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John muere al final

Fantástico. Comedia. Terror En la calle lo llaman "salsa de soja" y es una droga que transporta a los que la toman a través del tiempo. Sin embargo, cuando algunos regresan ya no son seres humanos. Así es como se produce una invasión silenciosa de la Tierra que hace que la humanidad necesite urgentemente un héroe. Aquí aparecen John y David, un par de desertores de la universidad que apenas son capaces de mantener un trabajo. ¿Podrán estos dos seres aterrados ... [+]
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Críticas 30
Críticas ordenadas por utilidad
6 de diciembre de 2014
8 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta película quieren meterse tantos conceptos pseudocientíficos que al final, junto a las gracietas absurdas, hace que la película no tenga el mínimo interés. Me he reído un par de veces, cuando uno de ellos dice que es imposible abrir la puerta del sótano, y cuando usa el perrito caliente como teléfono, pero, en general, no me ha resultado cómica.

Y es que mezclar universos paralelos, viajes en el tiempo, espíritus, apariciones, televidentes, puertas mágicas y varias chorradas más sin ton ni son, no podía acabar bien. Se plantea inicialmente como una película de ciencia ficción, pero acaba siendo una película de fantasía al estilo de un episodio de 'Embrujadas'.

No merece la pena.
echulin
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8 de diciembre de 2014
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
John Dies at the End (John Muere al Final, 2012) supone una vuelta al cine por parte del director Don Coscarelli, después de estar diez años sin dirigir estrictamente una película (obviando su participación en el año 2005 en la serie Masters of Horrors que organizó Mick Garris, donde Coscarelli realizó un mediometraje, titulado Incident on and Off a Mountain Road). El director, cuya carrera entera ha estado dedicada al cine fantástico y sobre todo el de terror, se hizo especialmente célebre por la película Phantasma (Phantasm, 1979; así como las secuelas derivadas de esta, que dirigiría el propio Coscarelli a lo largo de la de las décadas de los Ochenta y noventa) , película con la que comparte muchas características con su último filme, como si de hecho, el tiempo no hubiera pasado por Coscarelli. La película se basa en la novela de título homónimo del escritor David Wong.

Porque John Muere al Final sigue teniendo la misma esencia de película de culto que tenía Phantasma. Ahora bien, también es de justicia señalar que tiene los mismos defectos. La película es totalmente incomprensible. Miento, realmente podemos llegar a entender lo que expone el filme, pero es totalmente absurdo. Coscarelli ha aunado todo tipo de referencias propias del género fantástico y las ha unido en un guión que no tiene ningún tipo de vergüenza en mezclar en la batidora todos estos guiños con tal de sacar adelante la película. Del cine sobrenatural pasamos a la invasión alienígena, luego a los universos paralelos, monstruos y seres fantásticos que se pasean por la película…Coscarelli consigue que el experimento Frankenstiano que ha conseguido crear no se le caiga mediante el humor, que es el auténtico nexo de unión entre todas las partes, aunque no las ha tenido todas consigo. John Muere al final es mucho menos espectacular e interesante de lo que ella se cree en realidad, más o menos como ya le sucedía a Phantasma.

No hay una linealidad, sino que la película sigue hacia atrás y hacía adelante como le conviene al director, que modifica a su antojo el desarrollo temporal del filme. Una estructura, desde luego interesante, pero que parece un tanto impostada, una pátina de pretenciosidad adicional. También es verdad que la incoherencia narrativa ya aparecía con anterioridad en la trayectoria del cineasta.

El argumento es realmente inexplicable. La película se inicia con un particular prólogo (con moraleja incluida) y luego vemos a nuestro protagonista, interpretado por Chase Williamson contarle el relato a Paul Giamatti. Empieza pues un flashback sobre el que pivotará toda la historia. Coscarelli sustenta la película en la extravagancia, creyendo que esta característica única puede servir como el único cimiento del filme. Tremendo error, pues la única sensación que esto provoca es la de la desesperación (la del espectador claro) que supone aguantar las numerosas necedades que plantea el filme.

Como ya apuntaba anteriormente, sin duda el tono cómico es lo mejor del filme. La película se autoparodia continuamente y no tiene ningún miedo en admitir su propia comicidad. La película adopta una postura cercana al cine Pop, convirtiéndose en un filme frugal y banal, que no tiene reparos en homenajear a otros filmes, iconos de los años ochenta, como Ghostbusters (Los Cazafantasmas, 1984) o más cercanas a nuestro momento, como Men in Black: MIB (Men in Black: Hombres de Negro, 1997).

Coscarelli confunde ritmo cinematográfico con saturación. Siguiendo esta premisa falsa, la película se convierte en un Tour agobiante que intenta sorprender a cada segundo, añadiendo ingredientes continuamente, aunque sean totalmente innecesarios para la película. Aún así Coscarelli no es idiota, y este ritmo de agobiantes disparates nunca consiste en algo que pueda hacer pensar al espectador, sino que es una mera acumulación de gags, incluso de Boutades, que se coleccionan como un gabinete de curiosidades cinematográfico. En definitiva, a partir de algo aparentemente trascendente y universal (el mundo mismo se pone en riesgo en la película) se hace un espectáculo intrascendente.

