Haz click aquí para copiar la URL

El americano tranquilo

Drama En plena guerra de Indochina, la batalla enfrenta a tropas francesas y la guerrilla de ese país. Un hecho tendrá a las autoridades en vilo: el cadáver de un hombre ha aparecido flotando en un río. Tras las primeras investigaciones, se concluye que dicho cadáver pertenecía a un miembro de una misión de mediación de paz y que era de nacionalidad estadounidense. Ahora las miradas señalan como culpable al periodista británico Fowler, ... [+]
1 2 >>
Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
28 de enero de 2006
24 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación de "The Quiet American" (1955), novela de Graham Greene. Escrita, producida y dirigida por Joseph L. Mankiewicz, se rodó en Saigón y en Cinecittà (Roma), con un presupuesto modesto. "El americano impasible" (2002), de Phillip Noyce, es una nueva adaptación de la obra de Greene.

La acción tiene lugar en Saigón, en 1952, durante la Guerra de Indochina (1946-54), que concluyó con la derrota francesa en Diem Bien Fu. Narra la historia de rivalidad y deslealtades entre un corresponsal inglés, Thomas Fowler (Michael Redgrave), y un joven americano, Alden Pyle (Audie Murphy), dedicado a extraños y oscuros manejos.

La película construye un relato intensamente dramático, de excelentes y complejas referencias trágicas. Fowler llegó a Saigón hace unos 2 años, huyendo de la amargura de su pasado. Vive atrincherado tras su máquina de escribir hasta que conoce a una joven vietnamita, Phuong (Georgia Moll), chica de compañía del restaurante "Rendez vou", con la que establece un romance apasionado, marcado por diferencias insalvables de edad e intereses. La amistad con el recién llegado Alden le proporciona numerosos sinsabores. Su amargura aumenta por la intuición de una derrota inminente, la sinrazón del colonialismo, la presencia perturbadora del espionaje americano, las sospechas de que Alden ha intervenido en un atentado con víctimas inocentes. La obra contiene una crítica sutil de la "Caza de brujas", puesta en boca de Fowler, en su réplica al deseo de Alden de casarse con Phuong y tener hijos. Mankiewicz fue acusado por Cecil B. de Mille de actividades antiamericanas, pero su causa se sobreseyó tras el testimonio de John Ford. La película aporta, además, una crítica del intervencionismo americano, del cinismo y la desleatad que inpregnan la vida de muchos, del comunismo y de la guerra. Apuesta por el derecho de laosianos, camboyanos y vietnamitas a gobernarse en libertad.

La música, de aires orientales y melodías del momento, se hace presente con discreción y acierto. La fotografía, del mítico Robert Krasker ("El tercer hombre"), aporta una estética visual expresionista, muy a tono con el dramatismo de la obra y la perversidad de la guerra. La acción se desarrolla mayoritariamente en la noche, en locales cerrados y en espacios de poca luz. El guión, que explica la historia en un largo flash-back, contiene unos diálogos magníficos. La interpretación de Redgrave ("Alarma en el Expresso") es excelente. Addie Murphy, el soldado más condecorado de la II GM, convertido en actor de corto recorrido, interpreta el papel de Alden con acierto. La dirección aporta a la obra destellos de maestría en un conjunto rico y bien matizado.

Considerada una obra menor, la película contiene una excelente fotografía y un intenso dramatismo, de gran interés.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de agosto de 2010
14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un gran sentido de la oportunidad y con una visión premonitoria de lo que estaba por suceder -justo cuando acababa de cerrarse la tenebrosa Era Maccarthista y EEUU abría sucesivamente la puerta a otro vergonzoso episodio de su historia: la guerra contra el Vietnam-, el sorprendente escritor inglés Graham Greene, logró publicar su polémica novela “El americano impasible”. Era éste un libro inconforme con la política del gran imperio y pretendía denunciar, sin reservas, el rol que los norteamericanos empezaban a jugar en el oriente asiático (en 1955, año en que se publicó el libro, EEUU estaba enviando a Vietnam del Sur los primeros 216 millones de dólares, para apoyarlo en su lucha contra el comunismo). Eran ellos el tercer bando en escena junto a los franceses de que hablan la novela y el filme.

En la obra de Greene, los americanos son recreados con toda la prepotencia y la mezquindad de que hicieron alarde durante el conflicto, y el americano (Alden Pyle) es un temible agente encubierto de la CIA, servidor del general que ordenaba las bicicletas-bomba contra la población civil, para luego endilgarles los atentados a los comunistas.

