Imperium

Hacer hoy en día una película sobre neonazis en los EEUU teniendo que codearse con dos peliculones como son El creyente y sobre todo American History X es de valorar. Evidentemente ni punto de comparación con ambas, esta Imperium transita por caminos más facilones, previsibles: infiltrado del FBI en busca de respeto y aventura.
No está mal, y Radcliffe no desentona en un papel que a priori parece en las antípodas físicas propias del otrora Harry Potter.
Bastante previsible, muestra la cortedad mental de muchos de los energúmenos que componen este grupo más heterodoxo de lo que la gente cree -este quizá es el mejor punto de la película-: neonazis, miembros del KKK, ex militares desencantados, ultra religiosos, negacionistas del Holocausto y salvaguardas de la raza aria. Y la siempre jocosa presencia de aprovechados que quieren sacar un par de dólares a costa de tanto cabeza de chorlito.
Se puede ver? Sí. Recomendable? Si no has visto las dos películas arriba mencionadas, mejor empieza por ahí.

Las películas basadas en hechos reales predisponen al espectador a encontrar una historia, que aún siendo realista, muestra hitos sorprendentes, hazañas o peculiaridades poco comunes en nuestras vidas o la de nuestros vecinos. La verosimilitud debe por lo tanto ser una premisa inequívoca; de no ser así el espectador no admitirá la ficción.

Dicho esto, el epígrafe de "basado en hechos reales" es una mala publicidad, que se desmembra con cada personaje: el nerd que va a luchar a pecho descubierto contra un ejército, el matón manipulable, el matón intelectual... El personaje de Radcliffe está creado para su lucimiento personal, imposible aceptar que tal idiota va a cumplir tal hazaña, o quizás es que la actuación es tan pobre que cualquier análisis es innecesario.

Una película hollywoodiense, hecha para ese tipo de público que no necesita involucrarse o juzgar el producto, sino sencillamente pasar el rato.

Daniel Radcliffe nos muestra cómo ha madurado como actor en el primer largometraje de Daniel Ragussis, que además de dirigir, escribe y coproduce su ambiciosa opera prima. Años después de Harry Potter, Radcliffe ha conseguido dejar atrás su encasillamiento en ese papel y se ha centrado en proyectos que realmente le entusiasman sin importar el presupuesto, como Horns (2013) o la esperada Swiss Army Man (2016). El reparto lo completan, entre otros, la nominada al Óscar y ganadora de un Grammy y un Globo de Oro Toni Collete (El Sexto Sentido, Pequeña Miss Sunshine), Nestor Carbonell (Perdidos, El Caballero Oscuro) y Sam Trammell (True Blood).

Centrándonos ya en este thriller policíaco, Radcliffe interpreta a Nate Foster, un agente del FBI que es convencido por una superiora (Toni Collette) para que deje atrás su trabajo de oficina y se infiltre en el movimiento neonazi con el objetivo de evitar un atentado. De una manera muy brusca, el guión avanza demasiado rápido y a los 20 minutos ya vemos al protagonista con estética skinhead e integrado en el grupo de extrema derecha.

Uno de los puntos fuertes es la tensión generada durante casi toda la película por las situaciones que vive el protagonista. Al vernos sumergidos tan rápidamente en el mundo de la infiltración en bandas criminales, no podremos respirar tranquilos durante ningún momento puesto que el peligro a ser destapado es constante y, visto el estereotipo en películas del mismo tipo, casi inevitable.

Sin embargo, decantarse por la tensión constante hace que el film caiga en los topicazos de los thrillers policíacos y aparta la ideología neonazi que se puede ver en la primera mitad del metraje. Este abandono de la caracterización del movimiento skinhead llega a momentos donde tanto los neonazis cómo los antifascistas son caricaturizados por todos sus estereotipos. La película consigue el objetivo de entretenernos pero no aporta nada nuevo a los largometrajes de infiltración.

La actuación de Radcliffe es lo mejor de la película. Su papel protagonista en Imperium no era una prueba fácil para mostrar que ha superado el papel por el que se ha hecho famoso ya que quizá el contraste era demasiado grande. No obstante, el rol de niño bueno que interpretaba en Hogwarts ayuda a que el cambio entre Harry Potter y el neonazi en el que supuestamente se convierte sea más vistoso y consigue demostrar que es un gran actor con una infinidad de posibilidades. Harry Potter se ha hecho mayor.

La película prometía, sí, pero se quedó en la promesa. Es una película demasiado ligera. Las imágenes documentales me sacan completamente de la película y me aburren de manera enorme. Esta película propone que todas las personas de este tipo son así y se queda a medias. Ni los nazis de abajo son tan blandos ni los que los manejan son tan tontos. Nadie maneja a tanta gente hacia ningún lado, siendo tonto, tus ideas no gustaran a mucha gente, pero para saber movilizar hay que tener carisma y don de gentes.

Intenta enseñar unos mundos que si fuesen tan blanditos no habría ningún problema. Ni siguiera hay ningún momento de tensión. Ni siquiera entran en acción. Ojala que fuese así en la vida real.

El casting a mí, personalmente, me parece irreal. ¿Quién se cree a Daniel Radcliffe? Yo al menos no. Ningún personaje te recuerda a un nazi.

El vestuario está muy bien y el maquillaje, pero se quedan tan solos que no pueden.

La fotografía es sencilla. No aporta nada. No me mete en la película.

La dirección no me gusta. No me transmite nada. Me aburre mucho. Utiliza demasiado archivo. No me gusta como narra ni como compone.

Es una película que no llega a nada

Un thriller policíaco ambientado en Norteamérica en un grupo donde neonazis radicales a los que no les basta con tener sus ideas, ademas quieren imponer su ideología a los demás. Son peligrosos para la sociedad y para ellos mismos.

Una historia real sobre un muchachico que se pasa años infiltrado investigando hasta que consigue evitar un atentado. Daniel Radciffe interpreta a ese muchachico y da un paso adelante como actor saliendo de su encasillamiento de pequeño mago.
Ya no es un actor infantil y hace un gran trabajo, un papel serio, contundente. No es un peliculón, no aporta nada nuevo, es cine policíaco, aunque la visión de neonazis sin tatuajes, sin cabezas rapadas, padres de familia con las mismas ideas radicales.

Es un tema interesante que toca la política de actualidad, pero es inevitable compararla con American History X. Y esa si que es una buena película que todo el mundo debería ver una vez en la vida.