Espías con disfraz

Espías a Escondidas es una de las últimas películas de 20th Century Fox antes de la compra total del estudio por parte de Walt Disney Pictures. Y la realidad es que no decepciona en ningún momento, así que podríamos decir que sin dudas unos de los últimos trabajos de Fox da en el clavo en cuanto al bien implementado entretenimiento de principio a fin en el film.

El libreto de la película no es algo 100% fresco, ya que los diversos mensajes que hay implantados dentro de la historia, sobre el trabajo en equipo, el hecho de aceptar al que es "diferente" a nosotros solamente por intentar hacer algo distinto del resto y demás, ya los hemos visto en otros films o series (mejor o peor desarrollados). Pero igualmente, la historia es sumamente llevadera y la hora y media de la película se pasa volando, logrando que se disfrute mucho.

A pesar de que puede que haya algún que otro chiste o situación cómica en la que realmente no logre hacer gracia en el espectador, ya sea porque es muy repetitivo o muy bobo hasta para un nene pequeño, la gran mayoría de situaciones cómicas de la película son bastante divertidas y hasta algunas llegan a ser bastante turbias de ver, motivo que me pareció sorprenderte cómo lo muestran en la película.

Los personajes son muy entrañables y realmente divertidos, no solamente el dúo protagónico de los personajes de Smith y Holland, sino la gran mayoría, descartando al villano y alguno que otro que lamentablemente termina molestando en pantalla. Entre todos tienen muy buena química y su diseño es bastante parecido a algunos actores de la vida real.

Espías a Escondidas es una aventura para toda la familia, donde la diversión y el entretenimiento la tendremos de principio a fin, con un reparto de personajes que destacan constantemente y unas escenas de acción realmente impresionantes y muy frenéticas.

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Como una moralina del preceptor en la edad del pavo, el protagonista, detective cum laude, sufre una Odisea digna del propio Ulises, cayendo en un frenesí de humillaciones, que hacen de su ego el saco de las tortas. Por lo demás, desternillante humor dinámico, en ocasiones escatológico, capaz de congraciar los gustos de la infancia con los adultos que aún estamos madurando por dentro.

Estrenada en las navidades de 2019 y sin hacer mucho ruido, nos llegó esta cinta animada de los mismos responsables de Ice Age (saga que comenzó bien y terminó horriblemente mal, más que nada por estirar el asunto más de lo necesario) o la estimable Rio (mismo caso, ya que la secuela es bastante olvidable), entre otras.

Repasando sus obras se puede apreciar que no son pioneros en esto del cine animación, y ni tan siquiera están entre los primeros puestos. Pues bien, ahora se han decidido por una película de espías, con un elemento supuestamente innovador (es decir, más visto que el tebeo) y con una improbable pareja de protagonistas con personalidades muy distintas y que se ven obligados a entenderse. Esto me suena... demasiado.

Quizás por ser una propuesta a priori tan insípida (o sencillamente porque la vendieron poco y mal), el film fue un estrepitoso fracaso de taquilla, recaudando 171 millones de dólares mundiales, lo cual es una miseria para una cinta animada, y más teniendo en cuenta su desorbitado coste de 100 millones (teniendo en cuenta el marketing, que nadie espere beneficios). Por el contrario, la crítica quedó bastante satisfecha, ante un producto que no aporta nada al panorama cinematográfico actual, no ofrece nada interesante y se olvida tan rápido como se consume. Eso sí, luego a machacar espectáculos mucho más inspirados.

Por mis palabras se puede apreciar que no he quedado satisfecho con el visionado de esta cinta, pero mentiría si no dijera que me he encontrado justo lo que esperaba, ya que la película es tal cual lo que parece, sin trampa ni cartón, y sin ninguna sorpresa en su chistera, siendo un producto olvidable de rápido consumo.

La animación sería decente si se hubiese estrenado hace veinte años, pero hoy en día resulta algo tosca, con unos diseños de personas poco inspirados y que recuerdan a los de otros films. Las comparaciones son odiosas, pero Pixar lleva haciendo cosas mejores que esta (de nuevo, me refiero a la animación, porque el tema guiones queda más que claro) desde hace décadas, y aquí se han gastado unos injustificables 100 millones (que se dice pronto), dejando patente la inexperiencia e ineficacia de los dos directores (sí, dos). 

Hay algunas escena de acción digna, notándose que quieren deslumbrar como si fuesen pioneros en lo suyo, pero realmente no hay nada que sorprenda y no se haya visto con anterioridad, estando ante una cinta animada que se podría haber estrenado tal cual hace más veinte años que a nadie le habría impresionado lo más mínimo. No sé si es pereza o inocencia a la hora de ofrecer un producto de estas características, pero deja bastante que desear el resultado final.

