.
Es importante contemplar, por ejemplo, la grandiosidad de la interpretación de Peter Ustinov, Óscar de Hollywood al mejor actor de reparto, por este papel que, a pesar de que no es el protagonista, sí es sin duda el alma de la historia. Sin su personaje la película carecería de mayor relevancia. Pero él llena (y no precisamente por su voluminosidad) la pantalla. Lo hace con su carisma, personalidad y sabiduría interpretativa.
Por lo demás, es curiosa al poder admirar la belleza de la preciosa ciudad de Estambul, y algunas de sus peculiaridades, como los meercados callejeros de pescado, o el deporte de la lucha.
Todavía conserva mucha parte de su encanto, a pesar de que ha sido, creo sinceramente, superada hoy en día.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2007/02/topkapi-usa-1964-aventuras-grandes_09.html