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Réquiem por los que van a morir

Thriller Martin Fallon, un activista del IRA, abandona la organización tras una crisis de conciencia que lo lleva a cuestionarse los ideales por los que había luchado. Con el propósito de emprender una nueva vida, se traslada a Londres, pero sus antiguos compañeros del IRA lo siguen hasta allí. Un gángster le ofrece ayuda, pero, a cambio, tendrá que matar a uno de sus rivales. Fallon accede, pero un sacerdote católico es testigo del asesinato. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
10 de abril de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
63/20(30/03/15) Film que guardaba buen recuerdo cuando lo vi en su momento, pero que el tiempo ha estropeado, me queda un entretenido, aunque fallido thriller británico del director Mike Hodges, con interesantes puntos de partida que desarrolla irregularmente, así como podrían haber dado mucho más de sí los grandes actores. Posee un potente inicio que hace te enganches ante la sugestiva propuesta, además se suman un elenco de actores de calidad. El guión de Edmund Ward y Martin Lynch adapta una novela de Jack Higgins, cambiando el escenario del libro, Leeds, por Londres, toca temas como el sentido del deber, los sentimientos de culpa, la redención, las dudas existenciales, la fuerza del destino, la violencia inherente al ser humano o la religión como brújula moral. En su argumento recuerda a la hitchcockiana “Yo confieso” (1953), solo que aquí se le da la vuelta, en la del orondo realizador el sacerdote se convertía en sospechoso de asesinato al no poder decir quién es el criminal por haberlo escuchado en confesión, en esta el asesino trata de salvar la vida al párroco confesando su homicidio, y así quedar sellada su boca, aunque en este sentido resulta bastante tramposo este artificio. Mickey Rourke repudio el film porque no presenta la difícil situación de los católicos en el Ulster, fue polémica que comentó estar a favor, en realidad parece ser fue por que vio en la cinta un fracaso comercial.

El protagonista es Martin Fallon (buen Mickey Rourke), un miembro del IRA, realiza un atentado con bomba contra un convoy militar británico en el Ulster junto a Liam Docherty (buen Liam Neeson), resulta fallido, un autocar escolar es el que sufre la explosión, hastiado por lo sucedido Martin decide dejar ese mundo de violencia, huyea Londres con la intención de conseguir un pasaporte falso para llegar a USA. Para conseguir esta documentación el mafioso al que se la pide, Jack Meehan (gran Alan Bates), le exige como pago que asesine a un mafioso rival, primero su código moral le hace negarse, pero al final accede, lo ejecuta en un cementerio, lo malo es que hay un testigo, un sacerdote local, el Padre Michael da Costa (gran Bob Hoskins), Martin se ha dado cuenta y decide hurdir un plan para que el cura no pueda testificar, va a su Iglesia y en confesión le cuenta lo que ha hecho, el secreto de confesión le impedirá a Da Costa testificar a la policía, lo malo es que Jack Meehan sabe lo del testigo. En el relato tiene importancia el hermano de Jack Meehan, Billy (pasado Christopher Fulford), la sobrina ciega del sacerdote, Anna (buena Sammi Davis), y un miembro del IRA, Siobhan Donovan (inane Alison Doody).

La cinta intenta ahondar en las dudas morales del protagonista, en su necesidad de escapar del círculo de violencia en el que vive, en su búsqueda de respuestas en la Iglesia. Radiografía la psique de un terrorista, de un extremista de ideas, alguien acostumbrado a matar por una Causa Mayor, y como ante tanta espiral de barbarie revientan sus principios. Intenta dar un halo de esperanza otorgando salidas a través del amor y la fuerza de la fe, nos habla que la violencia solo genera más violencia, más muerte y dolor. Posee un buen ritmo que hace no te aburras, componiendo situaciones sugerentes.

Esto sería lo bueno, en lo negativo están una construcción de personajes clichés, buenos muy buenos y malos malísimos, le faltan personajes más tridimensionales, y no tan acartonados, a esto se suman lagunas y agujeros narrativos hondos, ejemplos: No sabemos cómo Martin escapa después del atentado inicial, está solo y sin apoyo de los suyos; No sabemos como Martin ha entrado en contacto con estos mafiosillos comandados por Jack Meehan; No se entiende muy bien porque no matan estos mafiosillos al rival, si al parecer es tan fácil como lo hace Martin; Lo del truco de la confesión para anular la testificación del sacerdote no hay por donde cogerla, puesto que el párroco a la poli no tiene por que contarle lo de la confesión, solo que sus ojos vieron en el asesinato del cementerio, un recurso cogido con pinzas muy débiles; Otra pregunta sería, que si el mafioso asesinado por martin es tran peligroso, como no tiene a gente que le vengue, desaparecen de la trama; Tampoco es entendible la soltura con la que un terrorista buscado por la policía se mueve por Londres, el súmmum es que agentes se encuentran cara a cara junto a él y no lo reconocen; Tampoco se entiende ese juego del gato y al ratón que emprende el mafioso Jack Meehan con el cura, si desea matarlo, porque no lo hace desde el principio? Y da esos vaivenes sin sentido alguno, para llegar a su estrambótico final (spoiler); Tampoco la subtrama del romance me resulta sólida, muy forzada y maniquea, muy rebuscado que sea una mujer ciega, una inocente, la única capaz de ver lo bueno en un asesino; a todo esto se añade una subtrama que seguro tenía más peso en el libro pero aquí es tratada de modo penoso, me refiero a la pareja de terroristas del IRA que van a Londres a hacer que vuelva a Martin, o en su defecto a ejecutarlo, un pegote mal tratado. (continua en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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10 de abril de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Réquiem por los que van a morir es una modesta producción británica que habla sobre las dudas morales de los terroristas del IRA después de volar un autobús escolar al paso de un convoy del ejército inglés. Un Mickey Rourke pelirrojo interpreta en la cima de su carrera a un terrorista arrepentido que se niega a volver a matar pero al que las circunstancias le empujan a volver a hacerlo si quiere salvar el pellejo. Acepta liquidar a un mafioso a cambio de ayuda para escapar del país y huir hacia América escondido en un carguero, sin embargo en el momento del crimen un cura presencia el asesinato y Rourke se niega a matarle. Acude a la iglesia del sacerdote para confesarse y ampararse en el secreto de confesión, ahora la policía, la organización mafiosa que le contrató y sus antiguos compañeros del IRA le buscan. Bob Hoskins encarna al sacerdote católico al que las dudas morales le corroen por dentro mientras la policía y la mafia le presionan unos para que les ayude y otros para que no hable.

