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Traición en Fort King

Western Un joven militar, recién salido de la academia de West Point, es enviado a Florida con la misión de conseguir la paz con las tribus indias. Sus métodos no serán aceptados fácilmente. Además, el oficial se enfrenta a un consejo de guerra por asesinato y traición al ejército americano. (FILMAFFINITY)
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
26 de noviembre de 2008
23 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los principales westerns de bajo presupuesto realizados por Budd Boetticher (1916-2001). El guión de Charles K. Peck Jr. desarrolla un argumento inspirado en hechos reales. Se rueda en los Everglades (Florida) y en platós de Universal Studios. Producido por Howard Christie para Universal, se estrena en marzo de 1953 (EEUU).

La acción dramática tiene lugar en Fort King, los Everglades y alrededores (Florida), en 1835. El teniente Lance Caldwell (Hudson), natural de la región, es destinado a Fort King tras graduarse en West Pont. Se reencuentra con Revere Muldoon (Hale) y con Osceola (Quinn), amigos de la infancia. Osceola es ahora el jefe de la tribu de los indios seminolas. El capitán al mando del Fuerte es Harlan Degan (Carlson), que tiene la confianza puesta en el sargento Magruder (Marvin).

Lance es disciplinado, fuerte, leal, valiente y tiene criterio propio. Cree en la eficacia de los métodos pacíficos y en la utilidad de los acuerdos. Expone, razona y defiende sus opiniones ante los superiores. Osceola, hijo de un colono europeo y de una india, apuesta por el diálogo y la negociación para resolver las diferencias de su tribu con la Administración americana. El mayor Degan es intolerante, autoritario, fanático, intransigente y poco equilibrado. Cree que la única solución viable para los problemas con los indios seminolas es el exterminio.

El film suma western, drama, guerra y romance. Se refiere a hechos históricos correspondientes a la llamada segunda guerra seminola. Concentra en un solo lugar (Fort King) y en un solo año (1835) acontecimientos que tuvieron lugar en diversas localidades a lo largo de un período de 3 años (1935-38). Rueda las escenas principales en los lugares donde tuvieron lugar los hechos (parajes naturales de los Everglades). Se refiere a un hecho de armas, conocido como “la masacre del pantano Vahoo", que constituye uno de los reveses mayores del ejército norteamericano anteriores a la derrota de “Litttle Big Horn” (25-VI-1876).

La narración se desarrolla en forma de un largo flashback, que el protagonista emplea para relatar los hechos desde su regreso como teniente a las tierras donde nació y creció. Sigue un epílogo breve que enmarca el final de la acción en un contexto de giros, sorpresas e intensa emoción. El realizador da pruebas de su habilidad para la narración, que desarrolla con eficacia y fluidez. Dota a los personajes de caracteres bien definidos y diferenciados, lo que contribuye a dar coherencia y densidad al relato. Apoyado en ella, trata temas propios del género (elogio de la valentía, sentido del deber, espíritu de sacrificio, el esfuerzo físico y psicológico, la amistad...) y de temas específicos y singulares (importancia de la diversidad cultural y étnica, valor de la cultura india, existencia de indios buenos y blancos malos....). Son curiosos, por poco vistos, los uniformes militares de época que se usan.

(Sigue en el spoiler sin revelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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4 de diciembre de 2010
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Hubo una guerra y otra guerra hubo / Hasta que los blancos se hicieron los amos / Cuando se instalaron en la joven tierra / Hasta cambiaron el nombre a los hombres, al monte y al llano…”
Así comienza un magnífico poema escrito por Gilbert Bécaud que, con pasión y sentimiento, recita el cantante Raphael. Cada que lo escucho se me crispa la piel porque me trae a la memoria una de las más grandes infamias que el ser humano ha cometido (y sigue cometiendo) contra sus propios hermanos. Grandes culturas han sido arrasadas impíamente; millones de indios que preservaban la calidad de la tierra, fueron exterminados con bruta crueldad y sin más motivo que la ambición desmesurada.

