Killer Joe

Película divertida y cínica. Los actores hacen una interpretación espectacular. Pero le faltan 2 ingredientes para que el "cinismo" se convierta en algo que resulte "agradable": la clase y el toque justo de humor.

Este mismo guión lo coge Guy Ritchie o Quentin Tarantino y podrían hacer un peliculón. Las escenas cínicas resultan un tanto desagradables porque falta "ese toque".

Por eso tengo la sensación de haber visto una peli que, modificando ciertos matices, podría haberme encantado. Pero me voy con la sensación de valorarla como: " un buen intento".

Últimamente a los antaño grandes directores les ha dado por hacer cine serie B (véase Twixt, del en otra época genio Francis Ford Coppola), o eso creía, porque dándole un repaso a la filmografía de Friedkin veo cada truño del que solo se salva El exorcista. Lo que significa que en el caso de este hombre el talento va en descenso, comenzó estupendamente, pero luego se fue a pique en calidad con cada bazofia que rodaba. Aquí tenemos al ahora vaquero (y antes amante de Pe) Matthew, que le ha dado por coger el sombrero tejano y las botas de piel de serpiente, mostrando una imagen que se le da muy bien y que explota en otras películas (véase Bernie, donde hacía de fiscal sureño casi calcado en cuanto a atuendo). Aparece por ahí también Sandman, con esa cara de bobo, bruto, paleto, y encima tejano (que deben ser los número uno en incultura). Luego le vemos las partes pudientes a una tal Juno Temple, que evidentemente no puede tener menos de dieciocho años (y que la hacen pasar por menos), puesto que sino no saldría en pelota picada, cosas de la ley. La película nunca arranca, y sólo es destacable la escena con una pata de pollo frito, que no me decido aún si es genial o patética, en todo caso es un recurso del director por meter algo original entre tanto refrito (valga el juego de palabras). El final te deja cagándote en el director, pues cuando la cosa por fin se ponía buena, salen los títulos de crédito que te cortan el momento culminante. Y entonces es cuando dices: William, me la has metido doblada. Porque esto no es una película, sino un sinsentido donde no entiendes por dónde van a tirar los personajes, ni a dónde te lleva el argumento (si es que existe tal cosa), ni qué pretende el tal Killer Joe (¿es un degenerado, un aprovechado, un romántico, un materialista? ¿O qué?). A lo mejor al director le salió lo que quería hacer, pero tengo la impresión de que iba como improvisando sobre la marcha y perdía el hilo continuamente, razón por la que acabó cortando por lo sano antes de que se le fuera más de las manos el proyecto.

Si votásemos la gratuidad de la violencia y del sexo como artilugio para llamar la atención, estaría claro que este "Killer Joe" merecería un 10. Por lo demás, y desde mi modesta opinión, me parece una película mala mal interpretada (salvo Juno Temple, todos suspendidos). Del hecho de matar una madre para cobrar una cantidad no tan alta con la que pagar una droga que se le ha sido robada, nos encontramos con un policía-sheriff-vaquero-asesino a sueldo que está más salido que el pico de una plancha y una familia bastante desestructurada. No sé qué nos quiere contar el tal Friedkin, ni siquiera (al cabo de un rato de película) sé si me importa. Lo que he visto es un continuo tropel de desnudos, escenas sexuales y violencia gratuitos, sin motivos, para el deleite de aquellos que encuentran esas veleidades Santo Cine.

Friedkin William, vuelve con una comedia dramática negra (pero negra oscura) y violenta. Killer Joe es una adaptación de la obra de teatro del dramaturgo Tracy Letts, quien se ha encargado de adaptar el guión para la película. Friedkin a sus 77 años mantiene intacta esa capacidad de representar a la apatía y la corrupción inherente a todas las configuraciones de sus filmes de mala muerte.
La película cuenta con las interpretaciones de McConaughey, que vuelve a colocarse el sobrero tras " Lone Star", para interpretar un detective de la policía corrupto y sin escrúpulos, personaje muy poco común en la carrera de este actor y que puede significar un cambio de rumbo en su carrera, o no. también aparece Emile Hirsch,( Alpha Dog, Into the wild), un actor que siempre da la talla en todas sus interpretaciones y que da vida a un camello de poca monta que además es el causante de toda la trama de la película. Gina Gershon, que nada mas empezar la película nos coloca su potorro entre ceja y ceja, describiendo de una manera muy visual a su personaje. Gina interpreta una escena de la película de esas que no se olvidan, yo de hecho a los muslos de pollo los miro de otra manera desde entonces, la escena define un poco la película, sucia, desagradable a ratos, donde todos los personajes son repelentes tanto los activos como los pasivos a excepción eso si, de la hermana pequeña que solo sufre las consecuencias de vivir rodeada de esa familia. Un actor que pasa desapercibido es el perro que esta atado justo en la entrada y que el director presta bastante atención cada vez que ladra y a quien ladra.

Puede que "Killer Joe" consiga someter en la América cerrada que tanto triunfa en el cine, con su salvajismo y oscuridad, porque es un relato agresivo con gran pulso que lleva la vida en el hogar al límite, cada personaje cuenta el apuro a su modo en torno al plan de seguros y su beneficiario, una manada de carroñeros de diferentes sub-especies y el profesional, eso sí, el personaje que atrapa en el relato es el de la hermana.

Se toman decisiones a la ligera para ser un asesinato, pero lo importante es la demencia que le imprime al asunto sin excederse en el humor, sabe dibujar al sicario desde que T-Bone no ladra, la película está llena de detalles como los que llegan temprano y los que llegan tarde, son los que ganan y los que pierden, son los que se buscan la vida a su modo, es raro encontrar una película sobre un asesinato premeditado que no caiga en lo habitual.

La señal, la fijación en la menor es el punto que hace que todo el salteado se cierre, una extraña relación que se suma a esos personajes poco estereotipados en el cine, la intriga es un trastorno que mantiene en tensión, es un compromiso con cine que huele a quemado, a pollo frito, a podrido, al infierno de una casa prefabricada en un juego que siempre se complica, problemas que salen y otros que no, la policía ni aparece por casa.

Por encima de todo se destaca que encuentra un pretexto para descender a lo primitivo en una jugada de pizarra que casi se sumerge en lo bizarro: pechuga o pata?... quieres que me ponga tu cara?... una secuencia final de culpabilidad colectiva, la cena más ácida que recuerdo, al borde de la lógica y el surrealismo, Dottie, la señal, Dottie, la hermana, quién tiene el arma?... estoy embarazada!!...