La trama es interesante por el dilema moral que plantea pero el desarrollo es algo lento y el guión descuida otros detalles importantes. No me creo que la banda mafiosa rival que dirige Alan Bates no vengue el asesinato de su líder. Tampoco me creo la tranquilidad y el pasotismo con el que se mueve Rourke cuando toda la policía le busca por la matanza que causó, a parte de que tampoco sabemos cómo escapa del lugar del atentado teniendo en cuenta que sus compañeros le dejan solo en medio del campo rodeado de soldados. Y me cuesta trabajo creer que a Alan Bates no se le ocurra antes matar a Rourke y a Hoskins. En cuanto a Neeson tampoco puedo creer que no se de cuenta de que su vida peligra cuando se niega a matar a su mejor amigo por deserción. Pero todos estos detalles no empañan una bonita historia de redención que guarda un hermoso mensaje de rechazo a la violencia.
Harold Angel
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9 de julio de 2011
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Están ante un drama poco convincente. El protagonista conjuga fervor religioso, virtuosismo musical y pericia inusitada con un pedazo pistola que parece un trabuco. Y además es interpretado por Mickey Rourke. Me siguen en lo de poco convincente, ¿verdad? Corona su peculiar carácter haciendo cosas a ciegas. La sobrinita del párroco es invidente.

Al malo de la película, proxeneta y traficante de todo lo malo de este mundo, le sobra tiempo para dirigir una funeraria. Y no sólo eso, sino que se encarga, personalmente y con litúrgica fruición, de peinar y maquillar a los cadáveres hasta dejarlos mejor que usted y que yo. Conocedor, pues, de la ciencia de los afeites, advertirán que se administra un peluquín de antología.

Bob Hoskins, el mejor como actor, interpreta a un cura recto y cabal con un reciente pasado de militar carnicero. Cuando le profanan la iglesia, olvida los evangelios y reparte hostias a dos manos.

En fin… que no sabemos qué se tomó el guionista para inspirarse, pero al director le salió una película intrascendente, con sus buenos tópicos, y encima, aburridilla.
Joan Ramirez
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13 de marzo de 2013
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué buen comienzo el de "Réquiem por los que van a morir". Lástima que Mike Hodges no consiga mantener el pulso de esta combinación de drama y thriller sobre un terrorista irlandés arrepentido de sus crímenes pero de algún modo arrastrado a un último trabajo. A su favor cuenta un buen elenco de actores, especialmente Micky Rourke y Bob Hoskins, una melodía excelente a cargo de Bill Conti y sobre todo, una gran historia, que puede recordar a "Yo Confieso" de Hitchcock, algo convencional pero a ver a quien no le gusta estos relatos de sabor tan clásico. El punto fuerte reside precisamente en las dudas morales de nuestro ¿héroe?, la necesidad de perdón y la búsqueda de la fe en Dios.

Dicho esto, el guión se atranca en elementos secundarios lo que hace que la película sea un poco lenta y que por momentos pierda intensidad. Por ejemplo, los mafiosos estos chirrían y se les dedica demasiado tiempo. Igualmente esta especie de cacería sobre Martin (Micky Rourke) se difumina y eso que tiene tras sus pies a la policía, a sus antiguos compañeros del IRA y a una banda de gangsters. Con todo, "Réquiem por los que van a morir" tiene momentos profundos, bellos y emotivos. Por ejemplo, el del autobús y la del final, con el crucifijo. Encima, estamos en 1987 y Mike Hodges se atreve a poner una chica tan pava y buenecita como Anna (Sammi Davies), personaje imposible de ver hoy día.
Reaccionario
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21 de abril de 2014
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque lenta en su ritmo, "Réquiem por los que van a morir" tiene una buena trama, imágenes metafóricas llenas de lirismo y poesía (ver spoiler) y un reparto convincente. Mickey Rourke resulta creíble en el papel de Fallon, Bob Hoskins le da a la película un matiz más religioso y humano y Alan Bates, por su parte, ejerce de villano bastante odioso impregnado de catolicismo. En cuanto a Liam Neeson, estamos ante uno de sus primeros papeles destacados (y como anécdota apuntar que su rubia compañera, Alison Doody, es la misma actriz que daría vida dos años después a la partenaire de Indy en su aventura relacionada con la última Cruzada).
A destacar también la fotografía y la estupenda banda sonora de Bill Conti, para nada parecida a "Rocky".
Una película que puede hacerte ver el terrorismo y el arrepentimiento desde otra perspectiva.
Mi nota: 7,2
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Luis Miguel
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