Harry el sucio

"Harry, El Sucio" es un clásico.
Me acuerdo que la primera de Harry El Sucio que ví fue "Sala De Espera Al Infierno" (The Dead Pool) con Jim Carrey y no me llamaba mucho ver la saga de Harry Callahan.
Pero me animé a ver esta primera entrega y no pensé que fuera excelente. Me encantó.
Es una película de acción muy entretenida, atrapante y la actuación de Clint Eastwood como el policía de San Francisco Harry Callahan excelente en su mejor personaje.
Me gustaría ver las 4 entregas ya que "Sala De Espera Al Infierno" era la quinta y última parte de esta maravillosa saga.
Es una obra maestra de Don Siegel.
El que hace de malo que sube al autobus de los chicos y donde está la conductora en su mejor actuación.
Imperdible.

Pulgar arriba.

Después de una larga carrera centrándose sobre todo en los western, llegaron otros tiempos donde ese género cinematográfico pasó a un segundo plano, y Clint Eastwood encontró otro gran personaje que encarnar, en este caso como duro y experimentado policía, así nacía Harry Callahan, Harry el Sucio.

Tenemos a un francotirador y secuestrador psicópata que pretende matar una persona a diario a menos que la ciudad de San Francisco le pague 100000 dólares, y el departamento de policía encarga el caso a nuestro protagonista.

Es una película con mucha acción y cierto grado de intriga, con escenas a veces bastante explícitas y duras, y en donde se nos muestra bastante bien el proceso policial de investigación para ir cerrando el cerco alrededor de este asesino.

Es un buen thriller policíaco con un tremendo protagonista y algunas escenas realmente buenas, vale mucho la pena verla.

Lo más memorable del film quizás sea, aparte del icónico Harry, su final con el autobús infantil y duelo en la cantera (western en estado puro).
Por lo demás, la película es ridícula en su planteamiento y narrativa. Presenta carencias en su inteligibilidad y desarrollo; capaz de tener tomas aéreas asombrosas, con otros movimientos de cámara penosos y desmadejados.
No te la puedes tomar en serio, mera acción extravagante que se disfruta sin más.
Prototipo del cine anquilosado y devaluado de los 70 supone un hito en la historia del cine policial al mostrar por primera vez a un inspector rudo, sin escrúpulos y violento que sobrepasa los límites de la legalidad (después vendrán cientos de películas que imiten este primer modelo).

Acabo de ver la película no hace más de 5 míseros minutos, que son los suficientes para darme cuenta de que esta película policíaca es sencillamente una falsa burla al espectador. A mi tío Lorenzo seguro que le ha encantado, si la ha visto, por que es el máximo seguidor de películas facilonas de acción y donde ganan siempre los buenos. Dentro de lo que me esperaba, que no es nada más de lo citado anteriormente, creí que iba a ser una película con detalles interesantes y situaciones apropiadas a una película de tal reconocimiento pero no, me encuentro con un nefasto planteamiento sobre un asesino psicópata (que por cierto es repulsivo hasta la saciedad, muy logrado) apoyado por un alcalde patético y por la ley americana. En donde se habrá visto esto, la escena de Eastwood con el fiscal es propia de Woody Allen. Por si la filmación pudiera ayudar a mejorar algo la película, he de decir que no, normalita del todo. Se salva la actuación de Eastwood, que debe ser una de las más repetidas de su carrera y lo que mejor sabe hacer y algún pequeño detalle, que en el momento de verla reflexioné pero a estas altura no logro reproducirlos de nuevo. Una película del montón mucho tiro fallido, mucho escapismo y la estúpida manera de estirar una historia sin futuro. Por el resto un cinquillo es más que suficiente.

La vi en su día y me impactó por la novedad del personaje y por sus frases memorables. Más de 40 años después la vuelvo a ver y me parece interesante, pero como gran película no aguanta.
Pertenece sin duda a la historia del cine como pionera de una variación del género, pero el género ha avanzado mucho y esta en muchas cosas se queda antigua.
Clint está insuperable, eso es lo más perdurable. Al lado de otros artistas desaforados, Clint mantiene siempre el tipo, con su sobriedad.