La tentación vive arriba

Genial comedia de Billy Wilder basada en una obra de teatro de George Axelrod, el mismo de la genial "Desayuno con diamantes", siendo ambas protagonizadas por Tom Ewell que cumple perfectamente con su papel del americano medio casado que tras siete años de matrimonio, "la maldición de los siete años", se queda de Rodríguez en Nueva York e intenta picar en todos los placeres prohibidos de los hombres casados, vivir como un soltero.

Ewell bajo la experta mirada de Billy Wilder nos recita todos sus pensamientos en alto como si disertara desde el escenario de su teatro compartiendo sus sueños, sus miedos, sus pesadillas, sus anhelos y también sus frustraciones y sus limitaciones autoimpuestas en cuanto al tabaco, el alcohol y las mujeres, benditas mujeres, y además, la historia del remo, que nunca sale del entorno de la pantalla, impertérrito, siempre presente.

Y qué decir de la belleza salvaje y sensual de Marilyn, con esa ingenuidad que enamora, llenando con su sola presencia la pantalla, con su sonrisa, con su voluptuoso cuerpo, sus provocativas curvas y su esplendorosa y cautivadora risa, dejándonos una de las escenas inolvidables del cine mientras el caluroso aire que despide el metro eleva la falda de su vestido dejando al descubierto sus torneadas piernas, su belleza y su sensualidad.

Sobresaliente, 9.

Richard Sherman, el protagonista, estará solo en su piso de New York durante todo el verano, ya que su mujer e hijo han ido a veranear al pueblo. En sus primeros minutos de soledad se propone a si mismo portarse bien; no fumar; no beber, nada de mujeres; Todos estos planteamientos los hace en voz alta y de una manera bastante graciosa, pero los buenos propósitos desvanecerán rápidamente……. Su nueva vecina, tan bella como excéntrica, producirá en Richard un desequilibrio, en su planteamiento de fidelidad y buena conducta. A partir de entonces la película se centra en el juego de seducción entre ambos, pero siempre desde un enfoque cómico. A su vez la película se centra también en la psicología de Richard, un hombre que piensa demasiado, angustiándose con su pensamientos negativos, los cuales en su mayoría son fruto de su excesiva imaginación.

Opinión Personal

El guion está centrado únicamente en el juego de seducción entre ambos, y se hecha en falta que ocurran más cosas en la película; como que intervengan mas actores o que la historia entre ambos avance más y realmente establezcan una relación más intensa. A pesar de tener un punto monótono, la película resulta bien entretenida por sus diálogos y por el juego entre ambos, quedando patente el gran director que hay detrás.

Los puntos fuertes de la película me parecen; por un lado la parte cómica de Peter hablando solo en voz alta y diciéndose a si mismo que debe portarse bien y al minuto siguiente autoengañandose con cualquier excusa. El otro punto fuerte me parece el aprendizaje que podemos hacer de esta película y lo peligrosos que son los pensamientos negativos, además unidos a un exceso de imaginación. Una cosa es pensar y razonar con inteligencia y otra angustiarse con miles de pensamientos imaginarios, eso no es razonar, si no mas bien pensar sin una base lógica o “rallarse”, algo que preferiríamos que no pasara, pero que nos ocurre en muchas ocasiones.

Queda ya poco que añadir que no se haya dicho en las críticas anteriores. En cualquier caso, una comedia que sorprende por sus tema nada puritano para la época, lástima que la censura decidiera joderla intolerablemente, por lo que el espectador llega incluso a no estar seguro de si se está cometiendo adulterio (aunque en realidad el dvd me saltaba y hubo un par de escenas que no vi)
De visión obligada para los amantes de Woody Allen, como ya se ha comentado por aquí, el film tiene muchos de los ingredientes que este director usará en sus películas: gags que ocurren en la imaginación de los protagonistas, la introducción, que imita un documental y otras cosas que he olvidado.
Muy divertida, me gustó más que, por ejemplo, con faldas y a lo loco, pues tiene un humor menos santurrón. Marilyn está muy buena, pero el protagonista es horrendo y tiene cara de perturbado mental. En cualquier caso, la recomiendo, se sorprenderán, reirán, véanla damas y caballeros.

F-A-B-U-L-O-S-A. Me encantó esta película y, a pesar de que en esta película la mejor parada fue Marilyn Monroe gracias a la famosa escena de las faldas en el conducto de aire del metro, yo destaco más el papel de Tom Ewell (aunque también Marilyn hizo un excelentísimo papel como chica guapa, tonta e inocente que es el que se le daba mejor).
Brillante fue la idea del gran Wilder de hacer un guió casi por completo a base de soliloquios del maniático protagonista que le dio el gran toque de humor que se merece el 70% de la nota que le puse.

Un padre de familia que se queda en Nueva York trabajando mientras su esposa e hijo se van de veraneo. Él debe estar sin fumar ni beber y, aún encima se le suma la gran tentación de la llegada al edificio de su nueva vecina: una chica hermosa e inocente. Si aún fuera poco, descubre un estudio que habla sobre los graves inconvenientes que se suceden al séptimo año de matrimonio. Y esto aumenta aún más su paranoia.

Una gran historia cargadísima de humor y un guión cargado de diálogos con picardía y una buena dosis de risas.
Lo que más destaco de esta película es la genial construcción psíquica de la evolutiva paranoia mental que tiene Tom y los geniales comentarios de Marilyn Monroe ("Ah, esto es música clásica! Lo he adivinado porque no cantan").

Esta frase incluida en la letra de una canción de Los Rodríguez es muy apropiada para "La tentación vive arriba". ¿Por qué? Muy sencillo. La película está protagonizada por un "Rodríguez" norteamericano, en una época de muchísimo calor veraniego y la receta la pone, cómo no, Marilyn. Ciertamente supone una alegría para la vista contemplar a esta sex-symbol en color, pero si tu cerebro sólo es capaz de fijarse en el cuerpo de la Monroe, "La tentación vive arriba" no es tu película y deberás buscar algo menos intelectual.
Como siempre Billy Wilder va más allá de las apariencias y nos ofrece, en tono de comedia, una disección perfecta de la psicología masculina y del engaño femenino. La primera, en cuanto a la involuntaria transformación que sufre un hombre cuando se encuentra con una chica bombón, sus previsibles fantasías sexuales - sólo faltaba la doncella en los arquetipos que se nos presenta, pero al pertenecer a la clase media no podía permitirse una - y sus paranoias de culpabilidad sin ni siquiera haber echado una "canita al aire"; la segunda, en lo que se refiere a la explosividad de Marilyn en comparación con su intelecto (atención a la escena de ambos sentados al piano y su diálogo sobre Rachmaninov, absolutamente genial).
Posiblemente "La tentación vive arriba" no es tan ingeniosa en frases como otros trabajos de este director, pero éste suple esa carencia con habilidad a través de otros recursos. Al principio se hacen algo pesados los pensamientos en voz alta del protagonista y el final pierde enteros con respecto al resto de la película. Por ello debemos verla como una comedia menor de Wilder, y aun así merece la pena. Por muchas razones, aunque haya pasado a la historia del cine por mostrar las interminables y bonitas piernas de Marilyn mientras el aire del metro asciende por el respiradero levantando su falda en la calle.
Ah, y yo todavía diría más sobre el primer movimiento del Concierto para piano y orquesta nº 2 de Rachmaninov: No es romántico, sino pasional con esa fuerza arrebatadora.
Mi nota: 7,3