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John muere al final

Fantástico. Comedia. Terror En la calle lo llaman "salsa de soja" y es una droga que transporta a los que la toman a través del tiempo. Sin embargo, cuando algunos regresan ya no son seres humanos. Así es como se produce una invasión silenciosa de la Tierra que hace que la humanidad necesite urgentemente un héroe. Aquí aparecen John y David, un par de desertores de la universidad que apenas son capaces de mantener un trabajo. ¿Podrán estos dos seres aterrados ... [+]
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Críticas 30
Críticas ordenadas por utilidad
6 de octubre de 2012
25 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Coscarelli vuelve con un film sorprendente, extremadamente original hasta tal punto que puede inventarse lo que quiera que el espectador se lo va a creer. En una película ha llegado ha mezclar, muy hábilmente, todo lo que ha querido: drogas, invasiones extraterrestres, apariciones, mundos paralelos, etc... Con un universo propio y un talento detrás de la cámara magistral, Coscarelli vuelve a la pantalla, despues de Bubba Ho-Tep, con un film que a la mayoría gustará. Los actores, excelentes, sobretodo por la parte de los secundarios; Giamatti en su línea pero a destacar Clancy Brown (el malo de los inmortales), quién hace el papel de un "Profesor Cavan" excelente.
Kitus1983
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7 de octubre de 2012
23 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película gamberra donde las haya. Coscarelli plantea una historia muy original, relatada de manera muy inteligente mediante un gran flashback, en el que finalmente resulta que nada es lo que parece. Hay que verla sin pretensiones y dejarse llevar. Se trata de ir entrando poco a poco en un universo de mundos paralelos, saltos de espacio y tiempo, apariciones, criaturas monstruosas, invasiones extraterrestres... Todo en uno. El sentido del humor sirve para hacer más llevadero el conjunto. Algunos golpes son ciertamente chabacanos, aunque otros me han parecido muy ocurrentes. Como inconveniente, cabría decir que el ritmo es tan trepidante que cuando la peli alcanza los 45-60 minutos el espectador puede llegar a desconectar, aunque hacia el final vuelve a reengancharse.

Revisión del género fantástico y de terror en forma de coctelera explosiva. Una interesante manera de pasar el rato...
rober
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10 de marzo de 2013
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Don Coscarelli a través de una novela de David Wrong, seudónimo de Jason Pargin, nos explica una historia demencial. Podríamos decir que da rienda suelta a sus más increíbles sueños, en un ejercicio de ir más allá de los convencionalismos. A partir de aquí cada uno que lo interprete como quiera. Nos da libertad total. La misma que él se ha tomado para realizarla. Lo más seguro es que nuestra opinión diverja en mucho a la suya. Es lo que tiene plantear una historia de esta manera, libre y anárquica.

Cuando asistimos al visionado de una obra de estas características, en la cual se plantea la lucha entre dos mundos, la entrada y salida de cada uno de ellos se hace un poco confusa, y muchas veces no sabemos en cual nos encontramos. Quizás en eso radique la gracia, mezclar sueño con realidad. A esto ayuda, sin duda, la salsa de soja, una droga de nueva generación que te hace ver cosas y te transporta en el tiempo y a otras dimensiones, todo en uno, ¿no está mal, verdad? Estas alucinaciones llevan a los protagonistas, John y Dave hacia un mundo que tienen la obligación de salvar. Difícil tarea la suya.

Con una intro espectacular, la película se convierte en un aluvión de imágenes en las que todo vale y, lo que a veces se asemeja a algo metafísico, deriva en un cuento fantasioso rodado, eso sí, de forma espectacular.

Dave es entrevistado por un periodista llamado Arnie. Le explica sus extrañas experiencias divididas en tres grandes bloques. En el primero narra su encuentro con un jamaicano llamado Molly. No hace falta mencionar lo que este le proporciona. En el segundo explica su investigación junto a su amigo John, de una extraña muerte aparentemente causada por Molly. Finalmente, en el tercero, trata de la investigación por la desaparición de su amiga Amy. No todo es tan sencillo, y todas estas historias se entremezclan para ofrecernos un coctel explosivo.

Personalísima película de Don Coscarelli, con un guión muy bien trabajado pero muy confuso, llega un momento, cuando la estamos viendo, que hay dejarse llevar y no intentar descifrarlo. Es tal el aluvión de imágenes y conceptos que cuesta digerirlo todo. No obstante, y después de hacer algún que otro acto de fe, la trama es sumamente atractiva y nos da algún que otro alucinante giro, y lo que en principio podría parecer como una parodia de los Cazafantasmas, se convierte en algo con mucha más sustancia. Hay que resaltar que el humor negro está presente en todo su metraje, y seguro que soltaréis alguna que otra carcajada. Los jóvenes y primerizos actores Chase Williamson y Rob Mayes, hacen una interpretación espectacular por su frescura y desparpajo, y junto a el prolífico Paul Gimatti, conforman un elenco de actores muy eficiente. La fotografía y la música son espectaculares y los efectos especiales muy conseguidos y verosímiles.

