Escalofrío en la noche

Los más pipiolos e inocentes la recordarán por ser toda una "sugar mommy" que obligó a Leonard Hofstadter (Johnny Galecki) a pasar por el aro y hacer ante Penny el paseito de la vergúenza al regresar a casa. Qué menos tratándose de una de las pocas mujeres que antes se los pusieron por corbata a Clint Eastwood en un retorcido, asfixiante y truculento (además de atípico, el terror nunca fue su género predilecto) debut tras la cámara del ex pistolero rubio sin nombre, haciendo las veces delante de ella de víctima acosada y hedonista locutor de un programa de jazz radiofónico en la madrugada californiana.
Coqueteos en la ondas, buen jazz, el encuentro "coincidente" en el bar a la hora en que todos los gatos son pardos, y a conocerse más intimamente después. El mal trago, la desesperación, la impotencia y la ansiedad llegan cuando Clint aprende lo que es el miedo por culpa de una actriz menuda de Brooklyn con cara de no romper un plato que se transforma en una exasperante y desequilbrada acosadora que quiere más de él y no está dispuesta a ser el ligue de una noche.
Eastwood demuestra en su ópera prima, en un género que, lo repito, no se le presuponía propio, un pulso sobrio, tenaz y habilmente dosificado hasta deslizarse hacia tesituras opresivas y malsanas que van moviéndose intermitentemente de los resortes del thriller y el terror como narrador a los que generosamente contribuye una extraordinaria y perturbada Jessica Walters a la que apenas le hace falta hablar cuando pone esa mirada desorbitada dirigida a ninguna parte o cada vez que se desgañita consiguiendo que incluso el más gallo entre los gallos del corral las pase canutas... y no digamos Donna Mills cambiando de look por causas de fuerza mayor.
Aunque no tan en el fondo, tal vez no fuese sino un pretexto para que Clint nos entregase su primera (que no última) película sobre jazz, flow y afrohippismo con gritos y cuchilladas de fondo.
El director y mentor de Eastwood (uno de ellos) Don Siegel se reserva un papelito, casi un alivio cómico, de barman amigacho y secretario esporádico de Eastwood.
Ah, y no me preguntéis por qué en el rótulo del cartel español rodea el título un mapa de España. Hasta ahí no llego. Lo mismo si "misty" fuese un pasodoble... En todo caso es menos chocante que leer en los créditos MALPASO acompañado de UNIVERSAL y no WARNER.

Me he llevado una sorpresa durante el desarrollo de esta película. Yo pensaba que en 1987 la película 'Atracción fatal' partió el bacalao porque era un guión novedoso, nunca visto, y ahora me encuentro una película protagonizada ni más ni menos que por el señor Eastwood, 16 años anterior, y con una trama basada en lo mismo. Es justo decir que 'Atracción fatal' es más convincente y morbosa, pero eso no quita que el punto de partida sea idéntico.


No conozco ningún hombre que haya sido acosado por una mujer (el caso contrario sí lo he visto), pero seguro que los psicólogos tienen nombre para esto. Algo así como "síndrome de desatención poscoital", o "desorden psico-afectivo-uterino". En cualquier caso, para la mayoría de los mortales esta historia es ciencia ficción. Lo más parecido a esa obsesión enfermiza que vamos a sufrir es cuando no contestamos un whatsapp a la parienta, que se pone hecha una fiera.

Debut tras las cámaras de Clint Eastwood para Malpaso Productions, su propia compañía productora. Sorprende que alguien que hasta ese momento se había dedicado mayormente a un género como el Western decidiera iniciar su carrera como director con un thriller psicológico como Escalofrío en la Noche, aunque no tardaría mucho en volver al Oeste, sería con su siguiente largometraje como realizador, la notable Infierno de Cobardes. El caso es que el film que nos ocupa fue estrenado en 1971 con una buena recepción crítica y con hasta alguna nominación a los Globos de Oro para su actriz Jessica Walter, bien merecida (acaba por resultar odiosa, exactamente lo que busca su personaje).

