Quiz Show. El dilema

Lo que más me chirría de esta película, que a pesar de su larga duración se hace entretenida, es que cada concursante, en su debido momento, pensara que solamente se le había ayudado a él y a nadie más. ¿En serio que se puede ser tan ingenuo?

Me ha gustado la escena en la que Turturro declara en el juicio, tratando de demostrar que el programa está amañado. Intencionadamente, su personaje tiene pinta de tonto durante la gran mayoría del filme... hasta aquel momento, en el que en un claro ejercicio de comedia negra sí que parece de lo más inteligente, hasta haciendo reír a toda la sala.

Lo que menos me ha gustado es la moral que sigue el personaje de Ralph Fiennes, el joven mimado por parte de los productores de la cadena, que no termina de ver con buenos ojos el hecho de que no gana de manera honrada. La inamovible postura de su padre, veterano intelectual con los principios e ideales bien formados, que se muestra tajantemente en contra, pero que posee la sutileza de transmitirlo a su hijo de tal manera que este no le vea como su enemigo, lo cierto es que me convence más. Respecto a ese personaje, me queda decir que me agrada y me resulta natural, a pesar de que el guión diseña los diálogos y coloca los sucesos a la medida para lograr un mayor lucimiento. Hay una escena en la que Fiennes viene a verle, y al verle le empieza a preguntar sobre el motivo de su visita y a hacer otros comentarios triviales, que sí, quedan bien, ¿pero en serio que no se imagina a qué se puede deber el honor de que su hijo vaya a su casa sin avisar a altas horas de la noche?

El motivo económico es otro factor. Por ese dinero, 50.000$ (de los de entonces, y aunque fuesen de los de ahora), ¿Ud. no iría a un programa de TV en el que supiera que le iban a nombrar ganador porque le van a decir las respuestas? Además tratándose de un hombre de familia como es el caso de Fiennes, me cuesta creer que se ponga de hablar de una moralidad que encuentro absurdo manifestar en su lugar. Porque llega un momento en el que a él también lo echan (igual que antes a Turturro, falla una pregunta fingiendo no saberla, el caso es que es el espectador el que no sabe que Fiennes también está actuando) y le ofrecen más dinero a cambio de hacer una declaración como que el programa funciona correctamente y ya está, y se termina negando. Yo lo veo como una tontería. Puedo llegar a entender que un hombre como él, profesor de universidad, puede llegar a ver insultada su inteligencia si durante un espacio de tiempo prolongado va a un programa con las respuestas sabidas, pero el caso es que le pareció bien salir del programa como le impusieron (él no dio problemas como Turturro, que para lo listo que era, entregó el dinero que había ganado en el programa hasta su acordada expulsión a un estafador), y ya no tiene que volver a humillarse más, solo hacer una declaración a cambio de más dinero, tan fácil como eso.

Tan inverosímil me parecía la historia, que la había puesto un 3, pero al comprobar que estaba basada en hechos reales no tuve más remedio que subirla al 5.

Como pequeña anécdota personal, tenía la firme impresión de que el padre de Fiennes y el director de la NBC estaban doblados por el mismo, pero no. Se trata de Rogelio Hernández y Arsenio Cornellas respectivamente, la confusión se habrá debido a que han sido los dobladores que más veces le habían dado voz a Jack Nicholson.