Una especie de familia

Estimable drama de amplia co-producción (nada menos que cinco países: Argentina, Brasil, Polonia, Francia y Alemania), que el Jurado del Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián 2017 ha premiado con el Mejor Guión.
Y sí, tiene su miga, se sigue bien, contiene algunas escenas llenas de tensión como el control de carretera, y Barbara Lennie ofrece una interpretación desgarradora.
Es cierto que tarda un poco en entrar en materia, me refiero a que le cuesta llegar al corazón del espectador. Pero una vez surge el conflicto con toda su fuerza lo hace de forma resolutiva, con intensidad dramática.
Es irregular en su ritmo pero creo que tras su visión final consigue dejar azorado al espectador, obligándole a reflexionar sobre una historia muy dura, y unos hechos y comportamientos sociales donde la corrupción, los sueños de ser madre y los de no serlo, fluyen de forma amena gracias al guión del propio realizador y de María Meira.
No, no es un film redondo, pero contiene momentos bien conseguidos que denotan seriedad, profesionalidad y honestidad a prueba de balas.
Veremos si tiene éxito cuando se estrene en las salas comerciales, pero creo que merece la pena pese a algunos defectos.

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"Malena camina pensante hacia su auto. Una langosta choca contra su hombro, ella sigue caminando. Otra langosta vuelve a chocar, ella se molesta. Mira hacia atrás y empieza a correr. Una invasión de langostas se asoma. Presa del pánico, corre hacia su auto, entra y cierra la puerta. Ve cientos de insectos afuera, inundan el aire, tapan el cielo."
En "Una especie de familia" una pareja que no puede concebir un hijo opta por la adopción de un bebé. El deseo de ser padres los lleva a cruzar el límite de lo legal/ético. Y en Argentina conseguir un bebé no es un imposible...

Diego Lerman no juzga a sus personajes, más bien los presenta como quien muestra sus cartas en la mesa. Malena luce cansada, ajetreada, desbordada y al borde de la demencia (un sólido trabajo de Barbara Lennie). Mariano (Claudio Tolcachir), su esposo, se muestra ambiguo, quizá más reposado, la apoya pero la audacia temeraria de Malena parece excesiva para él.
El Doctor Costas (interpretado por Daniel Aráoz) es afable y no es casualidad que el personaje más carismático del film esté en un negocio ilegal, habla de la imparcialidad de Una especie de familia, de desnudar la problemática mas no atacarla.

El tópico "venta de bebés" suena controvertido hasta que lo vemos de cerca y se lleva a cabo como si fuese un trámite más por hacer en la anses. Una suerte de engranaje compuesto por policías, doctores, orfanatos y gente de pueblo al son de la complicidad y la clandestinidad.

Funciona como un film de la fuerza de la mujer. Una mujer que enfrenta una realidad claramente adversa. En una escena se la ve a Malena al lado de la ruta con el ansiado bebé, para muestra un botón: está sola, no tiene nada y lo tiene todo.

El desierto como alegoría (notable el director de fotografía Wojtek Staron) parece ser una buena carta de invitación para ver Una especie de familia.

Diego Lerman firma ‘Una Especie de Familia’ , la película con la que logra el premio al mejor Guión en la 65 edición del Festival de Cine de San Sebastián.

El film narra el viaje de una mujer, espléndida Barbara Lennie, en el papel de Malena, una médica de buena posición que decide utilizar un vientre de alquiler para lograr un anhelo que se ha convertido en obsesión. Nos sumergimos en un entramado que cuenta con el suficiente vacío legal para permitir toda clase de obstáculos legales y corruptelas. La linea narrativa evoluciona a través de los ojos de Malena, esa mirada intensa, que consigue transmitir toda la gama de emociones que transitan en cada momento. Desde el miedo, la angustia intensa por el peligro no poder cumplir su anhelado deseo, hasta la empatía más absoluta por otra mujer condenada por la pobreza.

Es una huida haca adelante, sin freno, impulsada por el amor, que le hará plantearse los límites de su propia moral, y dónde está dispuesta a llegar, sin traicionarse a sí misma.

La mirada del director trata de acercarnos a los personajes, sin juzgar sus razones, para mostrarnos una realidad social real, sin ofrecer soluciones fáciles o reducionistas. Más que con fines de crítica, de forma más íntima, invita a que el espectador se interpele, qué harías en ese papel.Como en otras ocasiones, la mirada llena de matices de Barbara Lennie, resulta clave para lograr ese nexo.

Como siempre también, las situaciones complejas, no tienen respuestas simples.

A las 19:00 nos mantuvimos en el teatro para volver a la Sección oficial: la argentina Una especie de familia, dramón dirigido por Diego Lerman y protagonizada por la habitual en estas fechas Bárbara Lennie. Malena es una doctora casada de Buenos Aires que desea tener hijo, por lo que consensúa con su marido adoptar. La ma dre es una joven de clase muy humilde que no puede mantener un tercer hijo, y que va a dar a luz a 800 kms al norte. Cuando Malena llega al parto, se adentrará en una tortuosa aventura de tropezones, negativas, desgracias, engaños y, en suma, dolor, y constatando que todo se pondrá en su contra de que pueda hacerse con este niño y ejercer de madre.

Vista en el Festival de Cine de San Sebastián donde gano el premio al mejor guión de María Meira y Diego Lerman, quien también es director y que es responsable de títulos como Tan de repente (2002) o Refugiado (2012).

Protagoniza la ganadora de un Goya por “Magical Girl” Bárbara Lennie nacida en Madrid, pero de padres argentinos que interpreta un papel de una mujer que hará todo lo posible por conseguir un bebe en adopción de una chica que no lo desea. Cuando empiezan a pedirle dinero por un supuesto accidente de coche que ha tenido el marido de la madre, comienza a sospechar de que todo es un montaje, pero aun así continua con un proceso un tanto ilegal que se tornará en pesadilla.

Es una película desconcertante y extraña vista desde los ojos de una protagonista histérica (papel que borda Bárbara Lennie) con ciertas dosis de tensión, que ayuda una buena fotografía del polaco Wojtek Staron que nos introduce en los paisajes de la Argentina más profunda. Rodada en los pueblos de Misiones y Catamarca la película es interesante aunque a veces resulte algo confusa en algunos planteamientos, pero que mantiene la intriga bien hasta el final.
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