Extraterrestre

Solo puedo agradecer a Vigalondo que intenta hacer películas diferentes, que no se hayan visto antes. Y cuando digo solo es solo, porque la película no tiene más que una propuesta innovadora, una comedia romántica ambientada en una invasión alienígena.

Extraterrestre tiene el argumento de una película disparatada, donde nunca sabes que va a pasar en la siguiente escena porque el guión parece improvisado (aunque al final encajen tramposamente las piezas). El problema es que la película aspira a más, se toma en serio y sinceramente no cuela. El resultado, una comedia donde no te ríes, y una tensión dramática que no te tomas en serio.

Por si esto fuera poco los actores están algo flojos, titubeantes, como si estuvieran rodando otro episodio más de Muchachada Nui.

Tras la grata sorpresa de muchos de sus cortos y del largo Cronocrímenes llega esta decepción de Vigalondo ¿qué nos deparará el futuro?

Nacho Vigalondo, tras el éxito de su anterior proyecto, “Los Cronocrímenes”, vuelve al terreno fantástico para narrar su siguiente historia sin perder el ánimo innovador ni la originalidad que le caracteriza. Preestrenada durante el 59 Festival Internacional de Cine de San Sebastián, obtuvo la empatía y carcajada del público superando la prueba que las altas expectativas tras su anterior trabajo habían creado.

La película nos sitúa en el interior de un piso, donde Julia y Julio despiertan tras una noche loca de la que nada recuerdan ninguno de los dos. Están en la misma cama, pero ni siquiera se conocen. Julio no tardará en sucumbir a la atracción por la “desconocida”, ella no lo tiene tan claro… pero con todo este enredo los problemas no han hecho sino comenzar. Una inmensa nave extraterrestre se haya flotando sobre la ciudad, y ninguno de los dos podrá abandonar el piso donde despertaron. Comienza la aventura, los encuentros y desencuentros con personajes que complicarán aún más la situación, y quizás… ¿el amor?.

Original y fresca, la película de Vigalondo, se vale de la ciencia ficción y del argumento de la invasión extraterrestre para contextualizar a los protagonistas de esta producción, que, no nos llevemos a engaño , no es otra cosa que una comedia romántica y renovar así el modo de contar este tipo de historia, alejarla de tópicos y clichés.

Las armas principales del film son, tanto un guión que busca sorpresa y sonrisa con cada rocambolesca situación, como del trabajo de sus actores, Michelle Jenner, Julián Villagrán, Carlos Areces, Raúl Cimas, Miguel Noguera, correctos todos ellos, aunque a destacar la labor cómica de Carlos Areces que sabe arrancar las más descontroladas carcajadas en la audiencia y regala varios de los mejores momentos de la película.
Un factor que quizás pueda jugar en su contra es cómo la audiencia pueda sentirse engañada, que se espere cierto despliegue de efectos especiales dado su carácter de ciencia ficción, que nunca llega… es una película sencilla, una comedia de situación, de personajes, mientras el espectador no espere nada más allá de ello, la satisfacción está garantizada. Interesante pequeña propuesta.

-Enoch-

Cuando vi el trailer y las críticas aceptablemente interesantes me esperaba algo original, divertido y un poco de ciencia ficción aunque sea pero nada de nada. Es una película que te olvidas dentro de dos días que ni te acuerdas de la trama y no te ha gustado pero que en el momento en que la has visto no te ha desagradado a la vez. Es un entretenimiento de usar y tirar, una película pasable. No es mala teniendo en cuenta el panorama del cine cómico español pero si fuera una película americana el suspenso lo tendría fijo ya que ellos suelen hacer mejores cosas y su listón está medianamente alto. Los actores destacan porque no sobreactuan como en otras cintas pero cuando parece que interesa un poco durante la primera media hora que se pasa volando, lo único que pasa es sexo entre Julio y Julia y a un Carlos Areces bajando en picado tras unas buenas apariciones al comienzo de la película. La banda sonora es una mierda pura y dura por no decir que solo se oye una vez en toda la cinta y es cuando aparece la carroza de café. La historia podía haber dado mucho más de sí, habernos mostrado más sobre los extraterrestres, pero nos cuelan con que es un punto de vista diferente y divertido, pues señor Vigalondo no sé a que llama divertido porque solamente me he reído cuando están en la cena Carlos Areces y el resto de la panda que por cierto no se habrán gastado mucho dinero con este corto reparto y con la poca muestra de la nave sin explicar nada de nada y con un final soso e incompleto. En fín, una entretenida película española de usar y tirar que por lo menos no es mala lo que se dice mala pero no pasa del 5 raspado.