El director Joseph L. Mankiewicz -quien también había sido afectado por el Maccarthismo-, vió igualmente el sentido de oportunidad en la novela, pero era obvio que no podía asumirla como estaba planteada, pues era claramente anti-americana. Así que, convirtió a su protagonista en un buenazo con riesgos de canonización (al menos así lo describe Fowler, aunque lo que vemos muy poco lo confirma), lo deslinda de la CIA, y lo convierte en la lamentable víctima, cuya aventura en Saigón, seguiremos tras la noticia inicial de su asesinato.

El filme, rodado en locaciones de la propia ex-capital survietnamita (ahora Ciudad Ho Chi Minh) es un tanto oscuro, y para dejar bien parados a los norteamericanos, traiciona tanto a la novela que, las protestas y el rechazo del famoso escritor contra la película, no tardaron en salir en los periódicos. Por otra parte, el filme soslaya el complot político y se centra, excesivamente, en un triángulo amoroso que, empero, me parece lo más interesante que tiene para ofrecernos, pues lo siento como una metáfora de lo que ocurre políticamente.

Veamos por qué: Phuong (la chica) podría ser Vietnam del Sur. Resulta muy atractiva tanto para sus colonizadores (Fowler), como para los americanos (Pyle). Ambos quieren quedársela para sí, pero, “amigablemente” se esfuerzan por conservarla de su lado. Ella se enreda con ambos y le costará sufrir por lo que ellos le brindan. ¿Qué tal la escena en la que Pyle (EEUU) recorre cientos de kilómetros, en medio de dos fuegos, sólo para decirle a Fowler que está enamorado de Phuong?

Con todo, queda la sensación de un paso en falso de nuestro apreciado Mankiewicz. “EL AMERICANO TRANQUILO” nos deja un notable desencanto.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de diciembre de 2012
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La novela El americano impasible (1955) de Graham Greene, transcurre en Vietnam en 1952 durante la ocupación francesa y prefigura la futura invasión estadounidense. En este texto, el escritor inglés capta como nadie el aire de los tiempos que se están viviendo en ese país y, si bien se trata de una historia de ficción, algunas de sus apreciaciones dicen más que cualquier tratado de teoría política. Sin duda, los dos años que trabajó en el Ministerio de Asuntos Exteriores Británico y el lustro que vivió en Saigón fueron un importante punto de partida para la construcción de la historia y la dotaron de un poder anticipatorio admirable. Sirva como ejemplo el pasaje (recuerdo que fue escrito en 1955) en que uno de los personajes explica el porqué de una futura derrota de los franceses con un argumento que perfectamente podría servir para explicar la derrota de Estados Unidos dos décadas más tarde:
"Una guerra de selvas y montañas y pantanos, arrozales donde uno se hunde hasta los hombros, y el enemigo sencillamente desaparece, entierra las armas, se viste con ropas de campesinos…"
Aunque estrenada cuatro años después del fin del macartismo, la versión fílmica de Joseph L. Mankiewicz parece responder perfectamente a algunos de sus postulados.
En principio, la adaptación se ajusta al texto casi al pie de la letra para apartarse en lo esencial: la misión de Alden Pyle en Vietnam.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Letraceluloide
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3 de julio de 2013
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he defendido que la película basada en una novela, no tiene porqué ser fiel completamente al texto, pues el lenguaje visual es diferente al literario, lo que sí debe hacer, es ser fiel al espíritu y carácter de los personajes del libro en el que se apoya y naturalmente utiliza, tanto el nombre como el prestigio del autor. Y de ninguna manera, tergiversar la historia al capricho del cineasta, porque el escritor puede sentirse traicionado en su obra.

Da la impresión de que un funcionario idiota del Departamento de Estado rehusó un visado para Graham Greene, y que éste, por rencor, decidió escribir un libro sobre un americano absolutamente imbécil, salido de Harvard a los 27 años (¡verdaderamente es estar atrasado!), virgen, bebedor de Coca Cola todo el día e importador de materiales plásticos a Indochina para hacer bombas. El libro, bien documentado en el conflicto político, también hablaba de una tercera fuerza en referencia a los americanos, adelantándose en unos años al intervencionismo yanqui en Vietnam.

