El exorcista: Creyente

Típica secuela tardía del siglo XXI, consistente en:

- Engañar al público con cualquier basura en la cual recuperan a uno o varios actores de la película original, los cuales aparecen unos minutos, lo suficiente para cobrar el cheque así como prostituir a sus personajes míticos dando vergüenza ajena décadas después.

- Sudar totalmente de otras secuelas, porque queda mejor venderla como secuela directa. Directa al vertedero.


También es la típica película políticamente correcta del siglo XXI, inclusiva hasta el absurdo para que nadie se ofenda. Lo que en este caso se traduce en:

- Modernizar el exorcismo, porque aquello de un par de curas realizándolo era muy del patriarcado machista intolerable (la película te lo dice literalmente ja ja ja).

- En su lugar lo mejor para llevar a cabo el ritual es un círculo heterogéneo de inclusión social donde nadie se sienta ofendido por razón de raza, sexo o creencias religiosas.

- Nadie sabe cómo hacer el exorcismo, ni qué es, ni para qué, ni por qué, ni nada de nada. Pero allí están todos hablando del tema y actuando según su ignorancia. Eso sí que les ha quedado muy moderno.

- El mismo demonio posee por partida doble porque no busca discriminar por raza. Malvado sí pero de racista no tiene un pelo.


Por mal que pinte todo lo anterior, te aseguro que la película es aún peor de lo que imaginas. La historia no tiene pies ni cabeza, te mezclan espiritualidades de aquí y allá, pócimas de una, humos mágicos de otra, una cruz por allí, un predicador por allá… Un ridículo espantoso. La parte de la madre de Regan está directamente plagiada de la serie de televisión (que es lo único decente que ha salido de este universo, por cierto). Las interpretaciones son vergonzosas. Los diálogos no tienen sentido, no están ni cohesionados entre sí. La posesión como tal es probablemente la más ridícula que he visto nunca, lo que también se aplica al exorcismo. Joder, es que mira que hay película malas de posesiones y exorcismos, pues esta es una de las peores que han pasado por delante de mis ojos, o incluso la peor.

Sobra decir que también es la más deficiente de las secuelas, y eso que las otras eran malas con ganas, pero sí, es incluso peor que la fumada aquella de las langostas del Hereje y también que los engendros surgidos de aquel desastre de las precuelas. Por supuesto es un insulto que utilice la mítica melodía de la original.

Quien ha girado la cabeza 180º he sido yo para comprobar que nadie me cazaba viendo esta puta mierda. Qué vergüenza.

El exorcista, del año 1973, nos entregó una de las mejores películas de terror de la historia, generando como no podía ser de otra manera, una saga de innumerables películas, unas mejores que otras, pero que a fin de cuentas, mantenían la esencia de la saga.

La saga desde los orígenes ha tenido claro que si la película se llama "El exorcista", es porque precisamente debe haber uno, aquí lo hay pero su visionado es más que corto. He de decir que la película es mala, pero no por su principio y su nudo, si no por su desenlace que es un auténtico disparate.

Lo primero que tengo que decir es que para realizar un exorcismo, no es algo que se realice de la noche a la mañana. Hay libros que recomiendo al lector para que sepan realmente lo que ocurre durante uno de ellos. Éstos son "Las 6 puertas del enemigo" del Padre Luzón y "Así se vence al demonio" de José María Zabala, ambos libros los recomiendo para que se pueda observar qué es un exorcismo y como el diablo ataca a la gente.

Aquí el inicio y el nudo de la película me parece que están a un nivel más que correcto. El inicio marca desde el principio que los ritos ancestrales africanos es una de las maneras que tiene "el maligno" de introducirse en nuestra alma y eso creo que el filme lo capta muy bien. La interpretación de ambas niñas es más que correcta para una película de esta temática.

Sin embargo, pese a que el inicio genera muy buenos momentos, su desenlace es bastante tragicómico y bastante nefasto, viendo que NO se produce ningún tipo de exorcismo. O lo que es lo mismo, la película no vende lo que promete, ya que se nos insta a ver un exorcismo que jamás ocurre. Y esto es muy importante, porque si la película nos hablara de posesiones infernales, no habría que añadir nada más, sería una película que aunque burda, estaría más que aprobada.

Sin embargo, aquí se habla de exorcismos, cosa que aquí no sucede, y que me guardo eso para la zona de "spoiler", dejando un regusto en la boca bastante amargo y deplorable, ya que básicamente se crea un sínodo que no es para nada real y que nos infantiliza la figura del demonio. Es curioso que la película ridiculiza fuertemente a la fe católica, pero no ataca como no podía ser de otra manera a judíos ni musulmanes, no vaya a ser que se enfaden.

Como digo, la BSO es más que acertada, en el plano actoral nada se puede reprochar, pero a nivel de historia y de guión la película es infumable y bastante mala, de hecho hoy he ido con un amigo que es profesor de teología, y ambos nos hemos estado riendo de lo terriblemente mala que es, así como de todos sus despropósitos que dejaré en spoiler.

Si te sobra el dinero, tienes tiempo y estás muy aburrido, ir puede suponer un tirar a la basura dos horas de tu vida, y te irás con la sensación de me han robado, pero ya me lo advirtieron. No la recomiendo habiendo mejores películas en cartelera.