Los Creek, un pueblo indio que hacía parte de las llamadas Tribus Civilizadas, fueron llevados por el ejército norteamericano a un pequeño territorio, casi infértil, de Oklahoma. Un grupo minoritario de los Creek, escaparon a Florida, y a éstos se les llamó, los Seminolas, término que significa Fugitivos.

Su persecución por el ejército, con el afán de exterminarlos para apoderarse de la totalidad de sus tierras, es lo que recrea con efectividad el director, Budd Boetticher, en este semi-histórico filme, al que se ha añadido la presencia del soldado bueno dispuesto a defender la dignidad de los indios, situación que, sin duda, vino al caso para mostrar que entre las filas militares también había gente con muy buenas intenciones, y de esta manera, limpiar un poco la desteñida imagen de aquellos jinetes exterminadores.

El filme recrea otro de los grandes reveses que los aguerridos indios le causaron al ejército, episodio que se conoce como La Masacre del Pantano Vahoo (28 de diciembre de 1835), pero, se centra en el recuento que hace el teniente, Lance Caldwell (Rock Hudson), llamado a Tribunal de Guerra por su supuesta alianza con los Seminolas. Entonces, entran en el juego el medio indio, John Powell (Anthony Quinn), su gran amigo de otros tiempos, quien, ahora está convertido en el jefe seminola, con el temido nombre de Osceola (Bebida negra), y con él, Revere (Barbara Hale), su enamorada y mensajera, y gran amiga del implicado Caldwell.

Rodada, parcialmente, en lugares históricos; con una pictórica fotografía que, por momentos, nos hace sentir el paraíso que querían arrebatarle a los indios, Boetticher, demuestra su sensibilidad con aquel oprimido pueblo y los ilustra en toda su dignidad y compromiso, con el diálogo y los arreglos en buenos términos.

No obstante la suavidad con que ha sido tratada parte de la historia, <<TRAICIÓN EN FORT KING>>, se convierte en un western pro-indio y deja también sentado -con el personaje del Mayor Degan- que, entre los jefes militares, había uno que otro bárbaro.

Un filme significativo y digno de verse.

Título para Latinoamérica: PLUMA ROJA
Luis Guillermo Cardona
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27 de marzo de 2016
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Western de serie B para la Universal, a cargo de uno de los más fieles exponentes del western de bajo presupuesto durante la década de los cincuenta, Budd Boetticher que fue un cineasta generalmente infravalorado, que filmó este escueto film, durante la época en que estaba en auge el western pro-indio (Flecha rota, Apache, Lanza rota), en este caso los Seminoles de Florida. “Traición en Fort King” se sitúa entre la fordiana “El sargento negro” por el relato judicial y la narración en “flash-back”, y los “Tambores Lejanos” de Raoul Walsh ambientada también en los pantanos de Florida, por la misma época 1895, y con la revuelta seminola como similar centro de atención.

Pero el film bebe también del “Fort Apache” de John Ford, en la descripción de un militar megalómano, genocida y racista (el Mayor Degan: Richard Carlson) al que se enfrenta el personaje de Hudson, un oficial comprometido y humanista, con mayor beligerancia a la que lo hacía John Wayne en el film de Ford. El personaje mejor situado en los conflictos dramáticos del film es Osceola (Anthony Quinn), hijo de padre blanco y madre india, amante de la paz abocado a la guerra por las presiones de sus lugartenientes y las mentiras de los militares, es el que menos enjundia acaba teniendo en el argumento, aunque el cineasta siempre intenta presentarlo dotándolo de un magnetismo distinto al de los demás, a través de su tormentosa existencia, la expresión severa de su rostro y su frustración como jefe de su pueblo.

Un film muy físico, dominan los colores húmedos, barro, lluvia, arenas movedizas, donde la naturaleza es determinante, las zonas pantanosas “Everglades” de Florida, muestra la integración del indio nativo en el medio natural. El film es un escalón más en una cadena de westerns de sólida factura que denuncia el acoso al pueblo indio, donde un oficial es acusado de traición y asesinato ante un consejo de guerra. Rock Hudson era entonces la estrella emergente del Estudio, que asume el protagonismo absoluto de la historia junto a la bella y decidida Barbara Hale, también podemos descubrir a un joven Lee Marvin como soldado lacayo del Mayor del fuerte.
Antonio Morales
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18 de mayo de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Por fin me han enviado a un hombre que conoce lo suficiente a los seminolas. ¡Ahora se trata de saber si también los odia lo suficiente!"


