Cásate conmigo

Si ya de por sí, en la actualidad, es difícil convencer al espectador de que vaya al cine a ver algo que no sea un Blockbuster de una saga o una película de superhéroes, más difícil es, todavía, hacerles entrar a ver una película de corte romántico, cuyo género tiene un esquema muy trillado y que vivió tiempos mejores en los años 90 con ‘Pretty Woman’ y la señorita Julia Roberts. Aunque esté protagonizada por dos de los cantantes de mayor éxito de la actualidad, si encima la “ejecutas” de esta forma, es mejor abandonar la sala y meterte a ver cualquier otra cosa que ofrezca la cartelera.

La idea de partida, aunque rebuscada, se podía comprar: una pareja de cantantes de éxito decide hacer su boda en forma de concierto multitudinario que seguirán miles de personas a través de las redes sociales. Pero cuando ella descubra, en plena ceremonia, que el otro le ha sido infiel con su asistenta, cambia de opinión y le pide matrimonio al primero que ve entre el público, que resulta ser un divorciado profesor de instituto que se esfuerza por mantener vivo el vínculo con su hija.

‘Cásate conmigo’ es un caramelo para la crítica que deja cualquier calificativo posible en bandeja. Es una película fácil de criticar porque, en esencia, pocas cosas o ninguna hay que estén bien aquí. Si me centro en lo peor del filme, es que, a la hora de arrancar con el supuesto gran momento, no tiene ni un solo ápice de credibilidad haciendo que me baje del carro demasiado pronto. Se derrumba en el minuto uno porque no es capaz de jugar con simpatía, o algo de originalidad o de “realidad”. Todo resulta, ya no forzado, forzadísimo. Además, el montaje, dirección, etc… todo está de tal forma que parece que el presupuesto se ha ido en el vestuario de JLo. Si me estás vendiendo el “evento del siglo” yo me espero algo mucho más grande que una sala repleta de gente.

El momento “beso”, sin ir más lejos, es que no ha por dónde cogerlo y, a partir de ahí, todo va a peor. Sus responsables piensan que dedicándose a seguir todos y cada uno de los estereotipos y esquemas habidos y por haber en el género basta, y que la López haga lo que mejor sabe hacer, pero han tocado fondo tan pronto que es imposible levantar esto de ninguna forma, por muy majo que sea Owen Wilson que, por cierto, el pobre está desubicado y sosete, como si no terminase de entender qué hace ahí a parte de cobrar. Creo que solo tiene un chiste bueno en toda la película.

Es un vehículo de lucimiento para una Jennifer López que está tan guapa como elegante. Esto no eclipsa que nos demos cuenta de sus limitaciones artísticas para el séptimo arte y eso que aún recuerdo con agrado aquella que protagonizó con Robert Redford y Morgan Freeman. Tiene una química nula con Maluma más allá del escenario y le pasa lo mismo con Owen Wilson, que está ahí para que recordemos lo simpático que es y que Hollywood recuerde su número de teléfono, porque el hombre tiene que comer. Me ha dado un poco de pena verle aquí.

Lo de Maluma mejor lo dejamos aparte porque, sinceramente, que este señor se dedique a lo que se tenga que dedicar, pero que a la gran pantalla es mejor que no vuelva. Se ha venido muy arriba diciendo que quiere ser el próximo y primer Bond o Batman latino y está a unas cuantas lecciones de actuación de distancia. Menos guasa y a otra cosa, majete.

‘Cásate conmigo’ es lamentable hasta decir basta. Una de las peores producciones que he visto en mucho tiempo.

Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com/

Mary me es la típica película romántica por excelencia, con todos los arquetipos, clichés que se podrían ver en una cinta de este género pero tratando de darle un giro en forma de crítica hacia el mundo del espectáculo y la fama lo cual pudo ser interesante de ver si todo hubiera resultado bien, pero desafortunadamente la película lo maneja con mucha superficialidad unica, no hay ningún esfuerzo real por hacer las cosas diferentes ya que también en esta parte se ven los clichés que hacen que la película solo tenga una intención por hacer las cosas distintas pero no lo consigue.
Jennifer López y Owen Wilson están realmente comprometidos con el proyecto y esto se nota, tienen una química increíble y sobre todo cada uno brilla por cuenta propia con actuaciones muy certeras y realistas, mientras que Maluma funciona solamente como la cara bonita a la cual le falta mucha fuerza interpretativa.
La cinta aprovecha de una forma muy descarada la presencia de tantas estrellas especialmente en el lado musical, los usa como una descarada propaganda hacia el espectáculo, se siente todo muy plástico, artificial.
En conclusión Marry me es una película que quiere romper algunas reglas del género pero consigue lo completamente opuesto, además si a esto se le suma una propaganda hacia el mundo del espectáculo, hace que la cinta no cumpla con sus expectativas y que en sí no funcione muy bien, lo único que funciona son algunas actuaciones.

Britney Spears triunfó con su belleza de colegiala inocente mientras su desastrosa vida real desmentía aquella imagen de diseño. El colofón a su rebeldía culminó cuando la artista entró en una vulgar peluquería y se rapó su rubia melena. Entre sus escándalos Spears se casó borracha con un desconocido en Las Vegas. Si la primera Spears soñaba con una boda de cuento y defendía la virginidad como virtud, la Spears desquiciada de Las Vegas convertía el matrimonio en una bufonada. El argumento de "Cásate Conmigo" es algo parecido. Pero si Spears dio un paso valiente arruinando su imagen, Jenifer López sigue siendo la gran impostora.

En el arranque de la película la cantante, engañada por su prometido en plena boda, se pregunta entre lágrimas si existe el amor verdadero. Efectivamente elegir a Maluma como marido y confiar en su compromiso eterno no parece el mejor camino. La artista latina sigue cantando al amor romántico mientras su mayor valor sigue siendo el sexo más físico, incluso eligiendo novio. Con ese culo millonariamente asegurado se hace difícil separar el grano de la paja.

Antes que otra cosa "Cásate conmigo" es un empalagoso promocional sobre Jenifer López. Un calendario de postales sobre la fama en la era de instagram. Una estrategia de marketing que suscribe el estatus de celebridad de la cantante, como ya ocurrió con Whitney Houston en "El Guardaespaldas".

Te invito querido lector a ver la película "No mires arriba". Una crítica mordaz a la vida como mero espectáculo donde la verdad ha sido sacrificada por la tiranía de la pantalla digital.

Echo de menos a un nuevo Billy Wilder que pueda hablar del amor con inteligencia, sin convertirlo en una vulgaridad para nuevos ricos. Hubo un tiempo donde el amor era algo más profundo que un emoticono en forma de corazón y menos efímero que un menú del macdonalds. Aunque no lo parezca esta crítica es una declaración de amor, no sólo a otro tipo de cine sino al amor de mi vida. Una declaración en letras mayúsculas. Lean de nuevo, por si las mosquis.