Dave (Eastwood, igual de sobrio que siempre) es un locutor de radio que un día se encuentra una oyente (Walter) en un bar que frecuenta, tras mantener un affaire con la mujer, ésta empieza a estar presente en la vida del presentador, que la acepta a regañadientes, hasta que llega el momento en que le pide que le deje en paz. Tras ello, la mujer empieza a perseguirle, interferir en sus negocios, acecharle y hasta a poner en peligro su vida y la de su ex-novia (Donna Mills), a la que el locutor está intentando reconquistar.

Clara inspiradora de Atracción Fatal, Escalofrío en la Noche entra de lleno en la clase de película con protagonista acosado por psicótico/a al que el espectador no tarda en cogerle manía tras ver la clase de putadas y encerronas a las que somete al personaje principal, consiguiendo enganchar ya que a medida que avanza el metraje queremos saber hasta donde podrá llegar la locura de la villana acosadora y disfrutar con la correspondiente venganza por parte del héroe.

Correcta labor de Eastwood en una película que para nada pretende ser revolucionaria ni rompedora, solo un proyecto que le serviría para foguearse para citas más importantes en el futuro. Sin embargo, a pesar de la modestia de la propuesta, Eastwood atina contando una historia que aunque simple, si que resulta por lo menos enérgica, sobre todo por los momentos de malrollismo que crea el personaje encarnado por Jessica Walter.

Pese a ello, el director de Sin Perdón paga la novatada en ciertas escenas de cierta torpeza visual (las conversaciones de Dave con su novia), algún fallo de raccord evidente, y el destrozo que supone introducir un tema completo de Roberta Flack y continuarlo con escenas y hasta actuaciones de un festival de Jazz que ninguna información relevante añade al largometraje, todo ello a las puertas del tercer acto, lo que supone un grave bache durante los casi diez minutos que duran dichas escenas. Posiblemente se dejó llevar por su amor por esa música.

Extraña ópera prima de un Clint Eastwood que iría mejorando con los años, pero que ya demostraba tener idea de cómo hacer cine en un largometraje que se acerca más a la filmografía de su amigo Don Siegel (que tiene un cameo) que a la de Sergio Leone, a quien rendiría homenaje más adelante en las grandes obras que todos conocemos.

01/01(01/01/16) Interesante ópera prima como realizador del polifacético Clint Eastwood, en esta completaría tres funciones, dirige, protagoniza y produce con su compañía Malpaso Productions, desarrollando un sombrío e inquietante retrato de las obsesiones enfermizas, su amigo Don Siegel le convenció para que probase suerte y firmó su tarjeta de admisión en el gremio de directores, Siegel aparece como el camarero Murphy. Un sugerente thriller psicológico donde el californiano ya deja muestras de su elegancia y buen gusto cinematográfico, que iría evolucionando y perfeccionando con el tiempo en posteriores producciones. Siendo una de estas marcas su economía de medios y presupuesto (en esta 750000 $), filmando en 4 semanas y media, sin que hubiera que hacer una sola toma en ningún estudio. También deja m,uestras de su cariño por la música de jazz, sobre todo en un tramo (el festival de jazz de Monterey) que se antoja forzado, solo una excusa para dejar constancia del amor de Eastwood a esta melodías. Adapta una obra de Jo Heims (quien junto a Dean Riesneir coescribe el guión) desarrollando un thriller pionero del que sobre todo a partir de los 80 beberían algunos films como “Atracción fatal” (1987) de Adrian Lyne, “Melodía de seducción” (1989) de Harold Becker, o “Instinto básico” (1992) de Paul Verhoeven, cintas que en realidad tras su fachada de entretenimiento esconden un mensaje puritano y conservador en contra de la lujuria, del libertinaje sexual, de la promiscuidad, y de la infidelidad, y en todas ellas, como en esta que me ocupa trasciende un tufillo misógino acentuado, asimismo Clint está influenciado por cintas clásicas como “Psycho” (1960) de Alfred Hitchcock, o por una protagonizada por él y realizada por su mentor Don Siegel, me refiero a “El seductor” (1971). Aunque como bien he leído al FA Pedro Triguero_Lizana, puede estar más en sintonía con el pujante por entonces corriente del subgénero “giallo” (amarillo en italiano), de origen italiano, derivado del thriller y del cine de terror, tuvo especial vigencia durante los años 70, época en que disfrutó de un considerable éxito comercial, uno de los principales precursores del slasher, sobre el que tuvo gran influencia, desde el punto de vista estilístico, el giallo se diferencia del thriller policiaco tradicional por su tendencia a abusar de clichés psicoanalíticos y por dar mucha más importancia a lo puramente formal que a la coherencia de la trama, que en ocasiones parece una mera excusa para dar consistencia a la parte visual. Otra característica diferencial del género es una tendencia a recrearse en la violencia explícita rayana en lo morboso, que, sin embargo, suele ser tratada de un modo deliberadamente irreal y estilizado. Así, mientras que el thriller centra su atención en la búsqueda e identificación del asesino, el giallo lo hace en el crimen en sí, que es presentado en largas secuencias culminadas en una explosión de violencia fuertemente idealizada y coreografiada, todo esto encaja con este “Escalofrío en la noche”.
El director sabe imprimir tensión, intensidad, intriga, aunque salpicado esto por otros momentos un tanto atropellados. Tiene gran importancia en el film la canción “Misty”, compuesto en 1954 por el pianista Erroll Garner (de aquí se deriva el apellido del protagonista Garver), de hecho originalmente el título hace referencia a este tema, se obtuvieron los derechos después de que Eastwood vio a Erroll Garner actuar en el festival de música de la Concordia en 1970, Eastwood pagó $ 2,000 para el uso de la canción "The first time ever I saw your face" por Roberta Flack. El nombre de la emisora donde trabaja Dave Garver se llama KRML (siglas derivadas de Carmel, quitándole las vocales, ciudad donde transcurre la historia).

