Efecto nocebo

Después de sorprender en 2019 con "Vivarium", una demoledora crítica a la institución familia, a la clase media y a la maternidad (o paternidad), el director irlandés vuelve a la carga con "Nocebo", donde deja de lado lecturas futuristas o metáforas alienígenas para adentrarse en los terrenos de la venganza social.

El film fue presentado en el último festival fantástico de Sitges, donde acudió parte del equipo a presentar la obra. La presencia de su actriz principal, la bellísima Eva Green, fue uno de los momentos más esperados por todos los que nos encontrábamos allí. Toda la presentación fue rápida y concisa, sin regodeos. Un saludo, unas pocas palabras de Finnegan agradeciendo a la organización lo de siempre y unas escueta presentación de todas las caras que lo acompañaban. Eva no habló para decepción de un público entregado. Esa sensación extraña, mezcla entre perplejidad ante tal falta de decoro y prisas, se prolongó hasta sus créditos finales.

Varias son las influencias de un film que bebe directamente de producciones tan dispares como "La mano que mece la cuna", "La semilla del diablo" o "La serpiente y el arco iris". Un pastiche lisérgico que sirve como crítica (una vez más) a las injusticias sociales que sufre el tercer mundo a manos de las clases más acomodadas. Unas buenas intenciones que, por obvias, no acaban de funcionar o encajar. Por un lado, tenemos a una estupenda Green que sigue en su empeño de mancillar su físico frente a la cámara y a un reparto entregado que trata de acompañarla. Por otro, una narración sólida, aunque fluctuante y llena de agujeros. Pero, pese a ello, falla.

Si comparamos este film con su anterior obra, Finnegan se muestra mucho más perezoso y descuidado. Su dirección es plana, cercana al telefilm de sobremesa, y trata de evitar riesgos innecesarios. No construye el espacio con tanto mimo, como sí hizo con aquella urbanización vivero. No hay atmósfera malrollera. Aquí la opulencia de la mansión donde vive la familia de la modista queda desdibujada, fuera de un plano donde podría aportar mucho más a sus intenciones críticas y, al igual que su mensaje de fácil digestión, todo parece construido para que no queden flecos morales en el espectador. Todo debe quedar bien atado para que tengamos claro cuál de los dos bandos es el correcto.

Por ello, al final, todo resulta previsible y gratuito. No hay que ser muy avispado para adivinar el porvenir de unos personajes estereotipados. No hay que ser un lumbreras para avanzar el devenir de una trama que avanza a golpe de efecto. A pesar de algún punto de interés que rápidamente se diluye y de un humor soterrado que aflora en determinados momentos, el film es demasiado previsible, carente de sorpresa. Al final, su dramatismo es su losa y sus mecanismos su derrota.

El director decide poner todo el peso de la producción sobre las espaldas de sus protagonistas, una piedra demasiado grande y pretenciosa que ambas, a pesar de su buen hacer, parecen no soportar. Hay algo de artificioso y vacuo en su resultado final, e incluso, peligroso ya que sus recursos consiguen (a veces) lo contrario de lo que se proponen.

Lo mejor; La presencia de Eva Green, siempre hipnótica.

Lo peor; Sus pretensiones y su ejecución no siempre casan, resultando obvia a la vez que inofensiva.

En 2019 el director Lorcan Finnegan consiguió inquietar en Sitges con su película "Vivarium" Imogen Poots y Jesse Eisenbergerg estaban atrapados en el interior de una casa en un barrio residencial, enfrentándose continuamente a un mismo destino al no poder salir. 

El año pasado volvió al Festival para presentar "Nocebo" junto a sus dos actrices protagonistas Eva Green y Chai Fonacier, con una extraña historia de una mujer que está continuamente agotada y exhausta por una misteriosa enfermedad que le provoca alucinaciones y pérdida del control, intenta por todos los medios mantener su trabajo como diseñadora y atender a su pequeña hija y a un marido ausente. Cuando se derrumba completamente aparece una misteriosa curandera filipina que dice poder ayudarla...

Con algún que otro truco, el guion de Garret Shanley discurre con algún escalofrío y momentos de tensión, pero no puede evitar que desemboque en algo muy previsible. Sin embargo, funciona bien como un discreto thriller de suspense con mensajes sociopolíticos contra el capitalismo, la desigualdad y la pobreza en algunos países. 

Eva Green está estupenda en el papel de Christine, pero no le hace sombra a Chai Fonacier como Diana, la chica filipina, un personaje tétrico y amenazante que junto a la atmosfera oscura y tensa que consigue crear Finnegan (un director muy a tener en cuenta) consiguen un buen terror psicológico.

Nocebo hace referencia a la versión negativa del efecto placebo.

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Destino Arrakis.com

Hay bastantes películas que nos hablan de la siempre especial relación entre criado/a y su, vamos a llamar amo/a. Estamos hablando de grandes films. Algunos llegan a niveles estratosféricos como podrían ser Roma (Alfonso Cuarón, 2018), El Sirviente (The Servant. Joseph Losey, 1963) y The Handmaiden(Park Chan-wook, 2016). Como veis, un abanico multicultural con el nexo común de explicarnos historias de servidumbre, poder y sumisión en ambos sentidos. Nocebo es algo parecido pero visto bajo el prisma del terror, a través de una oscura venganza que hace que se nos pongan los pelos de punta.