Pues, siendo sincero, sabía lo que me encontraría (una vez visto el tráiler) y no me ha decepcionado en absoluto. De hecho, me ha terminado gustando bastante más de lo que me esperaba. Sé que estamos ante una fábula romántica entre una de las cantantes más fámosas actuales llamada Kat Valdez (interpretada por la actriz, productora y también cantante Jennifer López) y un (podríamos decirlo así) don nadie, un padre divorciado y buenazo profesor de matemáticas llamado Charlie (Owen Wilson), pero no por ello deja de ser de lo más maja y entretenida. Se le acaba cogiendo cariño a la historia y a los personajes. Ya puedo borrar la palabra "mala" para asociarla a este film porque, en mi opinión, no lo es ni de lejos, todo lo contrario. Aunque la trama parezca sacada de una telenovela, se basa en una novela gráfica creada por Bobby Crosby y el guión ha salido de lo más decente.
Kat y Charlie son de dos mundos diferentes, pero el amor no entiende eso y llega a sorprender cuando uno menos se lo espera. Una especie de eco norteamericano de la maravillosa cinta romántica británica titulada "Notting Hill" (1999) protagonizada por Hugh Grant y Julia Roberts, pero cambiando a un libretero y una actriz, aquí (como he comentado antes) por un profe de mates y una cantante superestrella. Uno puede pensar y decir, ya lo digo yo también, que no pegan ni con cola, pero si una mujer te propone matrimonio y casarse contigo delante de veinte millones de personas no debes recharlo de ninguna de las maneras. Primero haz esto y luego ya veremos cómo va avanzando la cosa. Eso le ocurre al personaje de Wilson sin vérselo venir. La pareja protagonista se la ve muy bien acompañada y/o secundada, entre otros, por el cantante (como actor ya es otro cantar) Maluma, Sarah Silverman como la amiga de Charlie, John Bradley (con un personaje alejado del que interpretó en la película "Moonfall" de Roland Emmerich) como el representante de Kat, y la joven actriz Chloe Coleman como la hija de Owen Wilson en la ficción.
La partitura de John Debney es ideal, pero me quedaría con las canciones que se escuchan durante el metraje y que se agradece que las hayan subtitulado en español para entenderlas, si acaso, mucho mejor. No es perfecta, lo sé, pero me ha hecho pasar un muy buen rato, de lo más entretenido. Cerca de dos horas de duración que no se hacen cargantes, pero bien es cierto que por la trama a tratar se podría haber reducido un poco del metraje, ya está. Sé que habrá gente que no le guste mi forma de escribir, esta crítica/comentario ni mis gustos a la hora de votar, pero lo siento, soy como soy y aquí queda eso. Mi nota final es de 7,5/10.

Basada en la novela gráfica de Bobby Crosby, Cásate conmigo es una historia de amor actual que habla sobre la fama, el matrimonio y las redes sociales. Dibuja un retrato de lo que hay detrás de la vida de las celebridades.

Como de costumbre, la trama de las películas románticas tiene una estructura predecible que gira en torno al hallazgo de la persona perfecta y que culmina su final feliz con la boda.

Sin embargo, esta cinta cambia el orden de los factores sin alterar el producto. Aunque hay ciertos conatos de explorar qué es el amor verdadero y su relación con el matrimonio, el hilo argumental se queda corto y las ideas raquíticas. Esto también sucede con la voluntad de acercarse al público familiar, que se ve embotada por un aguacero de moralinas simples y una coreografía de intelecto y sensibilidad exiguas.

Su directora Kat Coiro (Colgados en Filadelfia, Muertos para mí), experimentada sobre todo en producciones televisivas, plasma todos los clichés que se podrían ver en un film de este género. Ahora bien, Coiro trata de dar una vuelta de tuerca con una crítica algo superficial al mundo de la popularidad y la obsesión por las redes sociales. Refleja así la total necesidad de exponer cada segundo de nuestras vidas para buscar la aceptación de los demás.

Visualmente, aprovecha el factor del espectáculo para trasladar al espectador a grandes presentaciones musicales a cargo, principalmente, de Jennifer Lopez. Su personaje no difiere mucho de su realidad: interpreta a una estrella del pop que no ha tenido mucha suerte en sus relaciones.

La notable química entre Owen Wilson y Jennifer Lopez consigue dirigir a la pareja hasta terrenos que llegan a resultar algo emotivos. Como se ha dicho, el largometraje reitera el clásico tópico de que dos individuos que no tienen nada en común pueden acabar enamorándose de verdad. De este modo, manifiesta que, a veces, la persona que creemos estar buscando es quien realmente conviene que esté en nuestra vida.

www.contraste.info