Haz click aquí para copiar la URL

Quiz Show. El dilema

Drama Entre 1956 y 1959, Charles Van Doren, perteneciente a una prestigiosa familia de intelectuales y profesor de inglés de la universidad de Columbia, se convirtió en uno de los personajes más populares de Estados Unidos gracias a su participación en el concurso de televisión ”Twenty One”. Durante tres años contestó siempre las más variadas y difíciles preguntas. Pero, cuando su popularidad había llegado a todos los rincones del país, ... [+]
<< 1 2 3 4 5 8 >>
Críticas 38
Críticas ordenadas por utilidad
3 de enero de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La única película que ha visto un servidor estando Robert Redford detrás de las cámaras. Y es que, de su corta filmografía como realizador, es la única que verdaderamente me interesa; y la razón es muy sencilla: me he criado con la televisión.

Recuerdo aquellos programas de hace veintitantos años donde los concursantes ganaban dinero, recuerdo verlos totalmente emocionado por los que se habían llevado el maletín con la pasta o el coche, o lo que fuera; y me entristecía por aquellos que habían perdido y que lo único que se llevaban a casa de consuelo era aquello de 'lo importante es participar' por boca del apresurado presentador de turno. Se acababa el programa y yo aún estaba cavilando el asunto; me era imposible desconectar de aquello después de tanta expectación. Así era la tele hace dos décadas, no había Gran Hermano, ni esos programas donde la peña se tira los trastos a la cabeza.

Pero, saben qué?; la televisión de entonces también apestaba y en sus comienzos ni les cuento, porque ya lo cuenta Redford en esta película. Manipulación televisiva, si, pero Quiz Show va un poco más allá, pues ahonda en la moral de esos instrumentos utilizados para la farsa: los concursantes; verdaderas victimas de todo esto, personas corrompidas, alentadas a participar en el juego por su ingenua creencia de poder aportar cultura desde la caja tonta (Fiennes) o simplemente por su estúpida soberbia (Turturro) y que trás la prometida buena fama, aflorará en ellos la culpabilidad por formar parte del engaño o bien el rencor y la venganza. Lo bueno de todo esto es, que está basado en hechos reales y aunque no sea una crítica generalizada al mundo de los concursos televisivos, se puede ver en el programa Twenty One a cualquier otro de diferente nombre, tanto de la televisión de la década de los 50 como en la de ahora y aunque actualmente el espectador esté de vuelta de todo en ese sentido, no está de más tener presente lo que nos cuenta la película, ya que puede perfectamente contrastarse con algún que otro programa televisivo, sin que tenga que ser necesariamente sobre preguntas y respuestas.

Un correcto Ralph Fiennes, unos estupendos Rob Morrow, Christopher McDonald, David Paymer y, la guinda del pastel, John Turturro, son el acertadísimo reparto de una película que, desgraciadamente, no es redonda, pues le falta algo y por ello le sobran minutos; no sé, es como si al final, Redford, quisiera frenarse en su denuncia y no ofrecer más que un mero testimonio. Pero eso sí, denuncia o simple testimonio, Quiz Show no deja de ser una cinta bastante recomendable.

¿Saber y ganar?; desde luego en el Twenty One, no.
elmer
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de octubre de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un guapo e inteligente joven, de una prestigiosa familia, participa en un concurso en TV, pero lo que parece inofensivo, se vuelve una pesadilla para el joven. Que angustiado, no ve cómo escapar del enredo sin perjudicar el prestigio de su familia, y su orgullo personal.

Es un buen drama, aunque, por momentos un poco lento, sigue siendo inteligente, atractivo, bien ambientado y actuado.

Expone el negocio de la TV, como un mercado amplio que se enriquece vendiendo ilusiones… mentiras. Ilusiones que el mismo público consumidor pide para entretenerse… para emocionarse…

Reflexiona sobre la integridad moral de las personas, que a veces no es muy fuerte. Expone con detalle muchas sutilezas de emociones muy complicadas, que a veces no tenemos el valor de ver; como envidia, frustración, soledad, tristeza, vergüenza.. etc…

Tiene un dialogo inteligente, y un final, que aumenta mi gusto por la película.
solounaopinion
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de septiembre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las mejores películas de Robert Redford como director.
Cuenta la historia de un show televisivo y un marco de corrupción por detrás del mismo, en el cual el boicot y el fraude eran moneda corriente.
Dicho film está basado en la vida real, por lo cual, su principal crítica es tal vez haberse salteado determinados datos o mostrar a un personaje con una personalidad que difiere un tanto con la realidad.
Más allá de toda crítica creo que es una buena película, que se disfruta (a ritmo lento) pero no llega a aburrir; en parte a la mejor actuación del film a manos de John Turturro.
Recomendada para aquellos que estén interesado en saber sobre esa historia y darse cuenta que ese aparato llamado televisión ademas de por electricidad se alimenta con dinero y lo que pareciera real, tal vez...


Joa Vottero
Joa Vottero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de agosto de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi superficialidad se ve recompensada muchas veces, y esta es una de ellas. Robert Redford, quien produce y dirige, demuestra un manejo como director que debemos aplaudir. Venía de hacer dos años atrás aquella patochada de «El río de la vida» y catorce la grandísima «Gente corriente», así que cualquier cosa podía encontrarme en «Quiz Show».

Confieso que me acerqué a la película por un poderoso motivo llamado Ralph Fiennes. Hasta once proposiciones de matrimonio se me quedan cortas teniendo en cuenta el carisma y el atractivo de un Fiennes de ojos que nunca dejan indiferentes y un personaje, Charles Van Doren, tan encantador que apenas puede tolerarse, aunque tenga sus sombras. Su interpretación es de un nivelazo que casi da escalofríos. Acababa de ser el impasible Amon Goeth con Spielberg, así que identificarle plenamente con un erudito caballero de clase alta con sonrisa de ángel solo hace que le admiremos más. Junto a Fiennes, encontramos un soberbio John Turturro, un Rob Morrow a gran altura o a un Hank Azaria que, pese a su seriedad, te hará reír con su cinismo. Ya os podréis imaginar el placer que supone verles a todos juntos.

Como digo, «Quiz Show» no es solo una superficial cara bonita o unas buenas interpretaciones, sino también un duro drama sobre las flaquezas humanas, la masificación del individuo o el poder que juega con nosotros, un Goliat que en la vida real sí suele vencer a David. De hecho, la historia me lleva a reflexionar sobre hasta qué punto existe el sincero perdón o sobre si tiene o no recompensa (externa, no personal) hacer lo correcto en esta vida. Así, lo que parecía una película simple y sin recorrido sobre los entresijos de un famoso programa de televisión, resulta todo un relato aleccionador, maduro, intenso, realista y claro, además de entretenido de principio a fin.

Cásate conmigo, Charles.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
19 de julio de 2009
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La televisión "es el aula más grande del mundo". Y, desafortunadamente, no todo lo que muestra, transmite y enseña es positivo, si se entiende "positivo" como la transmisión de valores que redunden en una sociedad mejor.
La tele es pura farándula, un festín audiovisual constante que se aprovecha de su propia capacidad para enganchar, embobar y fascinar (y también embotar la mente), y con ello ha sido capaz de revolucionar el planeta entero, como nunca había ocurrido en la historia de las comunicaciones.
Que me dicen en esta película de Robert Redford que han existido programas y concursos de televisión amañados para que todos los implicados se llenaran los bolsillos... Pues por supuesto que me lo creo. La caja tonta mueve tanto dinero en publicidad, y persigue tantos intereses a cada cual más lucrativo, y se mueve hasta tal extremo por los índices de audiencia, que el hecho de que se pasen casi todo el tiempo engañándonos como a bobos es algo completamente natural y asumido. Una de las cosas malas de la tele es que lo que se ve en ella y lo que se escucha suele ir a misa. Nos lo tragamos. Ya nos pueden decir que dos y dos son cinco con un locutor atractivo, un escenario llamativo para la vista y mucho confetti, que nos lo vamos a zampar como benditos.
El trasfondo de las prioridades y los cánones que priman en esta civilización nuestra regida por lo material y lo superficial, hacen que los estudios de márketing, de audiencias y de psicología de masas dicten los modelos a imponer desde el medio de comunicación de masas por excelencia. De esta manera, un presentador/concursante bien parecido, a ser posible de raza blanca, con una voz bien modulada y que arrastre unos antecedentes personales con cachet (familia aristocrática, buen expediente académico, buenos colegios y buenas universidades, una profesión con prestigio...), será el candidato ideal para atraer las mayores audiencias. En cambio, alguien que pertenezca a una etnia/raza considerada impopular (judía, negra...), que sea un don nadie sin apellido familiar sonoro y que proceda de un barrio humilde, no puede alcanzar o permanecer en la cresta de la ola, y será eliminado de la circulación en aras del personaje popular, aquél al que el público adora (o más bien, el que los controladores de las multitudes dictan que se adore).
Y hay mucho más. La televisión llega al extremo de controlar incluso la supuesta inteligencia y erudición de sus cabezas de turco. La trampa es sólo uno de los medios para alcanzar los fines, porque, ¿qué más da el medio que se emplee si se trata de una ilusión, una quimera que se les ofrece a los espectadores para que éstos tengan su dosis de sueño americano? ¿Qué les importa a ellos si lo que presencian es cierto o no? En cierto modo, en la televisión todo es ficción, nada de lo que se ve es "real" en su sentido estricto... ¿Por qué no aprovecharse de eso? La gente no quiere la verdad, lo que quiere es que se le dé lo que pide.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 8 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow