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Don Juan DeMarco

Drama. Romance. Comedia Un joven se balancea sobre la estrecha cornisa de una valla publicitaria. Está muy lejos del suelo. Es un hombre enmascarado que luce una vistosa capa y esgrime una espada. Afirma ser Don Juan DeMarco, el mejor amante del mundo. Aunque ahora no encuentra sentido a su vida. (FILMAFFINITY)
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Críticas 21
Críticas ordenadas por utilidad
27 de febrero de 2018
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una obra que captura la esencia del anti héroe que compuso Lord Byron en su poema de 17 cantos que dejó incompleto debido a su muerte con sólo 36 años.

Lord Byron fue un personaje muy magnético y nada convencional, talentoso, excéntrico y controvertido. Profesaba un gran amor por la belleza, culto a la galantería, y una inclinación por una vida licenciosa.
Nació con una deformidad en el pie, pero no dejó que le impidiera hacer nada, en su lugar adoptó un andar excéntrico y distinguido, creía en la máxima: "cuando un miembro se debilita, siempre hay otro que lo compensa".
En el colegio, no le permitían tener perros ni gatos, y el era un gran amante de los animales, así que decidió tener un mono de mascota.
Su tío le legó el título aristocrático al morir, lo que no le aportó riquezas, sino más bien deudas, pero le permitió entrar en la cámara de los lores, lo que le dio notoriedad.
Desde muy temprano, tuvo un gran número de tragedias amorosas y siempre fue puesta en duda su moralidad, fue experto en boxeo y esgrima, y amante de una prostituta. Tanto el amor, su fijación por "Las mil y una noches", sus constantes enfermedades, y la presencia de la muerte en su vida influyeron mucho en su obra.
Su primera obra, "Composiciones fugaces", fue quemada por el párroco de la zona. En toda su obra hay varias constantes, anti héroes de gran talento, que hacían grandes exhibiciones de pasión, una aversión por la sociedad, las instituciones sociales y el puritanismo, la frustración por un amor imposible debido a los límites impuestos por la sociedad o la muerte, la rebeldía, el exilio, un oscuro pasado, y un comportamiento auto destructivo.

Actualmente se cree que este artista padecía de síndrome maníaco depresivo, debido a sus extremos y su alternancia entre increíbles momentos de pasión exaltada y sus depresiones, pero todo ello le llevó a plasmar sus sentimientos en papel, creando en este caso una sátira del personaje de Don Juan.

Su Don Juan, sin embargo, es muy distinto, no es un mujeriego ni se aprovecha de las mujeres, sino que es fácilmente seducido, romántico, tierno y enamoradizo, y se guía siempre por su propia naturaleza y su sentido común alejándose de cualquier convención social o hipocresía.

En el film, a Don Juan lo sitúan caminando por las calles de una ciudad actual, aunque parece recién sacado de la obra, y no tardan mucho en ingresarlo en una institución mental. Allí, su réplica será el psiquiatra, solo que en lugar de llevarle a la cordura, será el quien se deje seducir por su locura, sus ideas fantasiosas y el romanticismo que desprende.
Las interpretaciones de Johnny Depp y de Marlon Brando en sus roles, y el magnetismo que desprenden cuando están juntos en pantalla, es de lo más destacable, además de la esencia del Don Juan de Byron, su romanticismo y su disfrute por la vida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
mi_mo_ca
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31 de enero de 2007
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante dúo Brando-Depp, que arroja buenos resultados. El primero interpretando a un psiquiatra medio decadente que logra salvarse de la completa esclerosis burguesa acordándose del Amor, el segundo haciendo de muchachito borderline que se escuda en un personaje de ficción para mitigar sus propias frustraciones. Aunque la peli se pone sentimentaloide en ocasiones, este pequeño error se compensa con el efecto conseguido: logra conmover. Buena fotografía. Buena música. La vestimenta de Depp sí es un poco ridícula (una mezcla de Zorro con bucanero de siglo XVII), pero, como la calidad estética de un film no siempre depende de su realismo histórico, pasa también. Si buscan una película tierna, fácil y bonita, ahí está.
David Alberto Campos
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22 de octubre de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
247/19(20/10/17) Muy pasable y olvidable debut en la dirección de Jeremy Leven (además guioniza), una mezcla sin punch de cine de aventuras de fantasía de capa y espada, romanticismo y drama psicológico, con en principio prometedores alicientes en su relato con efluvios a “La Princesa Prometida” (1987), con la producción de Francis Ford Coppola, con un trio de actores fabulosos con los veteranos Marlon Brando y Faye Dunaway, junto a una pujante estrella como Jonnhy Depp (este mismo 1994 estrenó la fabulosa “Ed Wood”, con un mayestático protagonismo), pues desgraciadamente el resultado es un batiburrillo de ideas donde las costuras se deshilachan de modo rápido. Basado el argumento en dos fuentes diferentes; La historia en el presente basada en el cuento corto del director y guionista Jeremy Leven Don Juan DeMarco y el papel central, mientras flashbacks representan historia de DeMarco se basan en leyenda de Don Juan de Lord Byron, Zorrilla, y en el Don Giovanni de Mozart. Tiene algún momento salvable, pequeños oasis en medio de un desierto de elementos atractivos, bucólicos los flash-back imaginativos retratando un mundo idealizado romántico y divertido en su hiperrealismo, quedando una trivial comedia romántica. Solo recordable por ser uno de los últimos trabajos del mastodóntico (artísticamente y físicamente), a sus 70 años, eso sí, en un papel que no le pega, su química con Dunaway es la de un elefante con una sirena. Aunque lo más afamado de esta producción es la canción compuesta por el canadiense Bryan Adams “Have you ever really loved a woman" (Alguna vez te ha gustado una mujer?"), nominada para el Oscar, al Grammy y al Globo de Oro a la Mejor Canción Original, tema entonado en tres ocasiones durante el metraje, una por la cantante mexicana Selena y banda de mariachi en español, otra por José Hernández y Nydia, como música de fondo (otra vez en español) y la última por Bryan Adams en inglés durante los créditos finales. En esta película conoció Johnny Depp a Marlon Brando, y se hicieron grandes amigos, tanto que Depp lo fichó para su debut en la dirección en “The brave” (1997).

Un hombre joven, vistiendo una máscara y una capa (Johnny Depp), está parado en una valla y su intención parece ser suicidio. Rescatado por la policía y enviado a un consultorio psiquiátrico. De allí es puesto en manos del doctor Jack Mickler (Marlon Brando) un maduro psiquiatra en camino de jubilarse. El paciente le cuenta al doctor que él es realmente el gran amante Don Juan DeMarco, aquel que ha seducido a 1.500 mujeres, pero ha caído en depresión al no haber logrado conquistar a la mujer de sus sueños. Mickler tiene un plazo de 10 días para tratarlo. A medida la historia avanza, Don Juan DeMarco le va contando su historia. Como fue criado en México y la razón por la cual usa una máscara. Tendrá importancia en el relato la esposa del Dr. Mickler, Marilyn (Faye Dunaway).

Cinta que una vez Don Juan entra en el psiquiátrico se divide en tres planos narrativos: Las charlas terapéuticas entre el doctor Mickler y su paciente Don Juan, inane y poco (siendo benévolo) estimulante, no saltan las chispas que uno pudiera pensar entre dos actores potentes, no sientes la ilusión, solo alentador esa mirada que el Marlon (cuasi-mórbido obeso) septuagenario hace a su pasado, un Brando en la cima de su belleza, tras haber ganado el Oscar por "On the Waterfront" (1954), sonriendo con frescura, mientras posa junto a su verdadero padre; Los flash-back fabulados-fantaseados pasados por el distorsionador filtro de Don Juan en que cuenta su vida al Doctor. Esto es lo mejor del film, con su tono aventuresco infantil, y su romanticismo de comedia; Y en el tercer plano la madura y otoñal relación entre el Doctor y su esposa Marilyn, influenciada por el azucarado y pasional romanticismo que es inyectado al psiquiatra por su seductor paciente donjuanesco. En esta subtrama se juega a los vasos comunicantes, quien es el paciente de quien, Don Juan de del Dr., o el Dr. (en su anodino matrimonio) del románticoide Don Juan. Pues da lástima tener que hacer un tremendo esfuerzo por creerte el amor entre esta veterana pareja, lo más destacable es verlos acostados en la cama jugar (supuestamente tras la “caidita de Roma”) a Brando lanzando por un canuto palomitas de maíz al aire y Dunaway intentando cazarlas con la boca. Lo siento, pero me es chirriante, no hay tensión mínimamente dramática entre ellos, mera imposición del guión, nada que te mueva a emoción alguno, triste el desaprovechamiento monumental de este binomio.

El relato debería haber jugado más con la verdad, sobre la fuerza de la imaginación, con la ambigüedad de la certeza, pues al principio vemos a este Don Juan (enmascarado vestido con atuendo completo gran amante con capa, espada, …), decidido a poner fin a su vida), seducir con palabras cursis una mujer joven en un restaurant, lo cual nos da la medida de que es un seductor cuasi- místico, lo cual desvía la atención y anula la complejidad mental del personaje, incluso al final podríamos haberlo visto con un rostro afeado por la realidad, pero la cinta cojea en este aspecto, se queda en tierra de nadie, no arriesga. Por cierto, quien es el némesis de Don Juan al que espera para batirse en duelo en lo alto del panel publicitario? Esto se remarca al inicio y luego se olvida por el camino.

Una trivial y superficial reflexión sobre lo que es el amor, tirando de mucha cursilería y estereotipo ramplón ajado. Orgánicamente pobre, que pinta la monja madre yendo a visitar al Dr.? Que aporta que el Dr. La vea pasear descalza por el césped? Por qué no la vemos charlar con su hijo? Un atropello a la inteligencia. Todo esto coronado por un final metido a empujones, anticlimático.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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17 de julio de 2014
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un producto cinematográfico realmente extraño: mezcla de película de capa y espada, comedia romántica, culebrón mexicano y entre todo ello el mito de Don Juan. La verdad es que el argumento es rocambolesco, pues nadie puede creerse que un tipo se pasee disfrazado del Zorro por la ciudad y que la gente lo vea normal. Así como nadie debería creer que cualquier mujer se preste a ser seducida porque le dicen semejantes sandeces en un restaurante mientras espera al camarero. Da risa, pero es por vergüenza ajena. Johnny Depp, por sus rasgos, es ideal para papeles de latino y sería un fantástico D'Artagnan, pero de aquí a presentarlo como el mejor amante del mundo... (es ridículo, no le va nada). Y en lugar del romanticismo que vende la película, yo hablaría en el mejor de los casos de atracción física pura y dura entre Johnny y sus sucesivas (que romanticismo es otra cosa, señores).
El interés de la película, desde mi punto de vista, está en poder ver a Marlon Brando aunque esté mayor y muy voluminoso. Es que es un monstruo, capaz de proporcionar interés a algo como esto, con cada gesto, con cada mirada; a pesar de estar ya fatigado de la vida, continúa conservando ese "algo", que algunos tienen y otros nunca tendrán. Me gusta la escena final del baile con Faye Dunaway. También es muy divertida la escena en donde mira por la ventana como Johnny Depp baila con el enfermero negro.
A destacar también la música, alegre, maravillosa, ¿qué sería de la película sin ella? La canción de Bryan Adams ("Have you ever really love a woman"), es una genialidad. Además con Paco de Lucía como guitarrista. Un diez, me encanta la música de esa canción y la letra es muy muy bonita. Eso sí que es romántico...
Scott
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24 de enero de 2009
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sublime película para todos aquellos que han soñado en convertirse en maestros de la seducción; aquí Deep nos muestra como manejar a las mujeres de una manera poco convincente pero realmente asombrosa. Lo más destacado: la interpretación de Deep, al que su encanto por seducir a las mujeres puede cruzar la calzada hacía la otra acera. Además aparece un viejo Marlon Brando, que aunque ya no le queden agujeros suficientes en su cinturón, hace un esfuerzo para estar a la altura de su joven aprendiz, que supera con creces a su maestro.
Tampoco podemos pasar por alto a su gran banda sonora musical (Bolero de Ravel) que aunque algunos son temas clásicos, no dejan por eso de clavar la escena y nos transportan a la piel del mismísimo protagonista.
Para todos aquellos que conozcan la PNL y quieran verificar las claves del sistema en las relaciones pasionales, aquí tenéis una ocasión imprescindible, con la que daréis cuerda tensa a los puntos fuertes de la PNL.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Mochilo
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