Christine es una exitosa diseñadora de moda que sufre una extraña enfermedad que casi la imposibilita. Salida de la nada aparece Diana, una mujer filipina que la ayuda a través de la medicina tradicional de su país. Todo se tuerce cuando sale a la luz una rocambolesca y oscura verdad.

Hay que tener en cuenta que cargo de todo esto tenemos al irlandés Lorcan Finnegan que nos dejó con la boca abierta, allá por 2019, con la magnífica e inquietante Vivarium. Tampoco esperábamos algo parecido pero su introducción en el cine clásico, dejadme llamarlo de esta manera, se aleja bastante en cuanto a interés y calidad a la comentada anteriormente. Nocebo es un film que trata de manera exquisita esa relación antes comentada. Como punto de interés decir que el personaje de la criada se come literalmente a la del matrimonio que acaba sucumbiendo a las artes, nada convencionales de una mujer con una gran personalidad.

El guion corre a cargo de Garret Shanley que ya colaboró con Finnegan en Vivarium. Su fluidez hace que sigamos la cinta con interés aunque algunas situaciones parecen algo forzadas. Por suerte para ellos, la gran labor actoral de Chai Fonacier, en el papel de criada, tapa muchas carencias, dando sentido a todo el film. La trama va avanzando poco a poco chocándonos algunas situaciones que quedan perfectamente explicadas en la parte final. Así que paciencia.

El punto terrorífico se deja demasiado para el final aunque, todo hay que decirlo, sorprenderá gratamente a todos los fans del género. Antes de llegar a ello, un metraje que a pesar de su escasa duración, visto lo visto hoy en día, se nos puede hacer algo largo sin casi nada que nos llame excesivamente la atención, salvo lo comentado anteriormente en cuanto a la actuación de Fonacier.

Las interpretaciones son de renombre. Empezamos por Eva Green (Casino Royal, Dark Shadows) en un papel que le va algo grande, tanto que queda empequeñecida al lado de la magnífica Chai Fonacier. Aquí parece que se cumple a rajatabla la final sumisión de la ama hacia la criada. Real como la vida misma. En el resto de papeles principales tenemos a Mark Strong (1917) como esposo de Christine y a Billie Gadsdon (Cruella) en el papel de Bobs, la hija del matrimonio.

Nocebo es una película que se puede disfrutar si respetamos la cadencia en la que Lorcan Finnegan nos quiere meter. Si accedemos a ello veremos un film interesante sin llegar a ser la joya de la corona.

https://www.terrorweekend.com/2022/12/nocebo-review.html

Cine social disfrazado de suspense y terror psicológico. Una diseñadora de moda de éxito padece una extraña enfermedad que merma sus facultades. Cuando una asistenta filipina llega para trabajar en su casa verá mejorar su calidad de vida gracias a su medicina tradicional. Lo que ocurre es que no es exactamente medicina sino algo más retorcido.

Vi Nocebo en una lista de película complejas y extrañas, pero para nada la encuadro en una categoría como esa. Se entiende perfectamente y, aunque juega a ocultar la verdadera naturaleza de lo que está ocurriendo para sorprendernos al final, si uno está avispado lo puede adivinar muy pronto, antes incluso de que todo se empiece a torcer. Me recordó en cierta medida a The Machinist (2004), cinta en la que la culpa juega también un papel importante y termina afectando la salud física de su protagonista. El componente fantástico está más marcado en esta ocasión, pero sin aspavientos y siempre al servicio de una sustancia narrativa más elevada.

Se juega a ampliar el foco para abarcar una realidad social de la que muchos somos ignorantes, o mejor, preferimos ignorar. Buen punto este, nunca viene mal recordar que lo bien que vivimos en el primer mundo en parte se debe a lo mal que lo pasan en en otros puntos del globo. Hay un buen duelo protagónico y, si no te hueles la tostada, uno está en vilo hasta casi el final. A mí no me pasó pero no por ello me pareció un tiempo desaprovechado. Quizá hasta la visione de nuevo.

Película que combina thriller sobrenatural con terror, que está dirigida por el responsable de títulos como la destacable Vivarium (2019), y que está protagonizada por Eva Green (serie Penny Dreadful), Mark Strong (Red de Mentiras, 2008), y Chai Fonacier (El Auge del Humano, 2016).

Una diseñadora de moda sufre una enfermedad misteriosa que desconcierta a sus médicos y frustra a su esposo, hasta que llega la ayuda de un cuidador filipino, que usa la curación popular tradicional para revelar una verdad horrible.(FilmAffinity)

Como ya hizo con la destacable Vivarium, Lorcan Finnegan aporta un tono extraño cargado de personalidad, que hace de sus películas algo fresco y original, dejándolas en una curiosa ambigüedad entre un thriller sobrenatural y terror puro. Las actuaciones resultan en un pilar para una historia que se sustenta en cuatro personajes, de los cuales dos comparten la mayor parte de relevancia, destacando la desconocida Chai Fonacier, que hace de su personaje algo temible. La trama peca de excesivamente previsible, y la vuelta de tuerca se ve venir desde demasiado lejos, lo cual resta enteros al conjunto, aunque esto no quita que la tensión creada por el director resulte efectiva, y que se mantenga el interés en todo momento.

Efecto Nocebo es una película que confirma a su director como un nombre a tener en cuenta dentro del cine de género, y aunque el estilo personal de hacer cine no gustará a todo el mundo, consigue que los 96 minutos que dura el film pasen volando.

Nota personal 7/10