Comedia metafísico-terrorífica que hará las delicias del público más exigente. Este sólo tiene la obligación de disfrutar y divertirse. Yo creo que no vale la pena ir más allá, cada uno que juzgue y saque la punta a lo que pueda. La diversión está asegurada. Por último no os puedo decir si John muere al final, secreto de sumario.

http://www.terrorweekend.com/2013/03/john-dies-at-end-review.html
TerrorWeekend
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8 de octubre de 2012
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine sobre drogas y adicciones suele provocar división entre los que aceptan sin rechistar sus normas fuera de control y descocadas asumiendo que la única forma de entender su significado es sumergiéndose sin condiciones en sus consecuencias, y los que lo consideran simplemente una ida de olla digna de un demente mental con delirios de artista. Suele ser así. Ejemplos los hay a montones. Requiem por un sueño (Requiem for a dream), Miedo y asco en Las Vegas (Fear and loathing in Las Vegas), Trainspotting, Blow, Enter the void, El almuerzo desnudo (Naked Lunch), A scanner darkly, etc. Películas extremas muy diferentes al resto y totalmente autoconscientes de que lo son (lo que a veces es un arma de doble filo). Directores de culto en su mayoría como Aronofsky, Gilliam, Linklater o Cronenberg. Alucinaciones, ensoñaciones, tiempos muertos, reencarnaciones, pesadillas...es un tipo de espectáculo que exige toda la atención de su espectador y, sobre todo, paciencia. Paciencia para introducirse en ese mundo de malos sueños que la mayoría desconoce, por lo que la curiosidad y el rechazo a lo desconocido se dan cita sin saber cual de los dos ganará. John Dies at the end va de eso mismo. Mundos paralelos, monstruos, extraterrestres, saltos de espacio y tiempo, etc. Pero la particularidad del montaje sustentado en flashbacks para narrar la historia y la continua intromisión de los muertos en el mundo de los vivos le añade una especia más a este guiso para distinguirlo de otros del sub-género de la serie B. Porque si algo es este alocado film es pura serie B con un director de serie B orgulloso de pertenecer a la serie B. Don Coscarelli es un clásico irrefutable para sus fans y director de culto para otros. Yo no diría tanto, pero si tiene mérito debutar en la dirección cinematográfica con diecinueve años (Jim, the world greatest) y haber creado uno de los mitos más originales del terror moderno como Phantasma. También le da puntos extra el convertir a una leyenda como Bruce Campbell en Elvis en la descacharrante Bubba Ho-Hep.

Es curioso como la figura de Campbell sobrevuela por todo el film a pesar de no salir ni un segundo en pantalla. El espíritu de la brillante saga Evil Dead (miedo me da su próximo remake) está presente en la formación de unos incapacitados e improbables héroes como futuros salvadores del mundo (unos carismáticos Chase Williamsom y Rob Mayers). No solo son antihéroes sino que están colocados la mayor parte del tiempo, lo que les permite ser testigos de una invasión silenciosa promovida por seres de otro planeta. No les queda otro remedio que embarcarse en una confusa aventura repleta de diálogos hilarantes y un humor escatológico y salvaje. La narración, como dije antes, está construida mediante flashbacks explicativos intercaladados de forma anárquica con el presente, donde un enorme Paul Giamatti (es alucinante como se hace el amo de la función en todas sus películas, sabedor de que tiene pocos rivales de su altura que le puedan devolver el golpe) ejerce como periodista interesado en la rocambolesca historia de los dos jóvenes. En entender y discernir esos segmentos se encuentra la clave. Pero no es nada fácil. Hay dos formas de tomársela: totalmente a cachondeo y disfrutando sin más, o intentar analizarla. Vamos a intentar analizarla. Para mi es decisivo comprender la división entre tangible e intangible que Coscarelli se esfuerza en hacer cada cierto tiempo. Creo que el director americano intenta explicar que el mundo de los muertos tiene un cordón umbilical inseparable del mundo de los vivos y que la no aceptación de este hecho podría provocar un choque de intereses entre ambos sectores. Evidentemente esta reflexión no tendría sentido si no estuviese posicionada en el marco de la ciencia-ficción. Pero dando eso por sentado, se puede decir que los efectos de la droga no dejan de ser algo intangible, un efecto no se puede tocar, y es paradójico que nuestros protagonistas consumidores de alucinógenos accedan a esa visión privilegiada por estos medios. Seguramente esto no tenga sentido alguno y Coscarelli solo quería tener una excusa para una historia divertida, pero a veces el contemplar algo desde otra perspectiva puede arrojar luz a según que temas.

Sigo en spoiler pero no es spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jlamotta
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15 de junio de 2013
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Don Coscarelli es capaz de lo mejor pero también de lo peor. Es un director que se mueve de maravilla cuando maneja un presupuesto bajo si tiene un buen guión porque es un artesano que sabe dosificar la historia y mostrarla de manera convincente en cuanto a la narrativa. Por desgracia "John Dies at the end" no es el mejor ejemplo de lo que Don Coscarelli puede ofrecernos. El guión es errático y, aunque tiene algunos momentos realmente originales, no consigue escapar a su condición de locura sin demasiado sentido. Más cercana a la excepcional "Buba Ho Tep" (de la que pretende ser deudora) que de la saga "Fantasma", "John Dies at the End" queda lastrada por un pésimo actor en el papel protagonista que hace que acabemos odiando con todas nuestras fuerzas, basta con ver lo que podría haber sido esta película con otra pareja protagonista, por ejemplo, las escenas en las que sale Paul Giamatti son infinitamente mejores que el resto de la película. "John Dies at the end" es una auténtica frikada no apta para todos los públicos y realmente mejorable. Recomendable para verla entre amigos y con mucho alcohol.
El Criticón
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