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Los Cuatro Cocos

Comedia. Musical Primera película de los inimitables y geniales hermanos Marx. Groucho es el director del hotel "Los Cuatro Cocos" que atraviesa dificultades económicas. Debido a una inminente quiebra, se procede a la subasta del hotel por parcelas, pero la cosa se complica con la llegada de Chico y Harpo, y el robo de un valioso collar. (FILMAFFINITY)
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Críticas 23
Críticas ordenadas por utilidad
28 de enero de 2006
33 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es éste su mejor trabajo, pero sí uno de los mas alocados.
Como (casi) siempre, hay demasiados números musicales innecesarios (menos mal que se inventó el avance rápido en los reproductores) y Zeppo está fuera de lugar.

A continuación, algunas frases memorables; aunque no todas, pues sería imposible recordar tanta verborrea delirante aun viéndola mil veces. Algunas las he modificado un poco, como es lógico, para no pasarme de las palabras permitidas, pero, esencialmente, conservan todo su... ¿significado?

Aclaraciones previas: El Sr. Hammer (Groucho Marx) es el director del hotel Los Cuatro Cocos y de la hacienda que lo engloba, la cual está en apuros financieros debido a una mala situación geográfica, por lo que intentará venderla al mayor precio posible, "engañando" si hace falta; Chico y Harpo son un par de ladronzuelos que se hacen pasar por clientes para afanar absolutamente todo lo que se les ponga a tiro.

• Los botones reclaman al director que les pague sus sueldos de una vez.
Groucho: Así que queréis vuestro dinero.
Botones: Sí, queremos que nos pague por nuestro trabajo.
Groucho: ¡Ah!, entonces queréis mi dinero, no el vuestro. ¿Acaso os pido yo el vuestro? No, amigos, el dinero nunca os hará felices; y la felicidad no os procurará dinero.
Botones: ¡Queremos nuestro dinero!
Groucho: Os haré una promesa: si os quedáis conmigo y trabajáis duro, nos olvidaremos del dinero. El sueldo le quita al hombre su libertad. No olvidéis que no hay nada como la libertad (excepto una buena caña de cerveza en un día de calor). Sed libres, amigos míos. Uno para todos, y todos para mí; yo para vosotros, y tres para cinco, y seis para veinte.

• Groucho, intentando vender la hacienda a Margaret Dumont: «Playa Los Cocos, a mil kilómetros de Nueva York en línea recta, y a 1500 en línea quebrada. Es la zona más exclusiva de Florida: no vive nadie. Y el clima... nuestro lema es: "Sin nieve, sin hielo y sin gente". ¿Sabe que la población de la playa Los Cocos se ha duplicado en una semana? Sí, han nacido tres perros, y esperamos un chivito mañana».

• Tras abrírsele la maleta accidentalmente a Harpo.
Groucho: He, oiga, ¿sabe que su maleta está vacía?
Chico: Sí. Ya la llenaremos antes de marcharnos.

• Chico, dirigiéndose a Harpo: "Haría cualquier cosa por dinero. Mataría a alguien por dinero. Te mataría a ti por dinero. Je je je; no, hombre, tú eres mi amigo: a ti te mataría gratis".

• Groucho, dirigiéndose a uno de los botones: "Si ves que entra un cliente, lo atas y lo marcas".

• "Hace tres años yo vine a Florida sin un centavo en el bolsillo. Ahora tengo un centavo en el bolsillo." (Groucho Marx)

• "Me voy a esperar a que lleguen en el tren de las 4:15. Si no he vuelto antes, es que todavía lo estoy esperando." (Groucho Marx)

• "Esta es mi llave maestra. Es que yo soy muy culto: hasta mis llaves tienen carrera." (Groucho Marx)
jastarloa
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29 de octubre de 2008
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
El debut de los Marx en el cine sonoro se produjo con “The cocoanuts” o “Los cuatro cocos”. Hijos de inmigrantes alemanes y con ascendencia judía, Julius, Leonard, Adolph/Arthur, Herbert y Milton Marx (que adoptaron los nombres artísticos de Groucho, Chico, Harpo, Zeppo y Gummo) empezaron a destacar como músicos y cantantes, talento que les venía de la tradición familiar. Acostumbrados a las tablas y a las actuaciones ante un público, los Marx se curtieron en giras en las que sus espectáculos fueron evolucionando hacia una mezcla de humor disparatado y mordaz, y números musicales.
Habían estado representando “The cocoanuts” durante varios años, hasta que la Paramount trasladó la obra al cine en 1929.
Todas las películas en las que los talentosos hermanos intervienen juntos (Gummo fue el único ausente, y posteriormente también Zeppo abandonó los platós de cine), siguen más o menos argumentos similares, pero éstos no son más que trampolines para resaltar la explosión creativa, espontánea y delirante de algunos de los cómicos más laureados de la historia.
Que se desarrollen en un hotel en quiebra (como es el caso), o en una ópera, o en el Salvaje Oeste, o en un país imaginario, es algo meramente secundario. Por encima de esas urdimbres accesorias, acudimos a una colección de gags humorísticos inmortales, a imparables juegos de palabras, a escenas musicales de gran calidad, y a algunos de los diálogos más chispeantes, absurdos y descarados que hayan dado los guiones cinematográficos.
Una comedia de los hermanos Marx es una batidora gamberra, artística, desternillante, ácida, crítica y optimista. Es como asistir a un número de varietés donde te garantizan pura diversión y entretenimiento inteligente. Con ese aire característico de ingenua ligereza (que resulta no ser tan ingenuo), se colocan en el punto de mira grandes defectos sociales como el poder desmesurado del dinero, los prejuicios de clases, las conveniencias, los “amores” interesados, la superficialidad que lleva a muchos a fijarse antes en las apariencias que en su verdadera condición…
Cada película de los Marx es un universo tronchante repleto de irreverencias, de sana alegría, de soluciones surrealistas ante la adversidad, de finales felices y de socarrona ironía.
Además, también servían como puente hacia el estrellato a nuevos actores y actrices, y a talentos poco conocidos de la canción, que en ellas regalaban sus dotes para el canto.
Por no hablar de actrices fetiche como Margaret Dumont, que acompañaría a los hermanos en diversas ocasiones a lo largo de su carrera.
Pasen y vean… Y ríanse, disfruten de estupenda música y de gags que a menudo despiertan a ese niño travieso y despreocupado que llevamos dentro.
Vivoleyendo
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19 de febrero de 2008
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Correcto aunque no maravillo film de los Marx en el que podemos apreciar el comienzo de su jerga y su tipo de humor. Los comienzos son siempre duros.
Sin embargo el film carece aun de la chispa de los Marx, además de tener un argumento que no engancha y un excesivo número de canciones, que hacen el ritmo lento y pesado.
La genialidad de este film es Harpo, aunque sin desmerecer a Groucho y a Chico.
Groucho aunque como siempre ingenioso no está a la altura de otras películas, se le perdona por ser la primera y tener eso en cuenta es importante.

