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El trompetista

Drama. Musical Con una trompeta de segunda mano, y siguiendo los pasos de un brillante músico de blues, un chaval se convierte en un músico excelente cuyo talento le lleva de los más lúgubre tugurios a los clubs con más clase de la ciudad. Pero su desesperada búsqueda por la melodía atrapada en su mente (pero que le es imposible tocar) le lleva al tortuoso mundo de la bebida. (FILMAFFINITY)
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Críticas 19
Críticas ordenadas por utilidad
26 de noviembre de 2009
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
A estas alturas no creo yo que vayamos a dudar de la maestría del húngaro Curtiz, pues si bien es cierto que después de rodar aquellas maravillosas películas con Flynn, Bogart y Cagney, no se encontró en su mejor momento, pero dejó impregnado su talento en películas cómo por ejemplo esta que nos ocupa.

"El trompetista", es la historia de un chico que desde pequeño se ve seducido y posteriormente atrapado por el Jazz, Art Hazzard, un reconocido trompetista le servirá de padre y de maestro. Acompañado por su trompeta -su verdadero amor- se ve incapaz de llevar una vida normal, con todo lo que implica su trabajo, y en especial su relación con "Amy", la rara e intrigante mujer interpretada por la impasible Lauren Bacall.

Michael Curtiz, que no había duda de que le encantaba el Jazz, plasma con acierto la vida de este trompetista que le aburre la música de orquesta y apela por la improvisación. Junto a las escenas musicales, también consigue agradarnos con la interesante historia de un amor no mencionado entre él y Jo (Doris Day). Aunque es cierto que en ninguno de los temas se llega a meter hasta el fondo.

Ésta es una película que para los amantes del Jazz nos quedamos no del todo satisfechos, no obstante nos podemos quedar con el apartado interpretativo, dónde Kirk Douglas de nuevo vuelve a deleitarnos con una gran interpretación, y Lauren Bacall está como casi siempre igual de misteriosa.
Dusty Rivers
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6 de agosto de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Casablanca" (1942), la que probablemente sea la película más famosa del Cine Clásico, selló con letras doradas el nombre de Michael Curtiz en la Historia del Cine, pero ensombreció el resto de su filmografía. Una de esas obras malparadas es "El trompetista" (1950), cine negro sin asesinatos ni detectives, pero con femme fatale -Lauren Bacall- y ambientes nocturnos igual de destructivos. La fluidez narrativa de Curtiz adopta la soltura del jazz, al que coloca como gran protagonista, condenando a la elipsis a muchos momentos de la historia de este artista -Kirk Douglas-. El film se estanca precisamente cuando la música pasa a un segundo plano, y la resolución de la trama flojea. Aunque imperfecta, una obra compacta, cuya personalidad destila momentos de brillantez que no se sienten en la perfección algo insípida de su obra cumbre.

Ésta, y otras críticas, en http://blogquenuncaestuvoalli.blogspot.com.es/
Yago Paris
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1 de enero de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Man With a Horn (El Trompetista, 1950) es una película realizada por el prolífico Michael Curtiz, más conocido por ser el director de Casablanca (Casablanca, 1942). Pero a pesar de que la fama de esta película casi eclipsa las demás obras de su filmografía, lo cierto es que este cineasta de origen húngaro (a diferencia de otros centroeuropeos que huyeron de la guerra, Curtiz emigró a América en el 1926, gracias a la fama que habían cosechado las películas que dirigió en Austria) tuvo también otras películas interesantes en su haber, como la misma El Trompetista. Que a pesar de ser una película de encargo, como prácticamente todas las que dirigió Curtiz en América, nos presenta un tema bastante bien trabajado.

La película adapta la novela de la actualmente desconocida Dorothy Barker (una autora que realizó pocos libros a lo largo de su vida, y que fue elogiada en su momento por tener un estilo afín a Hemingway). La obra de Barker en realidad está parcialmente inspirada en el artista real de Jazz, Bix Beiderbecker, uno de los músicos blancos más importantes del Jazz. Lo cierto es que la novela presenta un personaje que como Beiderbecker, tiene una pasión desbordante por la música (al igual que él, también inicia sus primeros pasos en el piano y no en la trompeta), y que termina trágicamente debido a su adicción a la bebida (aunque la película sólo se atreve a insinuar que el protagonista muere, pero de manera velada). De hecho, la película se inicia con una secuencia sorprendente para el cine clásico: Hoagy Carmichael, quien además de actor, también fue un importante músico, y lo que es más importante, fue amigo de Bix Beirdebecker, rompe la cuarta pared para interpelar de manera directa al espectador, contándole que lo que va a ver a continuación es la biografía de Dick Martin (el seudónimo de Beiderbecker)[1].