Vista al menos dos veces, la primera vez, que la vi más o menos con quince años, pensé esto de ella:

"Entretenido western. Visto ahora, muchos años después de su estreno, puede que haya perdido fuerza, pero sigue siendo disfrutable, aunque no se encuentre entre lo mejor de Boetticher. Le falta algo más de acción, aunque cuando la hay, es de la buena. Muy bien Richard Carlson, en un papel fuerte".

Pues bien, vista ahora por televisión, en abril de 2019, tengo que decir que me lo he pasado muy bien viendo este western quizás al menor, sobre todo comparándolo con otras obras magnas del ilustre Boetticher, pero aún así tiene mucha fuerza dramática, sobre todo narrando la incursión de los soldados a través de los angostos territorios propiedad de los seminolas desde tiempos inmemoriales.
Este terrible periplo está contado con brío y tiene un estupendo ritmo donde los sentimientos más profundos salen a relucir.
Creo que es una buena película en sí, que casi se podría considerar de serie B, quizás, en cuanto a ambición artística, pero que ya denota que tras las cámaras se encuentra un hombre de cine, conocedor de su oficio y que ilustra la historia con una magnífica fotografía y sublima con la presencia de estupendos intérpretes, entre ellos un Rock Hudson que en pocos años pasó de hacer de indio casi como extra a protagonista, como en esta ocasión.
Y, en efecto, tal y como me pareció la primera ocasión que la vi, Richard Carlson compone un personaje de mando del Ejército, progresivamente alocado por mor de un ascenso que no le llega y de un sentido del honor y del deber equivocado netamente injusto y criminal.

https://filmsencajatonta.blogspot.com
Constancio
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16 de mayo de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni más ni menos. Los galones siempre tienen la razón en el Ejército. Aunque se trate del teniente Lance Caldwell (Hudson), recién llegado de West Point a los Everglades de Florida dominados por los indios seminolas.
Buen conocedor del territorio pues allí pasó buena parte de su vida y conserva antiguas amistades, Revere Muldoon (Hale) y el jefe indio Osceola (Queen), el joven teniente desde el primer momento trata de buscar la convivencia de todos, exactamente lo mismo que quieren sus dos amigos. El problema es el intolerante y ambicioso coronel del Fuerte King, mayor Harlan Degan (Carlson), que busca abiertamente el enfrentamiento.
Otra vez la presencia entre los indios y entre los militares, de jefes buenos y prudentes y de otros impacientes y violentos. Ya se sabe, "El impulso de la juventud es loco".
El asunto no es nuevo, pero aquí se aborda en un territorio poco transitado por el western (eastern deberíamos decir en este caso), con otro tipo de indígenas menos conocidos. Preciosos los paisajes con un magnífico colorido muy bien fotografiado, lo mismo que la ambientación y la música. Guion inspirado en la historia con la lógica versión made in USA. Personajes muy bien desarrollados e interpretados en el caso de los militares (Lance, Degan y el sargento Macruder que interpreta un joven Marvin), no ocurre lo mismo con Revere y sobre todo Osceola que se despachan con bastante rapidez y superficialidad.
Potentes escenas atravesando las selvas con toda la impedimenta militar, lo mismo que en el consejo de guerra por el que desfilará todo el argumento.
Veremos el caso de una fractura grave en el brazo de un soldado que se entablilla sobre la marcha, pero que cursa con fuertes dolores, fiebre intensa y pérdida de la razón. Mejor suerte tendrá el soldado herido por una flecha india cuando es curado por su hechicero extrayéndola y aplicando sobre la herida barro y hierbas que luego recubren con hojas verdes a modo de apósito.
Concluyendo, una buena película cuya visión recomendamos a los aficionados al western de los años 50.
Lafuente Estefanía
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