La película posee (practicamente entre canción) algunas escenas bastante divertidas aunque no tan geniales como en las demás películas. Destaco la escena de la subasta y cuando Groucho trata de explicar a Chico lo que es un acueducto.

En resumen una película que es mejor no ver de primera en su filmografía, ya que podríamos llevarnos una impresión menos agradable que si videamos otra.
Loro del señor coton
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19 de febrero de 2009
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer largometraje de los Hermanos March y primero de la serie de cinco que ruedan para la Paramount. Es dirigido por los realizadores Joseph Santley y Robert Florey. El guión, de Morrie Ryskind y George S. Kaufman, adapta el musical de Broadway “The Cocoanuts” (1925). Se rueda en los platós de Paramount Astoria Studios (NYC). Producido por Monta Bell y Walter Wanger (no acreditado), se estrena el 3-V-1929 (NYC, preestreno).

La acción dramática tiene lugar en Florida (Hotel Los Cuatro Cocos, Hacienda Los Cuatro Cocos y playa Los Cuatro Cocos) en el verano de 1929. El Sr. Hammer (Groucho) es el propietario y gerente de un hotel de playa y de la finca en la que está enclavado. Las pérdidas del negocio hotelero le obligan a vender parcelas de la finca. Como clientes llegan al hotel dos personajes excéntricos, Chico y Harpo, que provocan el caos en el establecimiento.

El film suma comedia y musical. El peso de los números de baile y música es mayor que el habitual en las películas posteriores de los Hermanos March. La estructura mixta de musical y de comedia está tomada de los trabajos de los protagonistas en teatros y escenarios. La música tomada del musical de Broadway, de Irving Berlin, con sus adaptaciones e insertos, compone una espléndida banda sonora. La acción y los diálogos adaptan el libreto escrito por George S. Kaufman.

El humor se caracteriza por su carácter corrosivo, anárquico, surrealista y alocado. Los personajes son liantes, mentirosos, timadores, descarados y vividores. Su comportamiento, que no tiene nada que ver con la sensatez y la cordura, provoca cataclismos colectivos imprevisibles. El ritmo de la acción es arrollador. Los diálogos, agudos y chispeantes, son iconoclastas, excéntricos y alocados. La acción que los acompaña es anárquica, disparatada y destructiva.

Harpo, hambriento, come un teléfono, bebe la tinta de un tintero y degusta la cola de un frasco de goma de pegar. Chico no es capaz de entender lo que es un viaducto, confunde diques con duques y participa en una subasta rompiendo todas las reglas del juego. Se hacen numerosas parodias, como la del botones que imita la inmovilidad de un guardia real británico, el socorrista de playa rodeado de seductoras bañistas, el ladrón descuidado y distraído. No falta la confrontación de la pareja buena con la malvada, de los padres/madres con los hijos/hijas, de los oportunistas que buscan amores interesados con los que quieren amor verdadero.

(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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23 de abril de 2008
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
89/19(20/04/08) La primera cinta sonora de los Geniales Hermanos Marx. Sin estar entre las mejores, contiene gags desternillantes. Como todas sus films son muy irregulares, irregulares porque cuando no estan en pantalla pierde todo el interés, así como con los pesados números musicales, este en particular por su claro lastre teatral, parece una obra filmada, pero es cuando se juntan los tres hermanos y digo tres pues aún participando Zeppo, este es un cero, no puede pertenecer a la familia, tiene que ser adoptado, pués bien cuando los tres se juntan todos los defectos desaparecen y lo único que resta es disfrutar de su maravillosa anarquia, por no hablar de las escenas de Groucho con Margaret Dumont, desternillante. Fueron unos adelantados a su tiempo, como humoristas en el cine son los Más Grandes. Recomendable para los que de sonreir, ¿hay algo mejor en la vida? (Aparte del sexo)Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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