Si no perteneciera al universo de "El exorcista" podría todavía ser una cinta pasable tirando a aceptable. El problema es que quiere ser una secuela de la obra maestra de Friedkin. Y hace lo peor que puede hacer una secuela: coger los personajes emblemáticos de la cinta original y cambiarles sus motivaciones y roles, lo que me saca totalmente de la experiencia y me molesta (Spoiler).

Empezaré con los puntos buenos (que los tiene), pocos, pero los tiene:

- El maquillaje y actuación de las niñas cuando están poseídas. Recuerdan a la mítica Reagan (diría que es casi lo único bueno).
- El ritmo es bueno, no decae en ningún momento y no se hace larga.
- La fotografía es correcta

Y por desgracia poco más puedo decir. Ahora los malos en el Spoiler:

*Otra recuela que apela a la nostalgia

No soy de la opinión de que a Hollywood se le han acabado las ideas y de que ahora todos son secuelas, adaptaciones, reboots, remakes o spin-offs de productos ya conocidos. Sí, hay mucho de eso pero también muchas películas originales. Pero El Exorcista: Creyente no ayuda a apoyar mi teoría.

Conocemos a David Gordon Green principalmente por ser el director que se encargó del aplaudido reboot/secuela/semake (=recuela) de la Halloween de John Carpenter en 2018. Ahí se encargaba de obviar todas las secuelas de explotación que se habían hecho de la saga y contar una historia en forma de secuela solamente de la película original. Pues bien, en el El Exorcista: Creyente trata de hacer lo mismo. En el Halloween de 2018 le salió bien, luego hizo dos secuelas más (a cual peor) y ahora ha intentado esta técnica aquí y parece ser que no siempre va a funcionar esta técnica. Y no me vale con traer de vuelta a los iconos originales si tiene que hacer con sus personajes lo que hace aquí.

*Carente de fe

Como diría Lord Vader en La Guerra de las Galaxias "Su carencia de fe resulta molesta". Y es que a David Gordon Green no la importa absolutamente nada la religión ni la fe en esta recuela. Peter Blatty y David Gordon Green en El Exorcista no solo hablaban de una madre que lo está pasando mal porque no sabe lo que le ocurre a su hija; hablaban de un cura que ha perdido la fe y que la recupera gracias a la confirmación de que existe Dios al confirmar que existe el diablo. En El Exorcista: Creyente no hay protagonista que esté relacionado con la fe. Sí, hay una secundaria y dos personajes MUY secundarios que son gente de fe, pero no existe conflicto ni interesante ni bien planteado.

Lo que si hace bien el director es plantear una buena película de niñas desaparecidas. Su primera hora tiene el tono adecuado. Sabe llevar el drama, el suspense, le da cierto carisma a sus protagonistas... pero los cuarenta y cinco minutos que dura el exorcismo son terribles, y eran lo mejor de la original. Hablando del carisma de sus protagonistas. El Exorcista: Creyente es tremendamente política. No solo mete todas las derivadas cristianas de EEUU a lo "Vengadores de Jesucristo", sino que deja muy claras sus preferencias: demasiada burocracia en los católicos, los afroamericanos que mezclan el cristianismo con el vodoo dan muy mal rollo y los protestantes son unos paletas racistas. Así, sin vaselina.

*Conclusiones

Si hay que intentar rescatar universos no hay que llamar a David Gordon Green. El Exorcista: Creyente es una película que juega con jumpscares baratos, hace mil y un homenajes a la película de Friedkin hasta que llega a agotar y parece que realmente no le interese la película a la que está haciendo referencia. Un remake de explotación más que te puedes ahorrar.

Escrito por Daniel Buron

“Mi película más emblemática está a punto de ser versionada por el mismo tipo que dirigió 'Superfumados', y preferiría no estar cerca cuando eso suceda. Pero si existe otro mundo más allá del nuestro, y puedo regresar, planeo poseer a David Gordon Green y hacer de su vida un infierno”.
No me gusta empezar una crítica ni desarrollarla a instancias de palabras vertidas por otro, pero tal vez estas palabras de William Friedkin sí sean apropiadas para hacernos una idea de la implicación que tuvo, como John Carpenter con el reboot por triplicado de Michael Myers, en la énesima secuela de 'El Exorcista' bajo ese siempre erróneo y arrogante (aunque no siempre fallido) mantra de las secuelas que se creen tan por encima de las demás como para ignorarlas erigiéndose en la "secuela directa".
La intención no es mala... ni nueva. Lo de copiarle planos, situaciones, frases y perfiles psicológicos a los Willies -Friedkin y Peter Blatty- ya se había intentado antes, sólo que sin tantas molestias ocasionadas por algún apósito actualizador y diversificando, ecualizando la puntería demonizadora de un diablillo al que se le despertó la conciencia inclusiva -bien por eso- pero no la facilidad para asustar inventando nuevas estampas de incomodidad.
Ellen Burstyn toma lo suyo -que le financiasen un programa de becas para el Actor's Studio- y cumple (me la he creído más que a José Sacristán en '13 Exorcismos').
Otra explotación más del cine de exorcismos que no está ni demasiado por encima de las de John Boorman, Renny Harlin ni sentada a la derecha del padre Friedkin, del padrino Peter Blatty (o viceversa) o del tío enrollado (y cebolleta) Schrader.
Danny McBride vuelve a participar en el tinglado, y quiero creer que suya es la línea de diálogo más estúpida de la saga puesta en boca de Ellen Burstyn: "yo no pude participar en aquel exorcismo porque no pertenecía a su club patriarcal"
Este es el nivel.