El Magnífico Kirk Douglas interpreta precisamente a Dick Martin (aunque en los ensayos él sólo simulaba tocar la trompeta, puesto que fue Harry James quien se encargó de los números musicales), y el eje central de la película es la obsesión por la música, el auténtico motor de la vida del protagonista, que sólo se ve interrumpido por la femme fatale, interpretada por Lauren Bacall, quien consigue apartar por puro capricho a nuestro protagonista de su amor por la música. La primera parte de la película es realmente interesante, y se centra en definir la personalidad de nuestro protagonista principal, un alma solitaria que sólo se entrega por completo a la trompeta, y que no se contenta con una vida cualquiera, sino que vive por impulsos.

La segunda parte el filme se encalla con el episodio de la femme fatale que desbarata los planes de nuestro protagonista, convirtiéndolo en un simple juguete. Sin embargo, lo cierto es que esta parte no acaba de desarrollar correctamente el drama entre los dos personajes, y la película se vuelve mucho más repetitiva, sin alcanzar las metas que se plantea, de tal manera que al igual que sucede con Bacall, la película también parece actuar por mero capricho.

Es bastante interesante reparar en los avances iconográficos que presenta la película. Realmente, se nota que ya no estamos en los años cuarenta, y es que difícilmente se podría haber presentado en aquella década lo que presenta el Trompetista: Insinuación lésbica y una camaradería poco habitual entre blancos y negros. El primer punto queda representado por el personaje de Lauren Bacall, y supuso un bombazo en el momento del estreno, de tal manera que incluso fue prohibida en algunos países. Aún así, la homosexualidad en Bacall aparece como algo negativo, puesto que condiciona o forma parte de su carácter de mujer pérfida, incluso de femme fatale (en contraposición con el personaje femenino que interpreta Doris Day, y que es una mujer pura que se preocupa por nuestro protagonista a pesar de que este no le hace demasiado caso). Más acertado es la camaradería entre el personaje que interpreta Kirk Douglas y su maestro, Hazzard, interpretado por Juano Hernández. El filme retrata con precisión una amistad que se establece desde que el pequeño Martin es apenas un niño, siendo Hazzard el maestro que le introducirá en el mundo de la música Jazz. A pesar de que en el 1950 aún existían leyes raciales que iban en contra de los colectivos de afroamericanos, la película se atreve a establecer una relación de amistad y de igual a igual entre estos dos personajes. Además Hazzard es un personaje construido a todas luces de manera positiva, y se aleja de la comparsa tradicional a la que venían siendo habitual los personajes afroamericanos hasta el momento.

Por el contrario, el final resulta demasiado ambiguo, y no es capaz de tener el suficiente valor para presentar la muerte de Dick Martin, teniendo que emplear un recurso bastante chapucero, con el que contentar al público mayoritario. De esta manera, el filme evita hacer mención directa a la muerte del protagonista, dejando la respuesta en suspensión. Pero lo cierto, es que tal y como estaba encaminándose el filme, con la progresiva autodestrucción del personaje, una secuencia tan tibia como la final deja descolocado al que no espere una resolución tan convencional.

[1] FIDALGO, Miguel, Michael Curtiz: Bajo la sombra de Casablanca, Ed. T&B editores, Madrid 2009, p. 412

https://neokunst.wordpress.com/2016/01/01/el-trompetista-1950/
Kyrios
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14 de abril de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pese a ser un género de música tan hermoso, y pese a ser un género de música tan estadounidense, el "jazz", y menos aún, las vidas de músicos de "jazz", han tenido siempre muy poca presencia en el cine de Hollywood, una cuestión muy rara para la que no tengo respuestas. Por eso, "Young Man with a Horn", no estrenada en España en su día, y conocida hoy en nuestro país al haber sido editada en DVD con el título de "El trompetista", me parece un film valioso, aunque no sea perfecto, ni mucho menos.

Tal vez sobra la estructura narrativa en "flashback", y tal vez sobra la parte melodramática de la historia, pero aún así es un film interesante, que vale la pena ver. Es más, "El trompetista" es algo así como la versión más negra, adulta y amarga del cine musical del Hollywood de la época, y los planos de Nueva York por los que vemos deambular a Kirk Douglas en su bajada a los infiernos son una especie de cine semidocumental que sorprenden por estar en las antípodas de los estilismos del Curtiz de "Casablanca" (Casablanca, 1942), por poner un ejemplo bien conocido para el aficionado.

Por otro lado, sobresale un reparto muy curioso, especialmente Juano Hernández como mentor y figura paterna del protagonista (quien, como recalca el guión, casi excesivamente, es huérfano); Doris Day como cantante y amiga, y Lauren Bacall en un papel muy desagradable, y a la vez muy moderno, de mujer rica y neurótica.
Pedro Triguero_Lizana
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14 de diciembre de 2006
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente drama, ambientado en el mundo del jazz de los años 40. Un niño huérfano conoce el jazz y la amistad casi paternal de un trompetista negro, y con el tiempo llegará el mismo a convertirse en una gran estrella. Los ambientes están magnificamente descritos: los clubs de mala muerte, las orquestas de segunda fila, los grandes clubs...
Una película sobre el jazz y la vida de los músicos, pero también, y sobre todo, una reflexión sobre la amistad, el éxito y el amor.
mik
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