Uno de los giallos más atípicos que he visto.
Lo peor: podría ser más corta y los policías menos idiotas, siempre van varios pasos detrás del asesino.
Hay un personaje que podría ser pedófilo pero el inspector Peretti no se preocupa en lo más mínimo por eso.
Lo mejor: en el 72 explotaron los giallos, fue el año que más se hicieron, pero la mayoría se centraban en el sexo y la parte criminal quedaba en según plano, era más una excusa para justificar las escenas eróticas o metían un asesinato tras otro sin que hubiera un verdadero sentido al baño de sangre. Acá sexo casi no hay, 1 sola escena y de lo más liviana, no le interesa explotar eso. Tampoco se regodea en el gore, solo uno de los asesinatos es bastante gráfico. Es elegante y coherente.

Combina dos subgéneros del terror que detesto: el atmosférico y el social.
Lo peor: todos los hombres son mierda, no se salva ninguno, las mujeres son siempre víctimas y deben eliminarlos o dejar que se eliminen entre ellos. No hay posibilidad de convivencia entre ambos o de redención para los hombres, son el mal.
Lo mejor: el lugar donde está filmado es hermoso, típico pueblo pequeño de Europa con su castillo.
Las interpretaciones son muy buenas.

Un interesante policial de estilo negro en plena transición.
Lo peor: la primera parte es confusa mientras la historia va en paralelo, por un lado la parte profesional de Buloff descubriendo al asesino de narcotraficantes y por el otro la personal con sus problemas maritales con Lisa.
Lisa es un personaje imposible, y la interpretación de Luciana Paluzzi también, en vez de misteriosa o enigmática le sale fría y tiesa, es casi robótica, lo que hace que resulte inentendible que los hombres se obsesionen con ella.
Si bien trata de ser una versión moderna de un noir clásico, de hecho tiene todos los elementos, pero a los diálogos y a los personajes les falta encanto, carisma, Max se salva un poco, pero Buloff y Lisa son desagradables a secas.
Lo mejor: Max, contradictorio, encantador, su arco narrativo está bien estructurado.
Casi toda está filmada en exteriores, lo que la hace fresca y la ciudad de Hamburgo se veía hermosa.

Roger Corman le pidió algo al estilo Psicosis con la locación que tenía a mano: un castillo en Irlanda.
Lo peor: su ritmo es desigual, se sostiene mucho en los personajes y clichés (a mí los de este subgénero que mezcla gótico, gore, no me molesta) del terror de la época; familia con miembros sórdidos, mujer joven, en general rubia con un secreto, un giro en el medio, secretos truculentos, etc.
La segunda mitad puede ser lenta, si buscan muchos asesinatos se van a decepcionar.
Los diálogos son bastante acartonados.
Lo mejor: a mí me fascinan los temas estos y como los trataban sobre todo hasta mediados de los 60, después se volvieron tremendamente machistas hasta los 80, además de meter escenas de sexo innecesarias. Acá ya se ve que quieren ir por ahí, pero quizás porque Corman no estuvo presente la película tiene poco de sexo y violencia, lo que le interesa es analizar la dinámica familiar.

Un intento de noir chandleriano.
Lo peor: que copia lo peor de las novelas de Raymond Chandler, la confusión, que se acumulen cadáveres en fetas y todo quede demasiado enredado para que después den una explicación rápida que cierre la historia a los tumbos.
Sacando los asesinatos no pasa casi nada, son escenas largas de diálogos pretenciosos.
Charles Bronson no tenía el estilo, el porte, la edad, ni el físico para un personaje como ese. Su St Ives no llega ni a los talones del encanto cínico de Marlowe.
Lo mejor: los elementos genéricos del noir con una muy tímida modernización, ya que no quiere salir del esquema clásico. La mujer fatal, el millonario excéntrico, etc.
La dirección es elegante tratando de imitar el estilo de los 40. También sirve como una panorámica de la ciudad de Los Ángeles en 1975.
St. Ives es un personaje atípico para los protagonistas de películas de género de los 70, y más teniendo a Charles Bronson, no es un Alpha que ande trompeándose con todo el mundo, al contrario, es bastante tranquilo y trata de usar la menor violencia posible.