El cielo en el infierno

Lo peor que le puede pasar a un provocador, es aburrir, y es lo que sucede con esta propuesta, más allá de lo barata, incoherente, estúpida, que es en algunos casos a propósito y en otros involuntario, lo que más genera es aburrimiento, esos 3 personajes verborrágicos, que en vez de generar risa por rechazo, solo genera sopor, esa parodia a lo políticamente correcto que de tan remarcado termina en nada, ese esperpento mal entendido, esa mezcla de estilos que quiere ser todo y termina sin ser ninguno, es una amalgama de cosas, una especie de vomito, tal vez eso si lo logró muy a medias su director, hacer algo trash, pero algo trash no chocante, ni trascendente, solo trash, como hay tantas cosas que lo son, y no por eso esta propuesta se convertirá en algún momento en obra de culto, ni mucho menos, o eso espero, ya que hoy en día innumerables bodrios lo son.

Se agradece que en España se traten de hacer películas de este tipo pero, en este caso, nada funciona. La trama es mala a más no poder, es estirar un cliché/chiste barato durante poco más de una hora. Y otro problema es ese, que durando poco más de una hora se te hace eterna y soporífera. Estuve tentado de quitarla a mitad porque veía que eso no remontaba, pero por respeto al autor de esta obra la vi hasta el final para poder dar mi opinión más justa. Los actores son lo mejor, muy correctos todos. Lo que falla, para mí, es el argumento, vacío, con poco sentido, aburrido.

Irreverente comedia que pretende azotar lo políticamente correcto y tocar temas trillados de la sociedad actual (aunque ya cuenta con 6 años a la fecha en la que se redacta la crítica)

El tito Norber ya se sabe que tiene nulo talento, pero cuando además se trata de una comedia rompe la regla básica de este género; Ser comedia y no hacer gracia.
La película se dilata varias veces, contando con apenas 9-10 escenas se hacen largas, un humor extraño y personajes histriónicos como tanto ama Norberto Ramos del Val.

La carga de erotismo es elevada y la música es Vangelis de resaca con un sintetizador defectuoso (al menos no hay melodía de invasión extraterrestre)

Te quedas tal cual estabas pero con 70 minutos menos de tu preciado tiempo. Es un 1 alto la nota que conste, pero no puedo darle un 2 tampoco.

Otro de esos films que con suerte, puede causar una pizca de "algo" a los mismos creadores que lo han originado.

Burda sátira del hembrismo y la violencia doméstica. Tiene la extraña virtud de dilatar el tiempo, pues dura una hora y diez minutos, y se me hicieron tres.

“Ahí es nada, vosotros os lo habéis buscado tontos del culo; yo no tengo otra cosa que contar más que una historia de amor loca, absurda extraña, desagradable , sin fin ni comienzo, eterna desahuciada y miserable”.
La narradora nos lo advierte antes del minuto 2 lo que se nos viene encima, y es tal cual, el mejor resumen.

¿Tiene sentido que la narradora salga semidesnuda?, lo inmediato es pensar que no. Pero sí, tiene y mucho, porque esas son palabras que el propio director (Norberto) quiere decirnos a los espectadores, y si nos las dijera él no llegaríamos al minuto 3.
Antes de ese minuto otra de Norberto: “Dudo yo que seáis unos receptores exquisitos”, pero claro nos lo dice sutilmente una bella chica desnuda.

Este desprecio a los espectadores de Norberto, deriva de que el mismo califica la película que vamos a ver; como el dice se ha de ser tonto para verla entera sin ir saltando con el mando segundos y segundos. Pero ¿y el que la hace?, ¿que adjetivos utilizaría para el mismo? (creo que también irían por ahí en el mejor de los casos).

Director transgresor, que no estaría contento si su película tuviera una buena puntuación. Piensa que él está por encima del público en general, que éste no está preparado para percibir la crítica que conlleva el film. Solo espero que esto no se haya subvencionado con dinero público, que si es una obra de autor que se busque el propio autor las fuentes de financiación.

Lo mejor, para ser algo constructivos, son las dos escenas donde se ve a Katalina, Mariu Bárcena, masturbarse. Y cómo el director nos ha hablado, nos ha calificado, y ha calificado a la película de una manera tal sutil y tan visual (Mariu).
Todo lo demás lo califica el propio director en palabras de la narradora.