A Mankiewicz no le gustaba la novela porque, según él era antiamericana, amarga y sin humor y se encargo de cambiar el personaje del americano Pyle, eligiendo a Audie Murphy, que era un excombatiente y héroe de guerra en la vida real (muy sintomático), dotándolo de un carácter idealista, con principios morales intachables y aparentemente honesto, que pide permiso a su amigo Fowler para cortejar a la amante vietnamita de éste. Lo mejor en mi opinión son los estupendos diálogos llenos ironía y sagacidad, el protagonista Thomas Fowler (excelente Michael Redgrave) un periodista inglés escéptico, que no quiere involucrarse en la contienda armada en la colonia francesa entre el ejército y la guerrilla comunista.

El escritor que detestaba la película se tomo la revancha enviando una carta al diario The Times, desautorizando al realizador en estos términos: “La novela que estaba basada en mis conocimientos más profundos de la guerra que los que posee el director americano y soy lo suficientemente vanidoso para creer que mi obra sobrevivirá muchos años más que la incoherente película de Mr. Mankiewicz”. Es evidente que tenía razón.
Antonio Morales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de mayo de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lento pero seguro sigo avanzando con mi personal propósito de ver todas las películas de Joseph L. Mankievicz. No por nada en especial, pero se dio la circunstancia de que tuve acceso a varias de ellas y así me propuse como objetivo verlas todas. Entre ellas hay de todo, desde clásicos indiscutibles, pasando por películas espléndidas, varias cintas correctas, alguna de relleno, y alguna más directamente mediocre. Vamos, como en las filmografías de casi todos los directores. El fantasma y la Sra. Muir y, sobre todo, Eva al desnudo, son las que más me han gustado hasta la fecha, mientras que La condesa descalza me parece su peor película y la más decepcionante ya que esperaba mucho de ella.
El hueco que El americano tranquilo ocupa dentro de la carrera de Mankievicz es bastante discreto, ya que se encuentra entre sus películas menos conocidas, algo que, una vez vista, se entiende perfectamente. En cualquier caso, esto es algo que le beneficia, puesto que como no hay expectativas tampoco hay decepción.
El americano tranquilo es, hasta donde yo se, la primera adaptación al cine de la novela de Graham Greene publicada en 1955. Posteriormente en el año 2002 el director australiano Phillip Noyce dirigiría una nueva versión con Michael Caine a la cabeza de la que tengo un buen recuerdo. Por mi parte me limitaré a escribir unicamente de la película sin hacer comparaciones con el libro, principalmente porque no lo he leído.
La película se ambienta en la antigua Saigon durante la Guerra de Indochina en la que los territorios franceses del sudeste asiático lucharon por su independencia. Ahí un periodista inglés instalado en la ciudad asiática se aprovecha de la guerra para llevar una vida paralela, con joven novia incluida, alejada de su gris existencia en su país. En su vida se cruza un joven americano, que tiene negocios en la zona, y que se enamora perdidamente de su chica. La peculiar relación de rivalidad que se establece entre ellos sumado al paulatino descubrimiento de la poca transparencia de esos negocios complican una trama que termina en una muerte. No descubro nada puesto que es así como empieza la película y a partir de ahí todo se desarrolla como un largo flashback.
Supongo que por el lugar y el momento histórico en que está ambientada solo cabía esperar una historia apasionante, y El americano tranquilo no lo es en absoluto. La relación que se establece entre los dos protagonistas es diferente, ya que no cae en los tópicos habituales de la rivalidad masculina ante una misma mujer, pero aun así eso no se refleja en el calado dramático del relato, que transcurre de forma gris y desapasionada.
Joseph L. Mankievicz se esfuerza en dar cierto empaque visual al relato, y se beneficia para ello de una notable fotografía, y consigue algunas escenas bien resueltas (el ataque a la torre de vigilancia, el atentado), que no consiguen levantar una película que esconde bajo su fría corrección un potencial mucho más complejo de lo que muestra en pantalla, y del que no se aprovecha en absoluto..
La película la interpreta el ilustre Michael Redgrave como el veterano periodista, que es el único intérprete que mantiene el tipo en pantalla, ya que la falta de carisma del novato Audie Murphy (héroe de guerra en Estados Unidos), como el personaje que da título a la película, es notable.
Lo mejor de haber visto El americano tranquilo es que la siguiente película de Mankievicz que me toca ver es De repente el último verano, y a esta sí que le tengo muchas ganas.
ernesto
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow