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Río de sangre

Western. Aventuras Jim y Boone son dos exploradores que participan en una expedición por el río Missouri cuyo fin es establecer un asentamiento en territorio indio. Les acompañan un comerciante de pieles, una guía india y un indio que ha renegado de su tribu. A los peligros de la expedición se sumará la tensión que se establece entre los hombres debido a la belleza de la mujer. (FILMAFFINITY)
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Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
4 de agosto de 2008
28 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo de los cinco westerns realizados por Howard Hawks. Escrito por Dudley Nichols ("La diligencia"), adapta la primera parte de la novela "The Big Sky" (1947), de Alfred B. Gurthrie Jr. Se rueda en exteriores del Grand Teton National Park y de Jackson Hole (Wyoming) y en los platós de RKO Studios. Es nominado a 2 Oscar (actor reparto y fotografía). Producido por Hawks, se proyecta en "première" el 6-VIII-1952 (EEUU).

La acción dramática tiene lugar a lo largo del río Missouri, entre Louisville (Kentucky) y las tierras de los Pies Negros, en 1832. Jim Deakins (Douglas) y Boone Candell (Martin), en compañía del tío Zeb (Hunnicutt), deciden remontar el Missouri en una barcaza comandada por Jourdannis (Garay). Jim es rudo, fuerte, voluntarioso, hábil y curioso. Boone, más joven, es fuerte, rápido de reflejos e impetuoso. Zeb es un explorador experto y excéntrico.

El film es un western dramático itinerante que se desarrolla mayoritariamente en escenarios exteriores y abiertos. Narra una ambiciosa y peligrosa aventura de exploración de tierras situadas más allá de la frontera, protagonizada por dos amigos a los que les mueven deseos de establecerse como comerciantes; abrir un nuevo mercado de oferta de productos manufacturados por los indios (pieles); beneficiarse de unos bajos precios de coste; romper el monopolio de la poderosa Compañía de Pieles; y encontrar una ocupación próspera y estable.

El film incorpora varias de las constantes argumentales del realizador: elogio del compañerismo, exaltación de la amistad, enaltecimiento del espíritu innovador y del sentimiento aventurero, tratamiento respetuoso de la población india, defensa de los valores de la colaboración y del trabajo en equipo, prevalencia del honor sobre los sentimientos, etc. De acuerdo con los gustos del realizador, la itinerancia de los protagonistas deviene una odisea (alegoría de la vida), que los enfrenta (como en "Río Rojo") a una larga serie de amenazas y peligros. La exploración de la conducta humana en situaciones de peligro es uno de los temas más gratos a Hawks. También lo es el análisis del enfrentamiento entre dos amigos por el amor de una mujer, como el que se expone en el film.

Uno de los méritos de la obra consiste en la amplia y rica galería de personajes que presenta: el pendenciero Zeb, el indio loco, el capitán francés, la india recatada y callada, etc. No falta el salpicado de ironía y humor, enriquecido con un curioso episodio de humor negro. La historia se presenta contada por un narrador (Zeb). Son admirables las atmósferas de compañerismo y amistad que se crean.

La música, de Tiomkin, aporta una partitura de 28 cortes, con un tema principal idílico y muy emotivo. Destaca por su belleza el nocturno "Forest At Night". Añade la canción festiva "Whisky Leave Me Alone". La fotografía, de Russell Harlan, muestra una naturaleza espléndida e impresionante, que engrandece la acción y le confiere capacidad de fascinación y conmoción.
Miquel
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19 de mayo de 2009
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los ríos de Hawks. Cuestiones como cual es el más valorado o cual agrada mas están latentes entre los cinéfilos desde hace ya mucho tiempo. Para mi el mejor sin lugar a dudas es Rio Bravo, una autentica obra de arte, pero cualquier película de este director tiene muchísimas posibilidades de ser muy buena o incluso extraordinaria. Rio de sangre es una buena cinta, con unos escenarios magníficos y que por momentos contiene la épica de las grandes aventuras o de las grandes hazañas.
Es a la vez un canto a la amistad y al compañerismo, incluso una mujer y además como en este caso muy bella no es motivo suficiente para romperla. La película tiene también sus lagunas pero nos transmite ese espíritu de aquellos aventureros que en su día rompieron moldes y lucharon por abrir nuevas rutas y conocer nuevos destinos, muchas veces para escarnio de los que ya poblaban el lugar. Hawks tiene un buen puñado de películas mejores pero esta también está entre las buenas, al margen de contar con Kirk Douglas, un actor con una filmografía impresionante, uno de los grandes de Hollywood.
picais
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23 de agosto de 2007
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El segundo de los ríos de Hawks ( Río Rojo, Río de sangre, río Bravo, río Lobo ) tiene como telón de fondo las aventuras de un grupo de pioneros, cazadores de pieles, que navegan hacia el norte del río en territorio desconocido para blancos en busca de pieles con las que comerciar.

Dentro de los protagonistas, destaca el trío formado por Douglas, Martin y Hunicutt que recuerda vagamente a los Wayne, Clift y Brennan de Río Rojo aunque el empaque de los primeros es menor, lo que se debe en opinión no tanto a los actores como a la naturaleza de los personajes y al propio guión, más ligero y menos denso, como la película en general.

Cinta de gran belleza plástica con un hermosa fotografía en blanco y negro, destaca también la paritura de Tiomkin.

Muy recomendable e incomprensiblemente poco vista.
stones
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26 de septiembre de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fue, en 1947, cuando Alfred Bertram Guthrie, Jr. (1901-1991), publicó su novela “The Big Sky”, la cual, junto a “The Way West” (que le mereció el premio Pulitzer en 1950) y “Fair Land, Fair Land” (1982), llegaron a constituir una trilogía que podríamos denominar Historia de los Pioneros, la cual retoma el período entre 1830-1880, ocupándose de La Ruta de Oregón con el desarrollo de Montana, Los montañeses de las primeras décadas del siglo XIX, y El Imperio Ganadero de décadas posteriores.