extraterrestre adj.

1 Relacionado con el espacio exterior a la Tierra.

2 Ser vivo que procede de otro planeta. Alienígena

Así ha de sentirse Julio cuando abre los ojos en una cama que no conoce, una habitación que no recuerda, en piso que nunca ha visto y con una chica, Julia (“vaya que casualidad”), que por supuesto tampoco conoce y no se sabe si alguna vez se conocieron. Vigalondo con esa maravillosa mente que Dios le ha dado, vuelve a en revesar la trama, siempre acertada por supuesto y juega con los personajes, los confunde nos confunde y vuelve a jugar con nosotros como ya hiciera en “Los Cronocrimenes” 2007 opera prima que sorprendió a crítica y público. La película parte de la premisa de una invasión alienígena, en la que los personajes esta “atrapados” en el piso de Julia, porque quieren… quede claro. Allí pasan las horas atentos solo a sus problemas y con las impertinentes visitas de su vecino, Ángel (Carlos Areces). No es un triángulo amoroso sino es un cuarteto amoroso el que comparte casa viviendo esas situaciones cotidianas tan delirantes a las que Vigalondo nos tiene acostumbrados. Situaciones que aunque se vean distantes y no quisiéramos vernos reflejados en ellas se hacen cercanas. Un vecino que bien podría trabajar para algún servicio secreto, controla con el celo de una madre las entradas y salidas de su mona vecina Julia (Michelle Jenner).

Carlos (Raúl Cimas), novio de Julia toma en papel de Will Smith en “Independece Day” 1996 y ve su destino como el protector de la humanidad, el salvador de la Tierra, buenísima la escena en la que equipado con un chaleco de caza y una escopeta mantiene una conversación con Julio.

Julio(Julián Villagrán),como ya hemos dicho conoce a Julia (“vaya que casualidad”) y como por designio del destino no puede o no quiere salir del piso y con su instinto del cazador o de supervivencia intentara eliminar a sus competidores para conseguir su premio y por si faltara poco llega el Iker Jimenez (Miguel Noguera) de la televisión del fin de la humanidad y está emitiendo en el único canal que queda en antena un programa de 24 horas a modo de reality que genera más problemas que soluciones y será el objetivo de Carlos.

Vigalondo crea con magistral estilo una película romántica a la sombra de una invasión alienígena, con mucha destreza y un guion más que original para una película que no está hecha para todos los gustos.

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Hace falta tener cara dura para hacerse una peli de marcianos sin marcianos, en la que resulte ser todo una comedia romántica que transcurre casi entera dentro de un piso y en la que sólo intervienen cinco actores.

Además, resulta que, si la comparamos con su anterior largo (en el que, por si alguien no lo sabe, se hace una peli de paradojas temporales con dos tíos metidos en un silo, un poco de monte y un cacho de carretera comarcal), esta marcianada parece una superproducción.

Vale que la peli arranca muy bien, pero a la media hora se empieza a acusar un problema gordo con el ritmo, que decae vertiginosamente. Así es, pero se recupera al final. Y además te ríes, cosa poco frecuente en las comedias románticas. Y está mejor actuada que otras pelis con actores más “profesionales”; a estos se les entiende cuando hablan. Y, sobre todo, es un festival de ingenio; un talento tan escaso como preciado.

Qué manera de optimizar recursos. ¡Cartera de Economía para Vigalondo! ¡YA!
Si le dejamos, este tío levanta España en dos meses.