Dave Garver (Clint Eastwood) es un disc-jockey de la emisora KRML, desde donde todas las noches transmite su programa musical con peticiones de los radioyentes. En su bar favorito, aparentemente por casualidad, se encuentra con una mujer llamada Evelyn Draper (Jessica Walter). David la lleva a su casa, donde se revela que su encuentro no fue casual, ella lo buscó después de escuchar su programa de radio. Se adivina que ella es la persona que llama recurrente que siempre pide al estándar de jazz "Misty". Tendrá importancia en la historia una ex de Dave, Tobie Williams (Donna Mills), su colega de emisora Al Monte (James McEachin) la ama de llaves de Dave, Birdie (Clarice Taylor), y el detective de la policía McCallum (John Alerce).

Thriller enfocado en la tensión y violencia latente que emite la protagonista Evelyn, su paranoia increscendo, de cómo Dave se va viendo sumergido en un pozo embarrado del que cada vez le es más difícil intentar salir, se ve atrapado en una pesadilla agria, con componentes patológicos, turbios, incisivos, provocando en muchos momentos hastío al espectador, ello por sentirnos identificados con el sufrido “playboy”, ello con picos ingeniosos en el manejo de la intriga y el terror impactante, ello aderezado con buenas dosis de humor, gracias a las interrelaciones de Dave con su camarero, con su compañero de curro, con su ama de llaves o con el mordaz detective. Todo adornado con un tramo final climático efectivo y acorde con el estilo “giallo” referido.

(sigue en spoiler sin)

Pues puede parecer una exageración, pero a mi me parece una película magnífica, precursora de un género, el los cuernos mal digeridos, y muy bien escenificada, estructurada y narrada. Gran conexión emocional con el protagonista y la protagonista, ambos muy bien en sus propios papeles, con música más que adecuada y un metraje muy razonable.
Seguro que muchos piensan que no es tan buena, pero me parece que para los años que han pasado no ha envejecido nada mal, antes al contrario, se puede ver perfectamente.
Adjunto, por si le puede interesar a alguien, el listado completo del director, a mi juicio uno de los mejores de estos años, uno de los mejores vivos que quedan. Ninguna de sus películas es una obra de arte, quizá Sin Perdón, y para mi, sé que es controvertido lo que voy a decir, Medianoche en el Jardín del Bien y del Mal, son muy, muy buenas, pero no son obras maestras del cine. Sin embargo todas sus cintas, todas, todas, están rodadas a un altísimo nivel, son entretenidas y muy bien rodadas.