Considerada por algunos críticos como la mejor de las tres novelas, “The Big Sky”, fue adaptada al cine por Dudley Nichols y fue, Howard Hawks, quien, sirviéndose parcialmente de la historia como solía hacerlo, la llevó al cine procurando, una vez más, que el resultado hablase más de él que del autor. Por esta razón, se sigue más o menos la línea narrativa que usa A.B. Guthrie en su novela, hasta el punto en que Boone Caudill decide volver con la india, Teal Eye (Ojo de trullo)... pero, lo que ocurre de aquí en adelante -difícil de imaginar para quien sólo haya visto el filme-, fue excluido completamente, porque Hawks veía la vida de otra manera.

Es muy probable que, su complacencia con el resultado de “Red River”, fue lo que motivó al director a volver por el mismo sendero y “The Big Sky”, título que alude al ancho cielo, como idea de la complacencia de los personajes con la vida al aire libre, para Hawks también pudo significar el mundo para todos y por eso, esa fácil unión en la travesía, plena de amistad y solidaridad entre blancos e indios, estadounidenses y franceses, no faltando, claro, los pollo peletas que cada día se levantan para oscurecer un poco el cielo.

Ese encomio de la amistad y del trabajo en grupo por un objetivo común (aunque no sea precisamente el más edificante, pues cambiar a los indios espejitos y algunas telas, por finas pieles, no casa con la justicia ni la equidad) es, sin duda, lo más relevante de esta historia que, una vez más, tiene a un río (el Missouri) como símbolo del incesante avance del hombre hacia la civilización.

Kirk Douglas, muy eficaz como Jim Deakins, el hombre que, junto a Boone Caudill (cualquier alusión a Daniel Boone es intencional), termina desviviéndose por una hermosa india de la tribu Blackfeet, aunque presiente que ella se inclina por su joven y apuesto amigo. Para el rol de Boone, Hawks deseaba repetir con Montgomery Clift, pero éste rechazó el proyecto y el papel fue a manos de Dewey Martin, a quien luego volveríamos a ver en “Tierra de faraones”.

Como Teal Eye, se escogió a una nueva actriz, Elizabeth Threatt, cuyo sugestivo rostro no fue suficiente para que consiguiera establecerse en el cine. Y necesario mencionar a Arthur Hunnicutt, muy agradable como el tío Calloway, el hombre que se volverá entrañable con su sobrino Boone y con su amigo Jim.

Con todo, creo que “THE BIG SKY” (los títulos para España y Latinoamérica desentonan por completo), es un filme que se hace grato ver. ¡Ah! Preferible verla en sus originales blanco y negro, pues la versión coloreada es deplorable.

Título para Latinoamérica: “SANGRE EN EL RÍO”
Luis Guillermo Cardona
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4 de julio de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La famosa trilogía de ríos, Rojo, Bravo y Lobo del todoterreno Hawks a dejado en la sombra de la historia este otro río sangriento en la dramática versión del título en español. "El gran o ancho cielo" del título original nos remite con mayor acierto no solo a la novela original de A.B. Guthrie Jr. (1910-91), parte de una trilogía encuadrada en la media docena de novelas que escribió sobre la conquista del oeste, sino al espíritu épico de la conquista del noroeste norteamericano por una amalgama de buscavidas, tramperos, cazadores, pícaros... de todas las nacionalidades que buscaban su fortuna en las oportunidades que les daban esas tierras inexploradas y la libertad que le ofrecían lejos de las incipientes nuevas urbes. El precio era jugarse la vida en el intento. Y por supuesto siempre a costa de los nativos que eran sistemáticamente expoliados y engañados por esos hombres blancos que en el mejor de los casos les cambiaban espejos y mantas por valiosas pieles.
Entre una de ciencia ficción y comedias, Hawks realizó está película de aventuras más que western con un guión apañado de Dudley Nichols, y la trilogía generacional típica de Hawks que tan buenos réditos le dio en su carrera con el joven Dewey Martin, el maduro Kirk Douglas y el senior Arthur Hunnicutt. No podía faltar la chica, objeto del deseo e indirectamente mujer fuerte en este caso la debutante y ´"ultima adquisición" profesional y personal de Hawks, Elizabeth Threatt como la india de la tribu de los pies negro "Ojo verdiazul" (Ojo de Garza en el doblaje español). Única aparición prometedora en la pantalla que nunca más se repitió sin saber muy bien por qué. Mantuvo eso sí un idilio con el propio Hawks que vio como se repetía en cierta forma la historia con Bacall y acababa en brazos de su actor protagonista en este caso Douglas.
Douglas que era la estrella se ve diluido en la trilogía masculina donde la apostura de Martin y el buen hacer del siempre eficiente Hunnicutt (fue nominado al Oscar) le restan protagonismo, aunque como siempre Kirk sabe jugar con acierto sus bazas. 

La camaradería entre machos alfas, la amistad y el esforzado viaje a través de remontar el río Missouri son los mimbres de esta cinta al que le falta drama y épica para ser reflejo de la epopeya de estos pioneros, por mucho que Dimitri Tiomkin y Russel Harlan se esfuercen con la música y la fotografía en blanco y negro. El triangulo amoroso queda descafeinado por el buen rollo existente entre las partes aunque Douglas aprovecha algunos planos para transmitir aquello que no acaba por explotar. Se deja ver con agrado y ha pasado a ser considerada por la crítica como de obligado visionado. No es para tanto.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
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