Que la película no es tan lista como ella misma se cree lo podemos encontrar en numerosos momentos, pero queda bastante patente con la secuencia en la que los protagonistas se dirigen a un universo paralelo. Lejos de utilizar la imaginación necesaria, Coscarelli rehuye al chiste fácil, para elaborar un mundo que pretende ser gracioso sin conseguirlo.

http://neokunst.wordpress.com/2014/12/08/jhon-muere-al-final-2012/
Kyrios
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31 de julio de 2014
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83/06(10/06/14) Gamberrada en formato film serie b que mezcla varios géneros como el fantástico, el terror, el gore pero todos bajo un tono irreverente de comedia alocada derivada de efectos propios de estar bajo los efectos del lsd, gustará mucho seguro a “Beavis & Burrhead”, donde tienen cabida drogas, aliens, mundos paralelos, saltos en el tiempo, perros que conducen coches, en lo que se convierte en un batiburrillo con poca solidez en la que al querer abarcar mucho aprietan poco. Es una cinta que solo pretende amenizarte un rato y sin anhelos de trascender, si te limitas a hundirte en su argumento la disfrutaras un rato, si la rascas un poco no la aguantaras.

Dave (buen Chase Williamson) tiene una entrevista en un restaurante chino con un periodista, Arnie Blondenstone (buen Paul Giamati), al que le cuenta su singular historia, gracias una droga, “Salsa Roja”, que le proporcionó un gurú jamaicano, Robert Marley (correcto Tai Bennett), puede agudizar sus sentidos con poderes psíquicos paranormales, prevé el futuro, ver seres de dimensión extrañas, y traspasar mundos paralelos, parece que él y su amigo John (correcto John Mayes), que tras morir vuelve, están predestinados a algún tipo de misión para salvar la Tierra del maligno. En el relato tendrán relevancia Albert Marconi (buen Clancy Brown), médium mediático-televisivo, Amy Sullivan (correcta Fabianne Therese), chica a la que ayudará la pareja, Bark Lee y un perro que adquiere poderes y que ayudará a Dave.

El propio director Don Coscarelli guioniza la novela homónima de David Wong (seudónimo de Jason Pargin) de 2007, que empezó como un webseriel en 2001 hasta 2004 y que luego convirtió en libro de bolsillo. La historia discurre en flash-back en el que la realidad es una nebulosa flexible, donde consigue captar nuestra atención con un sugestivo inicio en el que el protagonista desparrama mordacidad ingeniosa en un delirante soliloquio sobre su singular historia, donde marca a fuego el talante macarra de su demencial propuesta socarrona, con zombis, hachazos, devoluciones surrealistas al super, dando una estimulante puerta de entrada a un parque de atracciones en donde nos montaremos en una montaña rusa en la que experimentaremos múltiples emociones, siendo la irregularidad la nota preponderante, y en el que el humor negro . Nos presentan un universo en el que todo es posible, en el que la credulidad mínima queda en suspenso, en el que su trepidante ritmo hará llevaderos algunos desequilibrios. Nos sumergen en un caótico mundo en el que cuesta seguir sus anárquicas reglas, la confusión y el desconcierto abundan en su metraje, los continuos saltos temporales adelante y hacia atrás te hacen perderte en la continuidad. Bebe del espíritu ochentero rancio, asimismo se siente un homenaje al estilo transgresor de la ciencia-ficción de Lovecraft. La cinta alterna algunas buenas ideas con otras insulsas como poco. Asimismo combina buenos fx/x y maquillaje con otras escenas de efectos digitales chuscos.

La cinta tiene su fuerte en algunos inspirados momentos de humor negro que mezcla lo zafio con lo delirante, como ver una cabeza explotando, en otra secuencia vemos reventar unos ojos, o el pomo de una puerta convirtiéndose en un pene, un bigote de un policía que se torna en una especie de murciélago violento despegándose de la persona, el perro que se convierte en chófer, y más excentricidades que rozan lo absurdo cuando no se zambullen en él sin vergüenza.
Los actores se notan disfrutar, el debutante protagonista Chase Williamson aporta el tono desfasado adecuado a la festiva narración. El también debutante Rob Mayes hace buen complemento de colgados con Chase. Paul Giamati (también productor) aporta su carisma. Clancy Brown dota a su personaje de un aura mística muy socarrona.

Recomendable a los que gusten de comedias gamberras estrafalarias. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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13 de febrero de 2022
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Un hallazgo total, olvídense de las críticas que la rebajan o la subvaloran, no la entendieron, no entendieron nada de por dónde pasa, es una joya total. Una gozada en plan parodia, sátira, sin dejar de ser gore y tener cierta oscuridad. Algunas escenas son hilarantes, como la de la banda de rock adolescente o el jamaiquino que adivina los sueños. Entre tanta sátira, parodia y cachondeo, puede pasar desapercibido que también tiene algunas cosas bastante interesantes desde el punto de vista intelectual, algunas ideas bastante enrevesadas e interesantes, desde un abordaje lisérgico y surrealista. Debería ser una película de culto.
nadie
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31 de enero de 2013
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entretenida cinta que a pesar de lo disparatado, irreal y retorcido del humor y las situaciones que contiene, tiene una narrativa convencional a través de flashbacks lo cual hacen a la trama amena y disfrutable si uno la ve con desenfado y sin tomarla demasiado en serio. Dentro de lo absurdo que puede parecer la mayor parte de la historia, el guión es sólido y está manejado de forma inteligente sin dejar cabos sueltos. La cuestión negativa está en las actuaciones algo simplonas y poco trabajadas de los actores quienes por momentos parecen descuidados en su interpretación, lo cual sumado a los varios detalles de edición, continuidad y dirección pueden hacer parecer a la cinta algo barata y no tan bien realizada como pudo haber sido para al menos ser tomada un poco más en serio. El concepto fantástico y sci-fi es original e incluso podría dar para mucha más historia. Recomendable sin expectativas de algo grandioso más allá de algo entretenido y loco.
mikealeks
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