Respecto al guion, cortesía también de dos personas, poco se puede decir, ya que es tan poco inspirado como la animación, con unos personajes simpáticos pero que jamás nos llegan al corazón y encima son copias de otros anteriormente vistos, además de un villano sin garra (nunca mejor dicho) y una serie de secundarios que se queda en tierra de nadie. Tampoco funciona el elemento de la transformación en paloma de uno de los protagonistas, ya que si lo quitas de la trama sigue siendo prácticamente la misma y se queda como un recurso diseñado para atraer niños interesados en ver animales parlantes, pero que finalmente se queda en tierra de nadie, siendo algo mal planificado y desaprovechado. 

Cierto es que la película quiere ser más adulta y diferente, al introducir elementos como el trágico pasado de uno de los personajes principales o algunas decisiones del villano, pero lo único que se consigue con eso es ofrecer un tono tétrico que realmente perjudica más que beneficia al film, ya que el público potencial es el infantil, y hay cosas que les costará digerir. Y es que uno de los grandes problemas de la cinta es que no sabe a quién quiere ir dirigida, si a los pequeños de la casa (tienen otras opciones menos confusas y caóticas), los adolescentes (están a otras cosas) o los adultos (tienen cintas de acción mucho más interesantes). Quizás ese sea otro motivo de su fracaso. La verdad es que no me extrañaría en absoluto. 

En conclusión, estamos ante una floja cinta de animación, tan innecesaria como insustancial, y que no aporta nada al cine animado, siendo un producto fallido que todos habremos olvidado en breves. Y es que no sé si alguien se ha dado cuenta que el cine de animación está viviendo un cambio, ya que cintas animadas que antaño estaban destinadas a arrasar en taquilla, hoy fracasan estrepitosamente, y en los últimos años hay demasiados ejemplos. Quizás es que el público infantil es más selecto (o los padres, que son los que tienen que pagar la entrada), pero no te puedes conformar con ofrecer lo mismo de siempre, porque el espectador, sea de la edad que sea, ya no pica. Otra vez será.

Más críticas: ocioworld.net

*Una nueva parodia del Agente 007

El agente secreto Lance, con la voz de Will Smith, se convierte en el reverso cómico de la icónica figura del Agente 007 creado por Ian Fleming. Espías con disfraz no es la primera parodia que se hace de James Bond que podemos encontrar en el cine. Antes ya lo hicieron Rowan Atkinson con Johnny English, Mike Myers con Austin Powers o Leslie Nielsen con Espías como Puedas. Todas ellas son películas herederas del espíritu irreverente al subgénero de espías que tenía la mítica Top Secret! (Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker, 1984).

En esta ocasión, aprovechando la circunstancia de que Espías con disfraz es un film de animación enfocado al público infantil, se desmitifica aún más la figura del espía, convirtiéndolo en una paloma. Sí, has leído bien. De ese modo, cobra más protagonismo el personaje al que pone voz Tom Holland, un niño incomprendido que tiene ideas geniales para crear inventos y que sueña con tener las mismas aventuras que el vanagloriado espía Lance.

*Animación infantil con valores didácticos

Espías con disfraz es una comedia discreta con una animación atractiva y vistosa. No saca todo el partido posible a la parodia sobre los films de espías y se echan en falta más guiños cinéfilos para un público adulto. Sin embargo, el film tiene unos valores encomiables que la hacen una rara avis en el mundo del cine actual. Su mensaje moralista, animalista y tremendamente buenista, funciona como una pizarra didáctica para los más pequeños, algo que es de agradecer.

Espías con disfraz nos habla sobre la aceptación del diferente como algo positivo que no lo convierta en raro, si no en alguien especial. También plantea una curiosa manera de combatir la maldad sin violencia, gracias al ingenio y la ciencia. Los inventos que realiza el niño siempre ofrecen una alternativa menos dañina y hasta cariñosa para obtener los mismos resultados y a los «malos». Es un entretenimiento lúdico y simpático, con buenas intenciones, pero que también resulta algo ingenuo.

*Conclusión

Espías con disfraz es un film de animación infantil. Propone una parodia al cine de agentes secretos, desmitificando a la figura del Agente 007. La historia no es especialmente llamativa, pero tiene un diseño visual muy atractivo. Su ritmo es vertiginoso y resulta bastante entretenida. Sin embargo, lo más importante que puede extraerse de la película, es su defensa por unos valores educativos y humanos que sirvan como ejemplo para los más pequeños.

Escrito por Daniel Farriol

Los estudios "Blue Sky" abordan su decimotercer trabajo de animación desde que abrieran brecha con la inolvidable "Ice Age" hace ya 18 años. Ahora bajo la tutela de la insaciable acaparadora Disney a raíz de zamparse a la Fox. Como tarjeta de presentación de esta nueva etapa nos regalan acción y diversión en esta disparatada y entretenida comedia del género Bond con Will Smith haciendo de "Will Smith" y Tom Holland con mensaje pacifista, que se agradece. Una carátula de presentación sobresaliente al igual que un arranque trepidante dan paso a una buddy-movie lleno de gadgets y palomas donde destaca sobre todo el diseño de personajes de los que buena culpa tiene nuestro compatriota José Manuel Fernández Oli, un crack de la animación que lleva ya tiempo acumulando un curriculum espectacular. Disfrutable.

cineziete.wordpress.com